sa, no es del todo cierto: puede suceder muy bien, que si se arruina en un pais una industria importante, se pierdan completamente los capitales empleados en ella, por no hallar de pronto otra en que invertirlos: siempre el error fundamental de los economistas exajerados fue el hacer suposiciones, enteramente diversas de lo que pasa en la realidad de los hechos. Por último, la razon mas grave que nosotros tenemos para decidirnos contra la libertad absoluta de comercio, es que hoy ningun pueblo agrícola puede hacer grandes cosas: para valer algo, para influir en el mundo, y acometer las empresas que hacen cambiar el aspecto de las naciones, es necesario la acumulacion de grandes capitales, una industria perfeccionada y un tráfico floreciente esta es hoy la condicion necesaria de poder para las naciones; y como un pais agricultor y atrasado no podria jamás adelantar, ni ser comerciante, si decretase la libertad de comercio, de aqui el que nosotros no la admitamos, y la consideremos funestísima á España. Por lo demas, nosotros no hemos querido rebajar con estas ligeras observaciones el indisputable mérito de la obra del Sr. Mora, ni la fuerza de sus razones: solo hemos querido poner un correctivo á las aplicaciones que podian deducirse de sus principios. Nosotros tenemos un placer intimo en que personas tan competentes como el señor Mora traten estas cuestiones, en que se llama la atencion del gobierno sobre lo que concierne á los intereses materiales, y en que se modifique ese fatal espíritu restrictivo que ha dominado en nuestro sistema económico, y que tantos y tan considerables males nos causó desde el descubrimiento de las Américas (1). FERMIN GONZALO MORON. (1.) Se vende la obrita del Sr. Mora en el Gabinete Llterario, calle del Príncipe. PERSONAGES GELEBRES DEL SIGLO XIX, POR UNO QUENO LO13. Esta coleccion importante continúa haciéndose acreedora al aprecio público por la buena eleccion de los personages, cuya vida describe, la exactitud de las noticias, y la manera fácil y sencilla de la narracion : Han llamado especialmente el interés público las vidas de Fernando VII, de la Reina Cristina y del general Espartero, que acaban de publicarse. El ilustrado y laborioso editor de esta importante coleccion ha conocido el medio de popularizar esta clase de obras, que necesita y recibe tan bien el público de hoy, y tanto por la narracion de los hechos biográficos, como por la elegancia de la impresion y la economía del precio, merece indudablemente el elogio, y ocupar un lugar en las bibliotecas de nuestros literatos, y aficionados á la lectura amena é instructiva. CRONICA POLITICA. Madrid 15 de noviembre. Tras diez años de sangrientas discordias y de continuadas revueltas, lució al fin para la antigua y poderosa monarquía española el suspirado dia, en que la augusta hija de Fernando VII y la nieta de cien ilustres reyes, sc sentó en el trono para gobernar su puchto: larga y de recuerdos dolorosos habia sido su minoría, como todas las minorías, que afligieron al reino de Castilla que en este suelo clásico de la lealtad no parece sino que la Providencia quiso condenarle desde los tiempos mas remotos á sufrir todos los males y peligros de la menor edad de sus Principes, para que saliese tras dias de dolor y de terrible prueba mas resplandeciente y mas puro el sentimiento de amor y de fidelidad hácia sus soberanos. Y en verdad que durante los diez años que acaban de pasar, abundante y copiosísima mies de calamidades y desastres hemos recojido, sin que en el recio temporal que combatia la nave del estado, vislumbrasen los buenos españoles otro puerto de salvacion que la mayor edad de su Reina: esta época llegó por fin, y cuando despues de libres y solemnísimos debates, las cortes declararon la mayoría, y la Reina se presentó con majestuosa dignidad ante las mismas á prestar juramento á la Constitucion y a las leyes del pais, el júbilo y el entusiasmo no pudieron contenerse dentro del pecho de los circunstantes, ni del estrecho recinto de las córtes, y salieron de alli para poblar los aires, y llevar tan fausta y deseada nueva á todos los pueblos de la monarquía española, que la esperaban con ansia y alborozo. : Grande es la obra consumada con este solo hecho; pero es mucho lo que resta por hacer los cimientos del edificio están echados, queda por levantar la obra, y llevarla hasta su conclusion; y esto nos conduce insensiblemente á la cuestion ministerial, ó política. Como supusimos en la crónica anterior, el nombramiento de presidente del congreso ha dividido este, haciendo mas compacta la union del partido moderado con los diputados progresistas que han aceptado lealmente la situacion, y se hallan hoy dispuestos