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das las otras de la presente colección. Podriamos decir que allí está el testamento del obispo Casas; que allí dice las ultimas verdades, y hace los ultimos esfuerzos para que se mejorase la suerte futura de los infelices Indios que antes habian sido dueños del pais.

Por fin falleció en Madrid á los noventa y dos años de edad en el de 1566; y no es dudoso para mí que fue á recibir en el cielo el premio de su ardiente, activa, y eficaz caridad con sus prójimos oprimidos, egercida por espacio de sesenta y seis años, corridos desde el de 1500 en que se desprendió del esclavo que le habia repartido Cristobal Colon (1). Siete viages á las Indias, siete regresos á España; inumerables travesías, del norte al sud, y del oriente al poniente de un Nuevo-Mundo vastísimo; otras muchas en nuestra península; la predicacion continua en las Indias, la composicion literaria de tantas obras; los peligros gravísimos en que se halló, as persecuciones que se promovieron contra él por parte de interesados muy poderosos; las calumnias y maledicencias á que debió satisfacer, son otros tantos testimonios de la solidez de su virtud como de la fortaleza de su caracter, al mismo tiempo que su larga vida (en medio de continuas y largas agitaciones y fatigas de al

(1) Nicolas Antonio, Bibliotheca bispana nova, art. Bar tholomeus Casas,

ma y cuerpo) testifica tambien lo mucho que le habia favorecido la Naturaleza en su complexion y física organizacion.

Por eso no es extraño que hombres mui respetables le hayan hecho grandes elogios. Antonio Herrera (que no manifiesta en su Historia general de las Indias ser uno de sus mas apasionados, á lo menos en algunas de sus empresas) lo alaba sin embargo varias veces. Refiriendo la libertad que Diego Velazquez gobernador de la isla de Cuba dió á unos Indios por intercesion de Casas, año 1512, añade que los Indios siempre le tuvieron gran reverencia (1). Hablando de la conducta de Casas en Camaguey, provincia de la isla de Cuba año 1513 expresa que los Indios (como le veian que por todas vias era su amparo, y defensa) le estimáron en mucho y les parecia que tenia mas imperio que los demas (2). Tratando de la reconvencion que los auditores de la real Audiencia de Santo-Domingo hiziéron á fray Bartolomé de las Casas de resultas de haber este visitado al Cacique don Enrique cuando ya estaba reducido y reconciliado, dice, que fray Bartolomé como persona de doctrina y experiencia se descargó mui bien de lo que le imputaban (3). Refiriendo los sucesos de Nicaragua del año 1534

(1) Herrera, dec. 1, lib. 9, cap. 9.

(2) Dec. 1, lib. 9, cap. 15.

(3) Dec. 5, lib. 5, cap. 5.

expresa la imputacion que el gobernador Rodrigo de Contreras hizo á fray Bartolomé de que le amotinaba la gente, y manifiesta luego su opinion propria favorable á Casas diciendo ser esto porque el padre Casas con la predicacion enseñaba á los soldados lo que para seguridad de sus almas debian hacer (1). Manifestando Herrera las fuentes originales de donde hahia deducido sus narraciones, colocó entre ellas los escritos de fray Bartolomé de las Casas de la orden de Predicadores, santo obispo de Chiapa (2). Contando los buenos efectos que produjo en Guatemala la deferencia del virrey don Antonio de Mendoza á los consejos de nuestro religioso, añade por opinion propria que habia hecho gran fruto el padre fray Bartolomé de las Casas en aquellas provincias de Chiapa y Guatemala: luego cuenta que don Pedro Alvarado quiso entrar con guerra, y que el obispo y este bienaventurado padre se desconsoláron (3). Refiriendo los sucesos de Juan de Grijalba se adhiere á la narracion de Casas en un punto controvertido porque « el licenciado Bartolomé de las Casas es au»tor de mucha fe y puso particular cuidado para » saber la verdad (4). Habiendo leido en las historias de Indias escritas por Gonzalo Fernandez de

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Oviedo, y Francisco Lopez de Gomara ciertas especies que como conquistadores habian publicado contra Casas, dijo que en esto no fueron mui puntuales y que por eso el obispo mostró sentimiento algunas veces con mucha razon (1).

Nicolas Antonio en su biblioteca nueva de los escritores españoles refiriendo la muerte de Casas en Madrid, dice que habia conservado íntegra en aquella Corte durante todo el tiempo posterior á su renuncia del obispado, la fama de santidad que ya de antemano habia adquirido con egemplos ilustres de vir tudes (2).

Juan de Torquemada en su historia de las Indias, intitulada Monarquia Indiana cita muchas veces al obispo Casas y siempre con elogio. Tratando del origen de los Indios refiere la opinion de don fray Bartolomé y sin embargo de seguir otra contraria, confesó ser mucha su autoridad y su sabiduría (3). Refiriendo el viage de Juan de Grijalva manifiesta diferentes opiniones, y prefiere la de Casas porque es autor de mucha fe y quiso saber la verdad con particular cuidado (4). Contando la conversion de los Indios de Yucatan y su voluntaria sumision al

(1) Dec. 3, lib. 2, cap. 5.

(2) Nicolas Antonio: Bibliotheca hispana nova, tomo 1, art. Bartholomeus Casas.

(3) Torquemada: Mornarquia indiana, t. 1, lib. 1, cap. 9. (4) Tom. 1, lib. 4, cap. 4.

rey de Castilla por efecto de la pacífica predicacion de fray Jacobo de Testera y otros religiosos franciscos compañeros suyos, dice que los testimonios de esta verdad llevó consigo el buen obispo de Chiapa don fray Bartolomé de las Casas, amparo y defensa destos Indios cuando se fué á España (1). Haciendo mencion de los obispados que se fueron creando en América, dijo: «En el de Chiapa fué el primer >>> obispo don fray Bartolomé de las Casas fraile do» minico á quien todos los Indios, y aun todos los » reynos y provincias de las Indias, son en mu» cha obligacion, por haber sido su incansable pro>> curador ante nuestros católicos reyes por muchos » años y con grandes trabajos » (2). Tratando de los religiosos domínicos que predicáron en América,' dice: «Y pues que hacemos memorias de los que » la mereciéron por haber trabajado fiel y aposto>>licamente en la obra de la conversion de los In>>dios, razon será que se haga de quien, entre otros >> religiosos, mas que otro alguno trabajó y mas » hizo por su conservacion y cristiandad. Este fué » el obispo de Chiapa don fray Bartolomé de las >> Casas, desta orden del bienaventurado padre San»to-Domingo que aun antes de tomar el habito de » esta orden, siendo clérigo en la isla de Santo>> Domingo, con cristiano y piadoso zelo comenzó

(1) Tom. 3, lib. 19, cap. 13. (2) Tom. 3, lib. 19, cap. 32.

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