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Tal es la manera con que juzga fray Luis de Leon la incerteza de nuestro raciocinio.

Tuvo este escritor un sobrino, religioso agustino tambien, y cual él escritor ascético igualmente: fray Basilio Ponce de Leon, que en todo género de erudicion y ciencia logró la opinion mayor en su siglo (1). En sus discursos de cuaresma trató del Suicidio.

Sobre el suicidio teníamos en España una novela ingeniosa de fines del siglo xv, intitulada Cárcel de Amor, que he visto traducida ademas en lengua francesa allá por los años de 1620. El autor de esta novela fué el trovador Diego de San Pedro. Termina como el Werter de Goethe y el amante de Julia ó la Nueva Eloisa, con el suicidio del héroe de la novela entregado á la desesperacion.

Hablando del suicidio, decia el filósofo aleman Fichte que es la demostracion más evidente del espíritu sobre la materia, porque la naturaleza nos ha dado el instinto de la conservacion, y el suicidio es diametralmente opuesto á este instinto. De aquí deduce que si es un triunfo del espíritu sobre la materia, la resolucion de vivir es un triunfo del espíritu sobre el espíritu mismo. Fray Basilio Ponce de Leon discurre sobre la muerte para tratar de la restitucion de la vida, expresándose en estos términos :

Y así no os lastimeis cuando viéredes la muerte de un justo; no penseis que con la vida se acaba todo, y que con lanzarlo en la huesa y cubrillo de tierra se sepultó su memoria; que dia vendrá de restitucion, en que aquellos miembros yertos, aquellos huesos desnudos de carne, desenlazados y secos, aquellas cenizas heladas cobren espíritu, calor y vida, y la muerte, que agora parece que triunfa dellos, quede vencida y rendida á sus piés. Con la esperanza de la restitucion deste dia se consolaban aquellos santos mozos Macabeos, valientes en sufrir lastimosas muertes para no desamparar sus leyes. El uno dellos, cuando le piden las manos para cortárselas, extendiéndolas, le dice al tirano: Tu quidem scelestissime in præsenti vita nos perdis, sed rex mundi defunctos nos pro suis legibus in æternæ vitæ resurrectione suscitabit. Tú aquí nos destruyes, mas Dios en la otra vida nos restituirá lo que nos quitas. El otro, alargando manos, lengua y piés para que se los cortasen, áun ántes que los pidiesen los verdugos, dijo: E cœlo ista possideo, et propter Dei leges, nunc hæc ipsa despicio, quia ab ipso me recepturum spero. No recelo que me corteis las manos y la lengua, que el cielo, que me puso en la posesion primera, será en restituírmelas; y desto mismo nacia que con tan grande confianza, en medio de sus tormentos, dijesen los mártires lo que decia san Pablo: Si Deus pro nobis, quis contra nos?»

Habla luego del suicidio con razones dentro de la doctrina de que es un triunfo del espíritu sobre la materia, y en la creencia de la inmaterialidad del alma. «El otro valeroso Razias, varon amigo del bien comun de su ciudad, de buen nombre, y á quien, por el amor que les tenía, le llamaban todos, pater judæorum, como ya le hubiesen echado mano los soldados de Nicanor, hirióse con su propria espada, escogiendo más morir noblemente que subjectarse á gente pecadora, y ser tratado con afrentas ajenas de lo que su nobleza pedia. Mas como por la mucha priesa no hubiese acertado á herirse bien, y gran chusma de gente entrase por las puertas de su casa, acudió atrevidamente al muro, y despeñóse varonilmente sobre la misma gente, y estando ya para espirar, con ánimo de nuevo se levantó, y estando de piés sobre un peñasco, con ambas manos recogió sus entrañas y les dió con ellas en la cara, invocans, dice el sagrado texto, Dominatorem vitæ ac spiritus, ut hæc illi iterum redderet. Bien sé que san Augustin, mi padre, siente que en este caso pecó Razias, y que fué hecho temerario, el cual le cuenta la Escriptura sagrada, pero no le aprueba; refierele, no para que se imite, sino para que se examine y juzgue por las reglas de la verdadera doctrina. Mas Nicolao de Lira sobre este lugar dice que como el hecho de Sanson, cuando se mató á sí mismo derribando el templo, fué por orden particular que tuvo para ello del divino Espíritu, así fué este de Razias; y áun el mismo texto lo da á entender cuando refiere que al tiempo de la muerte hizo oracion á Dios y le encomendó su alma, como en el mismo punto y ocasion se refiere del valeroso Sanson; fuera de que las palabras de que usa la Escritura al refe

