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depositan en la cara interna de las paredes del vestíbulo.

midades que no la presentan comunican con el ángulo interno del saco. Todo el aparato está lleno, como de ordinario, de una pulpa gelatinosa, sin que las piedras que contiene se parezcan en nada por su durcza á la de los peces óseos. Su consistencia es absolutamente la del almidon humedecido con agua, dejándose hasta aplastar entre los dedos.

En los reptiles el laberinto membranoso se compone de las mismas partes que en los pcces, es decir, de tres canales y de un saco; pero algunas especies presentan una parte mas. Consiste en un vestigio de caracol. Viene á scr una produccion del saco, en forma de cono, ligeramente arqueada, que se dirige por deba

En todos los peces restantes se complica ya mas el laberinto membranoso. Siempre se compone de tres canales semicirculares mas ó menos grandes que abocan todos á un saco con diverso número de estrangulaciones, y que contiene en su interior, ademas de la pulpa ordinaria, uno, dos ó tres huesecillos, segun las especies, que presentan en los peces oseos, una dureza igual á la de la piedra, pero de consistencia de almidon en los condropterigios. Se hallan siempre suspendidos en medio de la pulpa por infinitos filamentos nerviosos. Cada uno de los tres canales semicirculares tiene un entumecimiento, en forma de ampo-jo del cráneo hacia la línea media, encontránlla, cerca del punto por donde penetra en el saco, reuniéndose dos de ellos por una de sus estremidades, de suerte que no hay mas que cinco aberturas para la comunicacion de los canales con el saco, en lugar de las seis que habria á no mediar esta reunion.

Todo cuanto concierne á estos tres canales se repite en las clases superiores segun vamos á ver. El aparato que acabamos de describir se halla situado á los lados de la cavidad del cráneo, encontrándose fijo alli mediante tejido celular, vasos y filamentos óseos Ó cartilaginosos.

Los peces difieren entre sí por la forma y la proporcion de las partes de su laberinto, y por la de los huesecillos petreos que contiene. Prescindiremos de entrar en pormenores sobre tales modificaciones, limitándonos tan solo á decir que son enteramente calizos, disolviéndose en los ácidos con viva efervescencia los huesecillos ó piedrecillas encerradas en el saco, y llamadas ahora otólitos para distinguirlos de los verdaderos huesccillos de la caja de los demas vertebrados, juntamente con las masas amiláceas ó pulverulentas denominadas otoconias.

En los condropterigios, ó sea en los peces de branquias fijas, se encuentran las mismas partes que en los demas, pero dispuestas de diferente modo. El saco se halla situado casi horizontalmente y es de figura triangular. Uno de sus ángulos, que es el mas inmediato al cerebro, se prolonga en un canal que atraviesa el cráneo y va hasta la piel esterior, no estando cerrado mas que por una delgada membrana. Esta se distingue sin necesidad de direccion porque forma al esterior una pequeña fosa muy cerca de la nuca del animal. Es probablemente análoga de la ventana oval de los animales de un órden mas elevado, desempeñando tambien las funciones de tímpano. El segundo ángulo del saco es posterior, redondeado ú oval, y contiene el mayor de los otólitos; el tercer ángulo se dirige hácia delante y al esterior, encontrándose junto á él los dos pequeños otólitos. Hay tres canales semicirculares, cada uno de las cuales tiene una ampolla como en los demas peces; y las estre

dose dividida en dos compartimientos, ó mejor en un doble canal, por medio de un doble tabique cartilaginoso. Uno de los compartimientos comunica con el saco, y el otro, que es la continuacion del primero, revolviendo sobre sí mismo, va á abocar á un agujero muy pequeño cerrado por una membrana que le separa de la caja del tímpano.

En los animales de sangre caliente, en general, el laberinto se compone en todas las especies de tres canales semicirculares, con una ampolla cada uno, de un seno comun á estos canales, llamado vestíbulo, y de un órgano de dos celdas ó compartimientos denominado caracol, sin embargo de que solo en los mamiferos se halla contorneado en espiral. Los otólitos, que son aun bastante grandes en los reptiles, se hallan reducidos en las aves á pequenísimos cristales calizos situados en el fondo del saco ó del vestibulo, porque estas dos cavidades no constituyen mas que una á lo menos en el esterior.

El laberinto de los mamíferos solo difiere del de los demas animales, porque el órgano que presenta dos celdas ó compartimientos, da verdaderamente muchas vueltas de espiral alrededor de un eje cónico, representando por tanto muy bien una concha de caracol.

