Imatges de pàgina
PDF
EPUB

tracion exije como primeras condiciones la unidad de miras, el acierto y la actividad; y para ello es preciso confiarla á una sola persona en todo lo que no sea parte deliberativa de la misma: asi, la direccion de los intereses y objetos que pertenecen á la administracion municipal, debe concederse á un alcalde único, nombrándose tenientes, ò adjuntos, que le auxilien en ciertas materias y hagan sus veces en ausencias y enfermedades.

Empero no son estas las únicas objeciones, que pueden hacerse á la organizacion de los ayuntamientos, tal cual la planteó la constitucion de 1812: es de notar que por ella no se exijieron circunstancias de arraigo, ni para ser elector, ni para ser elejido, requiriéndose unicamente la cualidad de ciudadano en el ejercício de sus derechos: para lo primero, es este un punto tan transcendental, que no podemos menos de consagrarle algunas brevísimas reflexiones. Ante todo debemos sentar una teoría, sin la cual es imposible la buena gobernacion: y es que no concebimos ningun empleo, ni cargo público, como no sea el de diputado á cortes, sin responsablidad legal de los que le désempeñan y sin asegurar esta previamente del modo que sea posible, y si deben reclamarse en alguna materia condiciones de capacidad y buen uso en el ejercicio de los derechos electorales ó políticos, y condiciones de arraigo en los elegidos, es en materia de cargos municipales: por la naturaleza de los mismos, y por las vastas y estrañas atribuciones, que en España se les ha dado, las municipalidades cuidan y manejan esclusivamente los intereses locales y aun los fondos del Estado, y de la mayor parte de los establecimientos públicos, y casi no hay autoridad, cuyo mal desempeño de sus deberes pueda causar mayores perjuicios, y hacer mas defraudaciones y vejámenes que los ayuntamientos: por lo mismo, es necesario exijir condiciones de capacidad y buen

uso á los electores; y condiciones de arraigo á los elegidos mayores ó menores segun la importancia de los pueblos y los fondos é intereses que deben manejar: ¿puede darse ma. yor escandalo, ni haber una cosa mas ofensiva á la razon y al sentido comun, que mientras á todo administrador particular, y á cualquiera funcionario del gobierno, que tiene que recaudar, ó conservar por cierto tiempo en su poder fondos públicos, se pidan seguridades y fianzas, haya sin embargo ciudades y villas considerables, donde los individuos de un ayuntamiento, que maneja millones, sean personas que tal vez no tengan oficio, ni modo de vivir? ¿Puede haber un privilejio mas insultante y fatal? Lo que está en los verdaderos intereses de los pueblos, y lo que estos desean y el gobierno debe hacer, es que haya pureza y rectitud en la administracion municipal, y que los cargos concejiles se desempeñen por personas dignísimas: en España, sobre todo, será imposible destruir el espiritu de latrocinio, de defraudacion y bandería que hay en casi todos los pueblos, en materia de ayuntamientos, mientras estos se compongan de las personas mas desacreditadas y proletarias: en las ciudades, como en los pueblos, se codician los cargos concejiles, porque se roba y defrauda sin vergüenza, y por que son un medio pingüe de medrar para los que los componen: tamaño escándalo no cesará jamas, hasta que por una parte no se cercenen ciertas atribuciones de los ayuntamientos y hasta que por otra noso organicen estos con los vecinos de mayor arraigo, que son los mas interesados en la buena administracion municipal, y los que mas rehusan mezclarse en la misma. Por estas consideraciones, se comprenderá fácilmente el gran defecto de la organizacion que dió á los ayuntamientos la constitucion de 1812, en cuanto no exijió condiciones de buen desempeño, ni de los electores, ni de los elejidos, refiriéndose á leyes que se dieren en lo su

cesivo, siendo asi que entró en otras materias reglamentarias de menor importancia.

