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lo cual fué ya necesario en 1524 introducir apresuradamente negros que reparasen la falta de los naturales; de manera, que, cuando llegó el año de 1538, no se veia sino con gran dificultad, alguno que otro muy raro individuo de la familia indíjena del Ciboney.

Por eso en la época á que me contraigo, era tan triste y precaria la condicion de nuestro pais.

Escojió entonces el rey para el gobierno de la Isla, dándole al mismo tiempo el Adelantamiento de la Florida, con encargo especial de que luego la conquistase; á HERNANDO DE SOTO, natural de Villanueva en Barcaraota, é "hidalgo de todos cuatro costados" sino miente un historiador. Conocido ya ventajosamente y con nombradia, por sus servicios en el Darien; Soro habia tomado parte ademas con PIZARRO en la conquista del Perú, y como todos los jefes de aquellos tiempos, habia logrado allegar riquezas en no pequeña cantidad, circunstancia que le valió, entre los suyos al ménos, prestijio y consideracion.

Indignado CARLOS V, que ya por aquellos dias se habia declarado rival y antagonista de FRANCISCO I, de que un frances (CARTIER-1534) hubiese osado hacer descubrimientos en tierras americanas; proyectó apoderarse, si le era posible, de todo el Continente, protestando al mismo tiempo contra las pretensiones de la Francia, porque imajinaba, fundado en la concesion de ALEJANDRO VI, que solo él, y despues de él sus descendientes, tenian el derecho de poseer y la facultad de gobernar el hemisferio occidental.

No estaba dispuesto FRANCISCO I á reconocer la legalidad y ménos aun la validez de semejante título, como era natural, y aun se dice que dijo muy oportunamente, aludiendo á la célebre concesion papal, que no creeria jamas en el derecho de propiedad alegado por el rey de España, á ménos que éste, ó en su lugar el Pontífice de Roma, le mostrasen, en apoyo de sus razones, el testamento de Adan.

Si los Apalaquinos, los Túscalos y demas feroces aborijenes de la Florida, hubieran podido saber entonces,

que los antagonistas de Pavia, se disputaban allá en Europa el derecho de poseerlos: seguramente se habrian reido, y con razon, de cuestion tan orijinal.

Ménos hubieran podido comprender los indios, salvajes y todo como eran, la máxima de SAN AGUSTIN, tan en boga en aquellos dias, entre los sacerdotes de mas valer: de que es lícito y aun meritorio hacer la guerra á los herejes y hasta reducirlos á cautiverio, si de esto resulta un bien á los mismos herejes, encaminándolos al cielo por medio de la conversion. ¡Estraño modo por cierto de recomendar la Relijion, aquel que empezaba por quitar al hombre el uso de su libertad! ¡Hablaban de un Dios bueno, justo, misericordioso, padre de la humanidad. . . . . . y en nombre de ese mismo Dios, que guardaba sus recompensas para la otra vida; condenaban en esta á los indios, á la mas espantosa esclavitud!

Y cuenta que no fué solamente en aquella fecha, ni respecto de los americanos primitivos, que se proclamaron máximas semejantes. En épocas muy posteriores y casi en nuestros dias, se han pretendido justificar y hasta santificar los horrores de la Trata, alegando para éllo, que los negros, nacidos como brutos en los arenales del Africa, ganan con el bautismo las puertas del cielo, al entrar precedidos del látigo, en los injenios y cafetales de nuestro pais.

Impaciente CARLOS V por llevar luego á cabo sus planes de ocupacion nada omitió naturalmente por facilitar en cuanto pudo, la ejecucion de la empresa, y Soro salió del puerto de San Lúcar (Abril 1538) llevando consigo, en treinta embarcaciones de diferentes tamaños, hasta novecientos cincuenta hombres, fuera de la marineria, que no debió ser insignificante, atendido el número de las naos. Componíase aquel armamento de hidalgos escojidos, segun rezan las crónicas de la época, y de jente robusta y jóven sobremanera, porque "no parecia entre éllos alguno que pintase en canas"-si hemos de creer lo que despues nos ha dicho un historiador.

Llegado que hubo á Santiago de Cuba, apénas tomó Soro posesion del mando de la isla, que ya solo pensó en salir para su destino, imajinando allá en sus adentros, alcanzar pronto en tierras y entre jente de la Florida, el mismo alto renombre que ya habia conquistado en Méjico HERNAN CORTES, y estaba ganando por entónces PIZARRO en el Perú.

Escojió para su segundo, aceptando los ofrecimientos que él le hizo de sus servicios, á VASCO PORCALLO DE FIGUEROA, hacendado rico del pais, que contribuyó con hombres, caballos y dinero al aumento de la espedicion, la cual estuvo muy luego lista y dispuesta para partir. Soro dejó en clase de gobernadora, encomendándole el mando interino de la Isla hasta que regresase, á su señora doña ISABEL DE BOBADILLA, señora de particular espedicion, segun un cronista de entónces, y muy discreta ademas, segun un historiador. A fin de evitar con anticipacion los inconvenientes que pudiera traerle en el manejo y despacho de los negocios, su falta de esperiencia en aquel jénero de ocupaciones; dispuso el Adelantado, que quedase GUZMAN al lado de su esposa, en calidad de consejero, como entendido que era en todos los ramos administrativos, por haber ántes desempeñado la gobernacion del pais.-Mandó asimismo el Adelantado, que el capitan MATEO ACEITUNO pasase sin pérdida de tiempo á la Habana, y fundase allí una fortaleza para poner aquel puerto á cubierto de los piratas, cuyos ataques repetidos tan consternada tenian y temerosa la poblacion.