En los peces óseos no hay comunicacion alguna entre el laberinto y el esterior; pues todas las partes del oido se hallan encerradas en el cráneo y recubiertas por los huesos ó á lo menos por una membrana fibrosa y por la piel.

Las ranas tienen todas una abertura en el laberinto, ó sea la ventana oval; algunos lagartos tienen ademas otra ventana redonda; y los cocodrilos presentan las dos aberturas.

La cavidad situada delante de las aberturas del laberinto se llama caja; comunica con la boca por la trompa de Eustaquio, y con el esterior por otra abertura, cerrada á veces con una membrana ténue, y otras con una piel gruesa y hasta escamosa, denominada timpano. La lámina ósea que cubre á la ventana oval se une por medio de una pieza, ó por una cadena de algunos huesecillos articulados con dicha membrana del tímpano, y comunica sus

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OIDO

conmociones al interior del vestíbulo. Los | cha está colgante, son indicio de esclavitud, huesecillos se llaman martillo, yunque, len-como puede observarse en algunas variedades ticular y estribo.

No entraremos en la morfologia de este órgano, porque de lo contrario tendriamos que dar desmesurada dimension á este articulo, que sin necesidad de pormenores, no pecará de corto, á causa de la suma importancia de la materia de que trata.

Los reptiles no tienen ningun conducto auditivo esterno, y solo los cocodrilos presentan ciertos vestigios, porque encima del timpano forma la piel una especie de labio ó de repliegue que le oculta enteramente, á no ser que esté levantado. Tal debe ser el órgano que Herodoto consideraba como oreja esterna del cocodrilo, á la cual los egipcios ponian pendientes.

domésticas del perro, de las cabras, de los
cerdos, de los carneros, etc. La oreja del ele-
fante cuelga tambien, pero por la parte pos-
terior é inferior de la concha, y no como los
anteriores.

La figura es muy variada en los diferentes
géneros y especies.

Las eminencias del oido humano son las
siguientes:

1.a El helix, ó sca el repliegue de su bor-
2.a El antehelix, casi paralela al helix.
de superior y posterior.
3. El trago, situado delante del agujero
4. El antitrago situado detrás del an-
auditivo.
terior.

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Estas diferentes partes sufren mil modificaciones en la serie de los mamíferos; desarrollándose mucho unas veces, disminuyendo otras, y borrándose algunas.

El meatu esterno de las aves es muy corto, y su orificio consiste de ordinario en un simple agujero á flor de la cabeza, rodeado de Una vez llegado el nervio acústico al caplumas de particular estructura. Son finas y elásticas; sus barbas son sencillas, delgadas, elásticas, y separadas las unas de las otras pa-nal auditivo interno, se divide en rama cora dejar paso al aire. Algunas veces son erectiles y forman penachos, moños, etc.

El meatu auditivo esterno del hombre y de los mamíferos, es óseo en su parte inferior, ó en la que está mas inmediata al tímpano; y sobre esta parte osea se ata, por medio de membranas ó de ligamentos, la parte tubulosa del cartílago del oido esterno que a veces constituye una sola pieza con el pabellon, si bien muchas veces se halla separado de él.

El conducto esterno cartilaginoso y el pabellon están destinados á facilitar la audicion, no solo reuniendo sobre el tímpano las vibraciones del aire que recogen, sino tambien trasmitiendo á esta membrana sus propias vibraciones.

En los animales que tienen oido esterno varia al infinito por su tamaño, su direccion, su figura, sus eminencias interiores, por la composision de su tubo, y en fin, por sus músculos.

mucho mayor, destinada al vestíbulo, y á los
clear, mas pequeña, y en rama vestibular,
canales semicirculares. En seguida se ramifl-
can al infinito, formando diferentes haces que
se resuelven al fin en filetes sumamente té-
nues. Tal es, en resúmen, la distribucion de
los nervios en el interior del oido.

Pasemos ahora á dar algunos pormenores cual principiaremos por trazar la marcha de sobre el mecanismo de la audicion, para lo los rayos sonoros al través del oido esterno, del medio y del interno, hasta su aplicacion al nervio acústico; indicando al propio tiempo el papel especial de cada una de las partes de este órgano.

