muy luego á retaguardia de las demas potencias de Europa que hoy apénas tienen en cuenta la existencia de aquella nacion entre las cultas del continente.

Recorrerémos tambien la larga série de déspotas gobernantes, que desde VELAZQUEZ hasta CANEDO, han aflijido constantemente nuestro pais, marcando los hechos mas notables de su funesta administracion.

Verémos las diversas conspiraciones que en diferentes tiempos formaron los hijos de Cuba para sacudir el yugo de sus tiranos, las causas que motivaron su frustracion, y la influencia que no obstante, han tenido y continuan teniendo en la marcha de las ideas.

Bajo el punto de vista relijioso, examinarémos el estado del clero, su pernicioso ascendiente en várias circunstancias y su falta de prestijio moral por la naturaleza misma de sus costumbres reprensibles.-Entónces recordarémos con gusto los nombres respetables de varones piadosos, ilustrados y benéficos como el obispo ESPADA, el arzobispo OSES, y el inolvidable señor de la CRUZ ESPí, (Padre Valencia) que en la Habana, Santiago de Cuba y Puerto-Príncipe han dejado memorias imperecederas que haran en todos tiempos honor á la humanidad. Pero al mencionar con placer los nombres queridos de aquellos buenos y raros españoles, apuntarémos tambien con sus verdaderos colores los hechos, y las acciones, y las ideas de los que siguiendo una senda contraria al espíritu del Evanjelio, quisieron esplotar la sencillez del pueblo en pro de sus particulares intereses, trabajando inhumanamente para mantener las masas en la opresion.-A este número perteneció el célebre PADRE CIRILO, y pertenece hoy el fanático CLARET.

Nos ocuparémos asi mismo en todos aquellos sucesos que, aunque acontecidos léjos de nuestras costas, tuvieron alguna influencia sobre la Isla, tales como la ocupacion de Jamaica, la cesion de la Florida, la revolucion de Santo Domingo, el pronunciamiento glorioso de la América del Norte, y la independencia, sobre todo, de la América del

Sur. En aquella época verémos la libertad de Cuba proyectada por BOLÍVAR, y acordada asi mismo en el célebre "Congreso de Panamá."-Veinte mil hombres avezados á la lucha, y acariciados por los recuerdos del triunfo, se hallaban reunidos, listos y prontos á caer sobre Cuba, que no contaba entonces la mitad de aquella fuerza. Todo estaba preparado, y sin embargo, nada se hizo, porque á éllo se opusieron ADAMS, Presidente de los Estados Unidos, y CANNING, ministro de Inglaterra. ¡Qué ya desde entónces, Señores, fué triste suerte de nuestra pobre patria el ser sacrificada á las mezquinas conveniencias de cuestiones internacionales é intrigas de gabinetes!

Estudiarémes tambien las reformas que en várias ocasiones ha recibido Cuba en su sistema administrativo; y verémos el estado de la Isla, durante las diferentes épocas constitucionales, sobre todo, durante la última de 1836, que dió una pájina de lágrimas á la historia de aquel suelo.

En la parte judicial, indicarémos los abusos cometidos en nombre de la ley; el atraso de la lejislacion: los defectos en la organizacion de los tribunales; los males que ocasiona la práctica adoptada en la tramitacion; y la desmoralizacion en fin, de los jueces, especificando, por supuesto, los hechos mas notables y escandalosos que han tenido lugar en la Isla, y vendran como pruebas incontestables á corroborar nuestras observaciones.-Tambien al hablar de los jueces, esceptua rémos con gusto los pocos que supieron guardar ilesa su reputacion, diferenciándose en su conducta de aquellos desalmados majistrados que, creados por el favor, cayeron como vándalos insaciables sobre nuestro pais.

Enmudecida la prensa bajo la mordaza férrea de una censura intolerante, la verémos convertida en órgano de la opresion, ocupada casi siempre en aplaudir los actos del poder, defendiendo servilmente las bárbaras medidas del sistema hispano-colonial.

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Estudiarémos la marcha de las letras, y el carácter de las publicaciones, que á duras penas, y no sin gran trabajo,

lograron dar á luz nuestros entendidos escritores, apuntando asi mismo la influencia que siempre y en todos tiempos ha tenido sobre éllas la literatura nacional.

