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pos para la conservacion y progreso de la sociedad; y cree que las pasiones pueden en esta combinacion utilizarse de manera, que basten á alcanzar aquel fin con gusto y satisfacción de todos los individuos. Para ello supone que la naturaleza humana no es esencialmente imperfecta, sino que por el contrario la organizacion social puede purgarla de los vicios que hoy la afean y oscurecen. Hé aquí el error fundamental del sistema, error filosófico y religioso á la vez, que conduce á la extrañísima utopia de las séries, y ǎ esa sociedad facticia de los Falansterios. La naturaleza humana es perfectible, pero no esencialmente perfecta el hombre es la imágen del Criador, no su igual, y el principio de la perfeccion humana conduce á la divinizacion del hombre. Fourier fué consecuente suponiendo otros mundos y otras vidas sobre la presente, en los cuales debería tocar el hombre de los Falansterios, y no el alma de los cristianos, aquella infinita bienaventuranza. El sistema de la armonía universal no sería completo, variando únicamente la organizacion de las sociedades, es preciso alterar tambien las condiciones del mundo material, y de aquí esa edad de oro que Fourier ha profetizado en un momento de delirio.

El principio fundamental de los socialistas destruye por su base el principio de la virtud. Esta consiste únicamente en el sacrificio de las pasiones, y el socialismo sostiene que la pasion satisfecha ha de ser el móvil de toda bienaventuranza. Semejante armonía entre todos los instintos es una quimera: que la organizacion industrial sea el medio de conseguirla, lo es mas todavía. El trabajo no será nunca un placer, sino una necesidad. Comerás el pan bañado con el sudor de tu rostro, han dicho las Escrituras, y esta es la ley constante, universal de la humana especie. No nos detenemos á refutar mas profundamente esta doctrina, porque hemos de hacerlo pronto, segun hemos dicho, en otro artículo mas extenso. Pero veamos si la organizacion industrial por séries puede dar por resultado la concordia entre la libertad y el órden.

Aunque concedamos á Fourier que su sistema produzca el bienestar material de la sociedad que se alberga en los Falansterios, no podemos suponer que dé igualmente por resultado la identidad y armonía de todas las opiniones, pues para esto sería necesario igualar los talentos, los corazones y los caracteres,

y los socialistas nos permitirán dudemos que su sistema tenga eficacia para lograr lo que el mismo Criador no ha hecho. Ahora bien, la diferencia de pareceres entre los que influyen ó quieran influir en el gobierno, es la causa de esa contradiccion perenne entre la libertad y el órden, que los socialistas se proponen acabar con su utopia. Y como segun esta no deben admitirse los medios de gobierno coercitivos, claro es que ó la organi-zacion industrial ha de producir la uniformidad de todos los pareceres, ó no es un medio adecuado para resolver el problema del gobierno. Lo primero es absurdo: luego lo segundo es im÷ posible.

El libro de que tratamos es sin embargo interesante, porque, aunque conciso, encierra la exposicion de todos los puntos capitales de la teoría de Fourier. La traduccion es tan correcta como puede serlo la de una obra de su escuela, inventora de multitud de palabras, innecesarias la mayor parte.

LA ESPAÑA DE LOS BORBONES.

HISTORIA DOCUMENTAL DESDE ANTES DE LA MUERTE DE CARLOS II HASTA LA ABDICACION DE MARIA CRISTINA EN VALENCIA, por D. José Gonzalez Carbajal.

La historia de España bajo la dinastía de Borbon está por es

cribir todavía. El marqués de San Felipe trazó, es verdad, con erudicion copiosísima y con la imparcialidad que era permitida á un contemporáneo, los sucesos de la larga guerra que precedió á su advenimiento: los continuadores de la historia general han apuntado tambien los hechos principales de este importante período: Coxe en sus memorias ha publicado curiosas noticias y abundantes materiales para servir á la historia de la SEGUNDA ÉPOCA. TOMO I.

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actual dinastía; pero esta historia propiamente dichá, completa y animada en su narracion, unida y trabada en sus diversas partes, es una necesidad de nuestra literatura. No es este período en verdad el mas glorioso de nuestra monarquía, pero sí una de sus épocas mas importantes. Por el advenimiento de la casa de Borbon no se alteraron en España las antiguas instituciones, demasiado arraigadas en nuestro suelo, para que un príncipe pudiese variarlas; pero bajo su dominacion siguió tomando incremento el poder de la democrácia á la sombra del trono, y con daño visible de la grandeza, al paso que introducidas en nuestra corte las costumbres elegantes de la de Francia y el modelo de su administracion, hízose el gobierno á su îmágen en cuanto podian consentirlo nuestras tradiciones, y la gravedad de las maneras españolas fué sustituida casi por la ligereza y brillantez de las parisienses. Nos saldríamos de los límites que convienen á este artículo si nos detuviésemos á examinar cuál fué y cuál debió ser el sistema de los monarcas de la casa de Borbon en el gobierno de España, y cuánta la influencia de esta mudanza de dinastía en nuestra civilizacion y en nuestras instituciones. De este asunto nos ocuparémos tal vez, cuando terminada la obra, cuya primer entrega ha visto la luz pública, escribamos un artículo especial sobre ella. De la parte hasta ahora publicada tenemos muy poco que decir, no siendo ella bastante para formar juicio de la obra. Señálase sin embargo por la copia de sus noticias y por la imparcialidad con que juzga el autor algunos sucesos y los principales personages de la época, y esto es ya bastante para excitar la curiosidad pública. Solo sentimos no hallar en ella todas las buenas dotes literarias que convienen á la historia, propiamente dicha. Si el autor pertenece, como hasta ahora se deja ver, á la escuela histórica que se conoce con el nombre de descriptiva, debiera haber hecho mas animada su narracion, haber pintado con colores mas vivos ciertas situaciones, y haber dibujado mas prolijamente algunos caracteres. El estilo, aunque correcto, no es siempre robusto y armonioso, ni tiene la entonacion que corresponde á la narracion histórica. En nada echamos tanto de menos la nacionalidad del estilo como en las obras de narracion: ninguna lengua tiene formas tan hermosas como la nuestra para

contar.

