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tomar tierra; y al tiempo que llegamos á los Azores, los oficiales que le traian, con pasiones que traian entre ellos, se dividieron y vinieron cada uno por su parte, y se embarcaron divididos, y primero que se embarcasen intentaban que la justicia de Angla prendiese al Gobernador y lo detuviese porque no viniese á dar cuenta á su majestad de los delitos y desacatos que en aquella tierra habian hecho, diciendo que al tiempo que pasó por las islas de Cabo-Verde habia robado la tierra y puerto. Oido por el Corregidor, les dijo que se fuesen, porque su rey no era home que ninguen osase pensar en iso, ni tenia a tan mal recado suos por los para que ningun osase o facer. Y visto que no bastó su malicia para le detener, ellos se embarcaron y se vinieron para estos reinos de Castilla, y llegaron á ella ocho ó diez dias primero que el Gobernador, porque con tiempos contrarios se detuvo en estos; y llegados ellos primero que el Gobernador á la corte llegase, publicaban que se habia ido al rey de Portugal para darle aviso de aquellas partes, y dende á pocos dias llegó á esta corte. Como fué llegado, la propria noche desaparecieron los delincuentes, y se fueron á Madrid, á do esperaron que la corte fuese allí, como fué; y en este tiempo murió el obispo de Cuenca, que presidia en el consejo de las Indias, el cual tenia deseo y voluntad de castigar aquel delito y desacato que contra su majestad se habia hecho en aquella tierra. Dende á pocos dias después de haber estado presos ellos, y el Gobernador igualmente, y sueltos sobre fianzas que no saldrian de la corte, Garci-Vanegas, que era el uno de los que le habian traido y preso, murió muerte desastrada y súpita, que le saltaron los ojos de la cara, sin poder manifestar ni declarar la verdad de lo pasado; y Alonso Cabrera, veedor, su compañero, perdió el juicio, y estando sin él mató á su mujer en Loja; murieron súpita y desastradamente los frailes que fueron en los escándalos y levantamientos contra el Gobernador; que paresce manifestarse la poca culpa que el Gobernador ha tenido en ello; y después de le haber tenido preso y detenido en la corte ocho años, le dieron por libre y quito; y por algunas causas que le movieron, le quitaron la gobernacion, porque sus contrarios decian que si volvia á la tierra, que por castigar á los culpados habria escándalos y alteraciones en la tierra; y así, se la quitaron, con todo lo demás, sin haberle dado recompensa de lo mucho que gustó en el servicio que hizo en la ir á socorrer y descubrir.

RELACION DE HERNANDO DE RIBERA.

En la ciudad de la Ascension (que es en el rio del Paraguay, de la provincia del rio de la Plata), á 3 dias del mes de marzo, año del nascimiento de nuestro salvador Jesucristo de 1545 años, en presencia de mí el escribano público y testigos de yuso escritos, estando dentro de la iglesia y monasterio de nuestra Señora de la Merced, redencion de captivos, paresció presente el capitan Hernando de Ribera, conquistador en esta provincia, y dijo: Que por cuanto al tiempo que el señor Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, gobernador y adelantado y capitan general de esta provincia del rio de la Plata por su majestad, estando en el puerto de los Reyes por

