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hallarán desengañados y corridos sobre título de pobres.

464. Las semillas de los males que se van introduciendo en un Estado apenas se echan de ver, de pequeñas; pero suelen con el tiempo levantar árboles tan altos y echar tan hondas raíces, que para haber de arrancarlas son menester fuerzas extraordinarias 6 terremotos.

465. Los tratos de paz ó tregua, despues de bien acordados, conviene firmarlos presto; porque jamas faltan poderosos que desean y procuran descomponerlos, y los tiempos de suyo traen ocasiones que ayudan á sus intentos.

466. Hay hombres de su natural tan rústicos en el trato, arrogantes y soberbios, que tienen por caso de ménos valer hablaros sin mostrar ceño, y éstos son los más pesados y peligrosos necios del mundo; porque no podeis tratar con ellos sin tener las armas en las manos ó la paciencia de Job.

467. Es muy grande error dejarse envejecer sirviendo, sin pedir merced á tiempo que hayan menester vuestros servicios; porque de los pasados se tiene poca memoria, cuando los presentes y venideros no pueden acordarlos.

468. A los que presumen de valientes los conviene mucho tener seso y servirse dél más veces que de la espada, porque las armas sacan la vida á la suerte.

469. Muy aparejada es la prudencia para conservar la buena suerte, pero el hombre sabio tanto ménos se ha de fiar de la fortuna, cuanto más se le muestra favorable.

470. Los hombres principales siendo mozos y profesando servir á su rey en cargos militares, han de procurar mucho apartarse de las blanduras de Vénus; porque suelen afeminar los ánimos de manera que llegan á aborrecer los trabajos honrosos, con que pierden la fama y el renombre que la esperanza prometia de sus obras.

471. Las mujeres principales que usan de libertad y soltura demasiada, bastan á pervertir las buenas costumbres de todo un reino; porque sus ejemplos son ardientes como fuego de alquitran, que hasta las piedras abrasa.

472. Pueden los reyes engrandecer á los homles, pero no pueden mejorarlos; porque la virtud 10 se da ni se recibe en dón, como la hacienda y los CArgos.

473. Dejar discurrir el tiempo de la tregua y descuidarse de tratar de paz ó conciertos firmes, no es de capitanes prácticos ni de hombres bien informados de las mudanzas del tiempo; y en efecto, las treguas se hacen para diferir los males, y las paces para remediarlos del todo.

474. El tiempo ha trocado en poco espacio las cosas, de manera que adonde se fiaban más los hombres de las fuerzas que del consejo, ya no hay consejo ni fuerzas que basten á librarlos de la total ruina.

475. Habemos de esperar buenos sucesos, mas no tener confianza dellos; porque la fortuna es vária y no se deja regir por razon ni por fuerza.

476. Los que desean hacer algun hecho de impor

tancia han de alargar la consideracion y extenderla por todo el discurso de la obra; porque en el progreso y fin de las empresas siempre suele haber mayores dificultades que en el principio dellas.

477. Los hombres que dejan todos los cuidados sólo con fin de alargarse la vida, suelen descuidarse tambien de los negocios del alma, no osando pensar en la muerte.

478. Como la mayor parte de los que nacen agora no heredan valor de sus padres ni se acuerdan de sus abuelos, no sienten la servidumbre y con ella viven contentos; porque en fin, cada animal se recrea en su elemento.

479. En la próspera fortuna se ha de temer la contraria y prevenirse, pues sobre las cosas movibles no es bien estar descuidado.

480. En las mayores adversidades son más seguras las resoluciones animosas que las muy consideradas, porque en los grandes peligros tener grande ánimo es la parte más principal del remedio.

481. Si la necedad y la locura faltasen del mundo, no se podria vivir en él; porque la cordura y la prudencia no querrian ocuparse en aquellas cosas que ellas tratan, sin las cuales quedaria coja y manca la vida comun de los hombres.