Estando continuamente abierto el conducto auditivo esterno es muy natural que lleguen las hondas sonoras hasta la membrana del tímpano. Se ha dicho que el pabellon hacia veces sonidos y reflejándolos sobre la membrana del de una trompetilla acústica, recogiendo los tímpano; y se ha indicado que con ese objeto presentaba las siguientes favorables condiciones de estructura:

1.a Su forma cóncava hácia el esterior. 2.a Su naturaleza fibro-cartilaginosa, que 3. Su anchura opuesta á la estrechez del le comunica mucha elasticidad. conducto auditivo.

Los animales que llaman la atencion por el tamaño de la oreja, son casi todos tímidos ó nocturnos, y por consiguiente, necesitan oir bien: asi las vemos bastante grandes en los rumiantes débiles como las gacelas, los ciervos, el asno, las liebres, algunos pequeños roedores, y sobre todo los murciélagos, alguBoerhaave llegó á decir que las curvadunos de los cuales tienen la oreja mayor que toda la cabeza, y en una especie, que es el orejudo, es casi tan grande como todo el cuerpo. ras que presenta al esterior se hallaban geoLos naturalistas han observado que la aber-métricamente dispuestas de modo que reflejatura de la concha se dirige con mas frecuen-ban todas las hondas sonoras al conducto aucia hacia delante en los animales cazadores, y ditivo, pero Mr. Itard, que bien merece nueshácia atrás en los timidos. Pero este movi- tra consideracion, niega rotundamente el anmiento depende de la necesidad del momen- terior aserto, diciendo que de poco ó de nada to, y no de una disposicion anatómica, porque sirve el pabellon para la audicion. todos los animales que tienen orejas un poco largas, pueden dirigirlas á voluntad.

Las orejas, cuya parte superior de la con

Mr. Savard cree que tiene otros usos. Supone este físico que el pabellon de la oreja no tanto sirve para concentrar las hondas so

noras hacia un mismo punto, cuanto para ha-, Pero unos autores para nada han tomado en cerlas entrar en vibracion mediante su in- cuenta los hechos, y otros han supuesto que fluencia, y de consiguiente para propagarlas se coordenaba, juntamente con la cadena de por las paredes del conducto auditivo á la huesecillos, á las cualidades de los sonidos que membrana del tímpano. Partiendo de la ley debe trasmitir. Estos últimos difieren tan solo general de física de que un sonido hace com- en el modo de concebir el juego de la mempartir á todos los cuerpos situados en la es- brana bajo este punto de vista: fera aerea que le conmueve, la vibracion que le constituye, encuentra en la forma del pabellon de la oreja, en su estructura fibro-cartilaginosa y elástica, todas las condiciones propias para que este pabellon comparta fácilmente las vibraciones sonoras. En una palabra. Mr. Savard considera todo el oido esterno como un aparato destinado à repetir las vibraciones sonoras, y que por consiguiente trasmiten los sonidos á la membrana del timpano, no solo por las oscilaciones de sus propias paredes, sino tambien por las del aire que le atraviesa.

Por fin, todavía algunos autores han creido encontrar como no menos favorables las condiciones siguientes:

1. La estructura semi-ósea y semi-cartilaginosa del conducto auditivo esterno, porque asi adquiere mayor elasticidad.

2. Su curvadura que aumenta la intensidad de los sonidos.

3. Los pelos de su entrada que impiden la entrada de cuerpos no gaseosos.

4. El cerumen que por su amargor aleja å los insectos, y mantiene ó conserva en buen estado el conducto.

5. El músculo de las incisuras de Santorini, que sirve para aproximar los bordes de estas incisuras.

De todo lo dicho solo se desprende el gran deseo de los autores de asignar una funcion á las partes accesorias del órgano.

1. Los antiguos decian que la tension de la membrana del timpano tenia por objeto poner á esta membrana al unison de su producto, y ademas creian que solo entonces podia entrar en vibracion y repetir el sonido. Pero semejante idea se halla victoriosamente refutada, de modo que de ninguna manera es admisible.

2. Otros han dicho que la tension de la membrana del tímpano era relativa á la intensidad de los sonidos; que tenia por objeto hacer llegar al oido interno la oscilacion sonora, pero en un grado bastante fuerte para causar una impresion, y bastante débil para no producir dolor, pues la membrana se pone tensa cuando el sonido es demasiado débil, y se relaja si el sonido es muy fuerte. Tal era la opinion de Bichat, quien citaba en su apoyo el hecho de algunas personas que no pueden oir sonidos ordinarios sino despues que su oido ha sido herido por otros intensos, pues estos escitan la membrana del timpano á ponerse tensa.

