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es de un grueso igual por lo menos al palo de trinquete, aunque mas corto que este. En los navios de mayor porte el bauprés tiene mas de 3 pies y medio de diámetro.

Se procura en los combates, ya por medio de la artillería ó á favor de un abordage; cortar ó romper esta llave de todo el edificio, y cuyo auxilio y cooperacion es de gran necesidad para el movimiento de la embarcacion.

dese por batologia la repeticiou ó abundancia | considerable sus dimensiones y uniéndolo sóestéril de palabras sin sentido. He aqui, segun lidamente al cuerpo del buque. Por lo comun algunos etimologistas cual es el origen de esta voz. Hubo entre los cireneos un rey llamado Batos que, siendo tartamudo, tomó por costumbre cuando hablaba repetir varias veces las mismas silabas de las palabras que queria prouunciar. De Batos, pues, y de logos (discurso) se formó la voz batologia, sinónima de redundancia. A esta version nos parece, sin embargo, preferible la de otros que suponen que Batos fué un poeta pesado y fastidioso, el cual por sus amplificaciones y sus repeticiones dió orígen á este vocablo. Otros, en fin, lo hacen remontar al personage del mismo nombre, cuya indiscrecion descubrió el hurto cometido por Mercurio en los ganados de Apolo. (Véase á continuacion).

BAUTISMO. (Religion y legislacion.) Es uno de los sacramentos de la religion cristiana. Su nombre está tomado de una palabra griega que significa lavar, sumergir. El uso de las abluciones ha existido en todas épocas y ha sido comun á todos los pueblos. Cuando Jesucristo vino al mundo, se hallaba muy generalizado en el Oriente. Los judíos, por la ley de Moisés, estaban sujetos á este sacramento, y llámase re-tambien bautismo á la ablucion que estaba en práctica entre ellos, con respecto á los nueva mente convertidos. Casi todos los pueblos han atribuido á las abluciones ideas de purificacion moral. El bautismo, como sacramento, ha sido adoptado por la generalidad de las sectas crislianas; mas no todas le han comprendido del mismo modo ni le han atribuido los mismos

Batos, pastor de Pilos, habia prometido á Mercurio no revelar á persona alguna el hurto que le vió cometer del ganado de Apolo, cibiendo en pago de su discrecion la mas hermosa de las vacas robadas. A poco, y con el objeto de hacer con él una prueba, volvió Mercurio, disfrazado de labriego, y ofreció á Batos un buey y una vaca por que le descubriese el parage en que estaba oculto el ganado que se buscaba. Movido por el aliciente de la recompensa ofrecida, Batos reveló el secreto, indig-efectos. Como la mas numerosa y la única vernado de lo cual lo convirtió Mercurio en piedra de toque, que es la que sirve para probar la calidad y la pureza de los metales. Esta fábula no tiene acaso otro origen que haber sido Ba tos el inventor ó descubridor de la piedra de toque.

BAUPRES. (Marina.) Palo grueso que sale fuera de la proa, con determinada inclinacion al horizonte. Es uno de los principales de la arboladura, y sirve para marear los foques y hacer firmes los estays del palo trinquete y de sus masteleros. El bauprés es uno de los cua tro palos mayores; pero difiere esencialmente de los otros tres por su posicion inclinada. El ángulo que forma con el horizonte en los navios, fragatas y otros buques de gran porte, - varia de 30 á 40°, y en los mas pequeños, como bergantines y goletas, este angulo se halla entre los 20 y 24. En los cuters y lugres es casi horizontal, y se le da esta posicion para poderlo meter en parte en el buque, cuando bay mar gruesa.

dadera es la iglesia católica, referiremos nicamente sus doctrinas, opiniones y costumbres con respecto á este sacramento.