482. No hay hombre en el mundo que no sea avisado, porque las mudanzas del tiempo avisan á todos; pero son muy pocos los que toman de los avisos aviso, y deste descuido se engendran los yerros, creciendo y multiplicando cadal dia.

483. Aunque la vida humana es breve para larga experiencia, puede la memoria discurrir por la del mundo, que es larguísima, y por ella dando alcance á seis mil años pasados, juzgar bien de lo presente y áun adevinar lo porvenir.

484. Si los hombres entendiesen bien el lenguaje del mundo, aprenderian mejor á vivir en él; porque dice las verdades obrando, sin tener respeto á grandes ni pequeños, y muestra los desengaños claros y manifiestos.

485. Han llegado á ser los tiempos de manera, que es maravilla que los hombres de buen entendimiento no se vuelvan éticos ó tísicos, sirviéndose de la memoria, pues no puede ya acordarles cosa alguna que no dé congoja y pena, y acreciente el sentimiento de las miserias presentes.

486. Aunque son difíciles de averiguar las culpas de los hombres poderosos, no por eso han de perder el derecho de las defensas, porque del castigo sin ellas suelen resentirse los amigos y áun los enemigos.

487. Adonde la sospecha y los antojos son testigos y los dan por abonados, no hay razon que valga.

488. Aquellos cuya conciencia no los trae muy seguros, si cuando están enculpados de algun delito se escapan del mayor aprieto, se dan por muy bien librados, aunque sea dejando la capa y el sayo, especialmente cuando peligra la honra y la hacienda.

489. Encomendar el gobierno público á los que han enriquecido codiciosamente, es echarle á los leones; porque siempre están hambrientos, y en viendo la presa se arrojan á ella.

los del todo; porque vemos que áun los gatos, puestos en aprieto, arremeten como leones.

490. La prueba del villano rico es, despues de haberle hecho muchas amistades, pedirle prestado y diferirle un poco la paga; porque luego le veréis ir angustado ó ceñudo, y haciendo dil gencias para cobrar su dinero, por más que le sobre.

491. El hombre de valor y de pecho en todas ocasiones le ha de mostrar, pero tiempos hay en que el mostrarle puede ser dañoso á sí mesmo y al bien público; y en tal caso, conviene más valerse del cuerdo sufrimiento que del valor proprio.

492. Los que en algo han desgustado al que gobierna, procuren gobernarse bien; porque se la guardan para su tiempo y sazon, y no la dejan pasar sin asir della.

493. Por castigo riguroso permite Dios que haya pleitos y que los abogados hallen en sus libros la forma de encender y dilatar las diferencias, para que las dilaciones vayan royendo la hacienda y la paciencia. de los necios, que pudiendo concertarse litigan.

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496. Las horas y provechos de los cargos han llegado ya á ser de manera que muchos hombres honrados desean dar con la carga en el suelo.

497. Tres operaciones, hace la prudencia sobre tiempos diferentes : callar, hab'ar y obrar; pero cada cosa de éstas, á más de la sazon, requiere peso y medida.

498. Todos los negocios tienen principio, progreso y fin; el principio requiere mucho seso, el progreso seso y paciencia, y el fin, de cualquiera manera que sea, pide ánimo sosegado.

499. A los poderosos que piden amenazando, es cordura concederles algo de gracia; especialmente cuando los tiempos no son al propósito para denegarlo todo.

500. Es tan abundosa y vária la materia de que pueden formarse estos Conceptos, que de un entendimiento práctico podrian salir cada dia más Cente

de la república) no saben hallar ya remedios preser-llas que de una fragua de herrero; pero no piensen

vativos, ni aplicar los curativos en la cantidad, forma y sazon conviniente, todo va de mal en peor y sin esperanza de salud.

495. Los caballos y los hombres se han de amansar con regalos y castigos moderados, sin desesperar

por esto los que presumen de agudos, que salgan hechas acaso, porque habilidad es menester y seso acomodado, prendas de naturaleza que no se dan á todos igualmente.

