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se descubrieron, y dueño VELAZQUEZ del secreto, pudo cortar en tiempo, evitando sus posibles consecuencias, la trama que se habia formado para arrojarle del mando.

MORALES fué sumariado y enviado preso á la Española, como promovedor de disturbios, y todo pareció quedar de momento tranquilo y vuelto á su condicion normal.

Al llegar á este punto de la historia de Cuba, es imposible, Señores, dejar de recordar el suplicio espantoso de HATUEY, que forma grande contraste con el castigo impuesto á MORALES por el mismo hombre que habia hecho perecer entre las llamas al cacique de Guajabá.

¿Cuál habia sido el crímen del indio?-¿Pelear por su libertad?-Pero tenia el derecho de hacerlo, porque nadie estaba autorizado para esclavizarle.-¿Defender la independencia de su pais, resistiendo á mano armada el dominio de los invasores?-Pero eso era, como patriota primero, y como jefe despues, el deber mas sagrado que le imponia la posicion.-HATUEY no habia sancionado con su aprobacion la conquista; no habia formado alianza con los monarcas de Castilla, y ménos jurádoles obediencia; no reconocia la legalidad de un gobierno que se le imponia por la fuerza, y tenia por consiguiente el doble derecho de protestar y de resistir.

No sucedia lo mismo con MORALES, que era á los ojos de la ley, un verdadero conspirador.-Segundo en el mando de la Colonia, fomentó mañosamente en provecho propio, el descontento de los gobernados; y sin respetar la autoridad, para él lejítima, del gobernante, estuvo á punto de encender una guerra civil, que hubiera sido desastrosa, y todo con el propósito único de alzarse con el poder.

Sucedió sin embargo, que HATUEY pereció en una hoguera, y MORALES fué espulsado de la Isla y enviado á la de Haití, donde su valimiento con el Almirante, le restituiria muy luego el uso de la libertad.

Para esplicar esa falta de equidad en la apreciacion de los hechos basta tener presente, que el cacique habia

nacido en América, y que el otro era español. Y puede asegurarse, Señores, que esa ha sido siempre desde entónces, la máxima de gobierno que han seguido en los pueblos del Nuevo Mundo, los empleados que para administrarlos llegaban de la Península.

Mucho se equivocó DIEGO VELAZQUEZ al imajinar entónces que todo habia concluido, cuando daba por hecho, que la salida de MORALES, á quien suponia alma de la conspiracion, habia puesto término completo á las aspiraciones de sus contrarios.-Estos callaron de momento, como siempre acontece en casos semejantes, y entumecidos. por el golpe que acababan de recibir, esperaron sin moverse á que la ocasion les trajese la que buscaban de trabajar.Esta ocasion se les presentó y al fin la hallaron acertadamente, adivinando con raro discernimiento, la ambicion desmedida y el jenio emprendedor del jóven HERNAN CORTES.

Puestos con él de acuerdo, convinieron en firmar una representacion, que en son de queja y apoyada en razones de valer, tuviese por objeto pedir al Almirante el relevo del Adelantado, cuyos actos tiránicos de gobierno, iban poniendo en grave riesgo, segun éllos, la tranquilidad del pais.

Escojieron unánimemente para portador de aquel documento, al mismo HERNAN CORTES, y ya se disponia éste á embarcarse para la Española, pensando verificarlo en una canoa, cuando descubierta nuevamente la conspiracion, dispuso VELAZQUEZ la prision del enviado á bordo de un navio que se hallaba surto en el puerto, y á mucha distancia. segun cuentan, de la poblacion.

Pero CORTES logró escaparse de allí á poco, arrojándose al agua; y asido á un madero, por no saber nadar, logró trabajosamente ganar la tierra, y se refujió en la Catedral, con la mira de esperar en aquel asilo, á que lograsen sus amigos aplacar, si era posible, la cólera del gobernador. Sucedió sin embargo, que como estuviese de amorios

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y

en galanteos con la mujer que despues fué suya; una noche, asi como se retiraba de verla y hablarla, fué prendido repentinamente en la calle y llevado á la cárcel, por cierto alguacil de nombre ESCUDERO, á quien habia encargado VELAZQUEZ asechára los pasos del mancebo por aquellos alrededores.

Trabajo costó entónces y poner en juego no pocos empeños, para que abandonase el Adelantado la idea que concibió de castigar duramente al denodado estremeño; pero pudiendo mas que su rabia, las razones de sus amigos, acabó por perdonar á CORTES, quien no tardó despues en ganarse con habilidad la confianza del gobernador.-Pronto verémos cuales eran sus especulaciones al obrar de esa

manera.

De paso dirémos que ese mismo HERNAN CORTES, deificado casi por los españoles, y que nos pintan éstos hoy en sus poemas, como la personificacion mas acabada de la hidalguia, de la nobleza y del valor; apénas se vió en Méjico dueño del poder; mandó ahorcar sin misericordia á aquel alguacil ESCUDERO, que cumpliendo la órden de su jefe, le habia conducido á la prision. A falta de otros, bastaria ese solo hecho para ver en su verdadero tamaño la personalidad de CORTES.