Mr. Savart, por el contrario, partiendo del principio de física que una membrana vibra con tanta mas dificultad, y sus vibraciones son tanto mas cortas cuanto mas tensa está, conjetura que la membrana del tímpano se relaja para hacer oir los sonidos muy débiles, y se tiende para trasmitir los demasiado fuertes.

3. Por último, algunos han dicho que la tension de la membrana del timpano era relativa al tono de los sonidos.

Prescindiremos de mayores pormenores sobre la membrana del timpano, y pasemos ya á la caja del tímpano, la cual sirve para propagar las hondas sonoras. Pero ademas se ha creido que tenia otros usos, dividiéndose los autores en dos bandos, á saber:

Llegado el sonido á la membrana del timpano, entra esta en vibracion acto continuo á causa de su propia naturaleza. De los esperimentos de Mr. Savard, se deduce efectivamente que la membrana del timpano repite las oscilaciones sonoras, propagándose al través del oido medio, á las membranas de las ventanas oval y redonda. Como hay una relacion exacta por lo que hace á la direccion entre las vibraciones secundarias de los cuerpos que agi-dad de los sonidos. ta el aire conductor de un sonido, y las vibraciones primitivas de este sonido, es claro que no sufrirá alteracion su direccion. Luego ya no hay dificultad alguna en indicar los agentes de la trasmision, que son los siguientes:

1. El aire, que penetrando sin cesar, na la cavidad del timpano.

1. Unos dicen que disminuye la intensi

2. Sostienen otros que los refuerza.

Se apoyan los primeros en que el aire interior se halla muy enrarecido, y por consiguiente es menos elástico.

Se fundan los segundos en la gran elasticidad de las paredes óseas de la caja, y su anlle-chura mucho mayor en los animales de oido mas fino.

2.o La cadena de huesecillos que va del tímpano á la ventana oval.

Aun mas disidentes están los autores respecto de las células ó celdas mastóideas, pues dividen tambien en dos opiniones diametralmente opuestas.

3. Las paredes mismas de la caja del tím-se pano.

La membrana del tímpano recibe y repite las vibraciones sonoras, pero ademas se ha supuesto que desempeñaba otras funciones.

1. Segun unos favorece la dilatacion del aire de la caja. 2.

Segun otros, sirven de diverticulum á

este aire, cuando le oprime la membrana del I con la diferencia de que la cadena de huesetímpano.

¿Y qué diremos de la cadena de huesecillos? Seria largo enumerar las diversas opiniones que sobre el particular se han emitido, por lo que nos limitaremos á indicar los dos papeles que hoy dia se distribuyen á la citada cadena.

1. Sirve para propagar mecánicamente el sonido de la membrana del timpano á la vestibular.

2." Tiene por objeto hacer variar el grado de tension de dos membranas.

La trompa de Eustaquio sirve al parecer para introducir y renovar incesantemente en la cavidad del timpano el aire que ha de ser el vehículo de las vibraciones sonoras. A este oficio real se ha añadido otro, cual es el de constituir un segundo conducto auditivo para la trasmision de los sonidos. Pero hay varios hechos que se oponen á este segundo papel por lo que no le admiten varios autores de nota.

Tales son los conjeturas que se han formado sobre el uso de cada una de las partes del oido medio. Conduzcamos ahora los sonidos de las membranas de las ventanas oval y redonda hasta los filamentos del nervio acústico, al través del oido interno.

Las membranas vestibular y coclear, secas y vibrátiles como la timpánica, son los medios de comunicacion del oido medio con el interno. Se han indicado tambien como via de trasmision las mismas paredes del peñasco, en el cual se encuentran á la vez el oido medio y el interno. Desde las membranas vestibular y coclear, son trasmitidas las vibraciones à la linfa de Cotugno, que llena todo el laberinto, y esta última, por fin, las comunica al filete del nervio acústico que aboca á la superficie de toda la membrana laberíntica.

Pero tambien es preciso, en esta trasmision del sonido al través del oido interno, que se descubra el papel de cada una de las partes que le componen, y por desgracia veremos que nos vamos á quedar ó oscuras en muchos puntos.

cillos no puede modificar su tension; pero Mr. Lavart dice que la linfa de Cotugno, oprimida por la membrana vestibular, cuando esta es impelida en el laberinto, hace que sobresalga en la cavidad del timpano, aumentando asi su tension.