BALTASAR GRACIAN.

JUICIOS CRITICOS.

I.

(De las Memorias para la Historia de las Ciencias y las Bellas Artes.-Trevoux (1), Febrero de 1724.) BALTASAR GRACIAN, uno de los mejores talentos que ha tenido España en el último siglo, es de todo el mundo admirado desde mucho tiempo, bajo el testimonio de literatos que lo han leido, pero se han querido reservar el placer de leerlo y de gustar sus bellezas. Al hacer el elogio de GRACIAN, aseguraban que era inuy dificil entenderlo, y mucho más dificil aún el traducirlo. En efecto, GRACIAN tiene un talento elevado y nobles los sentimientos, carácter propio de su nacion; piensa mucho y piensa bien sus pensamientos encierran más de lo que demuestran al talento, y si piensa de distinto modo que los demas, es porque escribe las cosas tales cuales son, en tanto que la mayor parte de los hombres no se fijan sino en la superficie de ellas, juzgando segun su carácter, su inclinacion y su gusto, y sigue solamente á las preocupaciones ó el sentir de aquellos que han hablado ántes.

El estilo de GRACIAN corresponde á su manera de pensar; es rico y conciso, y si me permite esta explicacion, brillante y oscuro al propio tiempo; es decir, que GRACIAN piensa de un modo que hiere de un pronto el entendimiento, y le presenta una infinidad de cosas que percibe confusamente, y que al fin descubre con más distincion en deteniéndose y reflexionando. Se debe gratitud á los que traducen á un autor de tal carácter, el cual conoce perfectamente las costumbres, y habla de los hombres como si siempre hubiese vivido en la córte y en el gran mundo..... No hay obra de moral que encierre tanto como el libro del Discreto. Sus máximas son reflexiones, y su carácter vale él solo más que muchos tratados muy extensos.

II.

(De las mismas Memorias.-Abril de 1723.)

El Héroe es la primera de todas las obras de GRACIAN; es decir, de aquellas que tenemos de él..... GRACIAN no se remonta á las cualidades propias de héroe guerrero; se extiende á todos los que son héroes en todo género. En una palabra; su propósito es llevar los hombres al heroismo..... Llama héroes á todos los personajes ilustres, los grandes militares, los grandes talentos en la política; los grandes hombres en la magistratura, los genios extraordinarios para las ciencias, etc. En efecto, se puede asegurar que todos los grandes hombres se señalan en un sentido, y es en aquel de que la naturaleza los ha distinguido con un misino sello. Por diferentes que puedan ser los talentos que los hacen notables, la superioridad de su mérito pone entre ellos una cosa que les es comun.

Tal es el propósito general del Héroc.....

Si un censor pretende que el nombre de héroe está reservado únicamente á los grandes capitanes, y no se puede aplicar á los sabios, no piensa como GRACIAN ni como los maestros del lenguaje. Monsieur Despreaux piensa de esta suerte, dirigiéndose á los señores de la Academia: «Haceis vosotros revivir gloriosamente á los Tucidides, á los Jenofontes, á los Tácitos y todos los otros héroes de la sábia antigüedad.

El nombre de héroe viene del griego por el latin con esta significacion..

(1) Del juicio crítico del Discreto, traducido por el padre Courbeville.

III.

(De las mismas Memorias.-Junio de 1730.)

Estudiar en sí mismo y estudiar á los hombres en los mismos hombres, es un estudio muy útil para aprender el arte de ser dichosos en el mundo, y de serlo de una manera noble y digna del hombre; pero es un trabajoso estudio, que pide una constancia, un gusto y un discernimiento raros..... Vemos en las Reflexiones de la Rochefoucault, en los Caractéres de la Bruyère y en las Máximas de GRACIAN, lo que pasa en el trato de los hombres, lo que hay de más íntimo en nosotros mismos; los medios, en fin, de hallar en el mismo trato de los hombres el agrado, la felicidad que buscamos.....

