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mas poderosos de su siglo, sin temor ni miedo, aunque con el respeto devido á la magestad del

trono.

Un hecho se le atribuye como inconsequencia de su virtud. El despreciable y poco fidedigno filósofo Paw, y por desgracia los apreciables sábios Rainald, y Robertson ( que le siguieron sin el examen necesario), imputaron al venerable obispo Casas el haber sido autor del comercio de esclavos negros africanos en América por aliviar á los Indios y librarlos de la

esclavitud.

Esto que (aun quando fuese cierto) no se reputaba en su tiempo por inhumanidad ( estando los negros desde tiempos antiguos acostumbrados á la esclavitud) se interpreta hoy por crímen capaz de infamar la memoria de un héroe. Por eso el sabio y respetable señor Enrique Gregoire, antiguo obispo de Bloís escribió una excelente Apologia del señor Casas haciendo ver la injusticia de la imputacion; y la leyó en la seccion de ciencias morales y políticas del instituto frances siendo miembro suyo en 13 de mayo de 1801. Posteriormente fue impresa entre las Memorias del mismo Instituto por Baudoin en el mes de

vendimiario del año onceno de la Republica francesa que corresponde á octubre de 1803.

Yo he creido aumentar el interes de la edicion dé las obras del caritativo Las Casas poniendo la Apología escrita por el señor Gregoire á continuacion de la vida de su cliente, por ser obra de mucha erudicion y de muy sana crítica; la carta que con este motivo le dirigió el sabio dean de Cordova de Yucatan doctor don Gregorio Funes; y otra del doctor don Servando Mier, de Mégico.

Como los argumentos hechos contra Casas son tomados unicamente de cierta proposicion del Cronista general de las Indias António de Herrera, he pensado hacer obséquio al público añadiendo à la Disertacion (por vía de apéndice) un Discurso mio en que pongo á la vista todo cuanto Herrera dijo relativo á la persona del señor Casas, y al asunto de la controversia, con algunas reflexiones para que los lectores imparciales puedan sentenciar el proceso histórico, y reconocer la razon que asiste al señor Gregoire contra los asertos de Pawn, Rainald, y Robertson.

Si el público ha citado siempre con elogio las obras del señor obispo Casas á pesar de sus imper

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fecciones, yo espero que apreciará mucho mas ahora su nueva edicion cuando se ofrecen aquellas acompañadas de tan utiles ilustraciones; pero principalmente por que añado en esta coleccion dos obras inéditas y aun ignoradas por el público, ambas escritas en Madrid años de 1555 y 64, la una contra el proyecto de perpetuar las encomiendas de Indios; la otra sobre la obligacion de restituir el trono del Perú al Inga Tito, que vivia en 1564 y reinaba en los Andes, como nieto del emperador Guaynacapac, que habia sido padre de los infelices Atabaliba y Guascar víctimas de los españoles.

En estas dos obras que yo he copiado de un manuscrito español existente en la biblioteca del rey de Francía, no he considerado conveniente omitir los textos latinos ni las citas, porque siendo inéditas y aun ignoradas, me ha parecido forzoso dejar las intactas á pesar de sus defectos y pesadez de estilo porque conserven su caracter de originales.

Por ultimo he creido al héroe digno de ser representado en el principio de la presente coleccion de sus obras. En su consecuencia hice abrir lamina en escala menor copiando el retrato que se publicó Madrid en la coleccion de varones ilustres de Es

paña por el célebre Carmona, y otros buenos gra vadores de su tiempo.

En la vida de nuestro venerable Casas se veran otras muchas especies que pudieran echarse de menos en este prologo.

J. A. LLORENTE.

VIDA

DE

DON FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS,

OBISPO DE CHIAPA, EN AMÉRICA.

Doy Fray Bartolomé de Las-Casas nacío en Sevilla, en el año 1474, y aunque no consta el día ní el mes, puede creerse que fue dia 24 de agosto, por ser el de la celebracion del martirio del apostol san Bartolomé y ser un uso mui general en España poner á los niños el nombre del santo que la iglesia diocesana celebra en el dia del nacimiento cuando no se dá el nombre paterno que no se dió en nuestro caso pues el padre se llamó Antonio.

Este fue soldado de marina y como tal se agregó á Cristobal Colon año de 1492, cuando fue á descubrir el nuevo mundo; volvió con él habiendole descubierto; le acompañó en su segundo viage año 1493, fue uno de los primeros descubridores y conquistadores de América.

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El verdadero apellido de la familia no era Casas sino Casaus, como lo conserva una rama noble que yo he conocido en la ciudad de Calahorra. Su origen es frances, y, segun varias memorias, el pri

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