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La primera postura del año únicamente su- ro fáltanos saber en qué difieren, en cuanto á ministra individuos neutros, es decir, obreras, sus hábitos, estos seres de que los entomoloy desde el punto en que estas se hallan dispo-gistas han formado varios géneros particulanibles para el servicio de su república, la res basados en ciertos caractéres. hembra fecundada descansa de sus laboriosas Las especies que constituyen el género tareas. En esta época, y generalmente al co-polista y el grupo entero de las polistitas se menzar el estio, las obreras, nacidas muy po-distinguen fácilmente de las verdaderas avisco tiempo antes, aumentan el nido, ai adien- pas por su cuerpo mucho mas estrecho y muy do nuevos panales á los ya establecidos por la sutil. hembra.

Los avisperos constan de un número muy variable de panales, siempre bastante esparcidos entre sí, para que las avispas puedan cilmente circular entre los intervalos. Estas habitaciones nunca ofrecen mas que una sola abertura inferior, siempre muy estrecha.

Cuando las obreras añaden nuevos panales ensanchan al mismo tiempo la cubierta esterior, y de tal manera que ninguna parte queda en descubierto.

Es muy frecuente encontrar en nuestro pais la polista francesa (polistes gallica, Fabr.) Como todos sus congéneres, la hembra estafá-blece su nido desde los primeros dias bonancibles de la primavera, pero estenido, difirien do en tal concepto del que construyen las avispas, no presenta cubierta: es un simple panal, análogo al de las demas avispas, y fijo por su pedúnculo à un tallo de planta, tal como una graminca, la retama, etc. Al principio, tan mezquina habitacion solo consta de varias celdillas que nunca bajan de cinco ni esceden de diez: ali son criadas las larvas durante la primavera por su misma madre, tal como se efectúa respecto à todas las especies de la tribu de los vespianos. Las obreras que nacen en seguida, ensanchan el panal añadiéndole otras celdas: algunas veces construyen un nuevo panal, y le añaden al primero por medio de un pedúnculo; pero esto es bastante raro.

Por lo que respecta á estos ensanches de domicilio, las avispas que habitan en moradas subterráneas, se ven en la precision de recurrir á trabajos muy penosos, pues generalmente necesitan separar la tierra que las circunda, operacion que exige un espacio considerable de tiempo, por cuanto tienen necesidad de coger grano á grano valiéndose de sus mandibulas, para en seguida arrojarlos al esterior.

Cuando ya estos nidos tienen la competente estension, la hembra fecunda pasa á efectuar una segunda puesta, pero mucho mas considerable que la primera: por esta vez las larvas, al salir de sus huevos, son cuidadas por las obreras. Las habitaciones de las avispas presentan en esta época varias divisiones de diferentes tamaños, ocupadas al mismo tiempo por diversas suertes de larvas: las unas destinadas á ser machos, otras hembras, y otras neutras ú obreras, siendo estas últimas mucho mas numerosas en todos casos.

- Hácia fines de setiembre, todos estos insectos han llegado al estado perfecto, y antes que los rigores de la mala estacion se dejen sentir, entran en celo y verifican su coito los machos y las hembras: los primeros perecen en breve, pero las segundas, sabido es que resisten al invierno para fundar nuevas colonias en la primavera siguiente.

La segunda puesta, que es siempre mas considerable, dá origen á la vez à individuos masculinos, femeninos y neutros.

Es muy comun encontrar estos nidos en los árboles, y nada mas fácil que apoderarse de ellos, juntamente con sus moradores, para lo cual basta cortar la rama ó parte del vegetal en que se han establecido. De este modo se pueden trasportar á un jardin, ó colocarlos en una ventana, y observar muy cómodamen te la industria de estos insectos, puesto que la hembra casi nunca los abandona. Las larvas son nutridas con una especie de miel, y en solo veinte dias, contados desde el instante de la deposicion del huevo, consiguen adquirir su completo desarrollo, segun lo refiere Reaumur, y lo acreditan nuestras propias observaciones.