Monsieur Arnelot (en su traduccion) ha intitulado la obra El hombre de la córte. ¿Es justo este título? ¿Conviene al objeto de GRACIAN? Este autor no tuvo más fin que llevarnos á la virtud, pero á la virtud clarísima y prudente.

La obra sirve de igual modo lo mismo al cortesano, que al guerrero, que al negociante, que al eclesiástico, etc.; porque la prudencia es necesaria en todos los estados de la vida humana. Ésta es una coleccion de máximas que encierran, por decirlo así, un arte de prudencia; el arte de vivir de una manera del hombre y de ser dichoso en el trato de los hombres..... Por ellas se ve cómo el hombre debe proceder con respecto á sí mismo, con respecto á los otros hombres y con respecto á Dios; es decir, lo que se debe á sí mismo, lo que debe al mundo y lo que debe á Dios, para ser feliz en este mundo ántes de poseerlo en el otro.

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Tiempo habia que los pedantescos comentadores de Góngora escribian en prosa con ridícula afectacion, pero ningun talento superior habia sido inticionado de este contagio ántes que Lorenzo ó BALTASAR GRACIAN fuese el autor de moda. No mencionan los literatos circunstancia alguna de la vida de este escritor notable. Sólo se sabe que murió el año de 1652. Parece como que él mismo quiso ocultar su existencia literaria, porque las obras que aparecen cual de Lorenzo Gracian, pasan como de BALTASAR, jesuita y hermano de aquél. Nada consta de este Lorenzo, que ha dado nombre á los escritos de su hermano, que en efecto son medianamente jesuíticos.

Tratan, en general, de la moral del gran mundo, de la teología moral, de la poética y de la retórica. El más voluminoso de todos es el que tiene el pedantesco título de El Criticon, cuadro alegórico y moral de la vida humana, dividido en períodos, que el autor llama crisis. Prueba este libro que GRACIAN pudo ser un escritor excelente, si no hubiese querido ser un escritor extraordinario. Se reconoce en él un fino ingenio, que entra en muchas consideraciones fuera del órden vulgar, y que para nada tener de vulgar, se ve compelido á renunciar á lo natural y al sentido comun. Se contempla en todo un gran esfuerzo de talento, pero del talento más sutil, que se expresa en el lenguaje más precioso; y esta suerte de talento y de lenguaje sorprende, sobre todo en una obra cuya objeto es verdaderamente grande, pues que trata de las relaciones esenciales del hombre con la naturaleza y con su autor. Hay, sin embargo, mucho más esmero en los escritos pequeños de GRACIAN, en que desarrolla su teoría sobre las facultades intelectuales y de la habilidad, que hace que se salga bien en las cosas del mundo (1). En estos libros se encuentran observaciones muy atinadas, expresadas muy inteligiblemente. En otro tiempo se leia mucho su Oráculo manual, especie de coleccion de máximas útiles, mezcla de bueno y de malo, de sana razon y sutilidades sofisticas. No olvida el gran principio de la moral práctica de los jesuitas, hacerse á todos, ni su máxima favorita, que para ser buena necesitaria tener una interpretacion diferente, en nada vulgar..

(1) Reduce GRACIAN todos los talentos y todas las facultades del talento á dos principales, que llama

genio é ingenio. Estos son los dos ejes de la gloria del hombre de mérito..

EL DISCRETO,

DE BALTASAR GRACIAN,

QUE PUBLICÓ

DON VINCENCIO JUAN DE LASTANOSA.

GENIO Y INGENIO.

ELOGIO..

Estos dos son los dos ejes del lucimiento discreto; la naturaleza los alterna y el arte los realza. Es el hombre aquel célebre Microcosmos, y el alma, su firmamento. Hermanados el genio y el ingenio, en verificacion de Atlante y de Alcides, aseguran el briIlar, por lo dichoso y lo lucido, á todo el resto de prendas.