Del bautismo segun la iglesia católica. El bautismo, que la iglesia cuenta en el número de sus sacramentos, fué instituido por Jesucristo: no debemos confundirle con el que administraba San Juan en el desierto, al cual el mismo Jesus quiso someterse. Este bautismo de San Juan no tenia mas virtud que la de preparar por medio de la penitencia para el otro bautismo, que era el que daba la gracia y redimia los pecados. Esta distincion esta fundada en las propias palabras de San Juan: El que viene detrás de mi os bautizará por el Espiritu Santo y por el fuego: se funda tambien en que todos aquellos a quienes bautizó San Juan, lo fueron de nuevo por los apóstoles.

Tres son las clases del bautismo: con agua, con sangre, y con fuego: fluminis, flaminis, sanguinis. Todas tres producen los mismos efectos. Sin embargo, hablando con propiedad, el bautismo del agua es el único verdadero, pues á los otros se les llama asi metafóricamente. El bautismo de fuego con siste en la voluntad y deseo sincero de reci bir el sacramento: el bautismo de sangre es el martirio que se sufre por la fé de Jesucristo. Aqui solo hablaremos de las dos primeras clases de bautismo: reservamos la tercera para un articulo especial.

El bauprès es considerado como la llave de la arboladura en los buques mayores de igual aparejo; porque en él se afirman, como dijimos, los estays del palo trinquete; y como el del palo mayor se afirma en la proa, y al pie de este el de mesana, recibiendo todos por una especie de correlacion su fuerza de resistencia contra las caidas de popa, por esta ra zon cuando algun buque se ve desarbolado del bauprés, corre riesgo de serlo de todos los En los casos relativos al bautismo (y esto demas. Para precaverse contra este riesgo se es solo en cuanto al bautismo de agua) distinemplean mayores seguridades en la coloca-guen los teólogos: cion de este palo, aumentando de un modo 4. Materia, forma y ceremonias del mismo,

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El sacerdote que le administra.
Personas que están en aptitud de reci-

Efectos que produce.

Su necesidad.

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6." Cual debe ser la suerte de los que ran sin recibirle.

1. Materias, forma y ceremonias del bautismo. La materia del bautismo es el agua natural y elemental, el uso de otro líquido cualquiera hace nulo el sacramento. Sin embargo, algunas autoridades han decidido que no deja el agua de ser natural porque contenga alguna sustancia estraña en disolucion, siempre que la cantidad de agua sea mayor que la de la otra sustancia.

llevar la cruz, amarla, glorificarse y tener toda su confianza en ella. En seguida hace el sacerdote varios conjuros, despues de lo cual pone en la boca del que bautiza, primero un grano de sal, emblema de pureza, y luego samue-liva, que pone igualmente en los oidos, pronunciando la palabra epheta, lo cual se ejecuta en coumemoracion de la cura que Jesus hizo por este medio de un hombre sordo y mudo. Durante esta operacion, ruega el sacerdote para que el que es objeto de ella, que es sordo y mudo en el sentido espiritual, abra los oidos á la verdad. En seguida se frota al nuevo bautizado en el pecho y espaldas con aceite, por cuyo medio se le hace soldado de Jesucristo y se le impone la obligacion de combatir por sus doctrinas. Estas ceremonias no son indispensables para la eficacia del bautismo; con todo, solo está permitido omitirlas en caso de un peligro apremiante ó de una muerte inmediata. Entonces basta la materia y la forma. Pero si el individuo sale del peligro, debe someterse á las que se hayan omitido. El bautismo, acompañado de todas sus ceremonias se llama bautismo solemne: fuera del caso de necesidad urgente, ó de una autorizacion especial al efecto, no debe bautizarse mas que en una iglesia.

En cuanto al fuego, de que habla San Juan, no debe tomarse en el sentido literal, al menos en cuanto al bautismo en este mundo. Por lo demás, está permitido creer, que los escogidos, autes de entrar en el reino de los cielos, recibirán un nuevo bautismo por el fuego ma terial.