Igual ignorancia de los buenos principios administrativos envuelve el art. 315, que exije el que los alcaldes sean mudados todos los años, y los rejidores por mitad cada año: los cargos de eleccion popular deben ser en lo general de breve duracion, porque lo son de confianza, y esta puede cambiar con facilidad; mas esta votacion no debe ser tan frecuente, que haga imposible la buena administracion y la acertada direccion de los negocios municipales: es necesario dedicar cierto tiempo al estudio de los asuntos practicos y administrativos: sin ello no es posible entenderlos ni dirijirlos con tino: por lo mismo, si los alcaldes no lo fuesen sino por un año y los regidores por dos, el secretario y sus ajentes, serian el verdadero ayuntamiento, y la autoridad de aquellos nominal, pues no podrian adquirir en tan breve tiempo conocimiento exacto de los negocios de su incumbencia. Viciosa fue pues tambien en esta última parte la organizacion que dió á los ayuntamientos la constitucion de 1812 y no lo fue menos en punto á atribuciones, en las cuales nos ocuparemos en el número próximo.

FERMIN GONZALO MORON.

[ocr errors][merged small][merged small]

Roma, aquella ciudad tan famosa en la antigüedad, aquella dominadora de todos los pueblos, aquella reina del mundo, fue fundada por Rómulo descendiente de los reyes de Alba, por los años de 754, antes de nuestra era, segun el cómputo mas admitido por los cronologistas. En sus rudos principios, mas bien que un pueblo, era un campamento de barracas, capaz de alojar á 3 ó 4 hombres que á lo mas componian esta nueva horda que debia subyugar en lo sucesivo á las naciones mas grandes y apartadas del Universo. Hallábase situada á la márjen izquierda del Tiber y en la jurisdiccion de la misma Alba que se hallaba no á mucha distancia hácia el S. E. en la localidad de la moderna Albano. Su contorno cuadrado y rodeado por un foso tenia poco mas de de legua de circuito y 4 entradas, una en cada lado, llevando la principal el nombre del fundador. No sabemos à punto fijo cual seria el territorio que dominaba el nuevo pueblo; pero podemos deducir con alguna probabilidad que acaso no se estenderia mas de una legua en rádio, el mismo que con la série del tiempo habia de tocar con sus limites á las estremidades del mundo conocido.

[ocr errors]

Desde los principios de su organizacion como sociedad, ya se consideró como una tribu puramente militar y agricultora, v con las adquisiciones que ~*~ "eyes electivos fue

ron haciendo á espensas de los Albanos, Sabios, Ecuos y otros pueblos vecinos, desunidos por la mayor parte y menos belicosos que los romanos, se fuè ya ampliando este reducido estado, y su ciudad no solamente adquirió mayor vecindario y ámbito, por la máxima que adoptaban estos guerreros de transportar á Roma los habitantes de los pueblos sometidos à la fuerza, sino que con los aumentos de la poblacion, ya esta iba mejorando lo material de sus rústicas habitaciones. Asi es que en el 2.o siglo de su ecsistencia ya incluia dentro de sus muros algunos templos y edificios del gobierno y fuera de ellos, puentes, acueductos y el puerto de Ostia á la desembocadura del Tiber; y mas adelante Tarquino II llamado el Soberbio y el último de sus reyes mandó construir la fortaleza del Capitolio que contenia un templo consagrado á Júpiter llamado por esto Capitolino.

Esta Ciudadela y sus anejos, fueron los que pudieron salvar á Roma de su total esterminio en la furiosa invasion que hicieron los Galos, unos 4 siglos antes de nuestra era. Aquellas feroces huestes, posesionadas por algun tiempo de la Ciudad, la arruinaron en gran parte; y puede decirse que la república romana estaba contenida solamente en el Capitolio; pero pasada esta borrasca, procuró el gobierno restablecer su ciudad, del mejor modo que permitian las circunstancias, sin que á pesar de sus esfuerzos, pudiese en mucho tiempo traspasar los límites de la medianía.

En lo sucesivo tuvo sus aumentos debidos á sus progresos en las armas; pero no podia compararse á las ciudades griegas de Sicilia y de la parte meridional de Italia, únicos paises de esta península y sus islas en que resplandecia cierto grado de civilizacion debido á su comunicacion con la culta Grecia. Pero ademas de la incultura romana en estos primeros siglos, sus leyes suntuarias eran obstáculo, un freno poderoso para que la magnificencia se desplegase en

« AnteriorContinua »