Juicio crítico de los principales poetas españoles de la última era

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Libreria de Garnier Hermanos, sucesores de D.V. Salvá, 1855 - 501 pàgines
 

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Passatges populars

Pàgina 335 - Desde el oculto y venerable asilo do la virtud austera y penitente vive ignorada y, del liviano mundo huida, en santa soledad se esconde, el triste Fabio al venturoso Anfriso salud en versos flébiles envía.
Pàgina 339 - De aviso tal al golpe confundido, con paso vacilante voy cruzando los pavorosos tránsitos, y llego por fin a mi morada, donde ni hallo el ansiado reposo, ni recobran la suspirada calma mis sentidos. Lleno de congojosos pensamientos paso la triste y perezosa noche en molesta vigilia, sin que llegue a mis ojos el sueño, ni interrumpan sus regalados bálsamos mi pena.
Pàgina 106 - Cades, a las que el Tajo lusitano envuelve en oro y conchas, uno y otro imperio, iras, desorden esparciendo y luto, comunicarse el funeral estrago. Así cuando en Sicilia el Etna ronco revienta incendios, su bifronte cima cubre el Vesubio en humo denso y llamas, turba el Averno sus calladas ondas; y allá del Tibre en la ribera etrusca...
Pàgina 335 - Anfriso, al que inspirado de las mantuanas musas, tal vez suele al grave son de su celeste canto precipitar del viejo Manzanares el curso perezoso, tal suave suele ablandar con amorosa lira la altiva condición de sus zagalas.
Pàgina 336 - Rodeado de frondosos y altos montes se extiende un valle, que de mil delicias con sabia mano ornó naturaleza. Pártele en dos mitades, despeñado de las vecinas rocas, el Lozoya, por su pesca famoso y dulces aguas.
Pàgina 87 - No hay picarón tramposo, venal, entremetido, disoluto, infame delator, amigo falso, que ya no ejerza autoridad censoria en la Puerta del Sol, y allí gobierne los estados del mundo, las costumbres, los ritos y las leyes mude y quite. Próculo, que se viste y calza y come de calumniar y de mentir, publica centones de moral.
Pàgina 336 - Del claro río sobre el verde margen crecen frondosos álamos, que al cielo ya erguidos alzan las plateadas copas, o ya sobre las aguas encorvados en mil figuras, miran con asombro su forma en los cristales retratada.
Pàgina 340 - Alcinda, la que olvidando su orgullosa suerte, baja vestida al Prado, cual pudiera una maja con trueno y rascamoño...
Pàgina 341 - El sí pronuncian, y la mano alargan Al primero que llega! ¡Qué de males Esta maldita ceguedad no aborta!
Pàgina 350 - Rabiosa la fortuna l<; acecha , y mientras arrullando á otros los adormece en mal seguro sueño, súbito asalto quiere dar al tuyo. El golpe atroz , con que arruinó sañuda tu pobre estado , su furor no harta , si de tu pecho desterrar no logra la dulce paz , que á la inocencia debe. Tal es su condicion , que no tolera que á su despecho el hombre sea dichoso. Así á tus ojos insidiosa ostenta las fantasmas del bien, que va sembrando sobre la senda del favor ; y pugna por arrancar de tu virtud...

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