El agua del bautismo puede administrarse de tres modos; por inmersion, por infusion y por aspersion. El primero estuvo en práctica en casi todos los pueblos cristianos hasta el siglo XII, en cuya época la iglesia de Occidente sustituyó á aquel el de infusion, que consiste en verter elagua sobre la cabeza del bautizado. || El inconveniente que ofrecian los baños frios en los paises septentrionales fué la única causa de esta variacion. En cuanto á la aspersion, se crec que solo la empleasen los apóstoles que bautizaban cinco mil personas en un dia. La iglesia bendice el agua del bautismo; esta bendicion se verifica todos los años el sábado de la Pascua del Espiritu Santo; costumbre que seha conservado desde los primeros tiempos de la iglesia, donde no se bautizaba mas que el dia de esta fiesta solemne.

2." Del ministro del bautismo. El ministro ordinario del bautismo es el obispo, el cura párroco ó un sacerdote delegado por uno de los dos. El ministro estraordinario es el diácono; porque aun cuando recibe en su ordenacion la facultad de bautizar, no puede ejercerla sin una autorizacion de sus superiores. Antiguamente, solo los obispos bautiza ban, y los demas sacerdotes no lo hacian sino por orden espresa de aquellos. En caso de necesidad, todo individno, aunque sea berege, excomulgado, judio, hombre ó muger, pueden administrarlo; y es válido el bautismo, con tal La forma del bautismo, con las palabras que que se sirvan de la forma y la materia admitidebe pronunciar el sacerdote que lo adminis das y que tengan intencion de hacer lo mismo tra: N., yo te bautizo en el nombre del Padre, que haría la iglesia. Este es un dogma de lé del Hijo y del Espiritu Santo: estas son las que se decidió por el papa Esteban contra mismas palabras de que se valió Jesucristo San Cipriano y otros varios obispos que precuando dió á sus discípulos el encargo de pretendian que la fé del ministro era indispensadicar el Evangelio: Id, enseñad á las naciones y bautizarlas en nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. La mas minima variacion de esta fórmula, lleva consigo la nulidad del sacramento.

Las ceremonias se observan solamente cuando el ministro que bautiza es sacerdote, casi todas son emblemáticas: las principales son estas: el catecúmeno es presentado á la iglesia por un padrino y una madrina para demostrar que es indigno de presentarse po si: el sacerdote lo sopla tres veces en la cara y lo hace en forma de cruz para denotar que espele al demonio por virtud del Espíritu Santo y por los méritos de nuestro Señor Jesucristo. Le hace la señal de la cruz sobre la frente y el pecho, para significar que debe

ble para la validez del bautismo. En casos estraordinarios, pueden tambien los padres bautizar á sus hijos, pero únicamente cuando no haya otra persona alguna que pueda suplirles en este acto.

· 3.o Personas aptas para el bautismo. Todo individuo que no haya sido bautizado, de cualquier edad y sexo que sea, está en aptitud de recibir el bautismo. El consentimiento de la persona en los adultos, es circunstancia necesaria para la validez y eficacia de estc sacramento. Deben tener ademas entera fé en la Trinidad y en la Encarnacion, como eu los demás dogmas de la religion cristiana. En los niños no se exige disposicion alguna, para ellos basta la fé de la iglesia. Los locos, los furiosos, los energumenos que no han tenido

nunca uso de razon, pueden considerarse como niños y debe bantizárseles cuando se hallan en peligro de muerte: los que hayan tenido momentos lúcidos, no deben ser bautizados ni aun en este estremo caso, a menos que en dichos momentos hayan manifestado deseos de serlo.

En los primeros siglos habia muchos cristianos que dejaban el bautismo para una edad avanzada, y aun á veces hasta el artículo de la muerte. San Ambrosio no estaba todavia bautizado cuando fué nombrado obispo de Milan. Esta costumbre, que llegó á hacerse muy general, fué condenada por la iglesia. Varios concilios lanzaron anatemas contra todo aquel que dijese que no debe bautizarse á los niños.

