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que motivó la formacion de una caricatura bastante oportuna, pues ella representaba un gato en vez de cordero que se encuentra al extremo del collar.

La revolucion francesa despertó de su letargo á los habitantes de las colonias americanas, especialmente á los de Nueva-España que se hallaban en inmediato contacto con los republicanos de los Estados-Unidos del Norte, á pesar de la excesiva vigilancia de las autoridades políticas y civiles del pais. A los pocos dias de haber tomado Branciforte posesion del gobierno, tuvo noticia de una conspiracion que tenian fraguada un tal Juan Guerrero y otros individuos europeos. El caudillo del plan revolucionario, reducido á la miseria á consecuencia de una enfermedad que lo privó del goce de su empleo, intentó primero apoderarse de la nao de Manila para invadir alguna provincia de la China; pero habiendo considerado esta empresa muy llena de dificultades, formó el proyecto de sorprender y hacerse de todas las autoridades de la capital del reino, para proclamar su libertad é independencia á la faz de todo el mun do, y se proponia llamar á su auxilio á los habitantes de la vecina república de los Estados-Unidos. El plan fué denunciado por un particular al alcalde de córte D. Pedro Valenzuela, y reducidos á prision Guerrero y todos sus compañeros, entre los cuales se encontraba el presbítero D. Juan Vara, se hizo de la causa un proceso largo y voluminoso que duró hasta el año de 1800, en el que fueron sentenciados unos á presidio y otros á destierro perpétuo con prohi bicion de volver á las colonias de América. El padre Vara se fugó del castillo de San Juan de Ulúa.

Declarada formalmente la guerra entre la España y la nacion francesa, el marques de Branciforte puso en juego los resortes de la inquisicion para perseguir de muerte á los individuos de aquel pais, sin perdonar algunos españoles y mexicanos que creyó adictos á doctrinas libres de la nueva república. Entretanto el virey ejercia estos actos de escandalosa arbitrariedad y despotismo, fascinaba al pueblo con diversiones públicas de todas clases, á fin de que no sintiese la mano de hierro que lo oprimia y abusaba de la sencillez de sus costumbres. El virey acompañado de todos los tribunales, sobre los cuales ejercia una influencia muy parecida á la de un verdadero soberano, colocó en la plaza de México la primera piedrą del pedestal que debia servir á la estátua ecuestre de Carlos IV, y habiendo tenido efecto este acto el 18 de Julio de 1796, se esperó al 9 de Diciembre del mismo año, en cuyo dia se celebraba el natalicio de la esposa del monarca de Castilla, para colocar sobre el pe destal una estátua provisional de yeso, entretanto se concluia la de bronce que costeó el marques de Branciforte, la que no vino á colocarse hasta durante el gobierno de D. José de Iturrigaray. El mismo dia del cumpleaños de la reina, el 9 de Diciembre, se dió principio en la garita de San Lázaro al camino de Veracruz o de la reina

Luisa, de cuya obra estaba encargado el Consulado de México, luego se dió publicacion á un bando que concedia permiso para fa bricar libremente el aguardiente.

Este virey no se paraba en los medios para adquirir riquezas, sirviéndole de instrumento el conde de Contramina, D. Francisco Perez Soñanes, á quien encomendaba todos los asuntos que podian' producirle alguna utilidad. Para ilustrar este punto de la historia de su inmoral gobierno copiamos á continuacion un trozo de la obra de D. José Presas (1): „El marques de Branciforte, casado con la hermana de Godoy, fue nombrado virey de Nueva-España, y despues que tomó posesion' de tan alto' destino, imitando la conductal que observaba sn cuñado en Madrid, se dedicó esclusivamente á formar un cuantioso capital, poniendo para ello en venta todas las gra-` cias y empleos; y procuró1 aumentar el número de éstos con el pretesto de arreglar los regimientos de milicias, para lo cual era necesario crear algunos coroneles, capitanes, alféreces, &c. El aspiran-' te á cualquiera de estas plazas no tenía mas, para alcanzarla, que verse con uno de los pocos agentes secretos que tenia Branciforte,' y saber en cuanto estaba valuada por S. E. Con esta noticia depositaba la cantidad en poder del mismo agente ó'de otra persona de su confianza, y presentaba al siguiente dia el competente memorial, y la gracia era inmediatamente concedida. Los cribllos y aun los inismos europeos en aquellos tiempos se pagaban extraordinariamente de aparecer al público con una insignia ó' una divisa que los distinguiese de las demás gentes, y esta vana preocupacion aumento' tanto el número de aspirantes que a pesar de que las gracias sè vendian por tres, seis, ocho & diez mil duros, no fué posible contentar á todos. Es digno de referirse aquí un suceso muy notable, que' es público y notorio en Nueva-España, y de que algunos sugetos de reputacion tienen noticia en Europa. El conde de Casa-Rul deseaba ser coronel de uno de los regimientos de milicias que ibau á' crearse, y se resolvió a pedir esta gracia á Branciforte, quien sin trepidar un momento, ui haber precedido dádiva ni oferta alguna, se la otorgó por entonces generosamente; mas despues de pasado algun tiempo, y viendo que el conde no habia dado muestras ni señales de gratitud, le llamó el virey, y en tono de amistad le confió con mucha reserva que su hermano politico el principe de la Paz le pedía con mucha' urgencia cien mit duros para socorrer las necesidades de la reina, cantidad que él no tenia, pero que contaba con su amistad para que se los prestase, y poder salir de aquel apuro. El conde de Casa-Rul, que era andaluz, se pagó tanto de esta confianza, que en aquel mismo dia le mandó las cien talegas; y para que' to faltase ningun requisito á este rasgo de generosidad; no quiso ó1