á combatir la revolucion y à reorganizar el pais: la candidatura del Sr. Olózaga ha sido rechazada por los ultraprogresistas y republicanos, y estos han defendido y votado la candidatura del Sr. Cortina: nosotros dudamos mucho de el Sr. Olózaga corresponda á la confianza depositada en él mismo, colocándose sin vacilar ni perder tiempo en el puesto que que le han señalado la mayoría de las córtes, y el deber que todo hombre público tiene de aceptar una situacion para que está indicado, cualesquiera que sean las dificultades y los compromisos: el Sr. Olózaga debe hoy recordar las desconfiauzas anteriores de sus partidarios, y conocer que el antiguo partido progresista se halla capitaneado por el Sr. Cortina, y que nada tiene que esperar del mismo: por ello el Sr. Olózaga debe comprender con su sagacidad, que ha llegado para él la época de ponerse al frente de los asuntos públicos, pues de otra suerte, los partidos políticos que hoy le apoyan, tendrán no solo el derecho, sino el deber de abandonarle à su individual aislamiento; porque mal puede ser gefe de ningun partido, el que no sigue sus inspiraciones, ni corresponde á su confianza, ui acepta todas las situaciones, fáciles 6 dificnltosas. Asi nosotros consideramos, que el Sr. Olózaga elevado al último término de la fama ó vida parlamentaria está hoy entre la alternativa de formar un nuevo gabinete, y conquistar como hombre de gobierno el alto lugar que ocupa como hombre de parlamento, ó de abandonar por cálculo 6 flojedad la situacion de hoy, desacreditándose para siempre ante el país y ante el estranjero: y todavia vamos à ser mas esplícitos; nosotros creemos absolutamente necesario que el ministerio actual se retire definitivamente de los negocios, tanto por haber sido gobierno revolucionario, como porque no tiene mayoria en las córtes: nosotros consideramos utilísimo, que el señor Olózaga se encargue de organizar y presidir el nuevo gabinete, y esperamos mucho de su penetracion política y de sus talentos, y claro está que veriamos con gusto y apoyariamos con calor su ministerio, si correspondiese, como es de presumir, á la confianza del país, y llenase los votos de la mayoria de las córtes: pero al paso que nos espresamos con esta franqueza, diremos con igual libertad, que si el señor Olózaga no tiene en estos dias la sinceridad y resolucion que es precisa para salvar el país, si fluctua en acudir á su puesto, ó quiere que el tiempo despeje mas la situacion, inutilizando ciertos hombres, y empujando á unos tras otros para mandar en dias mas serenos, los de partidos políticos que hoy le apoyan están en el caso de abandonarle completamente, y de proclamar que no es en manera alguna necesario, prescindiendo del mismo en la formacion del nuevo gabinete: los partidos sobre todo en España necesitan organizacion y disciplina, y oir la voz y los consejos de sus jefes; pero cuando estos rehusan las situaciones y los compromisos necesarios, deben dar tambien una leccion á sus caudiHlos, pues en el estado á que hoy hemos llegado, ningun hombre es absolutamente preciso; porque la fuerza de los partidos no està en sus hombres, sino en las doctrinas que representan y en los intereses que defienden. Lo que urje de todos modos, es que supuesta la dimision de los actuales ministros, se organice definitivamente un nuevo ministerio presidido por el señor Olózaga, , por el señor Serrano, ó por cualquier otro hombre notable del antiguo partido progresista: pero en la designacion personas, el encargado de la formacion del nuevo ministerio deberá obrar con mucho pulso y detenimiento, aconsejando áS. M. el nombramiento de sugetos de reputacion y de prestijio ante la nacion y ante el partido á que pertenecen: la situacion es hoy grave, y ni puede vencerse con ministros, que no estsn sacados de lo mas notable que los partidos hoy unidos encierran, ni puede arraigarse del todo la fusion de los moderados y progresistas, que hoy están de acuerdo en combatir la revolucion y en organizar el país, sino se satisfacen los deseos lejitimos y las esperanzas fundadas de los hombres que han militado bajo las banderas del antiguo partido moderado. Y con este motivo entrariainos hoy á esponer la descomposicion en que se encuentran los antiguos partidos progresista y moderado, y á manifestar nuestra opinion sobre la formacion del partido reorganizador, para la cual se hallan ya dados algunos pasos, y que debe realizar la fusion de moderados y progresistas, si el desenlace de la crisis ministerial no estuviese tan próximo, y no fuese un hecho que ha de ser de la mayor importancia é influjo para reunir bajo una misma bandera y principios à hombres, á quienes hasta el dia separó la revolu cion. |