Las polistas se hallan diseminadas en la superficie del globo bajo latitudes muy diver sas: conócense los nidos de algunas de entre Si el frio se deja sentir con demasiada in- ellas, que solo difieren de las de la especie tensidad, antes que todas las larvas hayan po- comun, por lo que hace à sus dimensiones. En dido metamorfosearse, sun sacrificadas sin el Museo de Historia Natural existen algunos piedad por las obreras, cuya cruel operacion de estos nidos, consistentes en un solo panal, consuman, si creen que les será imposible cuyo diámetro es cuando menos de 25 á 30 alimentarlas por mas tiempo. Entonces estas centimetros: los mas grandes proceden de la obreras no tardan en morir, y aquellas habita- | isla de Madagascar y de la Guiana. ciones tan pobladas en que residian el movi- No lejos de las polistas, se agrupa un gémiento y la actividad, son abandonadas y que-nero, agelaia, al cual reunimos los polybia Y dan enteramente desiertas. los apoica de Mr. Lepeletier de Saint-Fargeau Ya hemos dado á conocer la industria de cuyas especies son todas americanas, y aun las avispas propiamente dichas, de esos hi- desconocidas en cuanto a sus hábitos, aunque menópteros que los naturalistas designan aun probablemente muy semejantes à los de las con la denominacion genérica de avispas; pe-polistas.

Hemos formado, á espensas de unas pero las especies pequeñas son mas fecundas. queñas avispas, de cuerpo corto y recogido, Los pequeñuelos nacen cubiertos de un pluun nuevo grupo con el nombre de epiponitas, mon blanco: abandonan su nido en cuanto sael cual tan solo comprende los géneros epipoten á luz, y al punto recorren las inmediaciona y chartegus. El primero tiene por tipo una nes para buscarse el alimento, sirviéndoles de especie de la Guiana (epipona morio, Fabr.) guia su misma madre durante un tiempo basconocida con el nombre de mosca armadillo, tante largo. á causa de la forma de su nido, que es por lo demas, de una elegancia estraordinaria.

Como los avutardines tardan bastante tiempo en adquirir buenas alas, en cuanto descuLos chartegus contienen numerosas espe- bren alguna cosa que les intimida, se ocultan cies que todas parecen peculiares de la Amé-agachándose contra la tierra, y antes se dejan rica Meridional Como ya hemos descrito sus aplastar que revelar su presencia con un solo grandes y notables habitaciones en el artícu- movimiento. Las avatardas comen yerba, gralo concerniente á este género, no debemos in-nos, gusanos, insectos y hasta segun se dice, sistir acerca del particular: añadamos, sin em- ranas y pequeños lagartós, constituyendo una bargo, que un himenóptero, al parecer muy escelente caza, por lo cual son bastante perseanálogo á los chartegus, y del que á pesar de guidas de los cazadores. esto, Mr. White ha formado un género distinto con el nombre de myrapetra, construye un ni-las do notable por los tubérculos y las numerosas asperezas de que está cubierto, aunque á decir verdad bastante parecido al de los chartegus.

Réstanos decir algunas palabras acerca de dos especies, que son:

La grande avutarda, (otis tarda de Linneo), es la mayor ave que tenemos en Europa. El macho adulto se distingue por un manojo de plumas largas, puntiagudas y de barbas desAVUTARDA (4). (Historia natural.) Género unidas, que adornan los costados de la garde aves del orden de las zancudas, cuyos carac- ganta: tiene la cabeza cenicienta, la region sutéres son los siguientes: pico tan largo ó mas¦perior del cuerpo de un bermejo amarillento conto que la cabeza, recto, cónico, comprimi- con listas negras, y las partes inferiores blando ó ligeramente deprimido en la base; nari-quecinas. La hembra, generalmente mas peces ovalares abiertas hasta la mitad del pico; pies largos, desnudos por encima de la articulacion tibio-parsiana; tres dedos delante, cortos, reunidos en su base y guarnecidos de membranas; alas mediocres, obtusas.

queña, carece de hacecillo de plumas en la base del pico. Esta ave era antes de ahora muy comun en algunas regiones de Francia, tales como la Champaña, la Lorena, el Poitou y las cercanías de Arlés, pero actualmente se encuentra en corto número: menos rara parece en España, Italia, Dalmacia, y en la parte del Levante.