(1) Juicio imparcial sobre las principales causas de la revolucion de la Amérisa Española!

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á lo menos no exigió el competente recibo de ellas. Pasaron dias, semanas, y meses sin que el virey se diese por entendido de la devolucion que habia ofrecido, hasta que llegó la noticia de su relevo ó muda; y entonces fué cuando el conde principió á practicar algunas diligencias para recuperar su dinero. No perdia ocasion en que podia presentarse al virey, á fin de llamarle la atencion; mas éste, que en lo que menos pensaba era en devolverle las cien talegas, nunca se dió por entendido y el conde se vió ya en la precision de pedirselas clara y distintamente, demanda que miró Branciforte como un acto de la mayor ingratitud, echándole en cara la particular distincion de coronel con que le habia condecorado sin que le hubiese costado nada, y á la cual no era acreedor: á esta especie de reproche tuvo que callar el conde y quedar sin su dinero. „,Si fuéramos á referir todos los reprobados hechos que evidenciaron la conducta de este virey, nada podriamos agregar á la breve y exacta pintura que de él acaba de hacernos este ilustrado escritor español. Despues de haber tenido efecto una vergonzosa paz entre España y Francia, la córte de Madrid declaró la guerra á Inglaterra el 7 de Octubre de 1796, y luego que se hubo comunicado esta noticia al reino de la Nueva-España, el marques de Branciforte reunió un ejército que acantonó en Orizava, Córdova, Jalapa y Perote, y habiendo salido de México con intenciones de mandarlo personalmente en caso necesario, estableció su cuartel general en el primer punto. Allí se encontraba todavía cuando desembarcó en Veracruz el virey que debia sucederle y despues que le entregó el mando el 31 de Mayo de 1798, se dirigió á Veracruz para volver á España con cinco millones de pesos, de los cuales le pertenecian dos en su mayor parte. El marques de Branciforte llevó consigo el ódio de todos los habitantes del reino.

Gobierno de D. Miguel José de Azanza, quincuagésimocuarto virey de México: conspiracion de los machetes (1798 á 1800). Este virey sirvió de secretario á D. José de Galvez cuando fué nombrado visitador de Nueva-España, y despues de haber obtenido algunos grados inferiores en la milieia, se dedicó con mas empeño á la carrera de la diplomácia, ocupando varios destinos que desempeñó cumplidamente, hasta que su probidad lo elevó á ser virey de México y presidente de la real audiencia. Ya hemos dicho que tomó posesion del mando en la villa de Orizava á 31 de Mayo de 1798, y sus primeras providencias se dirigieron á disolver el canton de tropa que se hallaba á las inmediaciones de Veracruz, porque esta reunion de hombres no solo ponia en peligro la tranquilidad pública del pais, sino que tambien causaba al erario el crecido desembolso de mas de sesenta mil pesos mensuales. No obstante, el nuevo virey tomó otras providencias para poner en defensa las costas amenazadas por los corsarios ingleses, mandando establecer en la Hanura de Buenavista, situada en las cercanías de Veracruz, una

fuerza de seiscientos infantes y doscientos caballos bajo las órdenes de D. Pedro Alonso, teniente coronel de la Corona y uno de los mejores oficiales del ejército; pero un accidente casual y fuera de la humana inteligencia, la aparicion de unas calenturas malignas á consecuencia de las lluvias continuadas en aquel año, destruyó en pocos dias casi toda la tropa que se componia de los jóvenes mas robustos del ejército. El Sr. Azanza aumentó las lanchas cañoneras hasta el número de diez y ocho, á fin de que pudieran resistir un golpe del enemigo en la embocadura del rio de Alvarado, y confió su mando al bravo oficial de marina D. Ignacio Fonnegra.

