mayores y mas estensos que los del rey de España."--Sin esas circunstancias provechosas á los invasores, y que éllos supieron utilizar naturalmente con acierto y habilidad; la bandera de Castilla no hubiera tremolado jamas sobre la hoguera de GUATIMOZIN, en medio de un mar de sangre allá en los campos del Anahuac.

Pero dejemos á CORTES en sus conquistas de NuevaEspaña, y volvamos á Cuba, donde nos espera, furioso de la burla pasada, el malaventurado VELAZQUEZ, que ya desde aquella época, no volvió á tener en los cinco años que vivió despues, un instante solo de verdadera tranquilidad.

No contento con escribir á FONSECA que habia sido en todos tiempos, su amigo y valedor; dióse á preparar otra espedicion, con el objeto de ir él mismo en persona á castigar á CORTES; y mas se determinó á poner esa medida en ejecucion, cuando supo que el arrojado estremeño, no satisfecho de desconocer por completo su autoridad, habia comisionado á PORTOCARRERO Y MONTEJO, para que le obtuviesen en la Corte un nombramiento de jeneral en jefe de las fuerzas que acaudillaba, y el título, ademas, de Justicia Mayor del reino de Nueva España, que se ocupaba en conquistar, y. que contaba poder pronto poseer.

Corria ya el año de 1520 y nada habia resuelto todavia la Corte en las cuestiones pendientes, cuando reunidos los elementos necesarios para la empresa riesgosa que intentaba acometer; pensó seriamente el Adelantado en llevarla á ejecucion. Era su pensamiento, como he dicho hace un instante, ponerse él mismo á la cabeza de la empresa, por que en nadie tenia ya entera confianza; pero estorbóselo à tiempo la Audiencia de la Española, la cual, asi como supo las cosas que pasaban, y que VELAZQUEZ reclutaba jente y abastecia naves para perseguir á CORTES; envió para impedirlo, si aun era posible, al licenciado LUCAS VAZQUEZ DE AIYON, oidor de la misma Audiencia, y persona, parece, calificada para el objeto.

Representóle éste con vivos colores, las consecuencias

que podria tener aquel paso imprudente, los males que atraeria si CORTES, como era casi seguro, insistia en resistirle, desconociendo su autoridad, y el disgusto sobre todo, que causaria necesariamente el escándalo en el ánimo del Rey.

Estas razones, y cuantas mas hubo de apurar con buen tacto el licenciado VAZQUEZ, obtuvieron al fin del Adelantado, no ya el que abandonase su proyecto de castigar á CORTES, porque esto hubiera sido imposible, sino el que conviniese en comisionar à otro para que lo ejecutase, quedándose él tranquilo en el destino que desempeñaba.

Dispuso, pues, la salida de la espedicion, y despues de poner su pensamiento, para que la mandase, en VASCO PORCALLO DE FIGUEROA, acabó por variar á última hora, entregando la direccion de la empresa, y el mando de la fuerza, á aquel PANFILO DE NARVAEZ, conocido ya por los sucesos de Caonao, cuando fué, acompañado de LAS CASAS, á su viaje de esploracion.

Pocos dias despues de la salida de NARVAEZ, despachó, con mas recursos para que le auxiliase, á PEDRO DE BARBA, su teniente, y no contento con eso, envió en seguida á RODRIGO DE MOREJON, provisto tambien de recursos para la empresa, todo lo cual le hacia esperar con grandísima confianza, el vencimiento completo ó la rendicion de CORTES.

No sucedió eso sin embargo, y aconteció por el contrario, que aquellos recursos, fueron á aumentar los que ya poseia CORTES, en gran número para resistir.

Vencido y derrotado NARVAEZ en el pueblo de Zempoala (Mayo 1520) dos meses despues de su partida de Cuba, aquellos barcos con sus bastimentos y armas, cayeron todos en manos del vencedor, quien no tuvo ya desde entónces enemigo que combatir, y se vió ducño por completo y poseedor del pais.

Esos contratiempos, tanto mas dolorosos, cuanto que eran inesperados; de tal manera angustiaron el ánimo altivo naturalmente del Adelantado, que sin ser parte á

consolarle las esperanzas que aun abrigaba de que el Rey castigaria á CORTES; empezó á desfallecer y sentirse enfermo, con lo cual no volvió á ocuparse casi en el adelanto del pais encomendado á su gobernacion.

Todo el año de 1521 y mucha parte del siguiente, lo empleó VELAZQUEZ en perseguir á su enemigo; y tal llegó á ser el valimiento de sus deudos en la Corte, y tan grande la iufluencia que ejercia sobre el Rey el obispo FONSECA; que, con todo de ser como eran dignos de recompensa por parte de la Corona, los servicios de HERNAN CORTES; acabó DIEGO VELAZQUEZ por obtener la real cédula que tanto habia solicitado, la cual no llegó á tener sin embargo cumplimiento, y fué prontamente revocada, como verémos al instante.