cometerle á este mismo en tempestad una nave para que contrastase los vientos, sería error conocido; por el mismo caso pudieran ver, no caber en razon que la providencia sumamente sábia de Dios, en un cuerpo tan indomable, y de tan malos siniestros, y en tanta tempestad de olas de viciosos deseos como en nosotros sentimos, pusiese para su gobierno una razon tan flaca y tan desnuda

de toda buena doctrina, como es la nuestra cuando nacemos. Ni pudieran decir que en esperanza de la doctrina venidera, y de las fuerzas que con los años podia cobrar la razon, le encomendó Dios aqueste gobierno y la colocó en medio de sus enemigos sola. »

(1) Fray Jerónimo de San José, libro citado.

rir este caso, si bien se consideran, son en alabanza suya. Esto supuesto, que me parece más cierto, aquel ánimo denodado con que se dió de puñaladas, cosa que la naturaleza aborrece; el valor con que se arrojó del muro; el esfuerzo con que teniendo ya la alma entre los dientes se levantó otra vez y puso en pié; el arriscamiento con que sus mismas entrañas las arrojó sobre los enemigos suyos, ¿quién le puso en el pecho de Razias? no otra cosa sino la esperanza firme y cierta que tenía desta general restitucion, pues confesando esa verdad en su oracion, entrega á Dios su alma. Tempora restitutionis. Tiempo de restitucion, en que se les restituye la honra, que les quitaban los malos, cuyo es proprio y antiguo oficio burlar, infamar y desacreditar la virtud.. Así discurria sobre el suicidio un filósofo cristiano.

Echo de ménos en este pasaje el recuerdo de lo que san Jerónimo escribió acerca del suicidio, no autorizándolo sino sólo en el extremo caso de peligrar la castidad (1); pasaje que un sabio prelado español moderno considera demasiado oscuro para que pueda decirse rotundamente que aquel santo doctor enseñó una máxima moral contraria á la doctrina de la Iglesia y contraria á la de su contemporáneo san Agustin. Hoy es un punto resuelto por todos los moralistas cristianos que en ningun caso es lícito suicidarse por conservar la castidad, y algunos llegan hasta á tachar de herética la doctrina contraria. Si san Jerónimo exceptuó realmente el caso de la castidad, fué sin duda, segun el doctisimo y discreto parecer que se dignó conquistarse el jlustre prelado de que hablo (2), porque la Iglesia venera como santas á algunas vírgenes cristianas que lo hicieron en ese caso por un movimiento especialísimo del Espíritu Santo, y haber manifestado Dios posteriormente de una inequívoca manera la santidad de esas personas. Si no se admitiese esta explicacion, habria que decir que esos suicidios laudables se hicieron por un error ajeno de culpa, porque cabe en cierta clase de personas ignorancia invencible respecto de este punto.

Tenía fray Basilio Ponce de Leon tan alta idea de su tio fray Luis, que lo calificaba de hombre bastante para honrar un mundo, cuanto más una religion y un siglo.

Otro de los filósofos cristianos de esta época, dejando, no en olvido, sino con la estimacion que merecen sus escritos por más conocidos, como los de san Juan de la Cruz, fray Luis de Granada, Juan de Ávila, fray Pedro Malon de Chaide y otros, fué FRAY JUAN DE DUEÑAS, religioso del órden de San Francisco, autor del libro intitulado Espejo de consolacion de tristes (1550).

¡Con qué novedad y elocuencia discurre sobre importantes cuestiones morales!

Si una sola y verdadera virtud hace à un hombre grande, y tan grande que por ella sola tenga renombre y sea en estima tenido, ¿qué será donde todas juntas se hallen ?