Deseoso de contribuir al fomento de las colonias establecidas en Californias, sacó veintiun niños de ambos sexos de la casa de la Cuna, enviándolos en seguida con la comodidad posible á aquella lejana Península, y su viage hasta el puerto de San Blas importó cerca de cinco mil pesos. Al mismo tiempo mandó establecer á orillas del rio Salado, en el reino de Nuevo-Leon, una colonia que tomó el nombre de villa de la Candelaria de Azanza, en cuyo punto se fijó un destacamento de tropa miliciana para defenderlo contra el ataque de los indios bárbaros: Restablecidos los cuerpos de milicia desde el anterior vireinato, el Sr. Azanza los distribuyó en brigadas que se confiaron á gefes acreditados, dando el mando de la de San Luis Potosí al coronel D. Félix Calleja, militar que hizo mucho daño en los años sucesivos á la causa de la independencia,

La civilizacion y prosperidad pública que empezaban á desarrollarse en el reino de la Nueva-España, introducian en el corazon de sus hijos el deseo de romper los lazos que le unian á la madre patria, y este deseɔ descendia por grados desde la clase ilustrada D. Pedro de la Porhasta la mas ínfima de la sociedad mexicana. tilla, cobrador de los derechos del Ayuntamiento en la plazuela de Sta. Catarina Mártir, hombre pobre y de muy pocas relaciones sociales, se reunió con trece individuos de condicion bastante oscura, muchos de ellos parientes y amigos suyos, y concibió el pensamiento de derrocar en un dia el dominio español en el territorio mexicano. Los conspiradores tenian sus juntas eu la casa núm. 7 del callejon de Gachupines: el proyecto tenia por objeto destituir al virey, dar muerte á todos los españoles, apoderarse de sus caudales, proclamar la independencia del pais y sostenerla contra las invasiones de España; pero no se crea que contaban con grandes medios. de accion para llevar á su cima esta gigantesca empresa, pues sus recursos consistian únicamente en mil pesos en numerario, trece conjurados, tres armas de fuego y cincuenta instrumentos conocidos con el nombre de machetes. Su plan de operaciones venia á resolverse en poner en libertad á todos los presos de las cárceles, seducir la guardia del palacio y apoderarse de la persona del virey, y cuando hubieran conseguido enseñorearse de este resguardado edificio, debian convocar al pueblo para el nombramiento de los dipu

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tados al congreso constituyente del pais. Ellos trataban de formar un ejército de ochenta mil hombres, á cuyo efecto todos los concurrentes á la segunda junta se dieron el nombramiento de tenientes generales, recayendo el de capitan general en el candillo D. Pedro de la Portilla; pero cuando mas entusiasmados se hallaban discutiendo este importante asunto, fueron sorprendidos por el alcalde de Corte D. Joaquin de Mosquera y Figueroa, á quien comisionó el virey, prévia consulta con el regente de la audiencia y varios ministros de ella. Esta ridícula conspiracion, conocida vulgarmente con el nombre de los machetes, fué denunciada en 1799 á Azanza por D. Isidoro Francisco de Aguirre, primo de Portilla é individuo comprometido en el proyectado plan. A pesar de que no habia ramificacion alguna que pudiese comprometer los destinos de la colonia española, el virey conoció desde entonces la disposicion del pais en favor de su independencia, en virtud de las divisiones que reinaban entre criollos y europeos, y casi previó el próximo movimiento que ensangrentó los deliciosos campos de la Nueva-España. La causa de los conspiradores se siguió con bastante lentitud y miramiento, y despues de algunos años todos fueron puestos en libertad, excepto algunos de ellos que murieron en la prision. D. Pedro de la Portilla figuró en México despues de los dias de la emancipacion.

El mismo año hubo un terrible huracán en Acapulco que duró cuatro horas, y toda la ciudad quedó reducida á un monton de ruinas. El dia 8 de Marzo de 1800, en que la iglesia celebra la festividad de San Juan de Dios, se verificó un gran temblor de tierra que conserva todavia el nombre de aquel santo. El virey Azanza hizo de él la siguiente relacion al ministerio de Castilla:,,A las nueve de la mañana del dia 8 del presente mes, se experimentó en esta capital uno de los mayores temblores que se han padecido en ella. Su duracion pasó de cuatro minutos: comenzó por un movimiento de oscilacion de Oriente á Poniente: despues cambió la direccion de Norte á Sur, y terminó con movimientos encontrados, á manera de círculo. Posteriormente se han sentido tambien algunos otros terremotos; pero muy ligeros y de poca duracion. Fué grande la consternación que causó el primero en esta poblacion numerosa; pero por fortuna no pereció ninguno, ni los perjuicios fueron tan grandes como era de temerse. Las tres cópias que acompaño adjuntas, instruirán á V. E. de los que se han advertido en los templos, en los edificios reales, en las casas de comunidad y de parti. culares, en las arquerías y cañerías, y en este real palacio. Luego que cesó el movimiento, hice publicar un bando prohibiendo el trán. sito de los coches y carros por las calles y plazas de la ciudad, entretanto se reconocian los daños que habia originado en sus edifi cios, lo cual se ejecutó con la mayor exactitud y brevedad posible, y apuntaladas ó demolidas algunas casas que amenazaban ruina,

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