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dose suscitado cuestion entre la audiencia y el ayuntamiento sobre sus respectivos lugares, resolvió prudentemente verificarla á caballo segun la antigua costumbre, siendo el último virey que se conformase á la observancia de este ceremonial. D. Matías de Galvez fué recibido con muestras de bastante aprecio y distincion, en virtud del extraordinario ascendiente que gozaba su hermano en la córte de Madrid, aunque por otra parte su desinterés y buenas intenciones le merecieron muy pronto las simpatías de todos los habitantes; pues conservando todavía el recuerdo de su primitivo estado de labrador en tierra de Málaga, cuyo ejercicio tenia antes de la elevacion de su hermano el ministro, manifestaba una sencillez muy poco á propósito para rodear de orgullo el alto puesto que ocupaba.

Galvez se dedicó empeñosamente en fomentar y promover varios ramos de utilidad pública; pues terminada ya la ruinosa guerra que habia sostenido España contra Inglaterra, nada necesitaba hacer de lo que cupo en suerte á su virtuoso y desgraciado antecesor. Habiendo visitado personalmente la real Academia de bellas artes, puso en juego su valimiento para colocarla bajo la proteccion del monarca de Castilla, y consiguió que éste la dotase con trece mil. pesos, asignándole los maestros mas distinguidos que se encontraban entonces en la córte de Madrid. La policía le debió muy pronto mejoras de bastante consideracion, porque además de haber dividido la ciudad en ocho cuarteles mayores y treinta y dos menores, mandó limpiar todas las acéquias y empedrar las calles principales. En su tiempo se trató de establecer el banco nacional de San Carlos, proyectado por el conde Cabarrus y apoyado por el ministro Jovellanos; y habiendo salido parte de sus fondos de las comunidades de los indios, principalmente de las parcialidades de San Juan y Santiago que dieron veinte mil pesos, estos pobres pueblos no percibieron utilidad alguna en clase de accionistas, y la futura quiebra del banco los colocó en un estado mas miserable que el que antes tenian. El impresor D. Manuel Valdes obtuvo privilegio exclusivo en 1783 para la publicacion de una gaceta, con la condicion de que solo habia de ocuparse de elecciones municipales y de comunidades, entradas y salidas de buques y otras noticias agenas de la política; mas á pesar de esta terminante prevencion dada bajo un gobierno absoluto, la gaceta publicó un compendio de la historia del descubrimiento y conquista de Nueva-España, donde se referian hechos que hacian muy poco honor á los hijos de la nacion española.

En 13 de Enero de 1784 se oyeron en Guanajuato ciertos ruidos subterráneos, y ellos se repitieron por espacio de ocho dias con horror de todos sus habitantes. Así pasó sin interés alguno la corta administracion de este virey, quien se sintió gravemente, enfermo en 20 de Octubre del mismo año, en cuyo dia dispuso que la au

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diencia comenzase á desempeñar sus funciones, y su muerte se verificó en la noche del dia 3 de Noviembre. Los funerales se hicieron por voluntad del difunto en la iglesia de San Fernando. Don Cárlos María de Bustamante en su suplemento á la obra escrita por el padre Andrés Cavo, de donde hemos tomado los hechos de éste y los anteriores capítulos, dice lo siguiente: Tal fué el go'bierno efímero de D. Matías de Galvez, de quien puede decirse que no dejó un hombre quejoso, ni por su causa se derramó una lágrima dolorida, sino fue por su muerte; y sin faltar á la verdad puede asegurarse, que con las disposiciones que comenzó á tomar para introducir la policía y adorno en México, trazó las primeras líneas del plan magnífico que continuó y llevó á perfección su digno sucesor el conde de Revillagigedo."

