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torno del sólio de Carlos V. para pedir venganza. To no ceso de hacer votos al Dios de la misericordia por la paz del que la tuvo de millares de infelices: que arrebatado en álas de la caridad atravesó diez y siete veces los mares, fué tenido por un loco despreciable, recibió insultos de sus enemigos, y una fuerte reprimenda del obispo de Burgos D. Juan Fonseca encargado de los negocios de Indias, é interesado en el repartimiento.... ¡Ah! si hubiera fijado su atencion sobre este trozo de elocuencia el panegirista de Hernán Cortés, autor del bello poéma de sus Naves destruidas, habria deseado oirlo por mas largo espacio de tiempo del que gastó en su versificacion, y penetrado de su justicia y bello razonar habria dicho con mas propiedad que del conquistador. Que...

Hasta Fébo pendiente de su acento,

Dibujando en las plumas mil colores
Segun me lo pintó mi fantasía,

Quiso alargar los términos del dia....

¡Ilustre génio de Casas! Recibe nuestros homenages, y vive eternamente en nuestros pechos agradecidos. La justa posteridad te concede el sufragio que te negaron tus encarnizados enemigos: tú alientas a los buenos para no abandonar la causa de la justicia y de los miserables."

No ha sido sola mi voz la que ha tributado el gage de respeto y admiracion debido à este genio de la caridad: este. titulo merece sin disputa dicen los editores del Oriente de Xalapa número 699. „Un hombre de un caràcter tan vehemente y osado, que ni se arredró por los peligros, ni temió à los tiranos, ni dejó nunca de sostener la justicia contra el torrente de las preocupaciones de su siglo: un hombre leon contra las maldades de sus paisanos, era una paloma para con los infelices indios. Prodigábales toda especie de consuelos, con la dulzura y la diligente oficiosidad de una madre tierna, y hacia cuanto estaba de su parte para que la triste situacion de aquellos miserables fuese menos penosa. Fr. Bartolomé de las Casas en el siglo de los Corteses y Pizarros, es el mayor de los fenómenos, el mayor de los contrastes.

El cabildo eclesiàstico de la santa iglesia catedral de Chiapa, habia conservado en su sala capitular un retrato antiquísimo del illmô. señor D. fr. Bartolomé de las Casas, su segundo obispo; y con motivo de la publicacion de la constitucion de aquel estado mandó construir un cenotafio dentro de la misma iglesia, frente à las bóvedas en donde se depositan los cadáveres de los obispos, sobre el cual se colocó el referido retrato, y en el centro del pe destal se lee la inscripcion siguiente:

REPOSE SOSEGADA,

LAS CASAS VENERABLE,

TU ERRANTE SOMBRA, POR ILUSTRES HECHOS,
AL MIRAR CORONADA

TU EMPRESA INESTIMABLE:

QUE LOS SACROS DERECHOS

DEL HOMBRE LIBRE FUESEN RESPETADOS:
PUES EN CHIAPA SE MIRAN SANCIONADOS.

Nació en Sevilla año de 1474.
Fué consagrado obispo en 1544.
Llegó á Chiapa á principios de 1546.

Salió para España á responder sobre sus opiniones en 1547.
Coronó su gloriosa carrera

En Atocha de Madrid en julio de 1566.

A principios de este año de mil quinientos doce mientras tanto el capitan Diego Velazquez aseguraba su conquista de Cuba, y el padre Casas trataba de la conversion de sus habitantes, se consagró el obispo de San Juan Puerto Rico el lic. D. Antonio Man80, canònigo de Salamanca, y fué el primero que pasó á las Indias occidentales en cumplimiento de su obligacion; tomó posesion de su mitra, y no contento de tener encomienda de indios que habia pedido, quiso llevar diezmos personales: resistiéndose los españoles de su diócesis procedió contra ellos con censuras, (162) y no pudiendo sufrir los desacatos que por esta causa le hicieron, volvió a España á quejarse; despues no contento de su canongía de Salamanca, pasó otra vez à la isla de San Juan con tìtulo de Inquisidor de las Indias, y por evitar escándalos gobernó con sosiego no tratando mas de los diezmos personales: algunos años des. pues fué á su obispado el obispo de la Concepcion de la Vega, y succesivamente los demás en sus respectivos distritos.

CAPITULO 24.

Descubrimiento de la Florida por Juan Ponce de Leon: dan muerte á dos misioneros domínicos los indios de Cumána: primer descubrimiento de la mar del Sur por Basco Nuñez de Balbóa. Año de 1512.