Las avutardas son unas aves pesadas mas propias para la marcha que para el vuelo; corren con gran velocidad, y pueden recorrer largas tiradas sin detenerse: su vuelo no es La avutarda pequeña (otis tetræ de Linco.) muy elevado, pero si bastante rápido. De un En esta especie se nota en el cuello un collar natural muy arisco, 7 receloso tanto como sel- interrumpido de un blanco puro; tiene en el vático, las avutardas huyen del hombre en pecho una banda blanca; todas las partes sucuanto le perciben desde bien lejos. Se man-periores son de un amarillento claro, vermicutienen en un parage bastante elevado, à fin de ladas de negruzco, y carece de plumas en forpoder descubrir todos los lugares circunveci-ma de mostachos. Esta especie habita en Frannos, y de tener espedita la fuga si perciben algun enemigo: asi es que los cazadores no pueden acercárseles sino con bastante dificullad y ocultándose lo mas posible. Las avutardas viven en los campos áridos y pedregosos y en las planicies amagadas en cierto modo de esterilidad: se reunen habitualmente en pe-Africa. queños grupos, y algunas veces, durante el invierno, constituyen compañías de quince individuos.

En la primavera es cuando estas aves entran en celo: un solo macho satisface à muchas hembras, pero despues del acceso, estas se separan para hacer su postura. No se toman la molestia de fabricar el nido, sino que por el contrario, depositan sus huevos entre el centeDo ó entre el trigo mas espeso.

La grande avutarda solo produce dos, pe

cia una parte del año, á donde llega en abril y se ausenta durante el otoño. Encuéntrase con bastante frecuencia en Normandia, en Borgoña, y sobre todo en el Berry.

Otro gran numero de especies del genero avutarda, habita, asi en Asia como en el

AXILA. (Anatomia quirúrgica.) Este nombre tomado del latin, se aplica á la cavidad que presenta en su parte inferior la articulacion del brazo con el tronco. Es de forma triangular, aunque varía segun las posiciones del brazo: se halla limitada en la parte inferior por una línea que renne los músculos grande dorsal y grande pectoral, en el punto en que se destacan de las paredes del torax, sobre los costados, por los bordes de estos músculos.

La piel de esta region es poco espesa, ha(1) La mayor parte de los autores escriben abu-llándose sembrada de pelos y de folículos sebáceos. El tejido celular subyacente es flojo y T. IV. 14

tarda con b y no con v.

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está circuido de numerosos ganglios linfáti-mal conserva durante toda su vida la forma que cos: mas profundamente se hallan los vasos tiene al nacer. axilares y los nervios del plexo braquial. Su El axoloto es de un color gris apizarrado, presencia hace de la axila una region impor algunas veces parduzco, un poco mas oscuro tante que puede ser el asiento de enfermeda en la region superior: toda su piel aparece des y operaciones graves: entre las que pade-cubierta de manchitas negruzcas, irregularce la axila, figuran en primer lugar los bubo-mente redondeadas y diseminadas: en sus innes; las llagas de los vasos axilares, el aneu- térvalos se advierte una multitud de puntitos risma de la arteria del mismo nombre, y la blancos casi imperceptibles al primer golpe de infartación de los ganglios, à consecuencia vista. La talla de este animal es como de 20 á del cáncer de las mamilas. (Véanse estas pa-25 centimetros. labras.)