Por su fallecimiento entró á gobernar provisionalmente la real audiencia, recayendo el empleo de capitan general en su regente D. Vicente Herrera. A los pocos dias se incendió la fábrica de pólvora de Santa Fé, siendo la cuarta vez que tenia efecto este desgraciado acontecimiento en menos de seis años, y la explosion dejó sin vida á cuarenta y siete personas, sin contar catorce heridos de gravedad, entre sesenta y tres operarios destinados á trabajar en aquella fábrica. A fines de año se generalizó una epidemia de dolores de costado, la cual hizo bastante estrago en las mejores poblaciones de todo el territorio, y entre otras personas murió D. Antonio de Obregon, primer conde de Valenciana, hombre que se hizo bastante recomendable por las limosnas que repartia diariamente al pueblo miserable. Antes de tener la bonanza de Valenciana, dice el Sr. Bustamante, Obregon se presentó en Valladolid en solicitud de una dispensa matrimonial: concediósela el Sr. obispo Rocha, y habiéndole ido á dar las gracias, se lo quedó mirando de hito en hito, le puso ambas manos sobre los hombros, y le dijo con voz firme y tono profético.... Vaya vd., Sr. Obregon, que vd. será muy rico. Estas palabras llenaron de consuelo á Obregon, y cuando disfrutaba de una opulenta fortuna, decia:,,Para que fuera completa mi suerte, solo me falta que el Sr. Rocha viviese, para que viera cuán acertado estuvo en su vaticinio." El conde de Valenciana no aguardaba á que le pidieran: apenas sabia que un pobre habia muerto, cuando se informaba de la familia que dejaba, y la mandaba socorros abundantes: ¡alma grande, vive Dios, y digna de nuestra honrosa y eterna memoria!!!"

Gobierno de D. Bernardo de Galvez, cuadragésimonoveno virey de México: gobierno provisional de la real audiencia (1785 á 1787). Las victorias que habia alcanzado en la Movila y Panzacola, como tambien el valimiento que gozaba en Madrid su tio el marques de Sonora, sirvieron de antecedentes para que el pueblo lo hubiese recibido con demostraciones de aprecio. Tomó posesion del mando el 17 de Junio de 1785; y dos meses despues, cuando se TOM I

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hallaba todavía siendo el objeto de las aclamaciones del público, cayó repentinamente una helada que destruyó todas las sementeras de maiz, causando una desoladora hambre que llenó de conflicto y miseria á toda la poblacion. El virey dió las mejores disposi ciones para proveer á las necesidades públicas, contando con la cooperacion de todos los prelados del reino, quienes abrieron sus arcas para acallar las justas exigencias de la multitud; pero á pesar de tanto cuidado y eficacia para remediar tamaños males, una epide mia vino á completar al siguiente año el estado aflictivo del pueblo miserable.

Durante su gobierno cometió algunas indiscreciones que le ocasionaron graves disgustos en la córte; pues queriendo ganarse popularidad en un pueblo que veneraba la persona de los vireyes, hizo descender su autoridad á un terreno muy poco digno del alto puesto que ocupaba, cuya circunstancia dió motivo á algunas personas para desconfiar de su conducta y atribuirle pensamientos contrarios á la dependencia del pais. Deseando el virey atraerse la voluntad del pueblo y las principales familias de la capital, no desdeñó salir con su esposa en un quitrin al rededor de la plaza de toros, donde dió varias vueltas gobernando él mismo los cabaIlos, y haciendo esto por ganarse aplausos de la muchedumbre entusiasmada. Hizo sentar plaza de soldado a su hijo primogénito, todavía de muy corta edad, y para solemnizar este acto que llenaba de admiracion á todos los vecinos, dió un convite en la azotea” de Palacio á todo el regimiento de Zamora, cuyos soldados trataron con la mayor familiaridad á su nuevo compañero, estrechando la distancia que la costumbre habia establecido entre ellos y las personas de los vireyes. La indiscrecion de Galvez traspasó mas allá de los límites de la prudencia y buen jaicio; pues hallándose de temporada en el pueblo de San Juanito en 1786, volvia á la capital en momentos que debian ajusticiarse tres reos sentenciados por el tribunal de la Acordada, y habiéndole pedido el pueblo que perdonase á los delincuentes, condescendió á sus clamores y mandósuspender la ejecucion. El ministerio aprobó la determinacion de D. Bernardo de Galvez, conmutándoles la pena en la extraordinaria de presidio en Acapulco; pero se previno al juez de la Acordada que avisase el dia y la hora de sentencias capitales, á fin de que los vireyes no saliesen de Palacio hasta la terminacion del suplicio. Gracias al valimiento de su tio el ministro universal de Indias, las cosas no tomaron un carácter grave en perjuicio de D. Bernardo de Galvez.