En este año se descubrió la Florida, pais situado en la América septentrional sobre el golfo mexicano que al medio dia tiene el mar occéano, y la grande isla de Cuba distante veinte y cinco leguas no mas: al oriente tiene las islas Lucayas y Antillas. For ma la Florida una punta muy larga de tierra del continente de la América, y encorbándose àcia el norte no se sabe á donde va á parar: tiene cincuenta leguas de latitud, y estendiéndose ácia el sud como cien leguas se pierde en la mar. La mayor parte de la Florida cae en el golfo mexicano, que la baña àcia el sud, y la otra sobre el mar del norte àcia el oriente, entre este golfo y el

[162] Este pobre hombre muy luego dió la carta y desarrolló su codicia, otros hay que la ocultan con máscara hipócrita.

mar del norte que la Florida se alarga en forma de península àcia el medio dia. Como entonces no entendian los españoles sino en descubrir nuevas tierras, el primer castellano que la intentó descubrir y dió con ella fué Juan Ponce de Leon, caballero natural del reino de Leon, muy noble, y uno de los primeros conquistadores de la isla Española (163) donde pasó con D. Cristobal Colón por capitan de infantería el año de mil cuatrocientos noventa y tres, siendo despues teniente de D. Nicolas Ovàndo gobernador de la Es. pañola el año de mil quinientos dos: (*) obtuvo licencia el año de mil quinientos ocho para ir á la isla de Boriquén, que despues se llamó San Juan de Puerto Rico, y la redujo y pacificó, en cuyo empleo estaba el año de mil quinientos diez, en el cual ponen Monroy y otros (164) este descubrimiento; pero no pudo ser porque aquel año tuvo bastante que hacer en la isla, cuyos naturales se rebelaron, trayendo para mantener su revolucion los caribes de las islas comarcanas antes enemigos suyos; pero los persiguió hasta reducirlos con gran desvelo y cuidado, y temiendo Juan Ponce de Leon, ser depuesto del gobierno por malos informes que injustamente dieron contra él Juan Cerón, y Miguel Diaz, y tuvieron bastante crédito en la corte para ser restituidos en sus cargos. Vièndose sin empleo, pero con grande caudal que habia juntado en los grandes oficios que habia obtenido, como tenia mucha esperiencia y le sobraba ánimo para emprender cosas grandes, tentò el descubrimiento de unas tierras que le decian estaban á la banda del norte, y sin dilacion dispuso la jornada en demanda de la Florida, de cuya tierra habia grande fama entre los indios. Armò á su costa tres carabèlas en el puerto de San Germàn de la isla de Boriquén, conocido hoy por el puerto de San Francisco, y se hizo á la vela el jueves tres de marzo de mil quinientos doce, dirigiendo su rumbo para la isla Bimini (que es una de las Lucayas bastante cercana à la canal de Babàma) y segun otros Guanani, donde los indios fabulosamente que decian habia una fuente ó especie de jordàn que remozaba á los viejos. Es verdad que los pueblos de todas aquellas islas eran naturalmente crédulos, y que los que tenian trato con ellos no se admiraban que diesen fè á semejantes quiméras y patrañas; pero nadie se dejò persuadir mejor de las virtudes de aquella celebrada fuente que Ponce de Leon. Lleno de este entusiasmo, mejor diré de tal locura, que no contribuyó poco al logro de su empresa, no se prometia menos este capitan que el descubrimiento de un tercer mundo para cuyo fin tan vano, le pa recian pocos los dias que le quedaban de vida segun el órden re

[163] Oviedo hist. general lib. 16. cap. 13. Cárdenas intro. duc. al ensayo cronológico de la hist. de la Florida circa finem. [*] Segun Herrera decad. lib. 4. cap. 11. y lib. 5. cap. 3. Gomara hist. de las Indias parte 1. fol. 23.

[164] Moreri y fr. Francisco de Ayeta contra D. Juan Terro número 112. citando á Remesal vide Cardenas supra citato.

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gular de la naturaleza. Le convenia pues comenzar su proyecto con asegurarse para siempre de una lozana juventud, y asi su anhelo fué de no ahorrar cosa para conseguir el hallazgo de fuent te tan preciosa que volvia à los hombres viejos mozos.