Tan solo se conoce una especie de este géAXIOMA. (Filosofia.) Asi se llama en ma- nero (axolotl mexicanus) que se halla en societemáticas una proposicion que espresa la re- dad en los lagos de las mas altas montañas de lacion evidente entre dos objetos. Tales son Méjico, á muchos millares de pies sobre el niestas proposiciones: «el todo es mayor que vel del mar. Este animal, segun parece, no rualquiera de las partes; el todo es igual á la abandona el agua, y sus hábitos no difieren suma de las partes; dos cosas iguales á una notablemente de los peculiares à los tritones: tercera, son iguales entre si.» En sentido lato como ellos parece poder soportar impunemencomprende el axioma una verdad incontesta-te un descenso bastante notable de temperatuble y manifesta por sí misma con estas otras:ra. Se le come en Méjico, y su carne es bastan Lo que existe, existe. Una cosa no puede ser te buena, aunque muy blanda. y no ser al mismo tiempo.» Todos los conoci- AY-AY ó sea el PEREZOSO. (Historia nalumientos, sean físicos, sean morales, tienen ral.) Mamifero raro de que hablaremos en el ar. sus axiomas particulares, de los que unos es-tículo AYE-AYE. tán fundados en verdades de hechos y otros AYAPANA. (Historia natural.) Esta planta en verdades de puro convenio. Considerados tan desprovista de belleza como escasa en virde esta manera, son los axiomas fórmulas ó tudes medicinales, no deberia figurar en esta conclusiones de los puntos fundamentales. obra como un objeto de historia natural, pues Son los axiomas en cierto modo el resúmen de solo damos cabida á los que merecen bajo cuallas ciencias, las bases que sostienen las dife-quier concepto algun interés, ó son de cierta rentes partes de un edificio, los principios en que se fundan las discusiones, y de que se deducen las consecuencias necesarias, porque segun el axioma de lógica, el que admite los principios admite las consecuencias.

AXIS. (Historia natural.) Desiguase con este nombre una de las mas lindas especies del género ciervo, en cuyo articulo puede consultar el lector todo lo concerniente al ser que nos ocupa.

importancia: pero su historia va unida á la del charlatanismo humano, y he aqui la razon por que le damos cabida.

Un marino, hermano de ese Baudin que desorganizó la magnífica espedicion de descubrimientos dispuesta por el primer cónsul, llevó desde el Brasil á la isla de Francia, hacia principios de este siglo, la planta de una yerba que se le habia designado como un escelente cordial. Para darse importancia discurrió AXOLOTE. (Historia natural.) Los mejica el anunciarla como una panacea universal, nos dan este nombre à un anfibio, que en su cultivada esclusivamente por unos monges que forma esterior se asemeja tanto à una especie no permitian se les sustrajese ni un solo grade salamandra acuática en el momento en que no de simiente, y que hacian un comercio suésta va á pasar á su estado perfecto, que por mamente lucrativo con estas hojas, por medio mucho tiempo se ha considerado como indivi- de las cuales curaban todo género de dolenduo en la primera edad de alguna especie de cias. Poco faltó para que la ayapana del maeste género, de la gran salamandra de los mon-rino fuese victima de su propia reputacion: tes Alleghanys, por ejemplo; pero algunas ob- algunos enfermos postrados en el lecho del servaciones que sucesivamente se hicieron, dolor, y que ya no contaban en su sentir con han hecho ver que la disposicion orgánica del el tiempo necesario para esperar que la planta axolote, momentánea tan solo en las salaman-diese nuevos brotes, pedian algunas hojas con dras, permanece constante en él, y que no todas las fuerzas que aun les quedaban, hapierde en ningun tiempo de su vida sus bron-biendo sido indispensable levantar murallas y quios en penachos libres, flotantes en los cos-poner centinelas para defender el terreno en tados del cuello, ni su cola clusiforme, com- que la ayapana fué en un principio cultivada. primida y provista, tanto superior como infe-Empero el tesoro se multiplicó en seguida y riormente, de una membrana natatoria conti-con tal rapidez, que su fecundidad no dejó nua, que se prolonga en forma de pequeña cresta á lo largo del raquis, casi hasta el origen de los miembros anteriores. Ignorase si pone huevos ó si la hembra produce vivos sus hijuelos: lo que hay de cierto es, que el ani

de ser nociva á la confianza sin limites que se tenia en él; porque los hombres de espiritu bastante débil para creer en las propiedades universales de una yerba, rara vez tienen bastan 'tes luces para imaginar que un objeto comun

pueda tener tanto mérito real como una cosa

rara.

