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direccion de Valladolid, interceptan la correspondencia y giro de aquella con esta capital, y despues que el ejército se ha retirado de Toluca vuelven á aparecer gavillas de Tenancingo y de aquel rumbo; permaneciendo siempre en rebelion los ranchos ó sierras inmediatos á aquella ciudad, el Real de Temascaltepec, Sultepec y pai ses confinantes.

,,Peor aspecto presenta todavia el camino viejo de Puebla, y toda aquella provincia. Los rebeldes ocuparon con fuerzas considerables los pueblos de Teotihuacan, Otumba, Calpulalpan, Apan y todas las haciendas del territorio, talándolo y destruyéndolo todo é insul tando incesantemente á los infelices moradores, adictos á la buena causa, que viven en la inquietud doméstica.

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,,Tlaxcala ha sido invadida repetidas veces, viéndose obligados sus habitantes á vivir con toda la inquietud, sobresalto y vigilancia que se tendria en una plaza sitiada. La provincia de Tepeaca está perseguida y dominada en general. Todos los pueblos y haciendas padecen estorsiones y desafueros, cuyos males amenazan con el hambre en el año venidero; pues privados sus labradores del ganado vacuno hasta en el número de dos mil bueyes, es imposible que puedan preparar y sembrar sus tierras, faltos de aquellos indispensables animales.

,,De este estado de trastorno público se sigue la dificultad, ó abi soluta imposibilidad de la precisa correspondencia con Oajaca y su provincia, y lo que es mas, con la plaza y puerto de Veracruz, último golpe que puede darse al comercio de este reino, y causa que ha de motivar un sensible desaliento en la península, y una opinion en toda la Europa, de nuestro estado de decadencia; juzgando por la falta de noticias, que los rebeldes hayan conseguido triunfar de las tropas reales, sufriéndose desde luego el estanco de capitales, habiendo en esta ciudad mas de dos millones de pesos en poder del conductor para trasladarse á aquella plaza, sin que lo haya podido verificar en el espacio de algunos meses, por la dificultad que ofre cen los caminos y la falta de tropas para superarla.

,,Todos estos males, el perjuicio de estar interceptado el comercio de Acapulco, imposibilitada la descarga de la Nao (de Filipinas) y la traslacion de sus efectos á lo interior del reino, privándose el real erario, en medio de su penuria, de un millon de pesos que de beria percibir de los derechos de aquel cargamento, y la eminencia de que aquella plaza y su puerto puedan sucumbir á las fuerzas de la insurreccion, están apoyados en el cuerpo de Morelos, principal corifeo de la insurreccion en la actualidad; y podemos decir que ha sido en ella el genio de mayor firmeza, recursos y astucias, habien do ciertas circunstancias favorables á sus designios prestádole ma yor osadía y confianza en llevarlos a cabo: principalmente el ataque de Tixtla, en que derrotó aquella division, que aunque debiera ser respetable por su número, perdió todas las ventajas en la indisci

plina, en la relajacion y el desórden, y sobre todo en la incapacidad de su comandante para conducirla.

,,Es, pues, indispensable combinar un plan que asegure dar á Morelos y á su gavilla un golpe de escarmiento, que los aterrorice, hasta el grado de que abandonen á su infame caudillo si no se logra aprehenderlo. Sus principales puntos ocupados son Izúcar, Cuautla y Tasco, habiendo destacado en estos últimos dias una vanguardia que ocupó sucesivamente los pueblos de Totolapa, Buenavista, Júchi, Tlalmanalco y Chalco, la cual se ha replegado posteriormen. te á Totolapa y á Cuautla, teniendo avanzadas en Buenavista...

Venegas continúa proponiendo á Calleja el plan de ataque que habia concebido para acabar con el cura Morelos, de cuyo plan nos ocuparémos en uno de los párrafos siguientes; pero antes de todo esto, y en vista de la intrepidez del caudillo enemigo, cuya vanguardia mandada por Bravo avanzó hasta San Agustin de las Cuevas ó Tlalpam, distante tres leguas de la ciudad de México, y descontento con Calleja por haber desobedecido sus anteriores órdenes de marchar sobre la provincia de Tasco, cuando en ella se encontraba el grueso del ejército americano, pretendió darle un sucesor en la persona del brigadier de marina D. Santiago Irizarri, de cuyos antecedentes militares no habia la menor noticia en el reino de la Nueva-España; pero viendo el virey el general disgusto que experimentó el ejército á la noticia de la separacion de aquel gefe, resolvió conservarlo en el mando y le dió órden de pasar á México con todas sus tropas, excepto la division de Porlier que debia permanecer en Toluca para defenderla en caso necesario. Calleja hizo su entrada en la capital el dia 5 de Febrero, con la fuerza de dos mil ciento cincuenta infantes y mil ochocientos treinta y dos caballos, y como ese mismo dia celebraba la Iglesia la fiesta del patrono y mártir mexicano San Felipe de Jesus, encontró las principales caIles del tránsito llenas de gente y adornadas con suntuosos arcos de flores. El vecindario lo recibió casi con tanto temor como al enemigo. De España acababan de llegar tres mil hombres, y este oportuno refuerzo llenó de aliento el desfallecido ánimo de Venegas, que difundió con profusion grados y empleos á los militares del general Calleja.

