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desastres, y vino á terminar por último, en el imbécil de CARLOS II, cuyo nombre solo, es una mancha para la nacion.

Reasumiendo en pocas palabras la historia de la dinastia austriaca, podria decirse: que empezó por un tirano y acabó por un idiota, dando por resultado, en ménos de dos siglos, la decadencia completa y casi la ruina, de una nacion poderosa que tenia elementos, cuantos podia necesitar, para ser la primera y mas rica del Universo.

Es verdad que durante ese tiempo arribaban periódicamente y en cantidades asombrosas, las riquezas americanas; pero falta como se hallaba la Península de industria, con una poblacion reducida y sin manufacturas de ninguna especie; aquellos tesoros, como observa muy bien un historiador, llegaban como de paso al suelo español, y salian inmediatamente para las naciones estranjeras, mas adelantadas en realidad, porque contando solamente con sus pro pios recursos, no esperaban ociosos y encenagados en los vicios, las remesas del otro mundo.

Esas riquezas, léjos de favorecer como parecia natural, el progreso de la nacion; no dieron mas resultado, como ya observé hace algunos momentos, que aumentar los vicios y la holganza de los españoles, todo lo cual, unido al mal gobierno de tantísimos favoritos y á las guerras desastrosas de aquellos tiempos, que dejaron sin brazos la agricultura; acabó por reducir la nacion al estado verdaderamente lastimoso que acabamos de contemplar.

En corroboracion de lo que digo, y para que vean ustedes que no exajero, quiero leerles lo que escribia allá por el año de 1837, en uno de sus folletos publicado en Paris ("Apuntes destinados á ilustrar la discusion del artículo adicional al proyecto de Constitucion,") don RAMON DE LA SAGRA, que no será tenido por sospechoso ciertamente en materias de españolismo.-Habla él.-"Una grande (leccion) de inmensas consecuencias dió España con la conquista del Nuevo Mundo, pues la colmó de riquezas sin proporcionarle un solo bien fundamental.-Una verdadera

inundacion de plata y oro cubrió el suelo peninsular, pero este rio metálico obró lo mismo que la brillante y abrasadora lava de los volcanes, esterilizando nuestra actividad, degradando nuestro carácter, y dejándonos en cambio todos los vicios del rico y ninguna virtud de industria y de trabajo. Un jenio superficial que mirase entónces el cuadro de actividad y de riqueza que presentaba la Península en sus grandes ciudades marítimas, el incremento de las fortunas particulares, el lujo y esplendor de nuestra corte, hubiera creido asegu rada para siempre la ventura sobre el suelo privilejiado que la fortuna parecia fertilizar con una lluvia de oro. Mas el filósofo y el hombre previsor, debian augurar de muy distinta manera, considerando que todos aquellos bienes aparentes eran solo efecto efímero de una riqueza derramada accidental mente, no creada y producida por las fuerzas conservadoras del estado.—Asi fué desgraciadamente que los hijos de los afortunados de aquel siglo, se hallaron en una nacion ya degradada por el lujo y la pereza, sin haber conservado de su pasada opulencia mas que los hábitos funestos de la riqueza.”

Despues de estas líneas del escritor español, nada me queda que decir, sino agregar para concluir, el bello pensamiento de PRESCOTT ("Ferdinand and Isabella") sobre ese mismo asunto, notable por la precision y exactitud con que pinta en poquísimas palabras el carácter de la situacion. "La nacion española (dice) como el monarca frijio, que convertia en oro cuanto tocaba con sus manos; por el hecho mismo de ver asi realizado su deseo, se vió pobre en medio de sus tesoros."

Ahora bien, conocido cual era el estado de España durante el siglo XVII; tiempo es ya de que volvamos á Cuba para averiguar, tan bien como sea posible, las cosas que durante ese mismo siglo acontecieron en aquel pais.

Como dije en la leccion anterior, el último gobernador que tuvo Cuba en el siglo XVI fué don JUAN MALDONADO BARRIONUEVO. Este continuó en el mando hasta el año de 1602, en que fué relevado por don PEDRO VALDES.

Las guerras en que se hallaba empeñada España por entónces, multiplicaron naturalmente el número de los pira tas, que ya en diferentes ocasiones habian atacado los pueblos y caseríos del pais, y esto y la falta de recursos que habia para resistir, de tal manera tenian desasosegados los ánimos y alarmada la jente, que gran número de familias abandonaron las ciudades de la costa para establecerse en el interior.

Fué en aquella época (1604) cuando tuvo lugar el hecho del obispo de Cuba, don JUAN DE LAS CABEZAS ALTAMIRANO, tan conocido jeneralmente, porque de él hablan todos los historiadores, y que merece, por su especialidad cuando ménos, contarse en este lugar.

