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cellas y viudas, hijas de señores y personas principales, y de otras que de su voluntad quieren entrar en aquel encerramiento y mejor se inclinan á querer deprender la doctrina cristiana; que aunque no son monjas profesas, por ser, como son, indias, hay clausura, y allí tienen. su iglesia muy buena, donde, sin estar dentro ni vellas, les dicen misa y les predican é informan de las cosas de nuestra santa fe católica; y aquel monesterio y mujeres tiene á cargo una matrona, mujer honrada, de nuestra nacion y de buen ejemplo; y ha habido tanto desacato á las cosas de Dios, que por mandado del oidor Delgadillo, segund esta mujer me dijo, que llorando se me vino á quejar, que quebrantaron la cerca de aquel monesterio de noche y sacaron por las paredes dos indias hermosas; y soy informado y muy certificado que su hermano de Delgadillo, que enviaron á Guaxaca por justicia mayor, las llevó consigo á cuestas de indios á su jurisdiccion, y ciertos perros lebreles que los indios llevaban á cuestas, y que por el camino, por su pasatiempo, los echaban á los indios para que los mordiesen, de que no tengo dubda, porque un religioso padre guardian que andaba predicando los indios por aquellas provincias, me dijo y certificó que él mesmo encontró al hermano de Delgadillo, y vió un indio muy comido y maltratado de un perro de los que llevaba.

Entre todas las cosas que más mal me han parecido, es una que en el ánima me duele, por el mal ejemplo que estos naturales nuevamente convertidos pueden tomar, y es que V. M. sabrá que en una calzada que sale desta ciudad hácia Tacuba, casi un cuarto de legua al cabo della, D. Hernando habia fecho edeficar una ermita de S. Lázaro, donde los vecinos desta ciudad tenian mucha devocion para andar sus estaciones, mayormente en tiempo de cuaresma, donde la gente hacia decir muchas misas, y el guardian de México iba allí muchas veces á celebrar, por consolacion de los naturales que allí se bautizaban, que la tenian en mucha veneracion y estaba muy adornada, como iglesia devota, con sus imágenes y ornamentos, y tenia señalado un pedazo de tierra calma para ensanchar la iglesia é hacer casa de pobres con su hortezuela para legumbres; y como este presidente vió el sitio, que estaba cabe unas arboledas muy grandes y con abundancia de agua, olvidado de lo que habia de hacer para servir á Dios nuestro Señor, edificando y ensanchando iglesias y espitales para dar de sí buen ejemplo y animar los indios nuevamente convertidos á nuestra santa fe, cegado de cobdicia, mandó á los indios, por su propia autoridad, sin licencia ni consulta alguna, que derribasen la dicha iglesia, y así se hizo funditus, que no quedó vestigio della; y en este sitio ha hecho hacer en muy breve tiempo unos muy suntuosos aposentos de cuatro cuartos, con sus torres y troneras á manera de fortaleza, y todavía andan en la labor innumerables indios, que los hacen trabajar como esclavos sin perdonalles fiestas ni dalles un puño de maíz que coman, haciéndoles traer todos los materiales á cuestas y comprallos por sus propias haciendas; que me han certificado personas de creer, que el dia de Corpus - Cristi, andando trabajando, murieron algunos indios

en la obra; é junto á esta casa les ha hecho cercar de muralla un grand sitio de tierra, que era de D. Hernando, y ha hecho y hace en él una huerta verjel para sus pasatiempos; lo cual es en menosprecio de Dios y de sus mandamientos, y desacato de su Iglesia y decretos, y así el guardian de Tamanalco me hizo grand conciencia dello, porque no descomulgaba y denunciaba y hacia en ello mucho, derramando lágrimas en abundancia; y porque en alguna manera yo le reprendí al presidente y que no lo disimularia, hizo burla y escarnio de mí.

