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NOTAS AL DIÁLOGO SEGUNDO.

Nota 1.

INGE Cervantes en este Diálogo, que los dos vecinos, Zuazo y Zamora, tra

tan de obsequiar al forastero Alfaro llevándole á recorrer la principal parte de la ciudad de México. Al efecto, los tres interlocutores salen de la calle de Santa Clara, y tomando la de Tacuba, siguen por el Empedradillo, Portal de Mercaderes, Diputación, Portal de las Flores, frente de Palacio, Seminario, 1a y 2a calles del Reloj, Santa Catalina de Sena, Perpetua, Cerca de Santo Domingo, 2a y 1a de San Lorenzo, la Concepción, Santa Isabel, San Juan de Letrán, Hospital Real, 1a y 2a de San Juan, Vizcaínas, Portal de Tejada, 2a de Mesones, Alfaro, Arco de San Agustín y Jesús, hasta el Hospital del mismo nombre, en la entonces famosa calle de Iztapalapa, y de ailí se van para la casa de Zuazo, donde se que

dan á comer, para volver á salir en la tarde, como lo verificaron, yendo á Chapultepec, cuyo paseo dá asunto al Diálogo tercero.

(Lo que sigue de esta nota es el artículo que con el nombre de "La antigua ciudad de México," publicamos en el tomo I de las obras del Sr. García Icazbalceta, de esta Biblioteca.)

Nota 2.

Ignoro, en verdad, por qué Zuazo compara á Alfaro con Ulises, como no sea alusión á las peregrinaciones de este personaje, y al largo viaje que Alfaro había hecho de España á México.

Nota 3.

Según esto, Zamora montaba á la jineta y Zuazo á la brida. (1). «En la brida se llevaban los "estribos largos y las piernas tendidas: el jinete "parecía estar en pie, las camas del freno eran "largas. En la jineta los frenos eran recogidos, "los estribos cortos, el caballero parecía ir senta"do, y sus piernas no bajaban de la barriga del "caballo." [2].

(1) COVARRUBIAS, Tesoro de la Lengua Castellana VV Brida y Ginete.

[2] CLEMENCIN Comentario al Quijote, tom. I pág. 34. Hoy se llama jinete á todo el que monta á caballo; antiguamente sólo se daba ese nombre al que montaba á la jineta: el que montaba la brida, era llamado bridón.

Nota 4.

He tenido que dar á hiberno tempore la traduccion "tiempo de aguas;" porque en México no llueve en invierno, sino en verano. Realmente el hibernus de los latinos no sólo significaba lo que pertenece al invierno, sino también, por analogía, <lluvioso, tempestuoso. » Vease en Horacio hibernum mare que los comentadores explican tempestatibus agitatum. (1).

Nota 5.

Subgrunda es el alero del tejado, que sobresale de las paredes y las defiende de la lluvia (2); mas como no le hay en las casas de azotea, he usado el equivalente "cornisas," que desempeñan oficio análogo, y en las cuales se encuentran colocadas ordinariamente las canales.

Nota 6.

Las casas de tejado en España carecen por lo común de patio. Si están aisladas, como en los pueblos, las aguas caen al espacio vacante al rededor de cada casa; y si están contiguas unas á

[1] Epod., XV. 8 (Edición de Didot, cum novo Comentario ad modum Joannis Bond, Parisiis, 1855, 12°, pág. 129.) [2] ORTIZ Y SANZ, traducción de Vitruvio, lib. II, cap. 9, pág. 54.

otras, los derrames van á un albañal, situado ge. neralmente á la espalda. El impluvium no era en rigor lo que nosotros entendemos por "patio" sino un receptáculo, más abajo que el piso, colocado en el centro del atrium, y destinado á recoger las aguas lovedizas que entraban por el compluvium ó abertura del techo. [1]Mas como el impluvium no tiene equivalente en nuestras casas modernas he preferido la traducción "patio" dejando para esta nota las explicaciones necesarias. Lo cierto es que por impluvium debe entenderse aquí el receptáculo de las aguas llovedizas, sea cual fuere.

Nota 7.

Es imposible traducir al pie de la letra el original latino, porque los nombres de los tejados y sus etimologías quedarían ininteligibles. Así pues el techo pectinatus, se llama técnicamente "techo de dos aguas" [2], porque realmente reparte el agua á dos lados, y ya se ve que este nombre no puede derivarse de peine" (pecten) que es la etimo. logia de la denominación latina. El testudinatus, ó techo de cuatro lados, se llama "tejado á cuatro vertientes" (3) Las palabras testudo y testudinatus se hallan frecuentemente en los autores latinos; pero con significación muy varia. Aplícanse

(1) RICH, Dic. des Antiquités, V. Impluvium.

[2] Bails, Dicc. de Arquitectura, pág 8.

[3] P. MARQUEZ, Apuntamientos de Arquitectura, MSS VV. Testudinatus y Testudo

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