donde la entró á descubrir en el año pasado de 1543, le envió y fué por su mandado con un bergantin y cierta gente á descubrir por un rio arriba que llaman Igatu, que es un brazo de dos rios muy grandes, caudalosos, el uno de los cuales se llama Yacareati y el otro Yaiva, segun que por relacion de los indios naturales vienen por entre las poblaciones de la tierra adentro; y que habiendo llegado á los pueblos de los indios que se llaman los xarayes, por la relacion que de ello hobo, dejando el bergantin en el puerto á buen recaudo, se entró con cuarenta hombres por la tierra adentro á la ver y descubrir por vista de ojos. E yendo caminando por muchos pueblos de indios, hobo y tomó de los indios naturales de los dichos pueblos y de otros que de mas lėjos le vinieron á ver y hablar, larga y copiosa relacion; la cual él examinó y procuró examinar y particularizar para saber de ellos la verdad, como hombre que sabe la lengua cario, por cuya interpretacion y declaracion comunicó y platicó con las dichas generaciones y se informó de la dicha tierra; y porque al dicho tiempo él llevó en su compañía á Juan Valderas, escribano de su majestad, el cual escribió y asentó algunas cosas del dicho descubrimiento; pero que la verdad de las cosas, riquezas y poblaciones y diversidades de gentes de la dicha tierra no las quiso decir al dicho Juan Valderas para que las asentase por su mano en la dicha relacion, ni clara y abiertamente las supo ni entendió, ni él las ha dicho ni declarado, porque al dicho tiempo fué y era su intencion de las comunicar y decir al dicho señor Gobernador, para que luego entrase personalmente á conquistar la tierra, porque así convenia al servicio de Dios y de su majestad; y que habiendo entrado por la tierra ciertas jornadas, por carta y mandamiento del señor Gobernador se volvió al puerto de los Reyes, y á causa de hallarle enfermo á él y á toda la gente no tuvo lugar de le poder informar del descubrimiento, y darle la relacion que de los naturales habia habido ; y dende á pocos dias, constreñido por necesidad de la enfermedad, porque la gente no se le muriese se vino á esta ciudad y puerto de la Ascension, en la cual, estando enfermo, dende á pocos dias que fué llegado, los oficiales de su majestad le prendieron (como es á todos notorio), por manera que no le pudo manifestar la relacion; y porque agora al presente los oficiales de su majestad van con el señor Gobernador á los reinos de España, y porque podria ser que en el entre tanto á él le suscediese algun caso de muerte ó ausencia, ó ir á otras partes donde no pudiese ser habido, por donde se perdiese la relacion y avisos de la entrada y descubrimiento, que su majestad seria muy deservido, y al señor Gobernador le vernia mucho daño y pérdida; todo lo cual seria á su culpa y cargo; por tanto, y por el descargo de su conciencia, y por cumplir con el servicio de Dios y de su majestad, y del señor Gobernador en su nombre, ahora ante mí el escribano quiere hacer y hacia relacion del dicho su descubrimiento, para dar aviso á su majestad de él, y de la informacion y relacion que hobo de los indios naturales, y que pedia y requeria á mí el dicho escribano la tomase y recibiese; la cual dicha relacion hizo en la forma siguiente.

Dijo y declaró el dicho capitan Hernando de Ribera

que

á 20 dias del mes de diciembre del año pasado de 1543 años partió del puerto de los Reyes en el bergantin nombrado el Golondrino, con cincuenta y dos hombres, por mandado del señor Gobernador, y fué navegando por el rio del Igatu, que es brazo de los dichos dos rios Yacareati y Yaiva; este brazo es muy grande y caudaloso, y á las seis jornadas entró en la madre de estos dos rios, segun relacion de los indios naturales por do fué tocando; estos dos rios señalaron que vienen por la tierra adentro, y este rio, que se dice Yaiva, debe proceder de las sierras de Santa Marta; es rio muy grande y poderoso, mayor que el rio Yacareati; el cual, segun las señales que los indios dan, viene de las sierras del Perú, y entre el un rio y el otro hay gran distancia de tierra y pueblos de infinitas gentes (segun los naturales dijeron), y vienen á juntarse estos dos rios Yaiva y Yacareati en tierra de los indios que se dicen perobazaes, y allí se tornan á dividir; y á setenta leguas el rio abajo se tornan á juntar, y habiendo navegado diez y siete jornadas por el dicho rio, pasó por tierra de los indios perobazaes, y llegó á otra tierra que se llaman los indios xarayes, gentes labradores de grandes mantenimientos y criadores de patos y gallinas y otras aves, pesquerías y cazas; gente de razon, y obedescen á su principal.

Llegado á esta generacion de los indios xarayes, estando en un pueblo de ellos de hasta mil casas, adonde su principal se llama Camire, el cual le hizo buen recebimiento, del cual se informó de las poblaciones de la tierra adentro; y por la relacion que aquí le dieron, dejando el bergantin con doce hombres de guarda y con una guia que llevó de los dichos xarayes, pasó adelante y caminó tres jornadas hasta llegar á los pueblos y tierra de una generacion de indios que se dicen urtueses, la cual es buena gente y labradores, á la manera de los xarayes; y de aquí fué caminando por tierra toda poblada, hasta ponerse en quince grados menos dos tercios, yendo la via del oeste.