4. Efectos del bautismo. Imprime el carácter de cristiano; da gracia habitual y justa y por ella se redime todo pecado original o temporal. El carácter que se recibe con el bautismo, es indeleble; razon por la cual este sacramento no debe repetirse. Sin embargo, en caso de duda sobre la validez ó existencia del primer bautismo, puede bautizarse de nuevo, pero ha de ser con la condicion espresada en estas palabras, si non est baptisatus, etc., que han de preceder á la ceremonia.

5." De la necesidad del bautismo. Dijo Jesucristo: «Todo el que no esté regenerado por el agua y por el Espíritu Santo no puede entrar en el reino de los cielos.» Joan, cap. 3.", t. 5. «Predicad el Evangelio à todas las criaturas, todo el que crea en él y esté bautizado se salvará: el que no le crea se condenará.» San Marc. cap. 46, t. 46. De donde la iglesia deduce que el bautismo es indispensable para la salvacion. El concilio de Trento, anatematizó á los que lo contrario dijesen. Si quis dixerit baptismum liberum esse, hoc est, non necessarium ad salutem, anathema sit. El martirio ó el sincero deseo de recibir dicho sacramento, pueden únicamente suplirle.

La creencia de los cristianos de Oriente acerca del bautismo, es exactamente la misma que la de los católicos, no differen de estos mas que en cuanto al rito y á ciertos puntos que, en concepto de los teólogos, son de poca importancia; asi es que en vez de bautizar por infosion, ellos bautizan por inmersion, y en lugar de decir, yo te bautizo, etc.; dicen fulano es bautizado, etc,

Habiendo tratado ya del bautismo bajo un aspecto religioso, vamos á considerarlo en los efectos legales que produce.

Por el bautismo se contraian antiguamente tres clases de parentesco espiritual, á saber: paternidad, compaternidad y fraternidad. El primero existia entre el bautizante y el bautizado, y entre este y su padrino ó madrina; el segundo entre los padres carnales y los espirituales del bautizado; padres espirituales son el bautizante y el padrino ó madrina; y el tercero entre los hijos naturales del bautizante ó de los padrinos y el bautizado. Estas tres clases de parentesco impedian el matri monio y aun incluian su nulidad. Esto sucedia segun las antiguas doctrinas; mas por un decreto establecido en el concilio de Trenin, solo se contrae parentesco espiritual por el bautizante y los padrinos con el bautizado y sus padres; los demás parientes quedan libres de todo impedimento para contraer matrimo nio. Este parentesco lo contraen no solo el que administra el bautismo con todas las solemnidades establecidas por la iglesia, sino tambien el que lo hace de una manera priva da, aun cuando él fuese lego y lo hiciere en caso de necesidad estrema. Hasta tal punto se adelanta esta doctrina, que algunos afirman no poder celebrarse el matrimonio sin dispensa entre un hombre y su concubina si aquel hubiere bautizado un hijo habido de esta, vien dole en peligro de muerte. Estos principios no son estensivos á los padrinos, que solo lo son mientras se suplen en la iglesia por un acto solemne las ceremonias que se omitieron en bautismo privado, pues asi está declarado terminantemente por la sagrada congregacion del concilio en 43 de julio de 1624.

6." ¿Cuál es el destino de los que mueren sin bautismo? De lo dicho en el párrafo anterior resulta, que todos los que mueren sin bautizar deben sufrir las penas eternas del in- Conviene advertir aqui que es propio y pe fierno. Sin embargo, este castigo repugna de culiar de los padres el nombramiento de patal modo, con respecto á los niños, á todas las drino, aunque tambien corresponde esta faideas de justicia humana, que la mayor parte cultad al párroco; de suerte que cuando los de los que han sostenido esta opinien se han hay nombrados por ambos, aunque todos tenvisto en la necesidad de modificarla. San Agus gan al bautizado en la pila solo contraeran tin opina que los niños que se encuentran parentesco con él los que hubiese nombrado en este caso, están sujetos á una pena muy el primero: el nombramiento becho por el pár leve: no se atreve, sin embargo, à calificar que roco tendrá sin embargo toda su fuerza cuando pena será esta. Algunos escritores notables no lo hubiesen hecho los padres, y si ni unos de teologia han creido que los niños sufrian ni otros bubiesen designado personas con este la pena del daño, pero que estaban exentos objeto lo serán los que se acercaren durante de la de los sentidos; esto es, que estaban la ceremonia y luvieren en la pila el bautizaprivados de la felicidad de la vida eterna, pe- do; estos serán en tal caso los que contraigan ro no padecen las penas del intierno. La igle-pareutesco con el último, puesto que no es el sia no ha decidido nada sobre estas cues- nombramiento sino el mero hecho de servir tiones. de padrino en la administracion del sacramen

