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glo XIX, agrupándolas en distintos capítulos, según eran los temas á que se referían ó que las habían originado.

Y, por fin, en la TERCERA PARTE describimos todas aquellas grabadas en el extranjero de que teníamos noticia y que de modo más o menos directo aludían á Chile.

Al final de la obra insertamos los documentos que hemos podido encontrar en los archivos de España ó en los nuestros que tienen atingencia con la vida y carrera de los grabadores, reservándonos publicar al frente de LAS MONEdas Chilenas—complemento natural del presente trabajo-cortas biografías de los más distinguidos de aquellos artistas.

Casi inútil nos parece indicar que, á pesar de nuestros esfuerzos, deben habérsenos quedado sin describir no pocas medallas chilenas. Conste, al menos.que no ha sido por falta de diligencia nuestra, ya que, á intento de reunirlas, no hemos omitido sacrificios pecuniarios ni de ninguna otra especie.

Finalmente, debemos advertir que las medallas descritas que no llevan indicación de propietario existen en nuestra colección, salvo, naturalmente, aquellas que hemos tenido que mencionar por simples referencias.

PRIMERA PARTE

MEDALLAS COLONIALES

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P

JURA DE CARLOS III

1.-Anv.:-Busto del Rey, á la derecha, con peluca, coleta y láurea, armadura, toisón, banda y manto, en campo circular, cerrado por una guirnalda de hojas de laurel. Leyenda: CAROLUS. III. D. G. HISPAN. ET IND. REX. 1760 #

Rev.:-Escudo timbrado de corona ducal, con león rapante, que lleva espada, á la izquierda, y bordura de ocho conchas; á los lados las columnas de Hércules, una con corona real y otra con la de archiduque, rodeadas de cintas, que contienen las inscripciones PLUS y VLTR; y debajo, corazón inflamado, sobre una pequeña plataforma dividiendo la palabra AM AT. Leyenda: AUGUSTIS. IMPERAT.IUSIURAND.S.P.Q.CHL Anverso y reverso con gráfilas de pequeñas líneas. Módulo: 38 milimetros.

Plata.

Lámina I, número 1.

Descrita por Herrera, Medallas de proclamaciones y juras de los Reyes de España, Madrid, 1882, folio, número 54 de las de Carlos III, y dibujada bajo el mismo número de la lámina 29; por Betts, American colonial history, etc., n. 452; y por Rosa, dibujada bajo el número 34, en la página 125 de sus Aclamaciones de los Monarcas Católicos en el Nuevo Mundo, donde insertó la real cédula que concedia sus armas à Santiago y un retrato del presidente D. Manuel de Amat y Junient.

Hållase asimismo catalogada en el Indicador y en el Valuador de Gil, y en la página 554 del Indicador manual de la Numismática española de Campaner.

Apenas necesitamos indicar que la palabra AMAT, á la vez que daba testimonio del amor, según la traducción castellana de aquella voz latina, del Senado ó Concejo y del pueblo chileno, representados por las iniciales S. P. Q, CHL, que á lavez prestaban el juramento de fidelidad á sus augustos soberanos, según la leyenda trascrita, recordaba el nombre de aquel presidente.

Amat y Junient fué recibido en ese carácter en Santiago el 28 de diciembre de 1755 y gobernó en Chile hasta el 26 de septiembre de 1761, fecha en que se dió á la vela desde Valparaiso para ir á servir el virreinato del Perú durante quince años. Murió en Barcelona á una edad muy avanzada.

El escudo de armas del reverso es el de la ciudad de Santiago, cuyas armas le fueron concedidas por la real cédula de 5 de abril de 1552, que dice como sigue, según la trae el Nobiliario de los conquistadores de Indias, página 295, y dibujado en colores bajo el número 3 de la lámina XVIII:

<«<Don Carlos, &. Por cuanto Alonso de Aguilera, procurador general de las provincias de Chile, en nombre de la ciudad de Santiago, que es en las dichas provincias, nos ha hecho relación que los vecinos y moradores de la dicha ciudad nos han servido mucho en la conquista y pacificación de aquella tierra, donde pasaron muchos trabajos en ella y en poblar la dicha ciudad y en sustentarla; que los pobladores de ella son gente honrada y leales vasallos nuestros, y nos suplicó en el dicho nombre que, acatando lo susodicho, mandásemos señalar por armas à la dicha ciudad, según como las tenian las otras ciudades y villas de nuestras Indias, ó como la nuestra merced fuese; y Nos, acatando lo susodicho, tovimoslo por bien, y por la presente hacemos merced, queremos y mandamos que agora y de aquí adelante, la dicha ciudad de Santiago haya y tenga por sus armas conocidas un escudo, que haya en él un león de un color, con su espada desnuda en la mano, en campo de plata, y por orla ocho veneras de oro en campo azul, según que aqui va pintado y figurado en un escudo à tal como éste, las cuales dichas armas damos á la dicha ciudad por sus armas é devisa».

He aqui ahora el acta del Cabildo de 22 de junio de 1555 en que se dió cuenta de la presentación de esta y de otra real cédula sobre los titulos concedidos por Carlos V à Santiago:

«En este dia se presentó en este cabildo el previlegio de las armas que S. M. hizo merced á esta dicha ciudad de Santiago, que son un escudo en campo de plata, y en este escudo un león pintado de su misma color, con una espada desenvainada en una mano, y ocho veneras de señor Santiago en la brosla de la redonda, y al principio del privilegio está pintado señor Santiago, y arriba de todo el privilegio las armas reales de S. M. Y también se presentó en este cabildo el titulo que S. M. le da à esta ciudad para que se intitule y se llame ciudad, y otra provisión para que se intitule de noble y leal ciudad. Y ansi todo visto, se juntó y mandó poner con las demás provisiones y recaudos de este Cabildo».

Cualquiera podria creer que esta medalla habia sido grabada en Lima en vista de la casi identidad que se nota en su anverso con la acuñada con igual motivo en aquella ciudad; ó, por lo menos, que lo fuera en Santiago, donde hacia ya once años á que estaba en funciones una casa de moneda,

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