za de estos animales, le consagró una nota descriptiva ballada á su muerte entre sus papeles. Esta nota fué publicada por Lacepède, con observaciones relativas à las ardillas verdaderas, aunque Buffon dice espresamente al terminar la historia de este animal, que tiene grande analogia con los tarderos por el aplas

Despues de un año de impaciencia y de cuidados, el director del jardin del Estado monsieur Ceré, que creia con la mejor fé del mundo en las virtudes de la ayapana, pudo entregar á los principales habitantes de la isla algunos pies arraigados de este vegetal: la ma-tamiento del pulgar de sus pies posteriores, yor parte de ellos fueron, por decirlo asi, devorados antes de haberse multiplicado, y con esto y con la fecundidad de la ayapana, que crecia como una mala yerba, se habia creado una celebridad, con cuyo motivo la de su importador Baudin subia de punto; tanto que los diarios de la isla le parangonaban con Jason, y su planta era tenida en tanta cuenta como el vellocino de oro.

asi como por su cola larga y espesa, sus orejas rectas, desnudas y trasparentes, la naturaleza lanosa de sus pelos, y la longitud de sus dedos.

Gmelin, sin embargo, inscribió el ay-ay entre las ardillas, dándole el nombre de sciurus madagascariensis, pero Schreber hizo de él un magui, y le llamó lemur psilodatylus. M. E. Geoffroy fué el primero que le consideró como Por último, la ayapana llegó á ser ya comun debia formando un género aparte, que dey de ella se hizo aplicacion contra las pulmo- dicó à Deubenton. G. Cuvier reemplazó con la nías mas inveteradas, la hidropesía, la piedra, denominacion de cheiromys la de daubentohasta la rabia, y todo el mundo aseguraba que nia de Geoffroy, y Mr. de Blainville propuso, habia curado con solo servirse de ella: tal era aunque sin usarlo, el nombre de myspithecus la fuerza de la preocupacion, que de los enfer-ó de myslemur, como mas en armonía con los mos que con la ayapana no curaban se decia que no habian tomado bastante.

La reputacion de esta planta llegó hasta París, donde se vió al botánico Ventenant, miembro del Instituto, hacerla diseñar cuidadosamente y hablar de ella con encomio sin igual, presentándola como un específico poderoso empleado contra la mordedura de las serpientes en la isla de Francia, donde nunca han existido semejantes alimuñas.

principios de una nomenclatura metódica.

Sonnerat se habia proporcionado dos chciromys, y el uno de estos animales que conservó en cautividad durante dos meses, fué alimentado con arroz cocido. Segun la relacion de este viagero, el régimen habitual de los ayesayes, consiste en larvas de insectos, y parece que los largos dedos de sus miembros anteriores le sirven igualmente para escudriñar y elegir entre las grietas de los árboles, los insecPero á todas estas consejas y necias pue-tos de que se nutre, y que sin duda come vivos. rilidades se les da en el dia su justo valor; pues en último resultado la ayapana no es otra cosa que una especie ligeramente aromática, del género eupatorio y de la gran familia de las sinanterias.

