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los gatos (1) y los procuradores los escarabajos, y andan por las calles los muertos (2). »

No obstante el sentido de puerilidad que llevan consigo las palabras atribuidas al embajador Rui Gonzalez Clavijo, todavía, en obsequio de los que nos honran con su lecjectura, diremos alguna cosa más de las que pronunció

hoy conocemos con el referi lo nombre, cerca de la Cava Baja, y en parte daba frente al Mediodia; la que, segun el maestro Juan Lopez, se llamaba tambien de la Culebra, por el espantable dragon de piedra que tenia esculpido en la parte superior de su oruato. Era su entrada muy angosta y recta, formando un ángulo internándose en el muro, yendo despues á salir á la parte de adentro; construccion que no permitia espiar desde la parte de afuera; pero en aquel paraje se escondian de noche gentes malhechoras, y con capeos robaban á los que por allí tenian precision de entrar ó salir, ocurriendo asimismo frecuentes desgracias en un peligroso tránsito que habia de la parte de afuera de la villa, por lo que el ayuntamiento la mandó cerrar, hasta que, poblado el arrabal por aquel paraje, se abrió de nuevo para darle comunicacion.

(1) Era un apellido muy célebre en nuestra villa, del cual se habla en la conquista de Madrid en tiempos del rey D. Alonso VI, que esplican que fué un soldado valiente que en el asa to de Madrid hizo prodigios de arrojo, trepando por una muralla, auxiliado de su daga, que clavaba en las junturas de las piedras. Maravillados de su agilidad sus compañeros de armas, dijeron que parecia un gato; este apodo, que derivó en una hazaña heróica, dió márgen á que aquel valiente y los que de él descendieron, trocaran su primitivo nombre por el de gato. Y segun varios autores, esta familia fué tan estimada hace seiscientos años, que no se tenia por nobleza castiza en Madrid la que no estaba emparentada con aquel linaje, y de aquí la voz vulgar, que llega hasta nuestros dias, de Hamar á los naturales de esta villa Gatos de Madrid.

(2) Los Escarabajos y los Muertos parece que tambien eran apellidos de dos ilustres linajes de Madrid; y por vivir Is segundos en una calle próxima al monasterio de San Martin, se denominó hasta hace poco tiempo de los

Muertos.

delante de Tamorlan, haciendo referencia á los maestres de las órdenes de Santiago, Alcántara y Calatrava: «Que el rey de Castilla, su señor, contaba, entre otros, tres vasallos, á cada uno de los cuales servian mas de mil caballeros, todos con espuelas doradas; que en España ha→ bia un puente sobre el cual se apacentaban 10,000 ca bezas de ganado; y que D. Enrique III tenia un leon y un toro que se comian diariamente 150 vacas y otros tantos carneros y cerdos (1). » Añaden tambien los historiado→ res que mientras hablaba Rui Gonzalez Clavijo, tenia el Tamorlan fjos los ojos en su anillo, porque la piedra en→ gastada en éste mudaba de color cuando se proferia una mentira.

Es muy curiosa la narracion que sobre el particular hace el capitan Gonzalo Fernandez de Oviedo en sus Quincurgenas, que existen originales en tres tomos: depósito de manuscritos, biblioteca nacional.

Dia 16.

Movidos de su gran piedad los Ilmos. señores D. Juan de Chaves y doña María Paulina de Pacheco, su mujer, condes de la Calzada y Santa Cruz, compraron unas casas en esta corte en la antigua puebla del Sr. San Joaquin, frente al aposento de las negras (2). En las mencionadas casas, que adquirieron de Peralta, fundaron los condes un colegio para los jóvenes irlandeses que aspirasen al sacerdocio católico, cuya sagrada carrera estaba proscripta en su patria desde los dias del aciago reinado de Enrique VIII. Tomaron posesion de aquel incipiente seminario varios sacerdotes con otros alumnos, el dia de

(1) El puente era el terreno que cubre por espacio de algunas leguas el curso del rio Guadiana, y el toro y el leon las ciudades que llevan estos nombres, donde por sus muchos habitantes se consumian tantas reses.

(2) Entre la servidumbre de los nietos de Cristóbal Colon habia varias negras sostenidas por lujo, que habitaban en una casa separada del palacio de sus señores, que era donde hoy está el de los Excmos. señores duques de Berwick y de Alba, sus esclarecidos descendientes; la calle aún conserva el nombre de las Negras.

San Valentin y compañeros mártires, á 16 de diciembre de 1626, donde permanecieron hasta el año 1634, en que por una parte comenzaron á contarse sucesos de preocupacion, acontecidos en la puebla de los Santos Justo y Pastor, los mártires de Alcalá (1), lo que no queremos referir, porque ya lo saben todos; y por otra parte, el gran despoblado que habia en aquellos tiempos por el paraje donde estaba el colegio y el palacio, hacía mas temible el habitar allí, porque se albergaban tambien gentes facinerosas en el erial del ciego (2), fugitivas de la Santa Hermandad que los perseguia, causando, sin embargo, muchos robos en los caseríos de las pueblas.

