Cataluña, por P. Piferrer y F. Pi Margall. (España).

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Frases i termes més freqüents

Passatges populars

Pàgina 441 - Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar.
Pàgina 89 - ... enfurecido, y hondamente murmuraban palabras de muerte. Dos ágiles sabuesos atravesaron la maleza, y desembocaron donde fue asesinado el conde. Al ver el charco de la sangre, arrastráronse hasta él y ansiosamente olieron sus negros vapores. Lanzando entonces un aullido tristísimo y prolongado, echaron a correr con todas sus fuerzas alrededor de la sangre, describiendo con frenesí anchos círculos y parando de cuando en cuando para aullar lenta y dolorosamente : el azor correspondíales con...
Pàgina 254 - Sufrióme entonces tu piedad divina, y sacóme de aquel hediondo cieno, do sin sentir aun el hedor estaba con falsa paz el ánima mezquina, juzgando por tan rico y tan sereno el miserable estado que gozaba, que...
Pàgina 248 - Oís cuál hondamente resuena el órgano dentro de las sagradas naves, y cómo el eco caprichoso repite los rezos de la comunidad, que con sendos cirios va lentamente bajando del altar á recibir la procesión de los romeros? El venerable abad, que viste los adornos pontificales sobre el hábito de San Benito, aparece en lo alto de las gradas, y con los ojos levantados y las manos extendidas invoca la gracia del cielo sobre los devotos...
Pàgina 248 - Rosa placentera, joya de amor santo, topacio castísimo, claridad sin sombra, tú tiendes una mano compasiva al acongojado y eres puerto de salvación en la tormenta. — Águila caudalosa que remontas tu vuelo a lo alto, puerta sagrada del templo, oye nuestra plegaria : defiéndenos y ruega por nosotros.
Pàgina 245 - ... su andar; fervientes los rezos que murmuran, y los hay que esmaltan con la sangre en sus pies descalzos las espinas y las piedras de los caminos. Las niñas, suelta la cabellera, que sujeta sólo una guirnalda de flores silvestres, responden con voz tímida, a las letanías...
Pàgina 249 - Y cuando los solícitos sacristanes les abren el tesoro de la sacristía, cuando les deslumbran los frontales, los tapices y adornos, las joyas, los vestidos, los vasos y candelabros, allí juntan las manos y repiten: «¿Quién tales maravillas vio? en verdad la morada es esta de la Virgen.
Pàgina 88 - Un jabalí cruzara la senda delante de los cazadores é internárase en la maleza, llevando tras sí la enfurecida jauría de los sabuesos y la estrepitosa cabalgata, que se dividió para cercarle en una batida general. Ramón Berenguer hundió el acicate en los flancos de su buen caballo, y se lanzó al alcance de la fiera seguido del más fiel de sus pajes. En su ardor salvó hoyadas y torrentes y se deslizó por la orilla de los barrancos como un fantasma arrebatado por el viento. Una alondra...
Pàgina 89 - Las trompas volvieron a resonar lejos, muy lejos; los gritos de los cazadores llevados en alas del vendabal parecían siniestros gemidos de espíritus que rápidamente cruzaban; bramaban los pinos como un mar enfurecido y hondamente murmuraban palabras de muerte. Dos ágiles sabuesos atravesaron la maleza, y desembocaron donde fue asesinado el conde. Al ver el charco de la sangre, arrastráronse hasta él y ansiosamente olieron sus negros vapores. Lanzando entonces un aullido tristísimo y prolongado,...
Pàgina 209 - ... monstruos, de seres reales y de seres fantásticos, ese infinito simbolismo, por fin, que ha caracterizado la arquitectura de todas las naciones sujetas al poder de la teocracia, la de la India, la del Egipto, la de Méjico, la de la Europa cristiana de la primera mitad de la Edad media?

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