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propósito para la conversion de los indios, al paso que los iba su❤ jetando á la corona de Castilla, arbitró una de las cosas mas provech sas, que fué procurar con mucho cuidado que así sacerdotes como legos aprendiesen la lengua de los indios; y advirtiendo entre otras lenguas muy particulares y dificultosas que hablaban algunas naciones, como comunmente sucede en aquellas partes, que casi todos entendian generalmente una que era la cortesana que se hablaba en los estados del cacique Guarionéx, mandó à fr. Romàn, hermitaño de San Gerónimo, y à fr. Juan Borgoñon, de la órden de San Francisco, que fuesen à estar con Guarionéx para que la aprendiesen. Fr. Romàn habia estado en la provincia de la Magdalena bastante tiempo, y llegó à saber muy bien la lengua marolis, que era un dialecto propio de aquel pais; motivo porque representó al Almirante que le diese licencia para llevar consigo algun indio de los de Huhuic que despues fueron cristianos y sabian ambas lenguas. Se le concedió que llevase consigo à quien quisiese, y Dios le deparó un buen indio llamado Juay Cabána, muy pràctico en la lengua, que despues fué muy buen cristiano, y se le llamó Juan. El padre fr. Juan Borgoñon, que fué uno de los primeros religiosos de San Francisco que entró en la isla, y por su notabilísimo celo fué proporcionado por misionero del gran reino de Magúa, en la misma isla el año de mil cuatrocientos noventa y tres, donde como tengo dicho, con otros franciscanos trabajó con grande espíritu en la instruccion de aquellos gentiles, y especial❤ mente de su Rey Caunábo, que parecia inclinarse á hacerse cristiano, y obligado de la conducta de los españoles, le habia echado de su reino y á sus compañeros; tenia una bella disposicion para aprender las lenguas del pais, con que estos dos padres escogidos por el Almirante estudiaron la lengua cortesana y general de la isla, y la supieron con brevedad valiéndose de la enseñanza de aquel buen indio Juay Cabána, y estuvieron en el reino de Guarionéx dos años trabajando en la conversion de aquellas gentes J particularmente fr. Juan Borgoñon, el cual dió primicias de su enseñanza en la conversion del mismo cacique Guarionéx que al principio entró de buena voluntad, aprendiendo todas nuestras oraciones y doctrina, dàndole buenas esperanzas de ser cristiano, hacien do que á muchos de su casa les enseñasen la doctrina, y él cada mañana decia sus oraciones y mandaba que las dijesen todos los de su familia; pero se enfadó despues y dejó sus buenos propósitos por culpa de unos caciques principales, instigados del enemigo comun que viéndole ya tan inclinado à bautizarse, movió sus àni. mos para que ellos pervirtiesen su sana intencion, Le reprendieron diciéndole que los cristianos eran perversos, (66) y le tenian tomada toda su tierra por fuerza, por lo cual le aconsejaban que no abrazase su religion, sino que para desagraviar à sus dioses del

. [66] Enseñar una cosa y practicar otra, ¿á quiền no cho• ca? Fides sine operibus mortua est.

abandono de sus ritos, y para mirar por sus leyes paternas y remover la esclavitud que se le preparaba, convenia que se uniesen en defensa de su religion antigua y libertad, y reflejase que todos ellos juntos podian facilmente acabar con los españoles, pues ya sabian eran mortales y que estaban pocos. Tanto pudieron estas representaciones sobre el ánimo de Gurionéx, que desfalleció é insensiblemente se borró de su corazon aquel afecto que habia concebido al cristianismo; y viendo los padres fr. Román Pane y fr. Juan Borgoñon, que ya no cuidaba aquel cacique de instruirse, y que olvidava lo que le habian enseñado, resolvieron dejarle, é ir á donde podian sacar mas fruto, enseñando à los indios y amaestrándoles en las cosas de la santa fé: fuéronse à ver con otro ca. cique principal, que les mostrò muy buenos deseos de ser cristiano, que se llamaba Maviatues (67) A los dos dias de salidos del reino de Gurionéx vinieron unos indios de parte de este cacique á la casa donde habian vivido estos padres, en cuya cercania habian edificado un especie de santuario, donde habian dejado unas imagenes para que Juan Matéo, el primero que recibió el bautismo en la Española, su madre, hermanos y parientes, y otros siete ca. tecúmenos rezasen delante de ellas y tuviesen consuelo; hartàronselas los comisionados de Guarionéx, las pisaron y enterraron en unos sembrados diciendo por mofa; ahora serán grandes y buenos tus frutos. Pasando algun tiempo la madre de Guarionéx que era una muger perversa, arrancó algunas palmas de axi, que son como las patatas de nuestra España, comida de abasto comun en las islas de Barlovento en la tierra firme de América, donde contribuian al comun sustento, y son raices semejantes al navo y ràbano que llainan hoy muniatos en las islas, y viendo que estas raices tenian la figura de una cruz, se admiró y lo tuvo por un gran milagro, y dijo al capitan Ojeda que era castellano de la fortaleza de la Concepcion,,,Dios ha hecho este milagro, y él sabe porqué quien hizo cabar la tierra y halló las imágenes enterradas. Descubiertos los autores de este sacrilegio, dió parte de ellos al Adelantado, (63) y á este le pareció que debia hacer un ejemplo con estos impios, y. mandó que fuesen quemados vivos, despues de haberles substanciado su proceso. (69) Permitió Dios que estas raices de axi tomàran la configuracion de una cruz, cosa jamàs vietɩ en aquella tierra, por lo cual fué juzgado por milagro para que es-tos isleños que enterraron las imagenes con tanto desprecio y gran

