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establecer un camino militar de Veracruz á Perote, lo que tampoco tuvo efecto por entonces.

1815. Julio á

» El 18 de Junio ancló en Veracruz la fra

Diciembre. gata de guerra Sabina, dando convoy á nueve buques mercantes (1) en que venian el regimiento de infantería de «Las cuatro órdenes militares,» de dos batallones con mil ciento veintitres plazas, cuyo coronel era Don Francisco Llamas, y el batallon de Navarra con quinientas noventa y cinco, á las órdenes del coronel D. José Ruiz. Miyares, que se habia adelantado en una goleta, atento á preservar la tropa de su mando de los efectos del clima, la hizo desembarcar y marchar á Jalapa el dia siguiente, dejando los equipajes y tomando para el transporte de los soldados, los caballos de los lanceros y los carros de la policia de Veracruz. Con estas precauciones, aunque estuviese tan adelantada la estacion enfermiza, logró hacer subir su tropa á país sano, sin haber tenido mas baja que la de veintisiete hombres, nueve de los cuales murieron ahogados de calor. Miyares conoció luego por el ligero reconocimiento que del país pudo hacer en su viaje á Jalapa, que el sistema que hasta entonces se habia seguido, de hacer marchar de tiempo en tiempo convoyes con fuertes escoltas que pasaban con dificultad, sin mas resultado que el de conducir con no poco riesgo y á mucha costa los cargamentos, no podia producir el efecto que se deseaba de asegurar la libre comunicacion entre la capital y el puerto: por lo que propuso al virey un plan que abrazaba

(1) Gaceta extraordinaria de 30 de Junio, núm. 758, fol. 677, última de la primera parte del tom. VI.

apoyo

los dos caminos de Jalapa y las Villas, estableciendo almacenes en Perote, cuya fortaleza debia servir como de centro de las operaciones, para lo cual era necesario hacer en ella considerables reparaciones, debiéndose poner en estado de operar activamente los realistas de Jalacingo, Tlapacoyan y Zacapuaxtla, á quienes pasó revista, y formar un camino militar de Perote á Veracruz, construyendo fortines en los sitios oportunos, que sirviesen de punto de á las escoltas de los convoyes, que con esto serian poco numerosas, impidiendo por este medio que los insurgentes se atrincherasen en los pasos difíciles, que era menester tomar á viva fuerza al paso de cada convoy. El virey no solo aprobó este plan que era el mismo que él habia concebido y estaba contenido en cinco cuadernos de documentos que remitió á Miyares, sino que en cumplimiento de las órdenes que habia recibido del inspector general de Indias, Abadía, lo autorizó con las mas amplias facultades, (1) poniendo bajo su mando una demarcacion militar segregada de la comandancia del ejército del Sur y compuesta de los distritos de Jalapa, Córdoba y Orizaba, con el del gobierno de Perote, con el nombre de «Comandancia general de las Villas,» concediéndole la autoridad y facultades que la ordenanza asigna á los comandantes generales de provincia, y además la de disponer de los caudales y rendimientos de las rentas reales para el pago de las tropas y empleados.

Julio á

1815. >>Autorizado de esta manera Miyares, dió Diciembre. principio á sus operaciones volviendo á Ve

(1) Gaceta de 5 de Agosto, tom. VI, segunda parte, núm. 774, fol. 823.

racruz á recoger los equipajes que habia dejado en aquella plaza, y para hacerse de las acémilas que necesitaba, publicó que daria convoy quedando á su disposicion la tercera parte de las mulas con que cada arriero se presentase. A las excelentes tropas que le habian acompañado de España, agregó trescientos cincuenta hombres de la columna de granaderos y la compañía de marina con dos piezas: de la caballería hacia muy poco uso, considerándola de corta ó ninguna utilidad en la clase de terreno en que tenia que operar. Nada pudo resistir á estas fuerzas y á las hábiles maniobras del comandante, auxiliadas por la experiencia y conocimientos del país del capitan Don Manuel Rincon. Los insurgentes mandados por Victoria, habian fortificado extraordinariamente el puente del Rey, desde que tuvieron noticia del próximo paso del convoy: defendíanlo cinco parapetos construidos en diversas posiciones que se sostenian unos á otros, y el paso estaba estorbado por ramazon de espinos de la clase llamada cornezuelo, que lo hacian impenetrable. Miyares salió de Jalapa el 20 de Julio, llevando en ruedas una balsa para paso de los rios, y aunque no pudo hacer uso de ella en aquel punto por la rapidez de la corriente, aprovechó los juegos de ruedas en que era conducida, para construir sobre ellos dos manteletes á prueba de fusil, para que cubiertos con ellos, pudiesen sus soldados llegar con seguridad hasta las inmediaciones de los parapetos de los contrarios. (1) Con este auxilio dispuso el ataque el 24:

