españoles, aventureros de profesion, arrojados en demasia, y faltos de fortuna, los cuales, sin mas bienes que sus espadas, habian dejado gustosos la patria de sus mayores, para venir en busca de riquezas á las tierras de por acá.

No era jente esa que podia acomodarse ya con facilidad á la vida pacífica del agricultor, consagrándose tranquilamente al cultivo de nuestros campos, ni ménos aun á la crianza de ganados en que algunos se entretenian; y como no tuviesen minas de oro que poder beneficiar, ni esto era ya tan hacedero por lo mucho que habia disminuido la poblacion, haciendo imposible los repartimientos en que se dividian las Encomiendas; aquellos hombres, rudos naturalmente, y endurecidos en la fatiga, habituados como estaban á la holganza, solo en las empresas arriesgadas y en las guerras podian' hallar para sus gustos trabajo y ocupacion.

Asi lo comprendió DIEGO VELAZQUEZ, y supo sacar partido de la situacion, xajerando hasta donde pudo con sus palabras, las riquezas del Continente que aseguraba no tardarian en poseer, con lo cual, halagó mañosamente las pasiones de todos, hasta el estremo de convertir en fiebre, que llegó á ser incurable, el sentimiento creciente de la ambicion. Hombres habia, establecidos en Cuba desde 1511, que no contentos con haber gastado la mejor parte de sus años en empresas de esa naturaleza, todavia se prestaban gustosos á gastar la hacienda que habian logrado adquirir, imajinando siempre, que en premio del sacrificio seria inmensa la recompensa.-Aquellos informes traidos por los soldados de CÓRDOVA, y confirmados despues por los seguidores de GRIJALVA; de tal manera habian trastornado todos los cérebros, que casi llegó la avaricia á convertirse en enfermedad. Las riquezas del Continente americano, desconocidas como eran entónces, crecian en el pensamiento de todos abultadas por el deseo, y cada cual imajinaba poder alcanzar de la conquista la felicidad para el porvenir.

El Adelantado, no solamente destinó á los gastos de la empresa, una parte de su fortuna, sino que comprometió

ademas las de sus amigos, logrando asi reunir muy en breve los recursos que necesitaba, cosa que no habria sido fácil, ni posible tal vez, sin el entusiasmo de las circunstancias, despues del fracaso de la primera espedicion, cuando acababan de pagarse los gastos de la segunda.

Aprontados los medios y listos los recursos, escojida la jente y abastecida las naos; era lo mas importante por entónces, elejir con acierto el jefe que mandase la espedicion, como que de esto podia depender en gran manera el éxito de la empresa, y DIEGO VELAZQUEZ vaciló largo tiempo, ántes de decidirse por el hombre á quien elijió, atormentado siempre de los celos y desconfianzas, que formaban, por decirlo asi, una especialidad de su carácter, caviloso de suyo y dado naturalmente á sospechas de todo jénero.

Proponíanle unos diese el mando de la espedicion á BERNARDINO VELAZQUEZ, su pariente y amigo; indicábanle otros, como el mas idóneo para empresa, á VASCO PORCALLO DE FIGUEROA, y el mayor número convenia en aconsejarle, prefiriese sobre todos, á JUAN DE GRIJALVA, conocedor ya de la tierra que iban á conquistar, y digno ademas de aquel puesto por sus servicios y antecedentes.

A todos escuchaba èl Adelantado, no sabiendo él mismo que pensar, ni ménos aun, lo que convenia disponer, cuando su tesorero AMADOR DE LARES, y su secretario ANDRES DE DUERO, le recomendaron con encarecimiento, tomase para aquel mando, dándoselo completo sobre la empresa, al jóven HERNAN CORTES. Este, que ya por entonces habia logrado con maña, captarse la buena voluntad del gobernador,, haciéndole casi olvidar los sucesos de Baracoa, despues de la conspiracion de MORALES; supo manejársela de tal manera, y con tantísima habilidad, que alcanzó sin mucho trabajo, afectando no ambicionarlo, el mando en jefe de la espedicion.-Creyó en efecto, VELAZQUEZ, que ninguno podia ser mejor, y determinó y puso por obra, el nombramiento de HERNAN CORTES.

Era HERNAN CORTES, jóven de brios, y de una activi

dad incansable, arrojado como pocos, y valiente hasta lå temeridad.-Gustábanle naturalmente las empresas arries gadas, y como estuviese dotado ademas, del espíritu aventurero de la época, y fuese mas que los otros, ambicioso; era como ninguno apropósito para poner en planta el encargo que se le cometia, y que sin pérdida de tiempo, trató él luego de llevar á ejecucion.

Admirable parece á primera vista y digno de elojio, el tacto que tuvieron LARES y DUERO para reconocer en CORTES, la persona mas calificada para la empresa colosal que entonces se conccbia; pero como desgraciadamente la historia tiene que descubrir y contar la verdad, me veo en el caso de añadir, (con la autoridad de un escritor español,) que tanto el tesorero de VELAZQUEZ, como su secretario, fueron oportunamente cohechados por CORTES, el cual “se comprometió à entregarles (son palabras de PEZUELA) una buena parte del botin que ganase en la jornada."