Debia ser verdaderamente espantoso contemplar entónces de cerca, en medio de aquella atmósfera de sangre, de miseria y degradacion; el aspecto repugnante que ofrecian los empleados españoles en América y sus representantes en la Corte, cuando se disputaban como canes famélicos las riquezas y hasta las personas de los desgraciados indios. Don DIEGO COLON, por ejemplo, representaba sin descanso contra VELAZQUEZ, pretendia que volviese Cuba á la dependencia de la Española y obtenia que fuese el licenciado SUAZO á residenciar al Adelantado por los delitos que se le imputaban.-VELAZQUEZ, á su vez, entablaba reclamaciones contra CORTES, alegando lo que llamaba sus derechos á las tierras descubiertas, y pidiendo en consecuencia, lo que imajinaba debia pertenecerle en la reparticion del botin.Tampoco se descuidaba el afortunado estremeño en esto de reclamar y pedir; y no solamente rechazaba, con acopio de buenas razones, las pretensiones ridículas de VELAZQUEZ, sino que solicitaba, como dije ya, para sí, el nombramiento de jefe y el título de "Justicia Mayor."

En todas esas cuestiones, sucedia naturalmente que la balanza se inclinaba á favor de DIEGO VELAZQUEZ, por la proteccion decidida que le dispensaba el obispo FONSECA,

presidente, como saben ustedes del "Consejo de Indias,” y único que por entónces rejia los malhadados destinos del mundo de Colon. Por eso acabó de alcanzar el gobernador de Cuba el que el Rey, sin escuchar siquiera, el descargo de CORTES, decretase el relevo de éste, y su vuelta á la Península, cuando escojió para el gobierno de Nueva España á CRISTÓVAL DE TAPIA, veedor de la Española, y empeñado naturalmente como los otros, en abatir á CORTES.

Sucedia esto allá por mediados de 1522, y á fines del mismo año, vino una circunstancia á trastornar completamente el aspecto de los negocios, con lo cual se vió libre CORTES de las persecuciones del Adelantado, y ya en posicion de trabajar por cuenta propia, dependiendo directamente del Rey.

Habíase ausentado de España para ser coronado en Aquisgran, el emperador CARLOS V, heredero por la muerte de MAXIMILIANO, de la corona de Alemania; y como pensase tener acaso que luchar con FRANCISCO I, de Francia, que imajinaba tener un derecho al cetro imperial; dejó encomendado el gobierno de España al cardenal ADRIANO, natural de Utrech, y Dean de Lovaina, que habia sido su preceptor, y era entónces su consejero, y llegó á ser nombrado pontífice, mas tarde, bajo el nombre de ADRIANO VI.

Pues bien, á él llegaron los enviados de CORTES, ALONSO DAVILA Y ANTONIO QUINONES, y recusando (por que lo consideraban parcial) al obispo de Búrgos, pidieron al Cardenal nombrase una junta de hombres doctos y varones entendidos, que con todo desprendimiento, examinasen las cuestiones pendientes, y fallasen, de una vez para siempre lo que estimasen mas justo y equitativo, para poner un término final á tantísima reclamacion.

Convino el Cardenal en lo que se le pedia, y separando temporalmente á FONSECA de sus funciones, y nombrando la junta que se le indicaba; aprobó el fallo de la misma, que fué, negar á VELAZQUEZ el derecho que creia tener para perseguir á CORTES, y reconocer á éste los títulos que habia

merecido por sus servicios, aprobando ademas, cuanto hasta aquella fecha habia hecho, mandado y dispuesto, desde que empezó la conquista de Nueva España.

Prudente anduvo y advertido el gobierno, en legalizar, digámoslo asi la conducta de HERNAN CORTES, reconociéndole al mismo tiempo, como válidos merecidos, los nombramientos que ya él se habia concedido á sí propio.-Si el cardenal ADRIANO, influenciado como estaba el Rey por FONSECA, hubiese confirmado la disposicion de éste, disponiendo el relevo y la vuelta á España del atrevido Conquistador; éste, léjos de obedecer el mandato, no hubiera vacilado en proclamarse independiente, y Méjico hubiera tenido un gobierno propio y una nacionalidad, en la cuna misma de su civilizacion.-El recibimiento que encontró CRISTÓVAL DE TAPIA á su llegada á Veracruz, en los momentos mismos en que CORTES acababa de hacer su entrada triunfante en la capital de los MOTEZUMAS, bastaba para indicar bien á las claras, y sin que haya lugar á dudas, cuales eran las intenciones del jóven conquistador.

Aquel golpe debió ser y fué en efecto, terrible para DIEGO VELAZQUEZ, achacoso ya y en mal estado de salud. Veíase rebajado y oscurecido, sin favor en la Corte y falto . de proteccion, condenado á vivir en el olvido y acabar en el silencio, en tanto que sus contrarios, ricos y triunfantes le miraban con desprecio y se burlaban de su poder.-Pára un hombre irascible como el Adelantado y de carácter tan violento, aquellos sucesos debian producir un resultado fatal, y asi hubo de suceder, porque fué entónces cuando empezó á sufrir de la enfermedad que le acabó poco despues.

Mientras tanto, aquellas repetidas espediciones al Continente, que tanto iban favoreciendo las tierras de Nueva España, fueron fatales en estremo al desarrollo naciente de Cuba, que se vió muy luego sin hombres y sin dinero, condenada á ser: primero, un punto de descanso, y despues, una factoria comercial, de los barcos que iban para