Examinando las causas de ser el hombre más inclinado al mal que al bien, se expresa en estos términos:

<Comunmente aquellas causas que nos incitan al mal y para el mal, y nos inducen y atraen á él, están presentes á nosotros y á ojos vistos las vemos; mas el fin y premio de la virtud está ausente de nosotros.

El bien no se hace sino con concurso de todas las circunstancias que son debidas para aquel bien; mas el mal, para que sea mal y obra no buena, basta y es suficiente una sola circunstancia.

>Contínuamente corremos y caminamos para un principio, conviene á saber, á nonada, y á ser aniquilados, de donde trajimos origen y principio.

>La inclinacion de pecar que nos mueve y provoca al mal y nos hace prontos y dispuestos, está dentro de nosotros mismos, mas la gloria que procuramos y hallamos está fuera de nosotros. >Las fuerzas del ánima para amar las cosas temporales son activas; mas para aquellas cosas que son de gracia y gloria, son en alguna manera materiales y pasivas. Las virtudes no se pueden haber por manera de adquisicion, sino por modo de recibimiento, porque el mal es de nosotros mismos, y por nosotros mismos lo podemos hacer y poner por obra, mas el bien no, sino ayudándonos la gracia divina..

Seguidamente trata del hombre para con la Divinidad, y exclama :

Todas las cosas obedecen á Dios; solo el hombre resiste y contradice á su divina voluntad.,

(1) Non est enim nostrum mortem arripere, sed illatam ab aliis libenter excipere. Unde et in persecutionibus non licet propria perire manu, absque œo abi castitas periclitatur; sed percutienti collafsubmittere. (Cap. 1, sobre Jonás.)

(2) Es el eminentísimo señor García de la Cuesta, arzobispo de Santiago, varon de tan gran sabiduría, discrecion y virtudes.

Antes dice: «Las criaturas irracionales y sensibles obedecen á Dios, y tú, que eres racional, ¿contra. dices á Dios? El sol ni la luna ni las estrellas no se apartan de sus caminos y senderos...... conforme á la voluntad de Dios, los campos son hermoseados de flores, la tierra es fecundada con agua, la selva y montaña es adornada de muy espesos árboles llenos de flores y frutas. En los bosques está la avecita citarizando y cantando..

Trata del pueblo de Israel y de que Dios quiso ser su rey y ejercer sobre él la soberanía, y concluye:

El mismo Señor quiso ser inmediato rey de aquel pueblo, por cuya causa y razon por sí mismo le dió la ley en el monte Sinaí..... por donde quiso que los hombres que fuesen puestos por gobernadores de aquel pueblo, que fuesen como sus vicarios, y no reyes ni señores, como parece en Moisés y en Josué y en los otros jueces que despues dellos sucedieron hasta Samuel; de aquí consta y parece que los hijos de Israel en demandar rey hicieron contra la ordenacion divina, demandando hombre mortal por rey sobre sí, que los oviese de gobernar.

En los discursos de DUEÑAS sobre el mal hay mucho del pensamiento que más tarde explanó Bersecio cuando dijo que el mal es siempre más probable que el bien.

Como modelo de su gran talento libre y filosófico dentro de la fe, presento á FRAY JUAN De los ÁNGELES, autor de los Diálogos de la conquista del espiritual y secreto reino de Dios, que, segun el Evangelio, está dentro de nosotros mismos (Madrid, 1555). Véase cómo discurre sobre su perfeccion.

La perfeccion no está en mucho ayunar ni en abrirse las carnes con azotes, ni en altas contemplaciones, sino en ajustarse el alma con la voluntad de su Señor Dios, sin cuidado de otra cosa criada, y cuando ésta se hiciere, estar muy contento; y cierto aprovecha mucho para la perfecta abnegacion sujetarse el hombre á Dios y á los hombres, por su amor, con alegre co

razon.>

Distingue de la meditacion el pensamiento y la contemplacion en estas breves y exactísimas palabras:

El pensar es como el pintar desconcertadamente y sin arte; es hacer borrones y gastar tiempo en balde. El meditar es pintar con órden y concierto y con fin de salir con la pintura; mas el contemplar es eso mismo, pero con destreza, con facilidad y con gusto.>