Asi recorriendo detenidamente la historia de los acontecimientos; y siguiendo paso á paso la marcha de nuestro pueblo desde aquellos primeros dias cuyos anales escribió con sangre la mano de la conquista; llegarémos á la época presente tan fecunda para nosotros en grandes hechos, y entónces recordárémos con veneracion y pronunciarémos con orgullo, los nombres gloriosos de LOPEZ, CRITTENDEN, AGUERO, PRAGRAY, ARMENTEROS, y tantos y tantos otros que ó cayeron como héroes al pié de sus pendones, ó subieron como mártires al cadalso por la libertad de su pais.

Procuraré decirlo y esplicarlo todo, porque no trataré de condensar mis ideas para ser lacónico; hablando de Cuba y dirijiéndome á Cubanos; no temeré jamas parecer demasiadamente largo ni pesadamente difuso.

Al contrario: léjos como estamos de nuestra adorada tierra, proscriptos y en un pais estranjero; la evocacion de los recuerdos de la patria, en esta reunion de hermanos, será un verdadero consuelo para los dolores de la ausencia, un bálsamo saludable que alivie, ya que curar no pueda, las heridas profundas del corazon.

LECCION PRIMERA.

SEÑORES:

Al estudiar la historia de América, dos grandes cuestiones se presentan simultáneamente á la imajinacion, cuestiones que han fijado la atencion de los hombres pensadores en todas las épocas; que han sido el objeto de las investigaciones de los sabios; y que sin embargo, no han recibido todavia hoy una solucion satisfactoria que baste á aclarar las dudas y descubrir la verdad. Una de esas cuestiones es, "quien fué el primero que concibió la existencia del nuevo mundo;" y la otra: "de donde eran orijinarios los habitantes de aquel hemisferio." Para esplicar la primera de esas cuestiones, se han citado repetidas veces hasta la saciedad, las opiniones de ARISTÓTELES, STRABON, PLINIO, THOLOMEO, y otros, acerca de los antipodas. Se han citado asi mismo las Antillas de que hablaban los Fenicios, la Atlántida imajinada por PLATON, y las islas Afortunadas, encomiadas por los poetas de la antigüedad. Se han mencionado tambien las palabras de SENECA en su Medea; las de Isaías en sus profecias, las escursiones de HAMMON, y hasta los pensamientos del DANTE, sin olvidar porsupuesto las asombrosas descripciones de MARCO-POLO y de MANDEVILLE, en sus viajes maravillosos. Nada se ha adelantado

sin embargo; y puede asegurarse que hoy nos encontramos ni mas ni ménos, tan ignorantes, casi, como ántes de poseer tan lujosa erudicion. Los sábios han fatigado inútilmente su memoria acopiando nombres, reuniendo datos y consultando fechas que al fin y al cabo, de nada han servido,—— puesto que en nada han contribuido al esclarecimiento de los hechos. En cuanto á mi, confieso francamente, Señores, que me preocupa bien poco semejante cuestion, y hasta diria (si yo me atreviera á decirlo) que es una verdadera puerilidad perder el tiempo en tales investigaciones, pues cualesquiera que puedan haber sido las noticias que existieran á fines del siglo XV acerca de la América, siempre he creido que el hombre verdaderamente grande, el único que de justicia merece toda nuestra admiracion, es el que arrostrando los peligros, venciendo los inconvenientes, y allanando los obstáculos, se lanzó el primero en busca del Nuevo Mundo. Poco me importa conocer las opiniones de los antiguos, los cálculos de los jeógrafos y las imajinaciones de los poetas: á mí me basta saber una sola cosa, Señores, y es que CRISTÓBAL COLON fué el descubridor de la América.

Pero si es dificil, y hasta imposible esplicar satisfactoriamente esa primera cuestion, todavia lo es mas esplicar la segunda, sin embargo de haber sido como la otra objeto de muy sérias meditaciones.

Muchos escritores, particularmente algunos filósofos del pasado siglo, creyeron que no merecia esa cuestion un estudio detenido, esplicándose desde luego la existencia de los indios en América, del mismo modo, y con la misma facilidad que se esplicaban la existencia en aquellas rejiones de los brutos y de los árboles: es decir, que miraban á unos y otros, á los hombres y á los animales, como productos espontáneos, especiales de aquella naturaleza.

Otros mas escrupulosos, respetando las tradiciones de la Biblia, buscaron el oríjen de los americanos en los pueblos del viejo continente; para lo cual empezaron por hallar analojias y rasgos de semejanza entre unos y otros,