Uno de los dos individuos que fué mas particularmente observado por Sonnerat parece ser el mismo que aun se ve en las galerias del museo de París. El otro sin duda fué destruido antes de haber aprovechado á la ciencia, AYÉ-AYÉ. Con este nombre designan los y como desde entonces ningun ejemplar de esfranceses un mamifero al que los españoles ta curiosa especie ha venido á conocimiento damos la denominacion de ay-ay: tambien se le de los naturalistas, se nota bastante vacio en llama cheiromys, de dos palabras griegas, que ir sus nociones acerca del animal que nos ocumano. y mus raton, es decir mano de raton. pa: asi pues, gracias á la singularidad de sus Este último nombre que el uso ha consagrado, caractéres, la diversidad de opiniones suscitada no es el mas antiguo de los que se han dado entre Gmelin y Schreber ha continuado sin inal mamifero que le lleva, ni tampoco es el me-terrupcion entre sus sucesores. Mres. E. Geoffroy jor, pues la pretension que parece haber teni-y Cuvier por una parte, Blainville é Isidoro Geodo su autor de hacerle espresar las afinidades ffroy por otra, han tomado parte mas activa en naturales del cheiromis, no ha sido justificada este debate; los dos primeros incluyendo topor un examen profundo del animal. davia el ayé-ayé en el órden de los roedores, El viagero francés Mr. Sonnerat descubrió y los otros dos, por el contrario acercándolos en la costa de Madagascar, el mamifero que á los lemurios en el órden de los cuadrumanos ocupa, y el nombre de ayé-ayé que le nos ó primates: esto nos obliga á desenvolimpuso, reraerda la esclamación que los habi- ver sus principales cualidades caracteristicas, tantes de otro punto de la isla hicieron al ver algo mas que si se tratase de uno de esos géeste ser tan original, y bastante raro para que neros numerosos, cuyos caractéres orgánicos hasta entonces los fuese completamente des- todo el mundo conoce à primera vista, y siemconocido. El ay-ay presenta en efecto un este-pre de una manera uniforme. rior muy estraño, pero el exámen prolijo de La piel rellena de un cheiromys, la cabesus caractéres todavía le hace mas curioso. za osca y algunos huesos de los miembros, Buffon, que fundadamente compara los todos en el mismo individuo, son las únicas dientes del ay-ay con los de la ardilla, pero partes conocidas, y por medio de las cuales que fué desacertado en asimilar la cabe-ha debido de ser establecida la historia zooló

gica de esta especie singular. Ya hemos indi- | rables hasta cierto punto con los de las ardicado la fisonomía de algunas de estas partes, llas. Mres. de Blainville (Osteografia de los siendo asimismo de interés el que nos ocupe- lemures) y G. Cuvier (Reino animal), han dado mos del grosario de la cabeza, cuya forma re- à conocer los caractéres osteológicos de los dondeada, sobre todo en su parte craniana cheiromys, y sabido es, segun queda dicho denota un cerebro considerable; la posicion mas arriba, como creyó cada uno de ellos que terminal de las narices; la ausencia de la cisu- | debia interpretarlos. ra vertical en medio del labio superior; la Lacépede, Illiger, Ogiloy, etc., han consideamplitud de las cuencas auditivas muy delga-raco los cheiromys como lazo de union entre das y abiertas por delante; solo dos mamilas los cuadrumamos y los didelfos pedimanos, pe colocadas en la region inguinal; la naturaleza | ro toda esta analogia está esclusivamente badel pelage compuesto de dos especies de pelos, sada sobre la que media entre algunos de los los unos sedosos, aunque ásperos, largos y caractéres armónicos de estos animales, y las lisos, los otros lanosos y constituyendo una verdaderas diferencias clásicas que se les reespecie de borra ó vello en la base de los pri- conocen, deben por el contrario hacerlos semeros; por último, la cola larga, cuyos pelos parar. Todo justifica, pues, la paridad esta largos tambien, la hacen parecer copuda, pero | blecida por Schreber, y aceptada por Mres. de no diótica. En cuanto a los miembros, dien- Blainville, Isidoro Geoffroy y algunos otros tes y cráneo, bien merecen que nos detenga-naturalistas, entre el cheiromys y los lemumos mas en su descripción. Los miembros an- rios. Sin embargo, el valor del grupo que consteriores tienen cinco dedes como los poɛterio-tituye entre estos animales no se halla comres; pero su forma es bastante diferente. El pletamente determinado, y si todo el mundo radio y el cúbito son distintos en toda su lon-admite que el ayé-ayé forma un género distin gitud, y su forma recuerda la de los mismos to de los verdaderos maguis, algunas perhuesos en los cuadrumanos. El carpo deja sonas rebusan todavía el aceptar para este ver tambien, entre sus dos bileras, el hueso género la distincion de una familia particular, intermediario que presentan un gran numero adoptada por Mrcs. Illiger é Isidoro Geoffroy, de animales del mismo órden, y que solo ellos y à la que han dado el nombre de leptodactihan ofrecido hasta el dia. Los dedos son lar-los liger) y chiromianos (Isidoro Geoffroy.) gos, principalmente el anular; el medius es el