Cuando Venegas supo la llegada de Morelos á Cuautla de Amilpas, distante veinticinco leguas de la capital, concibió el pensamiento de atacarlo en dicho punto bajo la direccion de Calleja, á quien dió la órden de que nos ocupamos anteriormente, y cuya cópia interrumpimos para continuarla en este lugar, puesto que ella contiene una instruccion para el plan de operaciones en esta campaña. Continúa así: -,,El plan que dictan las referidas posiciones del enemigo es, el de un ataque simultáneo en los puntos de Izúcar y Cuautla, para no darle lugar á que reuna el todo de sus fuerzas en alguno de los dos, y aunque seria mas completa la accion atacando con

la misma simultaneidad el real de Tasco, presentaria inconveniente la necesidad de subdividir las fuerzas, no siendo suficientes las que hay en Toluca, especialmente por la escasez que tiene de oficiales para desempeñar el ataque de aquel punto.

,,Limitándonos, pues, á las operaciones de Izúcar y Cuautla, y contando con que las verifiquen la division de Puebla y el ejército del centro, es preciso proporcionar las fuerzas de la primera al objeto de que debe encargarse.

,,Por el último estado de 25 del anterior, constaba la fuerza de su infantería disponible, de 631 plazas, escluyendo la urbana, que debe quedar guarneciendo la ciudad, á que agregados 400 infantes de la vanguardia situada en Atlixco, harán 1031. Estos podrán aumentarse hasta 1531 con las 500 plazas de que consta el batallon de Asturias, cuyo número podrá ser suficiente para aquella operacion.

,,Su caballería por el mismo estado, y contando con la de la vanguardia, no pasa de 240 dragones, siendo indispensable aumentarla con 300 caballos del ejército del centro. Esta division deberá Ilevar ocho piezas de artillería, á saber: dos obuses, dos cañones de á 8, dos de á 6, y dos de á 4, no siendo necesario enviarle de esta capital mas de un obus, por tener en Puebla las demás piezas mencionadas, con un oficial y treinta artilleros de que carece.

„Izúcar dista de Puebla diez y seis leguas, que deberá hacer la division en cuatro jornadas, siendo la primera á Cholula, la segunda á Atlixco, la tercera á la hacienda de San José, distante dos leguas de Izúcar.

,,Para atacar á Cuautla, deberá desde luego avanzarse la vanguardia del centro, compuesta de 600 infantes y 500 caballos, con 4 piezas de artillería á Chalco, donde observará ó tomará noticias de los puntos que ocupa el enemigo y de si subsiste en Buenavista, Totolapa y el mismo Cuautla.

,,Bajo este supuesto, emprenderá su marcha el ejército desde México por Chalco, Tenango, Ameca, Ozumba y á Tlatlauca, que segun informe de persona práctica, es la ruta adaptable para la artiIlería, debiéndose llevar algunos indios gastadores para la habilitacion de un corto trecho de camino que la necesita, mas allá de Ozumba, donde hay que dar una corta vuelta á los Cedritos, é introducir las piezas por las tierras de labor, abriendo portillos en unas cercas débiles; pues aunque hay veredas por donde conducirlas sin aquella operacion, son angostas y están cubiertos sus costados de bosque, bien que esta circunstancia no ofrecerá obstáculo, debiendo creerse que los enemigos no se aprovecharán de esta ventaja para impedir la marcha, pero en todo caso serian arrollados por partidas sueltas, que se destinasen al intento.

Por noticia de dos soldados del batallon de Tula llegados ayer á Cuyuacan y fugados de las tropas de Morelos, que los hicieron

prisioneros en Tasco, se sabe que aquel salió el 6 de Cuernavaca, con direccion á Atlixco, y que el 8 habia de entrar en la misma Cuernavaca con una division del brigadier D. Miguel Bravo. Esta relacion manifiesta que las gavillas de aquellos rebeldes, se mueven de unos á otros de los referidos puntos, pudiendo suceder que al dirigirse el ejército á Cuautla, esté la mayor reunion en Cuernavaca, ó que batidos en el primer punto, se retiren al segundo, cuya probabilidad deberá tenerse presente por el Sr. comandante de la expedicion, para en los respectivos casos, dirigirse en primera instancia al punto en que averigüe haber mayor reunion, ó continuar su ataque en Cuernavaca, despues de haberlos batido en Cuautla.

„Siendo de esperar que derrotados en los principales parages de Cuautla, Cuernavaca é Izúcar, dirijan los bandidos su fuga hácia el Sur, deberá entónces perseguirlos la division de Puebla por aquel rumbo, y considerada suficiente aquella fuerza para disipar las reliquias de Morelos, el ejército del centro se restituirá á la capital, para tomar el nuevo destino que dicten las circunstancias."