Asimismo, de aviso del factor, han procedido el presidente é oidores de oficio contra D. Hernando y Pedro de Alvarado, y contra otros muchos que jugaron naipes y dados ocho ó nueve años há, andando en la guerra y conquista desta tierra, y han metido tanto la mano en esto y con tanta solicitud, seyendo ellos los acusadores, que ovo dia de veinte mill pesos de oro de condenacion, y las condenaciones otras son en mucha cantidad: hánme informado, y en esta ciudad así se platica entre quien lo sabe, que al presidente é oidores ha cabido muy grand parte: lo que se ha visto es la cárcel llena de presos contra quien procedian, y para cobrar estas condenaciones se han vendido en almoneda muchas haciendas á bajos precios; especial sé decir y afirmo que á Pedro de Alvarado han destruido ó robado, porque de todo cuanto trajo de Castilla, que fué tanto aparato y cosas ricas como un conde principal desos reinos pudiera traer, de todo no le han dejado un pan que coma; la plata mucha y por extremo bien labrada, la tapicería mucha y muy buena, y otras cosas de mucho valor, hoy dia las tienen y se sirven dellas el presidente é oidores como les cupo de sus partes; caballos y acémilas y todo lo demas le han tomado, y sola una mula que le quedaba, en que andaba por estas calles con luto por su mujer, en esta le hicieron ejecucion habiendo venido cabalgando á la posada del presidente en ella, y allí de la puerta se la tomaron y le hicieron ir á pié, no mirando su autoridad, que es adelantado intitulado por mano de V. M.; y desta manera han perseguido á cuantos han sido de contraria opinion del factor, y sobre todo no queriéndoles otorgar apellacion para ante V. M. ni dar testimonio de lo que pasa; y lo que peor es, que en apellando ó sabiendo que querian apellar, los aprisionaban y buscaban causas para mollestallos y destruillos, hasta que se apartaban de intentar apellacion; y esto por aviso que daba el factor, diciendo, á este podeis perseguir de tal manera, porque esto hizo acullá y estotro acá; y tales ha habido á quien han hecho sacar las cuadrillas de esclavos de las minas donde cogian oro de que se sustentaban, y de temor se las vendian á menosprecio; y de todas estas cosas ternia V. M. informacion y muchas relaciones y quejas, mas ni escribano las ósa hacer, ni ellos las osan enviar, porque todas las cartas se toman en los puertos, aunque vayan intituladas para V. M., y muy grand daño es que vuestros vasallos no osen ocurrir á su rey y señor á pedir remedio y justicia y que los desagravie; y á mí me vienen á rogar que avise dello á V. M.

Ya dije, Muy Poderoso Señor, de la manera que se han habido el

presidente é oidores con el adelantado Pedro de Alvarado, y cómo le han destruido, no tan solamente por la vía que ya dije, mas áun impidiéndole que no fuese más á su gobernacion de las provincias de Guatimala, deteniéndole con palabras; el cual como esto viese, y conociese dellos la demasiada codicia, les comenzó á tentar con cohechos y dádivas, y desta manera les dió valor de más de cuatro ó cinco mill pesos de oro en que le han cohechado, en cosas que áun en esta tierra valen más, que son estas:

AL PRESIDENTE NUÑO DE GUZMAN. 1

Un caparazon de brocado con unas fajas de carmesí pelo. Más, un jaez de seda blanca, con sus fajas esmaltadas de verde, todo bien comprado, y con mucho aljófar y perlas, con un pretal rico y unas estriberas añiradas 3 é doradas, redondas, ricas.

Más, unas espuelas doradas y esmaltadas, puestas en terciopelo verde, con unas cabezadas de lo mismo.

Más, unos sementales y cuatro borlas de petral y una cuerda con sus nóminas: todo labrado de oro y sedas, con unas cabezadas esmaltadas de dorado y verde.

Más, otros tres pretales de caballo, uno de terciopelo verde y otro de terciopelo leonado, y otro de cuero labrado con hilo de oro, y las cajas doradas y esmaltadas.

Más, unas estriberas marinas de ataujía, y unas espuelas doradas puestas en terciopelo, y una reata de seda de color, todo rico. Más, unos borceguíes de lazo, muy buenos.

Más, un petral de cascabeles plateados puestos en terciopelo leonado.

Más, una guarnicion de mula, de seda, con las flocaduras, botones y rosas de hilo de oro, con sus estribos dorados de la varilla, y unas copas doradas y riendas de seda, con una borla y boton de oro y aciones de terciopelo.

Más, otras estriberas de caballo, de ataujía, y dos hierros de lanza. Dos sillas jinetas nuevas, con sus cinchas y riendas de Granada. Más, una cama de campo, de damascos pardillo y carmesí, con una franja y goteras de brocado, con un letrero cortado sobre terciopelo azul, y la madera en que se arma toda dorada, con su cobertor lo mismo. Más, dos cojines de terciopelo naranjado con sus borlas de seda de lo mismo.

Una pieza de manteles alemaniscos, muy ricos.
Más, unas botas de cuero.
Más, una caja encorada,5

I Esta lista de cohechos se omitió en la copia de Muñoz, y por lo mismo, no habiendo otro texto con que cotejarla, sigo el impreso, sin más que añadir varias notas explicativas de las voces antiguas cuyo significado alcanzo.

2 Esta palabra parece estar errada. 3 Añiradas, teñidas de azul: hoy diriamos pavonadas.

4 Ataujia, obra morisca de metales embutidos unos en otros.

5 Encorada, cubierta de cuero.

Más, cuatro cueros llenos de vino.

Más, un paño para dar la paz, labrado de oro, muy rico.
Más, dos pares de almohadas labradas, ricas, para la cama.
Más, un valax1 muy rico y de mucho precio.

Más, seis piezas de guadamecíes de Córdoba, muy ricos.
Más, una caja de cochillos dorados.

Una imágen de Nuestra Señora, muy devota.

Unas corazas cubiertas de terciopelo azul, con su clavazon dorada, y un alpartaz de malla, y unos escarcelones,3 y una celada de Borgoña, muy buena, y unos gocetes y gorjal 4 de plata malla.

Esto ha dado Pedro de Alvarado en diversas veces de cohecho al presidente, y él lo ha recibido, demas que le han enviado á pedir y se le han dado las cosas siguientes:

Una gorra de terciopelo con una medalla y cuatro docenas de cabos de oro, muy rica.