El uno sin el otro fué en muchos felicidad á media3, acusando la envidia ó el descuido de la suerte.

Plausible fué siempre lo entendido, pero infeliz sin el realce de una agradable genial inclinacion; y al contrario, la misma especiosidad del genio hace más censurable la falta del ingenio.

Juiciosamente algunos, y no de vulgar voto, negaron poderse hallar la genial felicidad sin la valentía del entender; y lo confirman con la misma denominacion de genio, que está indicando originarse del ingenio; pero la experiencia nos desengaña fiel, y nos avisa sábia, con repetidos monstruos, en quienes se censuran barajados totalmente.

Son culto ornato del alma, realces cultos; mas lo entendido, entre todos corona la perfeccion. Lo que es el sol en él mayor, es en el mundo menor el ingenio. Y aun por eso fingieron á Apolo dios de la discrecion. Toda ventaja en el entender lo es en el ser; y en cualquier exceso de discurso no va ménos que el ser más ó ménos persona.

Por lo capaz se adelantó el hombre á los brutos, y los ángeles al hombre, y áun presume constituir en su primera formalísima infinidad á la misma divina esencia. Tanta es la eminente superioridad de lo entendido.

Un sentido que nos falte, nos priva de una gran porcion de vida, y deja como manco el ánimo. ¿Qué será faltar en muchos un grado en el concebir y una ventaja en el discurrir, que son diferentes eminencias?

Hay á veces entre un hombre y otro casi otra tanta distancia como entre el hombre y la bestia, si no en la sustancia, en la circunstancia; si no en la vitalidad, en el ejercicio de ella.

Bien pudiera de muchos exclamar crítica la vulpeja: ¡oh, testa hermosa, mas no tiene interior! En tí hallo el vacuo, que tantos sabios juzgaron imposible. Sagaz anatomía mirar las cosas por dentro; engaña de ordinario la aparente hermosura, dorando la fea necedad; y si calláre, podrá desmentir el más simple de los brutos á la más astuta de ellos, conservando la piel de su apariencia. Que siempre curaron de necios los callados, ni se contenta el silencio con desmentir lo falto, sino que lo equivoca en misterioso.

Pero el galante genio se vió sublimado á deidad en aquel, no solamente cojo, sino ciego tiempo, para exageracion de su importancia á precio de su eminencia; los que más moderadamente erraron, lo llamaron inteligencia asistente al menor de los universos. Cristiano ya el filosofar, no le distingue de una tan feliz cuanto superior inclinacion.

Sea, pues, el genio singular, pero no anómalo; sazonado, no paradoxo; en pocos se admira como se desea, pues ni áun el heroico se halla en todos los príncipes, ni el culto en todos los discretos.

Nace de una sublime naturaleza, favorecida en todo de sus causas; supone la sazon del temperamento para la mayor alteza de ánimo, débesele la propension á los bizarros asuntos, la eleccion de los glorioscs empleos, ni se puede exagerar su buen delecto.

No es un genio para todos los empleos, ni todos los puestos para cualquier ingenio, ya por superior, ya por vulgar. Tal vez se ajustará aquél y repugnará éste, y tal vez se unirán entrambos, ó en la conformidad ó en la desconveniencia.

Engaña muchas veces la pasion, y no pocas la obligacion, barajando los empleos á los genios; vistiera prudente toga el que desgraciado arnes; acertado aforismo el de Chiló, conocerse y aplicarse.

Comience por sí mismo el discreto á saber, sabiéndose; alerte á su Minerva, así genial como discursiva, y déle aliento si es ingenua. Siempre fué desdicha el violentar la cordura, y áun urgencia alguna vez, que es un fatal tormento, porque se ha de remar entonces contra las corrientes del gusto, del ingenio y de la estrella.

Hasta en los países se experimenta esta connatural proporcion, ó esta genial antipatía; más sensible

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