Estando en estos pueblos de los urtueses y aburuñes, vinieron allí otros muchos indios principales de otros pueblos mas adentro comarcanos á hablar con él y traelle plumas, á manera de las del Perú, y planchas de metal chafalonia; de los cuales se informó, y tuvo plática y aviso de cada uno particularmente de las poblaciones y gentes de adelante; y los dichos indios, en conformidad, sin discrepar, le dijeron que á diez jornadas de allí, á la banda del oesnorueste, habitaban y tenian muy grandes pueblos unas mujeres que tenian mucho metal blanco y amarillo, y que los asientos y servicios de sus casas eran todos del dicho metal, y tenian por su principal una mujer de la misma generacion, y que es gente de guerra y temida de la generacion de los indios; y que antes de llegar á la generacion de las dichas mujeres estaba una generacion de los indios (que es gente muy pequeña); con los cuales y con la generacion de estos que le informaron, pelean las dichas mujeres y les hacen guerra, y que en cierto tiempo del año se juntan con estos indios comarcanos y tienen con ellos su comunicacion carnal; y si las que quedan preñadas paren hijas, tiénenselas consigo, y los hijos los crian hasta que dejan de mamar, y los envian

á sus padres; y de aquella parte de los pueblos de las dichas mujeres habia muy grandes poblaciones y gente de indios que confinan con las dichas mujeres, que lo habian dicho sin preguntárselo, á lo que le señalaron esta parte de un lago de agua muy grande, que los indios nombraron la casa del sol; dicen que allí se encierra el sol; por manera que entre las espaldas de Santa Marta y el dicho lago habitan las dichas mujeres, á la banda del oesnorueste; y que adelante de las poblaciones que están pasados los pueblos de las mujeres, hay otras muy grandes poblaciones de gentes, los cuales son negros, y á lo que señalaron, tienen barbas como aguileñas, á manera de moros. Fueron preguntados cómo sabian que eran negros. Dijeron que porque los habian visto sus padres y se lo decian otras generaciones comarcanas á la dicha tierra, y que eran gente que andaban vestidos, y las casas y pueblos las tienen de piedra y tierra, y son muy grandes, y que es gente que poseen mucho metal blanco y amarillo, en tanta cantidad, que no se sirven con otras cosas en sus casas de vasijas y ollas y tinajas muy grandes y todo lo demás; y preguntó á los dichos indios á qué parte demoraban los pueblos y habitacion de la dicha gente negra, y señalaron que demoraban al norueste, y que si querian ir allá, en quince jornadas llegarian á las poblaciones vecinas y comarcanas á los pueblos de los dichos negros; y á lo que le paresce, segun y la parte donde señaló, los dichos pueblos están en doce grados á la banda del norueste, entre las sierras de Santa Marta y del Marañon, y que es gente guerrera y pelean con arcos y flechas; ansimismo señalaron los dichos indios que del oesnorueste hasta el norueste, cuarta al norte, hay otras muchas poblaciones y muy grandes de indios; hay pueblos tan grandes, que en un dia no pueden atravesar de un cabo á otro, y que toda es gente que posee mucho metal blanco y amarillo, y con ello se sirven en sus casas, y que toda es gente vestida; y para ir allá podian ir muy presto y todo por tierra muy poblada. Y que asimismo por la banda del oeste habia un lago de agua, muy grande, y que no se parescia tierra de la una banda á la otra ; y á la ribera del dicho lago habia muy grandes poblaciones de gentes vestidas y que poseian mucho metal, y que tenian piedras, de que traian bordadas las ropas, y relumbraban mucho; las cuales sacaban los indios del dicho lago, y que tenian muy grandes pueblos, y toda era gente la de las dichas poblaciones labradores y que tenian muy grandes mantenimientos y criaban muchos patos y otras aves; y que dende aquí donde se halló podia ir al dicho lago y poblaciones de él, á lo que le señalaron, en quince jornadas, todo por tierra poblada, adonde habia mucho metal y buenos caminos en abajando las aguas, que á la sazon estaban crescidas, que ellos le llevarian; pero que eran pocos cristianos, y los pueblos por donde habian de pasar eran grandes y de muchas gentes; asimesmo dijo y declaró que le dijeron y informaron y señalaron á la banda del oeste, cuarta al sudueste, habia muy grandes poblaciones, que tenian las casas de tierra, y que era buena gente, vestida y muy rica, y que tenian mucho metal y criaban mucho ganado de ovejas muy grandes, con las cuales se sirven en sus rozas y labranzas,