La linfa de Cotugno es evidentemente un líquido de trasmision, siendo muy importante que se halle encerrado en una cavidad ósea, y de consiguiente muy elástica. Al propio tiempo que toca por todas partes á la membrana laberíntica, y que por consiguiente le trasmite con facilidad la oscilacion que repite, quizás sirva tambien para conservar al nervio la conveniente flexibilidad. Su dispersion en las circunvoluciones formadas por los canales semicirculares y los dos compartimientos del caracol, es tambien muy favorable. Antiguamente se ignoraba su presencia, creyéndose que era un gas que llenaba las cavidades laberínticas; modernamente ha querido reproducin Mr. Ribes la opinion de los antiguos anatómicos; pero Mr. İtard sostiene, que solo por casualidad se encuentra el aire en el oido interno, llenando el laberinto una serosidad. Cotugno suponia, que en la audicion, esta linfa, conmovida por la ventana vestibular, pasaba del vestibulo á los canales semicirculares por una parte, y al caracol por otra, para volver al mismo vestibulo, recorriendo de esta suerte un curso regular que llamaba grande y pequeño circuito. Pero esta linfa llena demasiado por completo el laberinto para que pueda esperimentar tan considerables cambios de lugar, de modo que solo propaga sucesivamente las vibraciones. Mr. Magendie dice, que en los sonidos intensos, refluye por los acueductos del caracol y del vestibulo, asi como el aire de la caja refluye en los mismos casos por la trompa de Eustaquio; pero Mr. Ribes cree que estos acueductos no son mas que canales de trasmision de los vasos, análogos á todos los que se encuentran en todos los huesos. Como sea, la linfa de Cotugno ocupa todo el oido interno, y es al parecer esencial para la audicion.

La membrana vestibular propaga evidente- Duverney, Perrault y Valsalva habian admente las vibraciones sonoras del oido medio mitido que la membrana laberíntica repetia las al interno; pero ademas se ha dicho, y sin vibraciones que le anunciaba la linfa de Cotugfundamento, que constaba de diversas zonas, no, y este último autor hacia jugar un gran cada una de las cuales correspondia á un to- papel á las zonas sonoras, que a su decir consno diferente. Se admite sobre todo que el jue-tituian la prolongacion de esta membrana en go de los huesecillos hace variar su grado de los canales semicirculares y el caracol. ¿Pero tension, sin que se especifique con mas rigor, de qué servirian aqui estas vibraciones? pasaen qué circunstancias de la audicion ni con da la membrana laberíntica solo hay huesos, que objeto se modifica. Debátese igualmente y en dicha membrana el nervio debe recibir la si son los músculos del martillo, ó los del estribo, los que obran sobre ella. Vemos, pues, Por lo que hace al vestíbulo, al caracol y que se agitan absolutamente las mismas con- á los canales semicirculares, el primero no es troversias que respecto á la membrana del tim- mas que una cavidad de comunicacion entre pano. Cuando se desgarra, no por eso se pier-los dos últimos, y los otros dos, probablede absolutamente el sentido en cuestion.

La membrana coclear tiene el mismo uso,

impresion.

mente, todavía no sirven mas que para la trasmision de los sonidos y no para su percep

cion. Como generalmente en los órganos de drá deducir el uso de dichas partes, por las los sentidos, las partes que se hallan delan-modificaciones que en vida se hubieren obserte del nervio están destinadas á usos fisi- vado en el enfermo. Pero doloroso es confesar cos, y como estas partes, en el ojo por ejem- que es aun virgen este campo de observacion. plo, se pueden comparar con bastante exacti-La anatomia comparada apenas nos sirve de tud á instrumentos de dióptrica ó á lentes, se nada en esa cuestion, porque seria preciso que ha creido que pasaba otro tanto en el oido, y á la par que se observa la estructura del oido se han comparado el caracol y los canales se- en un animal, se pudiere juzgar del carácter micirculares á instrumentos de acústica. Por de su audicion, lo cual es imposible pues fueeso, pues, fija la idea de que debe haber en el ra menester que durante algunos instantes el oido produccion de vibraciones sonoras, asi mismo observador fuese el animal. Con todo, como hay en el ojo formacion de una imágen, observando que estas partes del oido interno conjeturó Lecat que el caracol era un clavero varian mucho mas en tamaño, en proporcion ó teclado instrumental, compuesto de muchas y en posicion en los animales en quienes apepequeñas cuerdas estendidas á lo largo del ta- nas difiere el oido, es de creer que sirven mas bique medio, siendo de diferentes gruesos y bien para recibir y trasmitir las hondas sonolongitudes, ordenadas entre sí y destinadas áras, que para modificar el sonido, ó para hacer vibrar aisladamente al unison de cada tono. percibir tal ó cual de sus variados tonos. A esto se puede objetar lo siguiente:

1." Que los nervios situados á lo largo del tabique no están tensos, ni son elásticos, que solo la parte membranosa del tabique puede vibrar, y que no puede concebirse que una parte vibre sin la otra.

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Tal es el camino bastante largo que siguen los rayos sonoros para llegar al nervio. Observemos, sin embargo, que el sonido puede recorrer diferente camino; es decir, por el intermedio de los huesos del cráneo, pero solo cuando el mismo cuerpo sonoro se ponga en con2." Que, en la serie de los animales, la fl- tacto inmediato con dicho hueso. El ruido de nura del oido no se halla en razon del grado un reloj se oye, aun cuando estén tapados los de complicacion en el caracol. Muchos anima- oidos, con tal que se le tenga entre los dienles, el cochinillo de Indias por ejemplo, tie-tes. Ingrassia cita el ejemplo de un español nen un caracol con mas vueltas que en el hom- que, habiéndose vuelto sordo á causa de la bre, y no por eso es mas fino su oido. Otros, obstruccion del conducto auditivo esterno, oia como las aves, á las cuales debemos suponer el sonido de una guitarra cogiendo con los un oido susceptible de percibir todos los to-dientes un liston que por el otro estremo comunos, puesto que son músicos y cantores, tie-nicase con el instrumento. nen el caracol mas imperfecto y limitado á un Con lo dicho termina la parte fisica de la simple canal cónico. audicion, y todos nuestros conocimientos sobre Lecat habia previsto ya esta última objecion,ella. Aplicada la vibracion sonora al nervio, y creia contestar á ella diciendo, que la cabe- desarrolla este la impresion que es la causa za de las aves no presentaba tantos músculos ocasional de la sensacion. ¿Diremos que esta como la de los mamíferos, y que por lo mismo accion de impresion es demasiado molecular era sonora en toda su estension; pero este ul-para que pase al poder de nuestros sentidos, timo hecho es falso, y aun suponiendo que fuese verdadero, ¿en dónde encontraríamos esa gradacion de filetes destinados á vibrar al unison de cada tono?

siéndonos manifestada tan solo por su resultado? ¿Repetiremos que nada sabemos de ella, sino que es una accion vital, que tiene su asiento en el nervio acústico, que es el producto de su actividad, y que contiene en si tolo relativo á las diversas cualidades de los

articulos OREJA, AUDICION, etc.

Se ha pensado en atribuir este oficio á los canales semi-circulares, y decir que se produ-do cian los sonidos como en un órgano. Boerhaa- sonidos? ve, por ejemplo, les suponia compuestos de Basta ya de observaciones sobre el oido, y una serie de arcos de diferentes diámetros y si se desean mas estensos pormenores véanse destinados á producir otros tantos tonos difc-los rentes. Algunos han dicho que estaban llenos de fluidos de diferentes densidades, y que, por consiguiente, vibraban de diverso modo á la manera de una armónica. Todo lo dicho no es mas que una mera hipótesis.

OISE. (DEPARTAMENTO DEL) (Topografia y estadistica.) Topografia. El departamento del Oise, formado de una parte de las antiguas provincias de la Isla de Francia y de Picardía, en las que estaban comprendidos otros muchos Por punto general todas las partes del oi- paises, tales como el Valois, el Beauvoisis y do interno se hallan situadas demasiado pro- otros, tiene por límites en toda la estension fundamente para que puedan descubrirse sus del Norte el departamento de el Somme; al usos; de suerte que las enfermedades del oido Sur los del Sena y Oise y del Sena y Marne, en la especie humana son el único recurso que al Este el del Aisne, y al Oeste los del Sena nos queda para difundir alguna luz. Con efec-inferior y del Eure. Su superficie es de 582,569 to, supongamos una lesion cualquiera del cara- hectáreas distribuida entre las diversas clases col y de los canales semicirculares, claro está de suelo y de propiedades en la forma sique en vista de la autopsia del cadáver se po- guiente:

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