Hallábase aquel prelado pasando la visita eclesiástica en las poblaciones de su diócesis; cuando fué repentinamente sorprendido en la hacienda de Yara, por el pirata frances GILBERTO GIRON, que pocos dias antes habia desembarcado en Manzanillo y metidose con buen golpe de jente camino del interior. Dueño del obispo, despues de tenerle consigo en calidad de prisionero, exijió el pirata por su rescate, cierta cantidad de dinero y varios otros efectos, que le fueron prontamente entregados, y asi recuperó el prelado su posicion con la libertad.-Aconteció, sin embargo, que pocos dias despues, avergonzados los bayameses de lo que habia sucedido, atacaron denodadamente á GIRON, hiciéronle prisionero y le ejecutaron sin demora, fijando su cabeza en la punta de un palo para escarmiento de los demas.

Fué por aquella época (1607) cuando acordó FELIPE III erijir á Cuba en capitanía jeneral, dividiendo su territorio en dos gobiernos: el Occidental y el Oriental ó de Santiago de Cuba, quedando porsupuesto, el segundo en la dependencia y bajo la autoridad del primero. Dispuso sin embargo el rey, que Puerto Príncipe, San Juan de los Remedios, Sancti Spíritus y Trinidad, quedasen exentos de aquella medida y sujetos directamente al capitan jeneral, de donde vino á tomar uríjen, el nombre de cuatro villas que todavia se conoce y repite en nuestros dias.

Sucedió á VALDES (1608) don GASPAR RUIZ DE PEREA, que nada hizo durante su gobernacion, y fué reemplazado ocho años despues (1616) por don SANCHO DE ALQUIZAR, quien á lo menos, procuró fomentar en cuanto pudo el cultivo de la caña, activando al mismo tiempo la esplotacion de las minas del Cobre.

ALQUIZAR gobernó dos años únicamente, porque murió en 1618, y entró á sucederle en calidad de interino don GERÓNIMO QUERO, que desempeñaba entónces la comandancia del Morro, y estuvo en el mando hasta que vino á relevarle (1620) el Maestre de campo don FRANCISCO VENEGAS. Este trajo consigo algunos buques de guerra para el cuidado de las costas; pero estableció so pretesto de sostenerlos una nueva contribucion que naturalmente debió ser muy gravosa en aquellos tiempos para el pais. Era preferible mil veces el peligro de los piratas á la seguridad ilusoria que ofrecian los guardacostas, porque aquellos solo de tiempo en tiempo solian atacar las poblaciones, mientras que los barcos, siendo como eran insuficientes por su número reducido, hacian permanente y apremiante el cobro de la nueva contribucion.

VENEGAS murió cuatro años despues de haber tomado posesion del destino, y entonces entraron á sucederle, como gobernador político el Dr. don DAMIAN VELAZQUEZ DE CONTRERAS, y como jefe militar con el mando de la fuerza armada, el castellano del Morro don JUAN ESQUIVEL; pero uno y otro cesaron en sus funciones tan pronto como llegó á la isla (1625) el gobernador propietario don FRANCISCO ABAD DE RIVAS MARTIN, de quien nada, que sepamos, hay que recordar.

Reemplazóle un año mas tarde (1626) don LORENZO CABRERA Y CORBERA, y no bien se hizo cargo del mando, que empezó á negociar parece en el tráfico de negros, interviniendo como parte interesada, (segun dejan comprender los historiadores) en algunas de las especulaciones mercantiles, que ya desde entonces se hacian para aumentar en Cuba el

número de los africanos. A que punto no llegaria el escándalo de la especulacion, que la Audiencia de Santo Domingo tuvo necesidad de comisionar al Licenciado don FRANCISCO DE PRADA para que juzgase y castigase si era necesario á CABRERA, el gobernador, con todo de que habia sido nombrado y escojido por el rey para el mando de nuestro pais.

PRADA pasó á Cuba en cumplimiento de lo que se le mandaba, y previo el sumario correspondiente y las averiguaciones necesarias, no solamente depuso á CABRERA del destino que ocupaba, sino que le mandó para España bajo partida de rejistro, quedando él, por disposicion de la Audiencia, encargado del mando político de la isla, en union de CRISTOBAL DE ARANA, que mandaba la parte militar.

Sin disponer cosa notable que requiera mencionarse, estuvieron PRADA Y ARANA de gobernadores en la isla hasta y el año de 1630 en que nombró la corte para ocupar aquel destino, al jeneral don JUAN BITRIAN DE VIAMONTE el cual procuró mejorar en algo el plan de fortificaciones que defendia la costa en aquellos tiempos, haciendo aumentar ademas la guarnicion de la Habana, que habia sido hasta entónces de poquísima significacion.

Sucedió al jeneral VIAMONTE (1634) don FRANCISCO RIANO Y GAMBOA, caballero de la órden de Santiago, en cuyo mando que duró cinco años, poco hizo digno de referirse. Fué en su tiempo cuando se construyó el castillo del Morro en Santiago de Cuba, y fué asímismo entonces cuando se instituyó en la capital de la isla, el tribunal llamado de cuentas, que tantas modificaciones ha recibido despues y que tan bien conocen ustedes.

Don ALVARO DE LUNA Y SARMIENTO fué el sucesor (1639) de RIANO en el mando de nuestra tierra, y el primero que armó milicias cubanas, confiando en parte al ménos, á los criollos la defensa de su pais.-Puso por obra ademas, la construccion de los torreones de Cojímar y la Chorrera, proyectados antes por VIAMONTE, y estuvo mandando

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