Venegas dió esta órden el 8 de Febrero de 1812, y á los cinco dias salió de la capital el general Calleja con gran satisfaccion del virey, continuando su marcha hasta Pasulco donde acampó el 17 del mismo mes. El general Morelos se hallaba fortificado en la pequeña villa de Cuautla Amilpas, situada á dos leguas del campo que habia escogido el general español para principiar sus operaciones. Allí se hallaba lo mas escogido del ejército americano. Allí se habian reunido oficiales jóvenes y patriotas para dar pruebas de su concepto militar. Calleja se puso en movimiento para verificar el ataque en la mañana del dia 19, y á pesar del extraordinario esfuerzo que hizo para desalojar á los enemigos de sus respectivas posiciones, las cuatro columnas realistas fueron rechazadas de todos los puntos, y en lo mas encarnizado de este combate entre dos gefes acreditados, el general Galeana hizo prodigios de valor y salvó la vida á Morelos, quien la esponia como el último soldado por dar vida á la causa que tan heróicamente defendia. El ejército de Morelos se componia de cinco mil quinientos hombres, y en este asalto general que intentó el general español con esperanzas de obtener el mismo resultado que en la villa de Zitácuaro, la pérdida de los insurgentes fué demasiado insignificante, mientras que los realistas tuvieron entre muertos y heridos cerca de doscientos hombres, entre los cuales se hacian notables el conde de Casa Rul y el coronel Oviedo. D. Hermenegildo Galeana, comandante del peligroso punto de San Diego, viendo al capitan enemigo Sagarra algo separado de los suyos, salió solo y le desafió á un combate parcial. Este duelo que recuerda las costumbres caballerescas de la edad media, se verificó á la vista de ambos ejércitos en lo mas reñido de la pelea: el capitan Sagarra quedó muerto, y el triunfo de Galeana

redobló la energía de los sitiados. El general español dió la órden de retirada á las seis horas de continuado combate.

Desanimado Calleja por sus infructuosas tentativas, resolvió oir en junta la opinion de los gefes de su ejército, y todos opinaron que era menester diferir el ataque hasta recibir nuevos auxilios de la ciudad de México. El general español pidió entónces al virey, artillería y municiones, que le fueron remitidas para regularizar el sitio de la villa de Cuautla, y se le unió el brigadier Llano con todas sus fuerzas, dejando el sitio que tenia puesto á Izúcar, punto que el Padre Sanchez defendia con buen éxito, teniendo á sus órdenes á Guerrero y Sandoval. D. Vicente Guerrero habia comenzado gloriosamente su larga y peligrosa carrera; pues contaba ya mas de cincuenta heridas recibidas por la causa de la independencia, y aun salvó su existencia por una especie de milagro en la citada villa de Izúcar. Sucedió que estando durmiendo estenuado de fatiga, taladró una bomba el techo de su habitacion, y habiendo penetrado en su aposento fué rodando sobre su cama en donde reventó. Cuantos se hallaban en el cuarto quedaron heridos menos él.

En seguida de haber llegado Llano con su division al campo de Calleja, comenzaron las obras de circunvalacion en las inmediaciones de Cuautla, acampando el segundo al Poniente en la hacienda de Buena-Vista, y el primero al Oriente sobre las lomas de Zacatepec. El sitio de Cuautla es célebre en la historia de la guerra de la independencia por la brillante defensa de los americanos, á la que el mismo Calleja no pudo menos que hacer justicia y rendir el debido homenage. Morelos sabia muy bien que esta defensa no podia salvar la plaza; pero no ignoraba que todo México tenia fijada su vista en él, y queria con la demostracion de su heróica bizarría y singular valor, manifestar á sus enemigos no solo la firmeza de su alma, sino tambien la ilimitada adhesion de los patriotas que mandaba, y crearse admiradores y nuevos partidarios en todo el territorio del reino. Era tambien su intento prolongar el sitio hasta el principio de la estacion lluviosa, muy mal sana en toda la provincia de la tierra caliente, á cuya entrada se halla situada la pequeña villa de Cuautla, conocida hoy con el nombre de ciudad de Morelos. Tampoco ignoraba Calleja los males que le aguardaban en aquel clima mortífero, por cuya razon trataba de concluir á toda costa el plan de sus operaciones. Para desgracia de los valientes defensores de la citada villa, este general tenia un poderoso apoyo en la misma plaza; pues ella no habia sido abastecida antes del sitio segun las reglas comunes de la guerra. Allí el hambre ejercia terribles estragos entre los sitiados, y la falta de agua se dejaba sentir de una manera no menos cruel. Un gato valia seis pesos, un lagarto dos y una rata un peso. La guarnicion estaba reducida á una corta porcion de maiz por todo alimento, y los infelices habitantes se mantenian con sabandijas y cueros viejos de toro.

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