[67] Véase la relacion de Fr. Román citada por D. Fernando Colón, en su historia capítulo 61 página 62.

[68] Esto pareció á Ojeda, y el arresto del cacique que hemos referido era un acto virtuoso.

[69] Si como indios gentiles ignoraban la santidad de la religion y no la habian profesado, ¿con qué razon se les condenó al fuego? ¡Bárbaros españoles, supersticiosos y crueles! y ellos, que religion profesabun?... La de Caco.

en las

satisfaccion, creyendo que su delito estaria enteramente oculto, hiciesen atencion á la veneracion debida de las imágenes de nuestro culto. Lo cierto es que los naturalistas no pasarán por este prodigio, pues como se puede ver en sus observaciones dadas à varias academias científicas de la Europa, se nota todos los dias plantas, principalmente en las raices de la mandragora, y en varios zapotes de estos reinos de la Nueva España estravagancias de la naturaleza, que toman distintas configuraciones, como de Santes Cristos y simulacros de la Virgen Santisima, y algunos de estos mcdelos; por esta razon se venéra en Jacobia una imagen con la adVocacion de Nuestra Señora de la Raiz.

Eran estos indios de la Española tan sugetos à los caciques que en mano de ellos estaba que los vasallos creyesen ò dejasen de creer lo que querian; motivo porque los primeros misioneros que entraron á misionar en la isla, entendidos en esta ciega obediencia de aquellos indios para con sus régalos, procuraron ganar à la ley de Cristo á los principales. El primero que recibió el santo bautismo en la isla fué Juan Mateo, que se bautizó el dia del evangelista de este nombre, el año de mil cuatrocientos noventa y seis, y despues toda su casa, donde habos muchos cristianos. Abrazó tambien el cristianismo Ganaurariu, en cuya casa habia d.ez y siete personas que tambien se bautizaron: mos indios se hubieran conquistado à nuestra santa fé en aquells principios, si no hubiera sido el objeto principal de nuestros españoles, el conquistar la isla y sujetarla, (70) y como eran pocos, no podian atender à todo y refrenar los caciques que se oponian a que aquellos pueblos se enseñasen á las cosas de nuestra santa católica religion. De parte de los indios habia muy buena disposicion para ser enseñados en nuestra santa ley; pero era tanto el respeto y servidumbre en que los tenian los caciques, que no podian ni sabian contradec.rlos. Fr. Juan Borgoñon iba hacendo algun fruto en el reino de Magúa, y con solo estar su rey Caunábo indispuesto contra los españoles, no pudo hacer cosa y fué desterrado él y sus compañeros de sus estados; pasó despues al reino de Guarionéx con fr. Roman, y se hallaba en vísperas de convertir á aquel Rey y à todos sus vasallos, cuando fraguó el comun enemigo la rebelion à persuacion de los principales señores de la isla, y sucedió el caso que acabamos de referir. No se podrian tomar mejores medidas para el adelantamiento de la conversion, que comenzarla por la de los caciques, que habia de arrastrar, segun sus máximas, la de todos, sus Vasallas; pero como no reinaba todavia la tranquilidad en la isla, y algunos cristianos por sus fines particulares fomentaban li rebe lion, no podian por falta de su negocio los misioneros adelantar Ja propagacion del evangelio. Asímismo por la falta de freno y en

[70] Digase el robarla, el saquéarla, el destruirla; todo. entru en la palabra conquistarla. A esta voz conquista han substituido la de pacificacion.