El nombre antiguo de la region que encerraba tanto tesoro y tan estimable prenda, fue Causio (que asi decian los indios lu cayos y que era isla) tierra famosa entre los indios circunvecinos, que segun la opinion mas cierta vinieron de ésta à poblar las islas de la Española, Cuba, San Juan de Boriquén, Jamaica y otras, y volvian á ella los de la isla de Cuba àntes que los españoles los dominásen, à buscar ese rio ó fuente que decian que remozaba: los demás indios comarcanos registraron gran parte de ella ba➡ ñandose en todos los rios y arroyos y aun en las lagunas panta. nosas, para esperimentar la virtud tan creida como incierta. En efecto se hace increible como pudieron tanto tiempo vivir en este desatinado error habiéndoseles ofrecido tantas pruebas para el des sengaño; y es que sin embargo que á muchos se les habian açortado los dias de la vida en busca de esta pretendida fuente maravillosa para remozar viejos, como se veia que no volvian á sus tierras despues de empresa tan ridícula, se imaginaban que era porque habian hallado lo que buscaban, y que no querian ya salir de una tierra tan bella, de grandes deleites, juventud, y en fin una primavera continua: otros quieren que esta tierra se llamáse Tagua. sa; (165) pero sin duda se debe tener que ni estos nombres ni otros que la daban los indios, comprendian el continente sino una provincia ú otras, hasta que Juan Ponce de Leon que anduvo muchos dias perdido en demanda de ella, corriendo por el noruéste reconociendo la costa, probando de todas las aguas que encontraba en aquellos sitios aun de las mas lodosas y sucias de los pantànos, para averiguar lo que le decian de la susodicha fuente maravillosa, hasta dobla el cabo de la Florida, que llamó de corrientes; al ca-, bo de ellos con tormenta diò en la costa al septentrion de la isla de Cuba, el domingo de Ramos que se llama comunmente Paseua Florida, no solo por el dia en que la descubrió, porque en eso hay variedad en los autores, sino por lo apacible y hermosa vista de sus arboledas. (166) Fué este descubrimiento (167) el año de mil quinientos doce, segun opinion de los mas autores é historiadores, y segun la del Inca el de mil quinientos tiece. (168) ·

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Es cierto que Urbano Calbet (169) asegura en su tratado

[165] Cárdenas, ensaye cronológico para la hist. de la Flo rida, circa principium citat. al padre Bartolomé Alcazar Crono. hist. Cornelius Wifliet y Teodoro Bry. ab eo. citat.

[166] Charlevoix y otros.

[167] Ortél in teatr. orb. terræ. De latt. du noveau monde. De Thou. lib. 44 citat. por Fleury hist. eccles ann. 1512 p. 271. [168] Hist. de la Florida cap. 2. fol. 3.

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[169] Urbain Calbet. du noveau monde lib. 2. cap. 1.

del nuevo mundo, que ha recogido de la historia de las Indias occidentales, y de la Amèrica en italiano por Gerònimo Benzonne Milanés, y del mismo sentir es el Abate Vertot (170) en su historia del mundo, y otros muchos autores estrangeros asi lo afirman; que en mil cuatrocientos noventa y seis Henrique VII, Rey de Inglaterra, envió á esta tierra un cierto Sebastian Cabot ó Gabo to, veneciano, para buscar paso por el occidente, á fin que se pudiese navegar en el occéano; mas como este viagero se contentó con ver solamente el pais, y no hizo cosa notable, se debe mas bien el descubrimiento de la Florida á Juan Ponce de Leon, quien no tan solamente la vió, sino que despues fué enviado por el Rey de Castilla para establecer alli una colonia, y apenas hubo llegado, que los indios le acabaron à él y á toda su gente. (171) Contentose entonces Juan Ponce de Leon solo con ver que era tierra, costeàndola, y sin hacer diligencia para ver si era tierra firme ó isla pasó adelante, y à principios de abril del año de mil quinientos doce tomó tierra, y el dia ocho posesion de la Florida en nombre del Rey. No pareciéndole bien aquel parage, se volvió à la mar: registró con cuidado la costa hasta doblar el Cabo, donde por ser tan fuertes las corrientes, le dió este nombre, y dió fondo cerca de un pueblo de indios que se llamaba Aballóa, y despues de varios acontecimientos con ellos, y haber navegado entre varias islas, llegó à la de Guantáo, desde donde envió à la Habana á Juan Perez de Orrubia con Antón de Alaminos, (piloto que fué el primero que se atreviò à navegar por el canal de Bahama) y habiéndose hecho á la vela à mediados de octubre, volvió en fin à ver la isla de San Juan de Puerto Rico, donde desembarcó muy contento con este descubrimiento (172) inesperado que le consoló un poco sobre el verse frustrado del hallazgo de la fuente que bus caba; lo que demuestra la poca solidéz en que estriba la fama de los hombres, porque al cabo un descubrimiento puramente casual, ha inmortalizado un aventurero que lo ejecutó corriendo tras de una especie quimèrica. No se sabe bien en qué paraje de la Florida desembarcó Ponce de Leon: consta únicamente que reconoció la ma❤ yor parte de la costa occidental de la península, y que dió à las islas de los Mártires y de la Tortuga los nombres que hoy conservan: que en cualquiera parage de esta tierra donde quiso entrar ha lló indios bravos y en gran número muy resueltos à no permitirle la entrada y establecimiento en su pais: que tuvo competente conocimiento de la canál que hoy se llama la Canal de Baháma, por donde algunos años despues comenzaron los navios y ga

[170] Vertot. hist. du monde tom. VII. lib. IX. capit. 1. página 64.

[171] Fleury hist. eccles. año de 1512. núm. 54. pag. 271. (Lo remozaron para la eternidad.)

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[172] Cárdenas ensaye hist. cronol. á la Florida an. 1512 ct. 13. p. l. en 2. a.

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