to el que sirve de base al parentesco que se 4.o de diciembre de 1837, en la que se estacontrae: esta doctrina, sin embargo, no debeblecen reglas fijas y uniformes para reunir ampliarse al que tiene al bautizado en la pila datos numéricos relativos á los nacidos, casaen nombre y por poder de otro, sino al que le dos y muertos en cada año. Ocúpase esta cirha investido con dicho poder. Es de advertir cular de los requisitos y formalidades que que no se admiten para padrinos dos personas deben llenarse en las partidas de bautismo, del mismo sexo, sino de sexo diferente, esto de casamiento y de defunciones, acompañánes, padrino y madrina; de los cuales solo con-dolas de los correspondientes formularios: y traerá parentesco con el bautizado el que lo tuviere durante la ceremonia, y no el otro si solo asiste sin tenerle ni tocarle.

en la parte relativa á las partidas de bautismo se establecen como necesarios en su contenido los requisitos siguientes:

El nombre del bautizado, el dia y hora en

Si es hijo de legítimo matrimonio ó natural, de padres conocidos ó desconocidos.

Si es hijo de legitimo matrimonio se pondrán los nombres y apellidos de los padres y de los abuelos paternos y maternos, la naturaleza y vecindad de cada una de estas personas, y el ejercicio ú empleo que tenga el padre del bautizado.

Terminaremos este artículo hablando de los registros eclesiásticos en que se consig-que nació. nan las partidas de nacimientos, institucion| altamente útil y saludable, que no solo en España sino en todas las naciones de Europa, desde los tiempos de la edad media hasta la reciente organizacion de los registros civiles, ha sido la única fuente de datos y noticias seguras para conocer el crecimiento de la poblacion y la filiacion de los individuos nacidos. A la iglesia ha debido la sociedad este! como otros muchos beneficios en los tiempos de la barbarie, de la ignorancia y del atraso en las ideas de órden y de buen gobierno, hasta tal punto que en las cuestiones que reconocen por base las relaciones de parentes co y la descendencia de una determinada linea, son las partidas bautismales y matrimoniales los documentos que sirven al juez de fundamento para la decision de las mismas cuestiones y la adjudicacion de los derechos.

Teniendo en cuenta lo necesario é importante de estos registros, estableció el concilio de Trento que en cada parroquia se llevasen libros ó registros de los bautizados y de sus padres y padrinos, espresándose el dia, mes y año en que se celebró la ceremonia y suscribiendo los párrocos con su nombre todas estas partidas. Asimismo está prevenido que se forme partida de bautizados hijos de matrimonios ocultos, la cual debe el cura párroco remitir al ministro eclesiástico diputado por el obispo á fin de que la inscriba en el libro secreto de baatizados del archivo episcopal, segun lo establecido en la encíclica de Benedicto XIV: este libro no debe manifestarse sino en caso de indispensable necesidad.

Está asimismo encargado á los párrocos que no estiendan las partidas de bautismo sin asegurarse por el mismo padre, y en defecto de este por las personas que asistieron al parto, ó por el dueño de la casa en que parió la madre, de la identidad y legitima procedencia del bautizado. Cuando este fuese bijo ilegítimo no debe espresarse en la partida el nombre del padre, a no ser que él mismo concurra por si ó por persona de toda confianza á declararlo: si no compareciese, de ningun modo se dirá en la partida que se bautizó un niño o niña cuyo padre se ignora.