De resultas de esto, los moradores del colegio le abandonaron en la noche del 24 de diciembre, sin saber se de ellos hasta hoy, acerca de lo que se contaron diferentes consejas, y algunas muy misteriosas. En el año de 1636, á instancia de los mismos fundadores, entraren los canó nigos reglares premostratenses á residir en aquel edificio, los cuales igualmente le destinaron para colegio, siendo su primer rector el reverendo padre D. Antonio de la Torre, procedente del convento de la Vid, en la ribera del Duero. En esta casa quedó una imágen de la Virgen, que no se sabía el título con que se veneraba, como asimismo su antigüedad y otras circunstancias de su culto, por lo que el anciano padre Hervias, hijo del convento de la Caridad, teniendo en cuenta los antecedentes de este colegio, la fuga injustificable de los irlandeses, y la penuria en que él y sus dos compañeros vivian, por la poca renta con que los habian dotado los fundadores, y los continuos sobresaltos que esperimentaban por las razones que antes hemos indicado, resolvieron sortear los epite tos de la letanía, y en la papeleta que sacaron se leyó el de Consolatrix Afflictorum, esto es, de Nuestra Señora

(1) Otra calle que hay cerca del hospital militar, y no muy distante de la casa conocida vulgarmente por del Duende, tan célebre en anécdotas.

(2) Et pordiosero Juan de Dios, que impetraba la caridad pública en la puerta del reducido oratorio de San Leonardo, y de noche se recogia en una cueva de aquel sitio, que hay opiniones fué de su pertenencia.

de los Afligidos, y convinieron que era el dictado más propio para la situacion triste en que ellos se hallaban (1), La imágen fué coloca la en el altar mayor de la nueva iglesia el dia 31 de agosto de 1674.

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Antes, en 1639, habiendo precedido las licencias necesarias, erigieron aquella casa eu convento y abadía en el capítulo general que se celebró en Santa María de Retuerta, eligiendo, primer abad al maestro D. Antonio Bau tista Abreu, varon doctísimo y de sangre ilustre, muy co nocido por sus virtudes. Despues diferentes personajes fundaron en su iglesia capillas para su patronato y entierro; entre otras, la de Nuestra Señora de la Buena Estrella (2), erigida á espensas de D. Juan José de las Pe ñas, regidor de Madrid; y el retablo de San Julian, obis po de Cuenca, como patronato de D. Miguel Otamendi, oficial de la secretaría de Estado, en cuyo altar se veian los escudos de armas de su casa. La señora duquesa de Attri enriqueció este convento con hermosas reliquias, entre otras tambien los restos sagrados de la bendita Santa Columba, y la prodigiosa cruz de San Julian (3).

Poseia esta cosa varios patronatos de obras pias, fundadas para dotar huérfanas hijas de Madrid, y que tuviesen el nombre de María, cuyas rentas pagaban los descendientes de D. Nicolás María de Guzman y Carrafa, príncipe de Antillanos, duque de Sabroneda, caballero de la insigne órden del Toison de Oro.

(1) Título que da todavía nombre á aquella demar

cación ó barriada.

ea

(2) Esta pintura pertenecia á doña Ana Gonzalez de Aguilera, que la regaló en 1637, despues de haberla sorteado para ver á qué convento la habia de adjudicar, yendo por suerte al de San Joaquin, vulgo Afligidos. Dicese que á principios del siglo XII se la entregó un sumo pontifice al capitan D. Francisco de Aguilera, vizcaino, en premio de haber sido un soldado valiente y defensor de la fé, quien á su muerte la dejó á sus herederos, y estos al convento mencionado.

(3) Era de madera bronca, y la usaba el santo prelado, sirviéndole de báculo en sus viajes, y de cruz, levantada al entrar en los pueblos que visitaba.

Réstanos ahora penetrar en sus arruinadas bóvedas (1) y tributar una página en memoria de los ilustres cadáveres que allí reposan, entregados al olvido de las esclarecidas casas á que pertenecieron.

En la bóveda de los religiosos duerme el famoso literato que escribió el Mercurio Evangélico, el muy reverendo padre D. Luis de Tineo, gran teólogo. Murió en 1693. Allí tambien está depositado el ejemplar Salces y Quevedo, general y gran reformador que fué de la órden de San Norberto; fins en 1696: asimismo descansa en aquel panteon el profundo teólogo padre D. Félix Herrera; murió en 1708; y el elocuente orador padre D. Juan Moran, bibliotecario de esta casa, en la que vistió el bábito; terminó su vida en 1723: y e consumado lector dogmático padre D. Cárlos Calleja, que acabó sus ilustrados dias en 1726, y tambien los cientificos doctores Aguirre, Martinez de Soto y Martin Vaz, que fallecieron, el primero en 1740, en 1769 el segundo, y en 1785 el

tercero.

En la tumba de los patronos se encontraban, y acaso hoy todavía existan, los restos mortales de D. Francisco de Morna Corte-Real, marqués de Castel-Rodrigo, conde de Luminares, señor de Terranova, San Jorge, Fayal y Pico, duque de N chera, comentador de la órden de Cristo, presidente del Consejo de Flandes; falleció siendo caballerizo de la reina, en 1675: y los del Sr. D. Cristóbal de Chaves, consejero de órdenes; y los de doña Antonia de Aguirre, marquesa de Santa Cruz, y de las señoritas dona Beatriz y doña Catalina Moura Pio de Saboya. Estos, en calidad de depósito. Sepultados (y hoy entre ruinas) con otros varios personajes, individuos de varios tribunales, lo están el Excmo. Sr. D. Juan Manuel de Zúñiga y Chaves Chacon Ayala Fajardo Fonseca y Mendoza, hijo de los señores marqueses de la Bañeza, condes de la Calzada y Casarrubios del Monte, patronos de este convento; murió en 16:9: tambien el ilustre Villasante, caballero de la órden de Calatrava, y el escelen

(1) Porque á principios de este siglo cayó una exhalacion en la noche del 16 de agosto, abrasando parte de la iglesia; despues en la invasion francesa acabaron de derribarla, y tambien el convento.

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