cebido con toda claridad y fidelidad y lealtad, y sin engaño, fraude ni cautela; y porque á la dicha su relacion se pueda dar y dé toda fe y crédito, y no se pueda poner ni ponga ninguna duda en ello ni en parte de ello, dijo que juraba, y juró por Dios y por santa María y por las palabras de los santos cuatro Evangelios, donde corporalmente puso su mano derecha en un libro misal, que al presente en sus manos tenia el reverendo padre Francisco Gonzalez de Paniagua, abierto por parte do estaban escritos los santos Evangelios, y por la señal de la cruz, á tal como esta †, donde asimismo puso su mano derecha, que la relacion, segun de la forma y manera que la tiene dicha y declarada y de suso se contiene, le fué dada, dicha y denunciada y declarada por los dichos indios principales de la dicha tierra y de otros hombres ancianos, á los cuales con toda diligencia examinó y interrogó, para saber de ellos verdad y claridad de las cosas de la tierra adentro; y que habida la dicha relacion, asimismo le vinieron á ver otros indios de otros pueblos, principalmente de un pueblo muy grande que se dice Uretabere, y de una jornada de él se volvió; que de todos los dichos indios asimismo tomó aviso, y que todos se conformaron con la dicha relacion clara y abiertamente; y so cargo del dicho juramento, declaró que en ello ni en parte de ello no hobo ni hay cosa ninguna acrescentada ni fingida, salvo solamente la verdad de todo lo que le fué dicho y informado sin fraude ni cautela. Otrosí dijo y declaró que le informaron los dichos indios que el rio de Yacareati tiene un salto que hace unas grandes sierras, y que lo que dicho tiene es la verdad; y que si ansí es, Dios le ayude, y si es al contrario, Dios se lo demande mal y caramente en este mundo al cuerpo, y en el otro al ánima, donde mas ha de durar. A la confision del dicho juramento di

y las cargan; y les preguntó si las dichas poblaciones | de los dichos indios si estaban muy lejos; y que les respondieron que hasta ir á ellos era toda tierra poblada de muchas gentes, y que en poco tiempo podia llegar á ellas, y entre las dichas poblaciones hay otra gente de cristianos, y habia grandes desiertos de arenales, y no habia agua. Fueron preguntados cómo sabian que habia cristianos de aquella banda de las dichas poblaciones, y dijeron que en los tiempos pasados los indios comarcanos de las dichas poblaciones habian oido decir á los naturales de los dichos pueblos que, yendo los de su generacion por los dichos desiertos, habian visto venir mucha gente vestida, blanca, con barbas, y traian unos animales (segun señalaron eran caballos), diciendo que venian en ellos caballeros, y que á causa de no haber agua los habian visto volver, y que se habian muerto muchos de ellos; y que los indios de las dichas poblaciones creian que venia la dicha gente de aquella banda de los desiertos; y que asimismo le señalaron que á la banda del oeste, cuarta al sueste, habia muy grandes montañas y despoblado, y que los indios lo habian probado á pasar, por la noticia que de ello tenian que habia gentes de aquella banda, y que no habian podido pasar, porque se morian de hambre y sed. Fueron preguntados cómo lo sabian los susodichos. Dijeron que entre todos los indios de toda esta tierra se comunicaba y sabian que era muy cierto, porque habian visto y comunicado con ellos, y que habian visto los dichos cristianos y caballos que venian por los dichos desiertos, y que á la caida de las dichas sierras, á la parte del sudueste, habia muy grandes poblaciones y gente rica de mucho metal, y que los indios que decian lo susodicho decian que tenian ansimesmo noticia que en la otra banda, en el agua salada, andaban navíos muy grandes. Fué preguntado si en las dichas pobla-jo: «Sí juro, amen;» y pidió y requirió á mí el dicho esciones hay entre las gentes de ellos principales hombres que los mandan. Dijeron que cada generacion y poblacion tiene solamente uno de la mesma generacion, á quien todos obedescen; declaró que para saber la verdad de los dichos indios y saber si discrepaban en su declaracion, en todo un dia y una noche á cada uno por sí les preguntó por diversas vias la dicha declaracion; en la cual, tornándola á decir y declarar, sin variar ni discrepar se conformaron.