Sobre la vanidad de los que investigan más de lo que debe ser, escribe este consejo oportunísimo: No gastes el tiempo en definir ni distinguir ni hacer silogismos y discursos largos, averiguando cómo es (Dios), qué figura tiene, cómo está, asentado ó levantado, de qué color, adónde moraba ántes que criase el mundo, si fué hecho, y otras impertinencias á este talle, que distraen el alma y la embarazan y privan de los gustos interiores que tendria si solamente se ocupase en la bondad deste su padre, de su sabiduría, justicia, providencia, hermosura, misericordia y largueza. ¿Por qué has tú de querer comprender al que es incomprensible, y medir con la vara corta de tu juicio al que es inmenso, y estando en el destierro saber como los que le gozan en la patria? Bástate conocer á Dios debajo de razon de bonísimo, sapientisimo, liberalísimo bien hechor y padre tuyo..

Cifra la libertad del entendimiento en desnudarse de fantasías é imágenes de cosas criadas. No és ménos notable el siguiente pasaje, que da lugar á más de una curiosa observacion : Entiende que bien me quiero es un amigo fingido y enemigo disimulado de nuestro bien, porque só especie de amistad y de bien nos acarrea nuestro mal y nuestra final condenacion. Es aquel yo á que se hallaba muerto el Apóstol por vivir en sí Cristo; es aquella ley de miembros que contradice á la ley del espíritu y nos lleva cautivos á la ley del pecado; es aquel afecto de carne que san Pablo llamó sabiduría, que ni está sujeto á la ley de Dios ni puede estarlo.›

Aquí se ve usado el yo de los modernos filósofos, el yo tomado de san Pablo: No vivo yo en mí, sino quien vive en mi es Jesucristo; el yo alma, que tiene conciencia de sí misma y que al par es objeto y sujeto del pensamiento, de donde han nacido las doctrinas de un Bertkeley, de un Hume y de un Fichte, que defienden que nada puede conocer el hombre fuera del yo.

Sobre el amor del hombre para con las criaturas escribe FRAY JUAN DE LOS ÁNGELES estas oportunas razones: En todas ellas hay órden, como sabes, y unas más y otras ménos, cada cual representa á Dios y le imita; más las que viven que las que no tienen vida, más las que sienten que las que carecen de entendimiento..... En el hombre se halla el último grado de imitar, y por consiguiente es cumplida imágen de Dios..... Esto entiende cuanto al ánima, porque siendo Dios todo espiritual é intelectual, de ninguna manera podia ser su imágen corporal, y colige de aquí,

como buen lógico, que si despues de Dios luego se ha de amar su imágen, que su amor principalmente ha de ser espiritual, pues lo es la imágen de Dios, y general, pues que todos los hombres, en cuanto á hombres, representan á Dios y son retratos y imágenes suyas vivas, ora sean amigos, ora enemigos, ora se dañen, ora se aprovechen, porque en tanto que no dejaren de ser hombres, no pueden dejar de ser imágen de Dios, ni de amarlos si amas á Dios..... Pon los ojos en todas las criaturas que Dios crió para servicio del hombre, y verás que sin ninguna diferencia sirven á todos los hombres, á ninguno más que á otro, ni tienen más cuenta con el rey que con el plebeyo, con el pobre que con el rico, con el grande que con el pequeño; igualmente trabajan por todos.

Preguntábase el autor de dónde nació esta generalidad é igualdad de servicios para con los hombres, y se respondia que de la ordenacion del Creador, porque como todos somos un hombre en cuanto à la naturaleza é imágen suya, quiso que los servicios fuesen todos iguales y generales.

Cuán admirablemente describe el amor propio y sus estragos y peligros, especialmente en personas que han llegado á la posesion de las virtudes.

Amor propio, dice, es una complacencia que tiene el hombre de sí mismo, una secreta elevacion del alma, una tesura del corazon, que principalmente nace de las buenas obras y ejercicios espirituales, como la polilla del paño y la carcoma del madero. Hallarás hombres tan vanos tocados desta peste, que, encumbrando y levantando sus cosas hasta el cielo, de allí son malos, de donde todos toman ocasion para ser santos, haciendo ponzoña y veneno de los remedios y medicinas contra veneno..

