Primera [-tercera] parte de los veinte iun libros rituales i monarchia Indiana: con el origen y guerras de los Indios Ocidentales, de sus poblacnes, descubrimiento, conquista, conuersion, y otras cosas marauillosas de la mesma tierra, distribuydos en tres tomos..

Portada
En la oficina y a costa de Nicolas Rodriguez Franco, 1723
 

Pàgines seleccionades

Frases i termes més freqüents

Passatges populars

Pàgina 487 - ... y otras maneras de cosas que se les antojaban. Estas plumas eran verdes, azules, coloradas, rubias, moradas, encarnadas, amarillas, pardas, negras, blancas y finalmente, de todas colores, tomadas y habidas de diversas aves, y no teñidas por alguna industria humana sino naturales.
Pàgina 76 - Olmos, que lo que colligió de las pinturas y relaciones que le dieron los caciques de México, Tezcuco, Tlaxcala, Huexotzinco, Cholula, Tepeaca, Tlalmanalco y las demás cabeceras, cerca de los dioses que tenían, es que diversas provincias y pueblos...
Pàgina 84 - ... habia de morir el padre ó la madre. Y el remedio que el demonio les daba, era que matasen á alguno de los mellizos, á los cuales en su lengua llamaban cocoua, que quiere decir «culebras,» porque dicen que la primera mujer que parió dos, se llamaba Coatl, que significa culebra.
Pàgina 550 - ... plumajes pequeños hermosos. En estos bailes sacan muchas divisas y señales en que se conocen los que han sido valientes en la guerra. Desde hora de vísperas hasta...
Pàgina 53 - Déste cuentan, entre otras fábulas, que fue a hacer guerra al infierno y peleó con toda la gente de allá y los venció y prendió al rey del infierno ya muchos de su ejército.
Pàgina 78 - ... la tercera: y enojado el sol tomó una de aquellas flechas y tiróla al Citli, y enclavóle la frente, de que luego murió. Viendo esto los otros dioses desmayaron, pareciéndoles que no podrían prevalecer contra el sol: y como desesperados, acordaron de matarse y sacrificarse todos por el pecho; y el ministro de este sacrificio...
Pàgina 549 - ... la media noche. Los atabales eran dos : el uno alto redondo, más grueso que un hombre, de cinco palmos en alto, de muy buena madera, hueco de dentro y bien labrado ; por de fuera pintado : en la boca poníanle su cuero de venado curtido y bien estirado. Desde el borde hasta el medio hace su diaponte (diapente), y táñenle por sus puntos y tonos que suben y bajan, concertando y entonando el atabal con sus cantares.
Pàgina 549 - ... se habían de poner los atabales, y todos se ataviaban y ayuntaban en casa del señor, y de allí salían cantando y bailando. Unas veces comenzaban los bailes por la mañana, y otras a...
Pàgina 563 - ... tigos vendíaNLO. Acontecía muchas veces que habiendo servido aquel hijo algunos años, parecíales que era bien repartir el trabajo, y daban al señor otro hijo de nuevo, y sacaban el primero : no solo holgaba el amo, mas daba por el que entraba de nuevo otras tres ó cuatro mantas ó cargas de maiz, y esto estaba ansí en costumbre.
Pàgina 480 - ... poco (trabajo), que casi no tiene desiervo. Pero la Tierra que se siembra un Año, no se siembra mas en aquellos quatro, ni seis, hasta que otra vez han nacido breñas, y la cubren, con cuia sombra se vuelve á humedecer la Tierra, y se reforma para otra siembra.

Informació bibliogràfica