Llegaban entre tanto procedentes de las otras islas, muchisimos castellanos, que atraidos por la codicia y ganosos de fortuna, calculaban hallarla en los campos de nuestra tierra; y esto, y el haber recibido VELAZQUEZ las franquicias que deseaba, aguijonearon fuertemente su ambicion, impulsándole á fundar con ayuda de los suyos, las seis primeras poblaciones que por entonces se levantaron, con los nombres que todavia conservan de Santiago de Cuba,-Trinidad, Bayamo, Puerto-Príncipe,-Sancti-Spíritus-y S. Juan de los Remedios.

Fundóse al siguiente año la ciudad de la Habana, cerca, dicen, de donde hoy se encuentra la de Batabanó, y poco despues, trasladaron su asiento al lugar donde ahora

se halla, que era el mismo denominado por OCAMPO "Puerto de Carenas" cuando en 1508 bojeó la isla por órden del comendador OVANDO.

No nos dicen los historiadores (que yo recuerde ménos) cual forma de gobierno tuvieron en su infancia aquellos primeros pueblos, y que atribuciones tenian en éllos los gobernautes: pero como dice HERRERA, en alguna de sus "Décadas," que HERNAN CORTES, uno de los mas favorecidos del Adelantado, fué nombrado por éste "Alcalde ordinario de Santiago de Cuba," de creer es que con este título, serian nombrados asimismo los demas á quienes encargó VELAZQUEZ la gobernacion de los pueblos.

Ya por aquel tiempo habian regresado de sus esploraciones NARVAEZ Y LAS CASAS; y los informes que trajeron y aumentaron como era natural, la ambicion grande de los europeos, que solo pensaron en ver de allegar riquezas, sin pararse, como hoy hacen, en los medios de consegnirlas.

Súpose entónces, que la isla de Cuba cra fertilisima en estremo, con agua en abundancia y puertos numerosos; que tenia una poblacion como de doscientas mil almas, repartida en provincias, las cuales vivian en paz, las unas con las otras, gobernadas por régulos ó caciques; con todo lo demas que ya dejé manifestado acerca de los ciboneyes en la segunda leccion.

No estará demas, por lo mismo que hay tan poquísimo que contar, respecto de los cubanos primitivos; que algo digamos acerca de sus costumbres, usos y creencias, tales como las observaron los primeros esploradores á fines del siglo XV y principios del siglo XVI.

Creíase entónces, y en este error estaban los cronistas de la época, que no habia en Cuba sino unas nueve provincias, cuando llegaron los españoles; pero nuestro compatriota JOSE MARIA DE LA TORRE, ha probado en uno de sus mas útiles trabajos, que la isla estaba dividida en treinta provincias, cuando arribaron á élla los bárbaros conquistadores.

No conocian los ciboneyes el arte de escribir: no usaban aquellos jeroglíficos ó pinturas de que se servian los aztecas para conservar la historia de su pais, ni tenian los quipos ó nudos de que se valian los peruanos para legar á sus descendientes las memorias de sus antepasados; pero tenian sus tradiciones y sus cantos populares que necesariamente debian contener los hechos mas notables acontecidos en el pais, y que hubieran podido arrojar mucha luz para estudiar el orijen de los naturales, si estos no hubiesen sido esterminados, como lo fueron, en breve tiempo.

Cada tribu vivia en un caserio separado, rejida, como ya dije, por un patriarca ó cacique, cuya voluntad era la ley, y que á nadie daba cuenta de los actos de su administracion.

Jeneralmente hablando, los indios construian sus casas sin órden, es decir, que no cuidaban de que formasen calles, como sucedia en el Continente, aunque dice MUNOZ, que algunas veces las colocaban á la redonda, en forma circular. Eran las casas "por dentro muy barridas y limpias," segun observó COLON, y tan grandes por lo comun, que encerraban regularmente gran número de habitadores.-LAS CASAS nos asegura en sus comentarios al Diario del Almirante, que vió "quinientos indios en un bohio de Caonao," y esto lo confirman algunos historiadores.--Cuando JEREZ y TORRES Volvieron de su espedicion, dijeron entre otras cosas, que habian encontrado un pueblo de "hasta dos mil vecinos aposentados en cincuenta casas. . . . . . cada una con muchos fuegos y ranchos."-TORQUEMADA en su Monarquia indiana, deduce de esa manera de vivir los indios, "su mansa y pacífica condicion," porque "es cosa manifiesta (dice) que si tuvieran reyertas ó bregas entre sí...... se dividieran y apartaran los unos de los otros, haciendo casas distintas en que cada uno hiciera su habitacion.”—Tambien indica ese pensamiento el historiador URRUTIA, cuando dice en su Teatro cubano (inédito) que los indios "hacian vida tan sociable, que siendo cada casa capaz de todo un linaje, habitaban sus individuos en élla sin discordia."

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