No es ménos importante por su filosofía cristiana el tratado de los Triunfos del amor de Dios (Medina del Campo, 1595).

Defendia la opinion de que quien tiene ciencia del amor la tiene de todo el bien y mal del hombre, de todos los vicios y virtudes, de su felicidad y perdicion, y que quien esto ignora debe darse por ignorante de todo género de bien ó mal que toque al hombre. Para fray Juan de los Angeles las letras, si no se fundan sobre el amor de Dios, espada son en manos de loco y furioso; la caridad es superior á la ciencia; dice que Luthero, Zuinglio, Bucero y otros reformistas sólo hicieron caudal de las ciencias, pero no de la caridad; define el amor animal como una inclinacion y movimiento que se levanta por la aprension del bien verdadero ó aparente, es decir, que juzga el hombre importante para su sér ó más aventajado sér; entiende que nadie llevará camino derecho ó acertado si por la pasion se rige.

Fray Antonio Alvarez, citado ya, combatió en 1591 la tiranía. «Nadie piense, pues, que hay autoridad en la tierra, por crecida que sea, que llegue á poder trocar los derechos y á desatentar la justicia de su lugar; que el imperio de la ley es sobre los príncipes y no reconoce superioridad..... Así como los príncipes no son señores de la justicia para hacer libres tiranías, así tampoco lo son para dejar de ejecutarlas en sus casos debidos.

Así se expresaba con toda libertad un religioso español del siglo de Felipe II.

Por este tiempo floreció un célebre jesuita (entre tantos como hubo), que se dedicó á escribir sobre el libro del Apocalipsis sus meditaciones de más de treinta años, el PADRE LUIS DE ALCÁZAR, Sevillano, de padres, cuanto nobles, ricos. Descubrió, segun refieren memorias de su Órden, tanto ingenio en sus estudios, que sus maestros atribuian á delirios sus agudas discreciones. Un examinador les dijo: Luis no es loco, sino que sabe más que los que se llaman sus maestros. Doctísimo en la teología escolástica, y de sola humildad, á todos trataba como á sus superiores y del menor tomaba consejo, siendo su trato la expresion de su sencillez y de su verdad. Halló el eterno descanso que deseaba en 1613. Su obra Vestigatio arcani sensus in Apocalipsi. No yo, no mi amor patrio, sino Bayle en su Diccionario, dice que Hugo Grocio ha tomado de este libro una gran parte de sus ideas. En Leyden publicó, en 1687, Heidegger su obra Misterium Babylonis Magna, en que examina muchas de las hipótesis apocalípticas de ALCÁZAR.

En los filósofos cristianos españoles del siglo XVI se hallará la más cumplida refutacion de la vulgarísima cuanto absurda idea de que Cristo era un demócrata, y que por do quiera, en la Sagrada Escritura, no se halla otra cosa que la defensa de la democracia y la condenacion de todo pen

samiento contrario á ella.

FRAY JUAN DE PINEDA, religioso de la órden de San Francisco, no el padre Juan de Pineda, de la Compañía de Jesus, despues de decir que el Bautista fué de ambas las dos tribus señaladas,

f

de la real de Judá y de la sacerdotal de Leví, dice: «Habiendo sido en tales condiciones los padres del Baptista, no es impertinente quererle honrar con la honra que sus padres merecieron mediante la nobleza de su sangre..... Añade Platon que la gloriosa fama de los padres es un magnífico tesoro y resplandor ilustre para los hijos, lo cual yo no entiendo solamente para entre los hombres; pues en el onceno libro de sus leyes dice que se goza Dios con los padres honrados, y parece ayudar mucho á este sentimiento haber dicho Dios que perdona á muchos que le ofenden por amor de su siervo David, cuyos descendientes aquéllos fueron..... En abono de la estima de la buena casta, noto aquello que Dios dijo á Abraham, y despues á su nieto Jabob, cuando, entre muchas cosas notables, les prometió que habria reyes en su posteridad, lo cual Dios no les prometiera si no lo estimára por cosa loable; y pues Dios lo dió en merced y lo estimó, bien es que los hombres lo estimen y aprecien, con condicion que no sea en más de lo que vale (1).