séñanza, se perdia lo que se ganaba con mucha fatiga, y la docilidad de estos indios era tanta que si se hubiera apoyado con el auxilio de mas gente que hubiera contenido á los caciques, ya en estos pocos años se hubiera convertido gran parte de aquella infidelidad, como lo acreditaba la esperiencia, y especialmente en un cacique principal llamado Mahuviativéré, el cual habia mas de tres años que continuaba en la buena voluntad de querer ser cristiano ofreciendo que no tendria mas que una muger, porque solian tener dos y tres, y los principales diez, quince y veinte. En este estado estaba la conversion mal hallada en sus progresos por el estrèpito de las armas, cuando llegaron mensageros de Bohechio à D. Bartolomé Colón, avisándole que tenía pronto su tributo, y que cuando quisiese enviase un navio al puerto de Xaragua para trasportarlo. Con este motivo despacho un correo á su hermano D. Diego, que mandaba en la Isabéla, rogándole que enviase una carabéla para la costa de Xaragua, y quiso ir en persona para rẻcibir el primer homenage que éste régulo tributaba à la corona de Castilla. Fué recibido de Bohechio y de su hermana con la misma urbanidad y con los mismos aparatos que la primera vez, y habiendo llegado poco despues la carabéla, se cargo por órden de Bohechio cantidad de casábe y de algodon mucho mas que lo estipulado. Convidó despues el Adelantado al Rey y à su hermana para que vieran su navio que era el primer vaso de la Europa que aparecia sobre estas costas, y lo que les habian contado de estas maravillosas máquinas avivó su curiosidad. Estando à bordo registraron estos principes todos los rincones de aquella casa maríti❤ ma con admiracion, la que acrecentó mas à vista de las maniobras que se mandaron ejecutar para divertirlos; atònitos de ver que tan grande máquina caminase sin remos atrás y adelante con un mismo viento, se les hizo una salva de artillería con que se espantaron grandemente; pero habiendo observado que D. Bartolomé y sus castellanos se reian, se sosegaron. Partió la carabéla cargada de estos efectos para la Isabéla, y el Adelantado se despidió del cacique y su hermana y volvió por tierra à esta plaza.

Así se pasò el año de mil cuatrocientos noventa y seis, Hevando D. Bartolomé mucha gloria por haber fundado en pocos meses una gran ciudad, haber obligado à uno de los mas poderosos soberanos de la isla à constituirse tributario de la corona de Cas tilla, y haber desvaratado una rebelion que pudiera haber tenido muy peligrosas consecuencias, si no la hubiera apagado desde sus principios. No le sucedió tambien el año siguiente á causa (como lo refieren varios autores desapasionados) de un poco de orgullo que pareció manifestar despues de estos felices sucesos, à que se añade que su estilo era un poco áspero que no pudia suavizar en ocasiones, y su demasiada severidad en las cosas de su gobierno con. tribuyeron bastante à atráerse á sí y à los suyos una cadena de desgracias, cuyo origen se irá esponiendo, desgracias que atrazaron competentemente la fortuna de su familia. Es cierto à lo menoss

que estos fueron los pretestos de que se valieron los enemigos de los Colones para hacerlos odiosos al público, y para inspirar al Rey contra ellos la poca opinion y benevolencia que les manifestó despues sin haberse desimpresionado perfectamente en órden á sus buenos servicios. La intencion de los Colones era recta y miraban siempre al bien, y D. Bartolomé especialmente no parecia tener otra pasion que la de la gloria, y siempre fué celoso del cumplimiento de sus obligaciones; pero importa mas de lo que piensan querer el bien posible y solicitarlo con el buen modo, precaviendo mucho contra cierta dureza en que degenera facilmente el celo acompañado del capricho ó de genio àspero; y tambien acordarse que cuando se halla revestida de la autoridad una persona que no es agradable (como acontece à un estrangero, ó à un hombre de nobleza nueva) debe esta estudiarse mucho en agradar, disminuyendo el efecto de su poder, y suavizando su severidad. En la série de esta historia se verá sensibilizada la verdad de esta reflexion.

CAPITULO 10.

Rebelion de Roldán, y sus progresos: movimientos. del Adelantado D. Bartolomè para sosegar la inquietud de Roldán: año de 1497.

Antes de partir el Almirante para España, había hecho à un criado suyo liam do Francisco Roldan natural de la Torre Ximeno, alcalde mayor de la isla en ausencia suya: cumpliò muy bien con este cargo por algun tiempo, siendo juez ordinario en la Isabéla. Era hombre de pocas letras; pero muy vivo y de talento, de modo que con muy poca esperiencia en los negocios, le basta ba para administrar la justicia en un país donde no se entendia mucho de pelos espinosos, por no haber hecho allí asiento la sutileza de los abogados. Por desgracia suya y la de toda la colo-. nia era muy ambicioso, y el mas atrevido y violento de los hombres, de modo que por satisfacer su ambicion perdió todo lo que se habia adelantado en la isla por los Colones, ocasionando á éstos mediante sus cavilaciones y su rebelion la mayor parte de los sinsabores que tuvieron. Presúmese que ya el comisario Juan Aguado por su imprudencia y malos modos con que trató à D. Čristobal Colón, le habia inspirado este espiritu revoltoso que tanto manifestó despues; y en efecto como tenia por cierto que ya no volvería jamás á las Indias el Almirante, ni llegaria nunca á justificarse de tantas acusaciones que le tenian levantado, formó el ins tento de apoderarse del gobierno de la isla. Comenzó à traer à su partido los marineros, y la demàs gente baja que le era afecta por haber sido su sobrestante en el segundo viage del Almirante, dàndoles à entender que los colones se querian emposesionar de todo el país, diciendo que bien veian y sentian como los tenian á todos

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