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los buques correos establecidos entre la Metròpoli y las In-días occidentales.

En el año comun de 1769 à 1774, las importaciones al puerto de la Habana ascendieron á 1.826,746 pesos; y las esportaciones à 969,133. Los cueros, la cera, el azucar, las mieles y el aguardiente formaban la base de las esportaciones de frutos del país,

El primer paso para la libertad del comercio de la Isla de Cuba se dió en 1767 : la real órden de 14 de abril de este año autoriza para que en caso de urjente neccsidad en Cuba se ocurra por víveres al estranjero: mas el comercio de esta isla recibió todavia mayores ampliaciones por la facultad de hacerle con Nueva Orleans (1772) entre unas y otras provincias de la América (1774), por el permiso de estraer frutos coloniales para las dos Floridas (1776), por la estraccion de aguardiente de caña para Campeche y Honduras (1777), y sobre todo por el reglamento llamado de libre comercio espedido en 12 de octubre de 1778 abriendo el de la América á los principales puertos de la península. La guerra de Inglaterra con sus colonias por este tiempo impidió la llegada de los buques necesarios para el tráfico, y en 12 de octubre de 1779, á instancia de las autoridades se permitió en la Isla la entrada de buques pertenecientes á naciones amigas, con tal que solo introdujesen víveres. En el mismo año se concedió este comercio á los Angloamericanos y se prohibió á los Ingleses. Asi la necesidad preparaba lentamente aquel sistema liberal de comercio, que se ha desarrollado en el presente siglo, y al cual debe la Isla de Cuba principalmente ser la primera y mas florida colonia del mundo. Semejantes permisos daban aliciente y lugar á la introduccion de mercancias estranjeras, no obstante las prohibiciones rigurosas que se repitieron en 20 de enero y 15 de abril de 1784, á las cuales siguieron las ma

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yores franquicias para la introduccion de negros en 1789, 1791, 1792, y 1793. En esta época volvió á hacerse sentir de una manera imperiosa la necesidad de víveres, y á consecuencia de los informes de las autoridades de la Habana, Ja real órden de 25 de junio de 1793 renovó la concesion para la introduccion de víveres en buques neutrales, y varios particulares obtuvieron permiso para esportar sus frutos al estranjero, mas en 21 de enero de 1796 se mandó cesar el comercio con los Estados Unidos, y la real órden de 20 de abril de 1799 derogó la que autorizaba el comercio en buques neutrales: esto no obstante el capitan jeneral y el intendente de la Habana acordaron la suspension de esta medida, y en 8 de enero de 1801 el gobierno aprobó el comercio en buques neutrales por el tiempo que las citadas autoridades conceptuasen necesario: esta providencia fué mas transitoria, pues en 4 de diciembre del mismo año volvió á prohibirse el comercio en buques neutrales y en 3 de enero de 1804 con la mayor severidad la admision de buques estranjeros. Asi luchaban las teorias mas liberales de comercio con nuestro vicioso sistema fiscal, creyéndose fundadamente que el comercio de Cadiz interesado en el monopolio influia secretamente en el ministerio para que se dictasen las medidas restrictivas que acabamos de referir, Con tal irregularidad y con semejantes contratiempos siguió el comercio de la Isla de Cuba hasta el año 1805, en que se permitió con mas constancia la entrada de buques neutrales en el puerto de la Habana.

Mas apesar de la fluctuacion y contradiccion de las órdenes sobre comercio, por el impulso natural de este á buscar toda la latitud y libertad posible en el momento en que se le abre la menor ocasion, progresó indudablemente en esta época. El término medio de los buques que entraron en la isla de Cuba desde 1786 á 1795 fue:

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Pero lo que prueba el incremento del tráfico es la si

guiente nota de importaciones y esportaciones desde 1790

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De la gran importacion de 17.012,373 pesos en el último año, salieron mercancías para la península por valor de 13.809,871 pesos.