Hechos los preparativos, reunida la jente, y listas en el puerto las embarcaciones; HERNAN CORTES, partió al fin de Santiago de Cuba (Noviembre 18 de 1518) en la mejor armonia con el Adelantado, que ni remotamente pareció sospechar entónces lo que muy pronto le habria de suceder.

Llevaba CORTES consigo una fuerza escojida de mas de seiscientos hombres, mandados por hábiles capitanes, en once barcos de diferentes tamaños, con alguna artilleria, y bastimentos los que juzgaron necesarios para miéntras durase la navegacion.

Pero no bien hubo desaparecido el armamento y que la flota fué á perderse entre la bruma del horizonte, cuando VELAZQUEZ, instintivamente y sin causa todavia para éllo, empezó á concebir temores de lo que habria de acontecer, y no pudiendo ya reprimirse, dispuso que FRANCISCO VERDUGO, alcalde de Trinidad, detuviese á HERNAN CORTES y le exonerase del mando que se le acababa de confiar, haciéndole conducir inmediatamente preso con toda seguridad. Supo CORTES en buena sazon, que no fué poca

fortuna, lo que estaba pasando, y antes que pudiese VERDUGO poner por obra las órdenes del Adelantado, ya el intrépido estremeño se habia dado à la vela, y navegaba sin tropiezo, favorecido de la fortuna, en vuelta de la Habana, donde pensaba recojer mas, hombres y provisiones, para aumentar en lo posible la importancia de la espedicion.

Mas fácil es concebir que contar, la indignacion de DIEGO VELAZQUEZ, al saber aquel acto de desobediencia, que mostraba bien á las claras, cuales eran ya las intenciones del arrojado CORTES.-Culpó de inactivo à VERDUGO, por no haberse apresurado lo bastante á cumplir las órdenes que le habia comunicado, y repitió iguales instrucciones, encareciendo su pronta ejecucion, á PEDRO DE BARBA, gobernador entónces de la Habana, y persona que le inspiraba entera confianza, por ser de su particular amistad.Pero BARBA, aun dado que efectivamente hubiese querido complacer á VELAZQUEZ, nada pudo hacer para sujetar y detener á CORTES.-Este habia engrosado considerablemente el número de sus partidarios, tenia mas recursos que BARBA para pelear, y estaba resuelto ademas, á no dejarse arrancar el mando, perdiendo asi en un momento su posicion y su porvenir.-Por eso no pensó BARBA siquiera, cumplir en lo mas mínimo las instrucciones violentas de su jefe.

Por último, HERNAN CORTES,, partió de la Habana, (Febrero de 1519,) sin que nadie osase disputarle la salida; y todo se mostró desde entónces risueño á sus esperanzas de conquista y á sus planes de adquisicion.

No incumbe, por supuesto, al estudio que venimos haciendo, ni importa tampoco al objeto principal de estas lecciones; seguir paso á paso, en todas sus diferentes peripecias, la vida de HERNAN CORTES, y la relacion de sus atrevidas empresas.-De éllas hablan con detenimiento, y pueden ustedes consultarlos, BERNAL DIAZ DEL CASTILLO, HERRERA Y SOLIS, aunque á .decir verdad, mas bien que escribir una historia, se propuso el último formar un poema épico, narrando en bellísimo estilo, y con todas las galas

del decir, las campañas y hechos del arrojado estremeño, que casi toma en las pájinas de ese libro las proporciones colosales de un semidios.

Esto me trae á la memoria una circunstancia, que ni quiero ni debo dejar correr desapercibida, porque es digna de mencionarse, aunque no sea mas que de paso, y porque para hacerlo se nos presenta la ocasion.

Todos los autores españoles, asi antiguos como modernos, estan de acuerdo en encomiar, aplaudir y exajerar, el hecho para éllos milagroso, de que CORTES, con solo un puñado de hombres, despues de quemar sus naos; se hubiese internado en el Continente, y conquistado, casi sin gran trabajo, el territorio vastísimo de Nueva España.--Pero como no basta ya en la época que alcanzamos, consignar simplemente los acontecimientos históricos de la manera que se hacia en otros tiempos; como es necesario ademas, razonar sobre lo mismo que se cuenta, juzgando imparcialmente de los hombres y de las cosas, para que queden unos y otras en el lugar que de justicia les corresponden; es preciso no desconocer las circunstancias trascendentales que mas poderosamente influyeron entónces en el logro de la conquista, circunstancias que finjen ignorar ó afectan haber olvidado los escritores nacionales, para aumentar con lo que dan por maravilloso, la importancia y el mérito del Conquistador.

Si HERNAN CORTES, valiente y atrevido como era, no hubiese encontrado al poderoso cacique de Zempoala, en guerra encarnizada con MOTEZUMA; si despues no hubiese hecho alianza con la república de Tlascala, en guerra tambien con el Emperador; y si éste, con su sistema de gobierno despótico-teocrático, no se hubiese hecho, como se hizo, odioso y aborrecido de sus mismos súbditos, que ya deseaban tener, para sacudir el yugo, una favorable ocasion; si esto no hubiese acontecido, repito, HERNAN CORTES, no hubiera logrado penetrar y ménos conquistar jamas, aquel imperio formidable, "cuyos dominios, como dice ROBERTSON, eran