Todas las disposiciones relativas à este particular están consignadas en una órden circular del ministerio de la Gobernacion, de

Si fuese bijo natural y de padres conocidos, se espresarán las mismas circunstancias, y no siéndolo, se anotarán las que los interesados dijesen.

Se pondrá tambien el nombre y apellido del padrino ó madrina, la naturaleza y vecindad que tengan, el estado de soltero, casado ó viudo, y el empleo ú ocupacion que ejerzan; entendiéndose que si fuese madrina, se pondrá siendo so.tera, el empleo ú ocupación de su padre, y si casada ó viuda, el de su marido.

Asistirán á este acto sacramental dos testigos que nombrarán los padres del bautizado, y en su defecto el párroco, cuyos nombres, naturaleza, vecindad y ejercicio ó empleo han de espresarse.

Si por delegacion del párroco contriere este sacramento otro ministro, se espresará su nombre, su naturaleza, vecindad y destino que tenga.

Las partidas de los bautizados las firmarán los encargados de llevar los libres, poniendo las fechas por letra, y no por número.

BAUTISMO DE SANGRE. Todos los afectos que pueden dar la felicidad al hombre, revelan en él alguna perfeccion. Cada uno de aquellos es una de las preciosas unidades cuya adicion formaria el todo de un tipo humano perfecto. Por nuestra parte al menos, encontramos mucha poesía en los sentimientos religiosos. Aun cuando no pudiéramos contemplarlos con el purisimo goce de la creencia, siempre habria lugar para observarlos con el vivo y delicioso placer de artista. ¡Cual será el hombre que no se elevaria gostoso sobre nuestra limitada atmósfera, á la altura de los astros, de las regiones de esperanza y porvenir, de la inmortalidad, de la eternidad, de lo infinito...!

Se nos figura asimismo que, aunque por desgracia no se abrigue la profunda conviccion de los dogmas del Evangelio, su contemplacion debe ser siempre muy agradable. Aun

cuando pudiésemos prescindir de la trinidad cristiana, de su fé, de su iglesia, basta tener corazon de hombre para esperimentar deliciosas emociones al meditar las páginas del Evangelio: dejando al alma se entregue à esos testos de esa ley de amor que encierran las consoladoras palabras del Nazareno: porque este sentimiento de amor tan bello, tan fecundo, es el principio y fin de la obra admirable de Cristo, todos los dogmas cristianos consagran esa caridad divina.

ve la gracia de la fé. Pero el bautismo de sangre abre inmediatamente las puertas del cielo, que es el fin que se propone todo cristiano; luego el bautismo de sangre es tambien el perdon de todos los pecados concedido al que tiene el valor suficiente para proclamar la fé del Evangelio á la vista de los tormentos y de la muerte. Asi, pues, el bautismo de sangre no es otra cosa sino el martirio. A esta sola palabra, á la que tantas veces se ha llamado fanatismo y locura, me siento conmovido, lleno de admiracion y de esperanza, aunque por mi desventura estuviese lejos de

lo un falso instinto de filantropia puede rebelarse contra los azotes, los patibulos, los potros, las calderas de aceite hirviendo, los garfios de hierro, los tizones encendidos, y tantas otras inauditas crueldades que arrostraron los mártires cristianos. Amar á los hombres es ennoblecer su carácter, elevar su ánimo, engrandecer sus esperanzas y hacerlas independientes de las necesidades y dolores vulgares: y es tan bello el valor de los mártires, tan grandiosa su causa, de tanto consuelo la contemplacion de sus virtudes à la vista de la nada que nos rodea, y que á cada momento nos estrecha mas y mas.