Entre los hechos que mas contribuyeron á interpretar su equfvoca conducta en la córte de Madrid, fue uno de los principales la construccion de un Palacio sobre la colina de Chapultepec; pero por mas que la tradicion le haya atribuido el proyecto de hacerse independiente de la España, constituyendo dicho Palacio en una forta

eza para dominar la ciudad de México, hay documentos que justifican las caballerosas intenciones de este virey, entre los cuales podemos citar una exposicion que dirigió á su tio desde México el 27 de Julio de 1785, en cuyas palabras aparece el desinterés que le sir vió de norte para la construccion de la mencionada obra (1). No.

(1) „Exmo. St.-Muy Sr. mio: En carta de 26 de Abril del año préximo pasado, dió cuenta á V. E. el virey D. Matias de Galvez, del deplorable estado en que se hallaba la casa, cerca y bosque del alcázar de Chapultepec, proponiendo los medios para sus reparos y conservacion, y de que el Consulado ofrecia veinte mil pesos para la obra, con tal de que en aquel sitio se hiciese el recibimiento y entrega del baston á les vireyes, y no en San Cristóbal.

,,Enterado S. M. de todo, se sirvió en real órden de 19 de Agosto del mismo año convenir en que se componga aquel edificio, y que para ello se hagan dos festas de toros, aplicando su producto á este efecto, con seis ú ocho mil pesos de la real hacienda, y lo que quisiese dar el Consulado; pero no en que se ejecutase en aquel parage la entrega del baston de los vireyes.

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En su consecuencia mandó la audiencia gobernadora, que la citada real Orden con los antecedentes pasasen al fiscal de la real hacienda. Este ministro pidió se tomase razon en el tribunal de cuentas, como está mandado: que se agregasen al espediente los planos presentados por el comisionado, con sus consultas, y que todo volviese á su vista.

„Así se resolvió, previniendo informase préviamente el Consulado. Esto lo ejecutó esponiendo, que respecto á hallarse en la necesidad de construir casa en San Cristóbal para el recibimiento de los vireyes, no le quedaba arbitrio para concurrir al edificio del alcázar de Chapultepec.

El fiscal con presencia de todo, tenia pedido, que respecto á lo que esponia aquel tribunal, á que el parage en que estaba situado el que hoy existe, no era muy a propósito para el recreo y desahogo de los vireyes. por su lobreguez y aires infestados: á que cuando el virey D. Matias de Galvez dió cuenta á S. M. de lo espresado, no lo habia ejecutado con testimonio del espediente, se sacase inmediatamente y remitiese á manos de V. E., esponiendo igualmente que le parecia mas acertado el que se vendiese el sitio en el estado que actualmente tenia en pública subasta, con ahorro de tantos y tan ciertos gastos de la real hacienda, poniéndose por condicion que el comprador no perjudicase al molino de pólvora con edificios contiguos, ni obras que cediesen en su daño.

