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Públicado y distribuido el libro, algunos partidarios de la esclavitud y de las encomiendas delatáron el escrito y la doctrina del autor al supremo consejo real de las Indias como erroneos, y ofensivos contra el honor y la buena reputacion de los Reyes de Castilla y destructivos de su derecho de soberanía. Tuvo que volver nuestro Casas año de 1549 á la Península;

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el consejo de Indias (sin embargo de haber hecho censurar el libro ántes de imprimirlo) mandó al señor obispo explicar su doctrina para deliberar en su vista sobre la materia de las dela

ciones.

Concurrió el señor Casas varias veces á la sesion del consejo, explicó verbalmente la doctrina del Aviso à los Confesores y á mayor abundamiento resumió en treinta proposiciones lo mas substancial de su obra, y las presentó al mismo consejo, en la forma que habemos visto en el capítulo tercero que precede. Luego se subsiguió la controversia que veremos con el doctor Juan Gines de Sepulveda.

En esto paró el asunto que nada produjo de particular por ni contra lo contenido en el libro, pues por eso imprimió año 1572, las treinta proposiciones con otros quatro escritos que van en esta coleccion del señor Casas.

CAPITULO CUARTO.

OPUSCULO CUARTO.

CONTROVERSÍA SOBRE LOS DERECHOS DEL REY DE ESPAÑA

RELATIVOS A LA CONQUISTA DE LAS INDIAS, EN VALLADOLID, AR0 1550, POR ORDEN DE SU MA

GESTAD.

PROLOGO.

El doctor Juan Gines de Sepulveda, cronista mayor del emperador y rey Carlos V, excitado por algunos interesados en la continuacion de los abusos del poder, contra los Americanos, escribió una obra en latin, en forma de diálogo y procuró persuadir dos proposiciones principales: primera que las guerras hechas á los Indios habian sido justas: segunda, que el Rey podia lícitamente sujetar los Indios á vasallage particular.

Pidió al real y supremo consejo de Indias licencia para imprimir şu obra y no la pudo conseguir...

Acudió al Emperador pidiendo que cometiese al real y supremo consejo de Castilla el examen Ꭹ el expediente de permiso de imprimir y logró en Aranda de Duero, año 1543, la real cédula que habia deseado.

Llegó entonces de América, don Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapa; y previendo las malas consecuencias que podian resultar de la obra del doctor Sepulveda, escribió contra ella, y trabajó tanto que el consejo de Castilla resolvió saber la opinion de las universidades de Alcalá y Salamanca. Las dos fuéron de dictamen de no convenir la públicacion de la obra ; y el consejo de Castilla negó la licencia de imprimirla.

El doctor Sepulveda, empeñado en públicarla, tomó el arbitrio de remitirla á Roma, disfrazándola bajo el título de Apologia, para cuya denominacion tomó pretesto de ciertas reconvenciones que el obispo de Segovia le habia hecho confidencialmente como amigo particular suyo.

Hecha la impresion en Roma y llevados á Castilla muchos egemplares; lo supo el Emperador y mandó recogerlos todos, prohibiendo la introduccion de los que hubiera fuera del reyno.

Habia hecho Sepulveda un compendio de su obra en lengua española y procurado su circulacion entre las personas vulgares del reyno á quienes pensaba que agradaria por hablarse bien de los parientes que

habian estado en las conquistas. Esperaba tener así partidarios en su favor contra las censuras y conver saciones de su antagonista Casas.

Este previó luego las resultas, y para precaverlas escribió inmediatamente una obrita intitulándola : Apologia de las opiniones del obispo de Chiapa, en favor de la libertad de los Indios. En ella, combatia fuertemente los fundamentos del doctor Sepulveda, y demostraba las funestas consecuencias del sistema que pretendia este sostener.

De aquí se subsiguió una especie de guerra civil en la corte declarándose muchas personas poderosas en favor de las opiniones del doctor Sepulveda, algunas otras por las del obispo de Chiapa : la materia era interesante al gobierno; el Rey no podia oir con indeferencia las disputas; mandó al real y supremo consejo de Indias examinar la cuestion directa en su fondo, oyendo á los dos combatientes, en presencia de una congregacion de teólogos y juristas que designó su magestad; ordenó que todos los miembros de la congregacion dijeran libremente su dictamen; y que con su vista el consejo le dijera el suyo.

Verificada la reunion de personas, el consejo

mando llamar al cronista del Emperador, y le oyó en una sesion cuanto él tuvo por conveniente decir á favor de su opinion.

-1 Concurrió despues el obispo de Chiapa y leyó toda su obra inedita de Apologia en cinco sesiones seguidas.

Como esta era demasiado larga, mandó el consejo, de acuerdo con la congregacion, que el maestro fray Domingo Soto, religioso dominico, y miembro de dicha congregacion formase un sumario de las razones de Sepulveda, y de Casas, é hiciese sacar tantas copias cuantos eran los individuos del consejo y de la congregacion á fin de que cada uno estuviese bien instruido y diera su voto en la decision del punto principal.

Hecho esto pidió el doctor que se le permitiera escribir en su favor respondiendo á las razones contenidas en el escrito de su antagonista, mediante que el habia hablado sin prevision de lo que por escrito se decia contra sus doctrinas. Se le concedió, y redujo la cuestion á doce razones que creia ser suficientes para vencer las que se contenian en la Apologia del obispo.

Este pidió permiso para replicar por escrito; y lo hizo procurando destruir las doce razones del cronista.

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