Observen ustedes, Señores, que el primer monumento de guerra levantado en la isla de Cuba, se llamó La Fuerza, nombre significativo en estremo, que debia simbolizar desde entónces el gobierno y las instituciones de nuestro pais.— Allí donde nunca reconocieron los gobernantes derechos en los gobernados al imponerles deberes; era natural que la administracion del pais se fundase, esclusivamente en la fuerza, y este nombre, dado sin intencion tal vez, al castillo que levantaba ACEITUNO; debią significar por sí solo, la

historia completa y el carácter, digámoslo asi, del réjimen colonial.

No entra porsupuesto en mi propósito el de seguir paso a paso hasta la Florida, con Soro la espedicion.Obligado á permanecer en Cuba para continuar contando la historia de aquella isla, me es imposible de todo punto, embarcarme con los espedicionarios para el Continente, abandonando asi sin motivo para éllo el cumplimiento de mi encargo, que no es otro, que referir, tan bien como me sea posible, las cosas de nuestra tierra.

Algo diré sin embargo, respecto de aquellos aventureros, siquiera sea para dejar rejistrado en pocas palabras, el término de su empresa; y los que quieran de ustedes mayores informaciones pueden consultar las pájinas del Inca GARCILASO, que encierran por completo la historia de la espedicion.

Salieron, pues, con la infanteria al mando de VASCO PORCALLO DE FIGUEROA, las embarcaciones para la Habana, y allí esperaron hasta la llegada de Soro, que habiendo partido por tierra con la caballeria; tardó naturalmente algun tiempo en llegar al punto de la reunion.

Ya en aquel lugar, el Adelantado, mientras disponia los últimos preparativos, comisionó á JUAN DE ANASCO, contador de la armada, y persona entendida, dicen, en náutica y cosmografia, para que fuése á reconocer las costas de la Florida, procurando sobre todo, averiguar, cual era el mejor punto y el mas seguro para desembarcar.

De regreso el comisionado, lista la jente y abastecidos los barcos; Soro partió al fin (Mayo 12-1539) con el pecho henchido de esperanzas y llena de ilusiones la imajinacion, sin sospechar, un momento siquiera, cual habria de ser ántes de mucho la triste y dolorosa realidad.

Obligados por el tiempo á entrar en la bahia del Espíritu Santo, ya conocida de los españoles, porque habia sido visitada anteriormente por NARVAEZ; desembarcaron los espedicionarios en aquel lugar, y se internaron, no sin gran

trabajo, combatiendo constantemente, hasta ciento veinte leguas á lo largo de la costa, teniendo que luchar con toda clase de inconvenientes y sufriendo, sin esperanzas de socorro, todo jénero de privaciones. Contrariados, primero por los elementos, hostilizados despues por los naturales y diezmados en seguida por la fiebre, en medio de lugares pantanosos y desiertos, bajo un sol abrasador, en lo mas terrible de la estacion; no parecia sino que el, cielo, indignado al fin de tanta codicia y de tantisima ambicion, habia preparado para escarmiento de los españoles aquel castigo ejemplar.

Muchos de éllos sucumbieron en la empresa, y el mismo HERNANDO DE SOTO fué una de las víctimas, muriendo á los cuarenta y dos años de edad en el de 1540 (Junio 30,) despues de haber designado, para que le sucediese en el mando, á LUIS MOSCOSO DE ALVARADO, quien entró á ocupar desde luego su posicion y lugar.

Tres años tardaron los cubanos en saber aquel acontecimiento, y el fin desastroso de la espedicion; y cuentan los historiadores (casi todos de acuerdo) que doña ISABEL DE BOBADILLA, Viuda del Adelantado, murió luego de dolor al saber el fallecimiento inesperado de su esposo, con lo cual ofreció, para honra de su fama y gloria de su recuerdo, un ejemplo, no comun en verdad, de amor y fidelidad.

Muerta la gobernadora, en tanto que llegaba á España la noticia de lo sucedido; quedaron encargados interinamente del mando de la isla FRANCISCO DE GUZMAN Y JUAN y DE ROJAS, de los cuales, como ustedes saben, vivia el primero en Santiago de Cuba y el segundo en la Habana, gobernando aquel la parte oriental y este la occidental, sujetos y sometidos ámbos á la Audiencia de la Española, que era para éllos autoridad superior.

Asi siguieron hasta el año de 1545, que llegó de gobernador propietario, con nombramiento real, el licenciado JUAN DE AVILA, en cuyo tiempo dispuso el gobierno, tocásen siempre en la isla, los buques de Méjico que salian

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