,,Sacándose estaba el testimonio, cuando llegué y tomé posesion de este gobierno; pero habiendo pedido el espediente, y enteradome de cuanto producia, pasé en persona á Chapultepec, y despues de haber registrado con especial cuidado y reflexion el sitio, y advertido en él muy ventajosas posiciohes para que los vireyes logren sin alejarse de esta capital, un alivio y desahogo en sus tareas y fatigas de gobierno: consecuente á la real órden de 15 de Agosto del año próximo pasado, y considerando que por la total ruina del palacio, era imposible aprovechar cosa alguna; resolvi se procediese desde Juego a fabricar una casa de campo sencilla, en el parage que prefirieron los maestros de arquitectura, por la pureza del aire y agradable vista que desde él se disfruta de aquel hermoso y dilatado valle, nombrando para la formacion de planos, direccion y conclusion de la obra, al teniente coronel de infantería é ingeniero ordinario. D. Francisco Bambiteli, con prevencion de que sin perder de vista el decoro, solidez y estension que correspondia á esta clase, procurara evitar ornatos superfluos, y gastos que no fuesen inescusables

sotros no podemos asegurar cuales fueron los secretos proyectos de este virey; pero sus antecedentes militares, la noble conducta que observó en la campaña de la Movila y toma de Panzacola, como tambien el profundo pesar que sintió al verse calumniado por algunos vecinos del reino, todo justifica competentemente las buenas intenciones del Sr. Galvez. No es creible que este virey, de nobles sentimientos y caballerosas ideas, se hubiera lanzado á abrazar un proyecto de muy dificil consecucion en aquella época; porque contando la España con sus fuerzas y las de la nacion francesa, se hubiera presentado gigante en la lid contra su rebelde virey, y las glorias y honores que la victoria le habia concedido en mejores dias, se hubieran estrellado en presencia de la osadía y extravagancia de sus planes. La tradicion nos dice que hubo ese proyecto en el pensamiento del Sr. Galvez; pero es necesario convenir en que ella no es bastante para dar un carácter verídico á los hechos históricos. Si todos están de acuerdo en que no hay un dato positivo que contribuya á la comprobacion de este hecho, no nos parece prudente mancillar con este negro. borron los buenos servicios de un soldado amante y celoso de la confianza que en él se habia depositado.

Desde que la córte de Madrid empezó á sospechar de la conducta de su virey, la salud de éste declinó visiblemente á los ojos del público que lo amaba como á su bienhechor. Los pesares destruyeron su juvenil y robusta naturaleza, hasta el estremo de haberlo postrado en el triste lecho de los moribundos, donde obtenia diariamente esquisitas pruebas de amor y gratitud de todo el pueblo mexicano. Despues de haber recibido los Santos Sacramentos el 13 de Octubre de 1786, dejó el gobierno político en manos de la real

y considerando ser justo abonar á este oficial el costo del carruage que desde luego diariamente necesitaba para reconocer aquel terreno, comenzar y seguir la obra, previne al teniente de milicias D. Márcos Barrio, á quien igualmente nombré por tesorero pagador de ella, ministrase semanaria 6 mensalmente prévio recibo, lo que invirtiese en esto, además de la gratificacion que por su grado le tocara. Para esto mandé á los oficiales reales entregasen á dicho Barrio dos mil pesos á cuenta de los ocho mil que permite S. M. se saquen de la real hacienda, reservándo gratificar á éste con alguna ayuda de costa moderada sobre los quinientos pesos que goza de sueldo, segun viese que desempeñaba esta comision.

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De lo espuesto se impondrá V. E. por el adjunto testimonio de todo el espediente, con el que espero se sirva dar cuenta á S. M., suplicándole que respecto de no poderse verificar en el presente año las corridas de toros, con cuyos productos se han de costear estas obras, por ser regular que el próximo Noviembre tenga la ciudad las acostumbradas para indemnizarse de los gastos de las funciones de mi entrada; tenga á bien permitir que estas cajas reales suplan entretanto las cantidades que se necesiten en calidad de reintegro del indicado arbitrio, sobre el que estaré muy á la mira; é igualmente que en el caso de no ser suficientes los caudales que estas dos corridas produzcan, se sirva conceder las demás que sean necesarias para complemento de lo que importa esta obra, y se digne resolver lo que sea mas de su soberano agrado. Dios, &c. México 27 de Julio de 1785.-Exmo. Sr. D. José Galvez."

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