Diez varas de damasco blanco, para jugar cañas el dia de S. Juan. Dos libras de seda; una de grana, floja, y otra de blanca, torcida. Más, dos libras y media de hilo de Portugal y de Flandes.

Veinte varas de tafetan blanco, doble, de Génova, que sacaron en libreas el dicho presidente y el contador Albornoz en un juego de cañas; y despues que dió estos cohechos al presidente, y otros á los oidores, que abajo se dirá, le han dado su palabra de le despachar brevemente sus negocios.

A un Tovar, por ciertos malos tratamientos de indios, de que merecia castigo, no se le dió, porque dió al presidente una cota de malla muy rica.

Ún Hilera, mallero, traia pleito sobre una esclava, y porque el presidente le favoreciese, le hizo de balde muchas obras, que valia el trabajo más de cient pesos.

Pero Gallego traia pleito en el Audiencia Real, y á la causa dió al presidente cinco paños de cama, que le daban ciento treinta castellanos por ellos.

DELGADILLO.

Ha recibido de Pero Gallego:

Un plumaje muy rico, con más de treinta pesos de oro de minas que en él iba.

Más, hizo al dicho Pero Gallego, so color de amenaza, que una cuñada suya, natural desta tierra, hija de aquel gran señor Motezuma, le diese una gran heredad cercada y con muchos árboles y frescura

1 Balax, piedra preciosa, una de las nueve especies de berilo. (COVARRUBIAS, Tesoro de la Lengua Castellana.)

2 Guadamecies ó Guadamaciles, cabritillas adobadas, con varias figuras y labores, por lo comun doradas ó plateadas, hechas con prensa.

3 Escarcelon, aumentativo de escarcela. Pieza de la armadura que cae desde la cintura al muslo.

4 Gocete, pieza de la armadura que corresponde á la parte que cubre la cabeza. Gorjal, otra pieza de armadura que se ajustaba al cuello para su defensa.

dentro y casas de placer, que vale mucha suma de pesos de oro, por ciertas cargas de ropa que le hizo tomar por fuerza para encobrir el cohecho; las cuales tiene guardadas para le volver, en habiendo justicia ante quien se pida; y esta ropa no vale diez pesos de oro; y el dicho Pero Gallego se la hizo dar por los pleitos que ante el Audiencia traia, y estando sentenciado contra él en primera instancia, despues de dicho cohecho, en la segunda sentenciaron en su favor.

El mismo licenciado Delgadillo ha recibido de aquel Lerma, confitero, su hacedor, muchas cosas de la jineta y aderezos de casa, demas de la parte que se le da en su tienda; y á la causa y por lo que de él tengo dicho, mueve muchos pleitos y todos se sentencian en su favor.

Más, ha recibido muchas joyas y preseas de oro y plata del factor y veedor, y dos caballos, uno del factor y otro del veedor, y así les dan el favor que tengo dicho. Del doctor Ojeda ha cohechado una mula, y así le favorece en los pleitos y en le dar indios, y en todo lo demas que él quiere.

Ha recibido asimismo veinticinco varas de tafetan doble, de colores, para que justase su hermano, que le dió Pedro de Alvarado. Más, recibió del dicho Alvarado un cuero lleno de vino. Más, recibió de Francisco de Herrera unos paños para cama muy ricos, que valian más de cient castellanos, sobre cierto pleito.

Más, recibió de Villaroel una cama de pelo de conejo, muy rica, y la tercia parte del tributo de la provincia de Cuernavaca, porque le adjudicaron esta provincia el presidente é oidores, por sentencia; la cual sentencia se dice públicamente, que cuatro dias antes que se pronunciase, la envió el licenciado Delgadillo, por presente, entre dos platos, á su mujer deste Villaroel, que se dice la Hojeda.

Asimismo ha recibido de Alonso Dávila muchos cohechos; especial en cierta compañía de hacienda que tiene le hace pagar las costas. Asimismo, litigando un Juan Ruiz, su allegado, contra D. Hernando Cortés, le dió las dos partes de la sentencia, y así sentenció en su favor en seiscientos pesos, contra D. Hernando, y los recibió en ovejas Delgadillo, y hoy dia las tiene, y por esto le envió á Zacatula con cargo de justicia, seyendo de los prohibidos por V. M.

Asimismo, teniendo pleitos Juan de la Torre, le ha favorecido en ellos, porque ha dado y hecho muchas joyas de oro á este licenciado Delgadillo.

Asimismo, á un señor de los más principales desta ciudad, que es Aguacací, que por nombre de cristiano se dice fulano Tápia, que tenia unos plumajes muy ricos con que se regocijaba, porque le pusieron temor de parte de Delgadillo, se los dió, y quedó muy triste, porque los tenia en mucho.

EL LICENCIADO MATIENZO.

Ha recibido Matienzo, de Frias, vecino desta ciudad, ciertos márcos de plata, y por esto quitó á un conquistador los indios y se le dieron, no lo seyendo él.

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