el

(1) El pormenor de todas las operaciones de Miyares es de mucho interés, pero no entra en el plan de esta obra tratar de estas materias y el lector podrá

despues de una hora de fuego, se hizo dueño del puente, y dejando en él de guarnicion un batallon del regimien– to de Ordenes, continuó con el convoy: efectuó en la balsa el paso del rio de San Juan, y con frecuentes escaramuzas en todo el viaje con la caballería de Victoria, llegó á Veracruz el 29 de Julio: volvió á salir el 2 de Agosto, y el 9 del mismo entró en Jalapa de regreso. A diferencia de lo que los demás jefes hacian, no solo no fusiló á ningun prisionero, sino que habiendo sorprendido á la gente de una ranchería en la barranca de Cantarra— nas, cerca de Paso de Ovejas, la dejó tranquila, «no encontrando, dice, motivo para molestarla, quitándole solo un machete que se encontró en la casa, é intimándole que en adelante miraria como criminal á toda persona á quien se le encontrase alguna arma.» En esta excursion desertó de las tropas reales el capitan D. Francisco Duran, (e) y habiéndose pasado á los insurgentes, organizó un buen batallon para Victoria. (1)

»Abrazando Miyares en su plan el camino de las Villas con el objeto además de fomentar el ramo del tabaco, que era el mas productivo que entonces tenia el gobierno y le habia sido especialmente recomendado por el virey, dispuso marchar á ellas: (2) mas antes juzgó necesario tener

verlo en su parte al virey de 13 de Agosto en Jalapa, publicado en la Gaceta de 9 de Setiembre núm. 789, fol. 951.

(1) Vivia todavía en 1851 en la Banderilla, cerca de Jalapa y disfrutaba retiro de coronel, cuyo empleo se le dió despues de la independencia.

(2) El parte de esta excursion no se insertó en las gacetas. Lo ha publicado Bustamante en el Cuadro histórico, tom. III, fol. 203.

1815.

Julio á

una entrevista con el brigadier Moreno Daoiz, Diciembre. comandante del ejército del Sur, para combinar con él sus operaciones, á cuyo fin lo citó para la hacienda de Tepetitlan. De allí continuó Miyares á Orizaba, y al bajar las cumbres de Aculcingo, el 14 de Setiembre, fué atacado por Luna con la caballería que tenia en Ixtapa que eran unos doscientos hombres. Rechazada esta por la segunda compañía de cazadores de Ordenes, aunque con alguna pérdida, siguió Miyares su marcha á Orizaba, quedando poco contento del frio recibimiento que se le hizo y del estado en que encontró el espíritu público en aquella villa, y para que cortase los abusos y remediase los males que notó, dejó allí con amplias facultades al coronel Ruiz con su batallon de Navarra. Por el contrario, halló muy bien dispuestos en favor de la causa real á los habitantes de Córdoba, y así lo manifestó al virey. Un temporal cerrado de lluvias le impidió llegar á Huatusco como pensaba, y el 22 de Setiembre regresó á Orizaba en donde dispuso permaneciese Ruiz, para proteger las siembras de tabaco y colectar el que hubiese en la serranía de Zongolica, debiendo despues salir al puente del Rey para reunirse allí con el mismo Miyares. Tuvo éste sin embargo que variar estas disposiciones, sabiendo que Terán, con las fuerzas de Tehuacan, cuyo mando tenia poco tiempo hacia por la prision de Rosains acaecida un mes antes, unido con Luna, Machorro y otros, ocupaba las cumbres con el objeto de impedirle el paso. Para eludir este intento y tomar al enemigo por la espalda, ordenó Miyares que Ruiz con el batallon de Navarra, tomase el camino de Maltrata, mientras él mis

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