La cual relacion de suso contenida el capitan Hernando de Ribera dijo y declaró haberle tomado y res

cribano se lo diese así por fe y testimonio al dicho señor Gobernador, para en guarda de su derecho; siendo presentes por testigos el dicho reverendo padre Paniagua, Sebastian de Valdivieso, camarero del dicho señor Gobernador, y Gaspar de Hortigosa, y Juan de Hoces, vecinos de la ciudad de Córdoba; los cuales todos lo firmaron así de sus nombres. Francisco Gonzalez Paniagua.-Sebastian de Valdivieso.- Juan de Hoces. Hernando de Ribera. - Gaspar de Hortigosa. -Pasó ante mí.-Pedro Hernandez, escribano.

FIN DEL TOMO PRIMERO DE HISTORIADORES PRIMITIVOS DE INDIAS.

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PRELIMINARES.

Noticia de la vida y escritos de Francisco Lopez de Gómara. XIII
-De Cortés y sus cartas...
Apuntes sobre la vida del adelantado Alvar Nuñez Cabeza de

Vaca.

CARTAS DE RELACION DE FERNANDO CORTÉS.-Carta primera, enviada á la reina doña Juana y al emperador Cárlos V, su hijo, por la justicia y regimiento de la rica villa de la Veracruz, á 10 de julio de 1519.

Carta segunda, enviada á su sacra majestad del Emperador nuestro señor por el capitan general de la nuestra Espafia, llamado don Fernando Cortés.

Carta tercera, enviada por Fernando Cortés, capitan y justicia mayor del Yucatan, llamado la Nueva-España del mar Océano, al muy alto y potentísimo César y invictísimo sefor don Carlos, emperador semper augusto y rey de Espafia, nuestro señor..

Carta cuarta, que don Fernando Cortés, gobernador y capitan general por su majestad en la Nueva-España del mar Océano, envió al muy alto y muy potentísimo, invictísimo señor don Carlos, emperador siempre augusto y rey de España, nuestro señor..

Carta quinta, dirigida á la sacra católica cesárea majestad del invictisimo emperador don Cárlos V, desde la ciudad de Temuxtitan, á 3 de setiembre de 1526 años. HISPANIA VICTRIX.- Primera y segunda parte de la historia general de las Indias, con todo el descubrimiento, y cosas notables que han acaecido desde que se ganaron hasta el año de 1551; con la conquista de Méjico y de la NuevaEspaña.-A los leyentes..

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A los trasladadores. Primera parte de la historia general de las Indias. CONQUISTA DE MÉJICO.-Al muy ilustre señor don Martin Cortés, marqués del Valle, Francisco Lopez de Gómara. Segunda parte de la crónica general de las Indias, que trata de la conquista de Méjico. RELACION hecha por Pedro de Albarado á Fernando Cortés, en que se refieren las guerras y batallas para pacificar las provincias de Chapotulan, Checialtenengo y Utlatan, la quema de su cacique, y nombramiento de sus hijos para sucederle, y de tres sierras de acije, azufre y alumbre. . 457 Otra relacion hecha por Pedro de Albarado á Hernando Cortés, en que se refiere la conquista de muchas ciudades, las guerras, batallas, traiciones y rebeliones, y la poblacion que hizo de una ciudad; de dos volcanes, uno que exhalaba fuego, y otro humo; de un rio birviendo, y otro frio; y cómo quedó Albarado herido de un flechazo. RELACION hecha por Diego Godoy á Hernando Cortés, en que trata del descubrimiento de diversas ciudades y provincias, y guerra que tuvo con los indios; y su modo de pelear; de la provincia de Chamula, de los caminos difíciles y peligrosos, y repartimiento que hizo en los pueblos.. SUMARIO DE LA NATURAL HISTORIA DE LAS INDIAS, por Gonzalo Hernandez de Oviedo y Valdés..

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NAUFRAGIOS DE ALVAR NUÑEZ CABEZA DE VACA, y relacion de la jornada que hizo á la Florida con el adelantado Pánilo de Narvaez.

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