Las alteraciones y desórdenes de la península y de América á principios de este siglo impidieron el progreso del tráfico, y la junta de gobierno del consulado de la Habana al felicitar á S. M. por su vuelta á España en 13 de julio de 1814 le suplicó no se resolviese el espediente de aranceles y comercio sin ser oida, por haber sabido que el comercio de Cadiz renovaba sus pretensiones esclusivas sobre la isla de Cuba y sus reclamaciones contra el comercio estranjero. Desde esta época datan el incremento del tráfico cubano y el sistema económico liberal adoptado para nuestras colonias de América. En 1815 se concedió á Puerto-Rico la célebre cédula de gracias, de que hablaremos en el artículo inmediato, y en 10 de febrero de 1818 se otorgó á la isla de Cuba el comercio libre con los estranjeros, que ha continuado despues sin interrupcion, aunque amagado por la ley restrictiva de aranceles de 1820,

contra la cual reclamó la Isla y logró su no aplicacion. Entrada de una vez la España, despues de haber seguido el sistema prohibitivo mas riguroso, en las teorias liberales de comercio, continuó en esta carrera, y las dió mayor latitud que ninguna potencia colonial de Europa, ofreciendo hoy la península el raro espectáculo de haber libertado de toda traba el tráfico colonial, cosa que no ha hecho todavia ninguna otra nacion. La real órden de 10 de marzo de 1824 amplió las concesiones de 1818 permitiendo á las potencias amigas y aliadas de España hacer el comercio con todos los puertos de las Américas y en 18 de marzo de 1825 se aprobó el reglamento del depósito en el puerto de la Habana, facultando á los comerciantes para tener en él sus jéneros sin pago de derechos por espacio de un año.

Estas disposiciones económicas, unidas á hallarse por esplotar y ser en estremo feraz el suelo de la isla de Cuba, y á las emigraciones consiguientes á los desórdenes de la Isla de Santo Domingo y de las colonias españolas, que en nuestros dias se han erijido en repúblicas independientes, han dado lugar al prodijioso desarrollo de la riqueza pública en la isla de Cuba, y á que esta sea la primera y mas floreciente colonia,

Atras queda hecha mencion del estado de importaciones y esportaciones de la misma en los últimos años del siglo XVIII con arreglo á los datos reunidos por el Sr. Lasagra en su apreciabe historia económica, política y estadistica de la Isla de Cuba. Observando el progreso ulterior de su tráfico se vé que el término medio de la importacion desde 1803 á 1816 ascendió á 10.899,575 pesos y el de la esportacion á 7.062,422, y el de la importacion de 1823 á 1830 subió á 13.034,875 pesos, al paso que la esportacion se elevó á 9.671,084.

Segun el Sr. Zamora en su rejistro de Lejislacion Ultramarina, los puertos de la Isla de Cuba importaron en 1826 por valor de 14.925,754 pesos que aumentó progresivamente hasta 24.729,878 en 1838, y esportaron en 1826 por valor de 13.809,838 pesos y en 1838 por valor de 20.471,102. Los mismos puertos esportaron en el año 1826 en el ramo de azucar 6.237,688 arrobas y en 1838 10.417,688: en el ramo de tabaco en hoja en 1826 79,581 arrobas, y en 1838 194,799: en el ramo de tabaco torcido en 1826 197,194 libras, y en 1838 916,466: en el ramo de café en 1826 1.773,798 arrobas, en 1837 2.133,567 y en 1838 1.550,341.

Si del estado de importaciones y esportaciones pasamos al interesante objeto de la marina empleada en ellas, y de la parte que en este comercio ha tenido la bandera nacional, observamos con satisfaccion el mismo progreso, y vemos cuanta importancia tienen nuestras colonias para el fomento de nuestra marina mercante, fundamento esencial de la marina militar.

El número de buques que entraron y salieron de los puertos de la Isla de Cuba en 1826 ascendió á 2947 y en 1838 á 5157. De los estados comerciales desde 1826 á 1838 aparece, que el comercio nacional en bandera estranjera hasta 1829 sobrepujó en siete tantos al hecho en bandera nacional, y en 1829 solo en dos tantos: empero desde 1830 la bandera nacional sobrepujó á la estranjera y el progreso fué desde esta época tan rápido y visible, que desde 1836 se advierte que todo el comercio nacional de importacion y esportacion se hace en bandera española. El comercio nacional de importacion ascendió en 1826 á 2.858,793 pesos, y en 1838 á 4.460,987, mientras el de esportacion subió en 1826 á 1.992,689 y en 1838 à 2.692,159 pesos. El orden de importancia de las naciones que hacen el

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