AYETE. (ACCION DE) Mientras que los dos

que le sigue en longitud, haciéndose notable ejércitos de operaciones carlista è isabelino por su estremada delgadez; el anular escede permanecian en Alava uno frente a otro obun poco al iudice, y el pulgar, aunque des-servándose y acechando el momento de un viado, realmente no es oponible. Por el con- descuido para atacar con ventaja ȧ su contratrario, el de los miembros posteriores lo es rio, los carlistas hacian en Guipúzcoa cuantos completamente, y como en los lemurios, el esfuerzos les eran dables para recuperar las segundo artejo tiene su uña mas afilada que posiciones que en otros dias les hicieron polas de los demas dedos. El tarso es un poco largo. seedores de las cercanías de San Sebastian. Uno de los principales caractères del cra-Evans desde el célebre combate que le hizo neo, consiste en el estado completo del ciren- dueño de la linea de circunvalacion á San Se lo orbitario, y este carácter unido á muchos bastian, habia procurado y conseguido conde los que presenta la misma parte del esque-servar su conquista y librar á la plaza de los leto, ha sido mas que suficiente para hacer horrores de un sitio, ó por lo menos de las incolocar al ayé-ayé entre los cuadrumanos. La comodidades de un bloqueo. Las posiciones inspeccion de los miembros ninguna duda de- que ocupaban los soldados de la reina, forjaba tampoco acerca del particular, pero otro maba un semicirculo sobre las dos orillas del carácter que todavía no habiamos mencio-Urumea y en la direccion de Astigarraga; nado, hizo olvidar á algunos naturalistas todo de modo, que un estremo se encontraba al el valor de los últimos: queremos hablar del Oriente de Pasages, y el otro al Occidente de sistema dentario. En los tratados de mama'ogia San Sebastian. La estension de esa linea les sc puede ver toda la influencia, ora justa, ora hizo creer á los carlistas que reconcentrando exagerada, que ha tenido sobre la ciencia el sus fuerzas podrian quiza romperla por un empleo caracteristico de los dientes, y el aye punto y envolver despues por el flanco las poayé es uno de los ejemplos mas notables de siciones del semicirculo esta influencia.

A la una de la madrugada del dia 31 de Está desprovisto de caninos, y semejante mayo de 1836, acercáronse sigilosamente ciná los roedores, presenta hacia delante, supe-co batallones á la altura de Ayete, estremo de rior é interiormente, un par de grandes incisi-la derecha, y único flanco de la posicion. Aun vos separados de los molares por un espacio era completa la oscuridad cuando los carlistas vacío como el que se llama la barra en estos llegaron próximos á los puestos avanzados, y animales. Has a los mismos molares tienen al-ya porque no tuviesen el poder de Josué para go de comun con los peculiares á los roedores: poder combatir, ya porque tuviesen decretada Cuéntanse cuatro pares en la parte alta y tres la destruccion de los caseríos dominados por en la baja, todos de coronas planas y compa-los isabelinos, ellos es que pusieron fuego a

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