DE LA CONQUISTA POBLACION, Y PROGRESOS ESCRIBIALA DON ANTONIO DE SOLIS, DIVIDIDA EN TRES TOMOS En la Imprenta de DON MANUEL MARTIN, Con las licencias necesarias. que hizo el Autor al Se ñor Rey Don Carlos Segundo. L SEÑOR. Lamó la venerable Antigüedad li bros de Reyes á las Historias, 6 porque se componen de sus acciones, y sucesos Ő " porque su principal enseñanza mira derechamente á las Artes del reynar; pues se pues se colige de la variedad de sus exemplos, lo que puede recelar la prudencia, y lo que debe abrazar la imitacion. De cuyo principió nace, que la noble osadía de los Escritores que dedican sus Obras á los Grandes Reyes sea menos culpable, ó mas generosa en los Historiadores, que sin disputar su estimacion á la demás Facultades, tienen por suyo el magisterio de los mayores oyentes. Estas congruencias, Señor, me han sido necesarias para vencer el miedo reverente con que pongo á los Reales pies de V. M. esta primera Conquista de la Nueva-España, que andaba obscurecida, ó maltratada en diferentes Autores: siendo una empresa de inauditas circunstancias, que admiró entonces al Mundo, y dura, sin perder la novedad, en la memoria de los hombres, hallandose tan aplaudida, ó tan satisfecha de su fama, que se atreve hoy á no desmerecer la Real proteccion de V. M, como по no desmereció entonces los favores del Cielo, que alguna vez dispensó, en su defensa, los fueros del poder ordinario; mitigando, al carecer, lo imposible con lo milagroso. Los sucesos de que se compone su narracion, dan motivo á diferentes Reflexiones Políticas, y Militares: una Conquista que importó á V. M. no menos que un Imperio; y se consiguió, dexando á la posteridad varios exemplos de lo que pueden contra las dificultades, el valor, y el entendimiento: una Monarquía de Principes Barbaros, que se dilató sin otro derecho que el de la Guerra, y se perdió á fuerza de tyranías; cuya deso lacion, mirada como castigo de atrocida des, inclina la voluntad á las virtudes contrarias, pues habla tambien con los Reyes justos, la ruina de los tyranos. Y no faltan motivos, que inducen á la imitacion, para mayor exercicio de la prudencia; pues hallará V. M. en la Historia de Nueva-España un campo muy dilatado, a 3 en |