Un religioso dominico, que escribió en 1556 el Inventario de perfecta religion, recuerda: 1.o, que santo Tomas decia que para el gobierno de una república no es ménos peligrosa la sabiduría villana que la nobleza rica; 2.o, que en el Deuteronomio Moisés escribia de su república: Constitui ex vobis decanos et centuriones viros sapientes et nobiles; Bien sabeis que escogi de entre vosotros varones sabios y nobles para caudillos; 3.°, aquel proverbio, Beata terra cujus rex nobilis est; Bienaventurada la tierra cuyo rey es noble, esto es, noblemente aventajado en la semejanza divina; 4.o, que Moisés se crió en un palacio real por la infanta hija del rey Faraon, para que con la sabiduría del cielo tuviese la modestia, cortesía, compostura y buena crianza que entre nobles y grandes se usa.

A más de esto, Jesucristo se presentó en el mundo como descendiente de David, es decir, de estirpe régia.

Recuerda ademas que el ángel Rafael se apellidó de la mayor nobleza que en la tierra habia para que Tobías le tiase la guarda de su hijo.

Estos argumentos ninguna fuerza tendrán para filósofos incrédulos; pero como los que quieren hacer á Cristo un demagogo empiezan á dar á entender que creen, pero creyendo á su manera; con esos testimonios se puede desvanecer el error en que están desde el último siglo, pretendiendo que la igualdad que la doctrina evangélica asienta, igualdad para todos los hombres ante el acatamiento divino y para los bienes y para el castigo, es la igualdad para el mundo, en que todos somos desiguales en el rostro, en la estatura, en la inteligencia, en las virtudes y en los vicios, y hasta en el modo de nacer y morir; pues unos hombres nacen felices y otros laboriosamente, y unos mueren en dolores agudísimos y otros sin sentimiento ó de repente, de donde se ve que la igualdad, que tan mal se entiende y se predica, es contra las leyes de la misma naturaleza, que á todos nos ha hecho y nos mantiene desiguales (2).

Otro de los grandes filósofos cristianos que nos dió la España de Carlos V y Felipe II fué FRAY DIONISIO DE VALTANAS, religioso dominico, que llegó á gran ancianidad, pero siempre dedicado á la composicion de libros de religion y de toda enseñanza científica.

En el de la doctrina cristiana (3) hay notabilísimos pensamientos, expresados con admirable libertad filosófica. Véanse algunos:

El primer efecto de la ignorancia es, que el ignorante no procura salir de ella, ni busca remedio para quitar de sí tan gran mal.

>Más caro cuesta y más trabajos pasan los malos por el infierno que los buenos por el cielo. >Más hizo Dios para mostrarnos su amor que para mostrarnos su poder y saber, porque más es estar enclavado Dios en la cruz y crucificado por amor de los hombres, que crear todo el uni

verso. >

Cosa es, cierto, digna de notar: ántes que nosotros fuésemos nos amó Dios.

(1) Libro de la vida y excelencias maravillosas del glorioso san Juan Baptista; Barcelona, 1596.

(2) Los filósofos modernos italianos, al hablar de la igualdad, dicen unos, como Gallenga, que nada hay más liberticida que ella, pues destruye el individualismo, gérmen de toda existencia libre, y que la barbarie odia el cultivo y las plantaciones, así como el tártaro moderno, á semejanza del antiguo scita, no quiere otra cosa que campos desnudos, donde no halle obstáculos para las car

reras de sus caballos y la impetuosidad de sus acometidas. Otros, como Mamiami, afirman que la libertad es una cosa grande y hermosa; que el más sagrado derecho es la igualdad ante la ley, pero que jamas Platon ni Mazzini encontraron una república que no hiciese distincion entre las clases cuerdas y las que no lo son.

(3) Doctrina cristiana, en que se trata de lo que debe cada uno creer, huir, tener, obrar, desear, y qué cosa es Dios, por fray Dionisio de Valtanas; 1555.

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