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CONTRATO PARA LA ANTICIPACIÓN DE 400 MILLÒMES DE REALES. SITUACION DEL REINO. ESTADO DE LOS PARTIDOS.

AUNQUE

UNQUE no se sabe todavía el resultado de los escrutinios, puede ya asegurarse que el partido de la coalicion ha salido victorioso en las elecciones. Si hemos de juzgar de la libertad de ellas por la multitud de opiniones que han sido emitidas en las urnas, ningunas de cuantas hasta ahora se han verificado en España representan® mas fielmente la voluntad del pais. No solo han votado los moderados, los progresistas y los republicanos que han asistido siempre á estas batallas, sino los ayacuchos, que quince dias antes habian sido vencidos en el campo de la fuerza; sino los absolutistas que se habian abstenido hasta ahora de sancionar con su consentimiento expreso las prácticas constitucionales; sino todos los partidos en fin que teniendo esperanza en las próximas Cortes, han deseado llevar su representación á ellas. Nada mas justo, nada mas constitucional, nada mas honroso para la España. La presència del bando absolutista en los colegios electorales es un hecho de suma importancia, que no debe pasar desapercibido, pues revela un progreso notable en las ideas, y un cambio de situación en un partido numeroso, que ha gobernado por espacio de muchos años. Es hoy una urgente necesidad, la primera tal vez de nuestra nación, que los partidos luchen y disputen únicamente en el terreno de la ley y con las armas permitidas en los estados representativos: que todos acepten la ley fundamental como punto de partida común ó como valla intraspasable de los contendientes: que todos aspiren al poder, y ninguno á trastornar la organizacion política del Estado. La coalicion debía haber surtido este efecto, á lo menos en cuanto al partido progresista, y el tiempo y los desengaños respecto al otro partido que ha derramado su sangre por el gobierno

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absoluto y la monarquía de derecho divino. Nosotros, lejos de escandalizarnos de ello, nos congratulamos, y aplaudimos que este partido reconozca al cabo, que así él como todos caben dentro de la Constitucion; que ha pasado el tiempo de conquistar el poder con la fuerza, y que el puritanismo exagerado en política es contrario al buen sentido, á la conveniencia pública, y á la misma causa que cree favorecer. Si acudiendo todo ese partido á las elecciones, y emitiendo sus sufragios con la libertad mas ámplia, queda en minoría como no lo dudamos, fácilmente se comprenderá que en España debe de haber pasado el tiempo del gobierno absoluto; y los que imaginan que esta nacion es en su mayoría absolutista, tendrán una prueba evidente, de que si no es constitucional es por lo menos escéptica. Tal ha sido el resultado de diez años de revolucion y de trastornos. Las provincias de Castilla han sido el teatro de las hazañas de los apostólicos, porque allí es donde su opinion cunde mas y es mas poderosa: en unas partes sus candidaturas han estado á punto de triunfar; en Zamora es ya casi cierto que vencerán por completo; en Valladolid y otros puntos no han llevado la mejor parte, quizá porque demasiado impacientes han cometido desórdenes y obrado con imprudencia.

Entre tanto la nueva coalicion de ayacuchos y disidentes ha hecho poca fortuna, ó no tanta como muchos esperaban: sus diputados presuntos estan hoy en una escasa minoría, á pesar del ningun influjo que ha tenido el Gobierno en las elecciones, y de la poca fé con que han trabajado en ellas muchos de los afiliados al partido parlamentario. Y es fenómeno harto notable de estas elecciones que los extranjeros no acertarán á comprender, y aun muchos españoles no sabrán explicar, el contraste que ofrece su resultado en las dos provincias de Cádiz y Sevilla. En Cádiz, baluarte inexpugnable del poder ayacucho, ejemplo de lealtad que citaban en otro tiempo el Patriota y el Espectador, asilo predilecto del fugitivo de Albacete, ha ganado la batalla el partido moderado por una mayoría inmensa de votos. En Sevilla, contra cuyos muros se estrelló para siempre el poder de Espartero en Sevilla, cuyos hijos defendieron con tanto heroismo la causa del pais y de la Reina contra la causa de la revolucion: en Sevilla, en fin, cuyas casas derruidas, cuyos muros horadados dan público testimonio de los extragos de la tiranía, ha vencido tambien por muchos votos la coalicion disidente-ayacucha. ¿Cómo explicar esta contradiccion? A nosotros que nacimos en aquel pais, y pasamos en él la época mas venturosa de nuestra vida, no se nos oculta el motivo. En Cádiz son los progresistas pocos en número, escasos en influencia, y la que tenian la emplearon toda en favor del ex-regente. Todos sin embargo han tomado parte en la contienda, y peleado con decision y entusiasmo; mas apenas las numerosas huestes del parti

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