Pero el bautismo sobre todo, establece el principio de aquella y la refleja con el mas dulce y puro ardor. Mirad en medio del Jor-mi la conviccion cristiana. En mi concepto sodan: Jesucristo instituyó el bautismo de agua con el amor del Espíritu Santo que desciende del cielo en forma de paloma; y posteriormente en su iglesia el agua de la ablucion con sus palabras sacramentales, son la demostracion bajo la cual está encubierto y simbólico el amor que Dios comunica al alma de la criatura, purificada por la gracia. Asi lo que en el fondo constituye el bautismo, es un rayo de fuego celestial emanado de la esencia divina y que no necesita presentarse en forma de paloma. En el Calvario, instituyó Jesucristo el bautismo de la penitencia perdonando al ladron arrepentido que espiraba al lado suyo: el amor es en este caso quien produce este El hombre es religioso, todo en este munprodigio, porque perdonar es amar: la fé y el do lo afirma y atestigua. Desde el magnífico y arrepentimiento, no son sino amor. Por últi-radiante sol, hasta la mas pequeña mata de mo, espirante ya en la cruz, instituye nuestro divino redentor el bautismo de sangre, consumando el sacrificio de aquel amor infinito que habia tenido su origen en un establo: y como este bautismo es el que encierra mas amor, es tambien el mejor segun la tradiciou de los santos y los libros de los doctores de la iglesia.

yerba, desde el héroe hasta el insignif cante reptil, en todas partes se ha creado el hombre divinidades, porque ha sentido una necesidad de adorar. Pero vereis que la cruz es la que predomina al fin; vereis muy lnego trocar las coronas por los hábitos y el cilicio. Vuestros padres, reyes, principes, nobles y plebeyos, se han hecho obispos, sacerdotes, monges y clérigos. En vista de tan numerosos hechos es imposible negar los sentimien tos religiosos. ¿Pero creeis que por interés de la humanidad ha debido escluirlos el hombre para entregarse por completo á esos goces que llamais positivos? A mi modo de ver, vale mas ser fanáticos por la creencia de un alma inmortal y divina, que serlo por la materia y el fango mundanal. Ademas, ¿por qué queréis despojar al alma de esos sentimientos, en un solo concepto? Si tan dañinos son sus mas preciosos atributos, ya que teneis en la mano la cuchilla, quitadle tambien la emulacion que tantas veces pone en nuestras manos el puial

La virtud del espíritu celestial, como dice el admirable Santo Tomás, está oculta en el bantismo de ablucion; el bautismo de la penitencia la poue de manifiesto, por el dolor del corazon; el de sangre la hace estallar con to da la vehemencia de que es susceptible el anor. En el bautismo de sangre, dice San Agustin, el sacerdote está reemplazado por los verdugos, el agua por la sangre, la imposicion de las manos del sacerdote por los tormentos, asi es que á la voz del sacerdote desciende la divina gracia á visitar un alma, esta se convierte con los golpes de los verdugos en el templo mismo del Dios vivo. Por eso cree San Bernardo que en el bautismo de san-ó el veneno, y nos precipita en el fondo del gre no son necesarios ni el crisma, ni la sal, mar ó en el abismo. Debereis, cuando menos, ni la saliva, porque dice tambien, solo para que estirpar de ella tambien el egoismo y el odio. aprenda el cristiano á no avergonzarse de su Sin embargo, si quereis creer que para ser fe, se le señala en la frente con el crisma; se felices no nos sobran los medios de felicidad le aplica la sal á los labios para que sean que la naturaleza nos ha dado; si en atencion discretas sus palabras; la saliva á los sentidos à la dicha que podemos conseguir por medio del oido y del olfato para abriselos á la voz de cada una de nuestras pasiones, quereis de la sabiduría, y à fin de que sepa procurar- tambien sufrir alguno de los males que aque se una vida pora y cristiana; la uncion en la llas nos pueden causar, pronto os reconciliacabeza tiene por objeto advertirle que conser-ré yo con el espectáculo del martirio. Me cou

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