Imatges de pàgina
PDF
EPUB

de Olmedo, y el prior de san Ysidoro de Sevilla. Fueron estos á Madrid á donde regresó Casas quien experimento grandes y terribles persecuciones hechas con el objeto de que abandonára su proyecto; y no es extraño; pues se dirigia expresamente no solo contra los mas poderosos de América sino tambien contra los que lo eran en la Corte misma, respecto de que Hernando de la Vega, presidente del consejo de ordenes, el obispo de Burgos Fonseca, el comendador Conchillos, todos los criados del rey y casi todos los consejeros, posehian encomiendas en diferentes islas de América, de las cuales gozaban por medio de mayordomos que solo pensaban en enviar riquezas á sus amos, y retener otras para si, todo á costa de la libertad y de la vida de los Indios con una crueldad insoportable, en atencion á que muriendo los Indios por la fatiga, el hombre y los malos tratamientos, pedian otros tantos ó mas, y los repartidores se les daban muy generosos por tener contentos en la Corte á los que podian protejerleş en cualquiero caso de queja contra sus excesos.

El historiador Herrera expresa las instrucciones que los gobernadores del reyno dieron á los tres monjes jeronimos para gobernar las Indias en adelante y remediar los daños de lo pasado; á cuyo fin nombraron al licenciado Bartolomé de las Casas por protector universal de los Indios con cien pesos anuales de sueldo al licenciado Zuazo por juez ; Ꭹ de residencía de los que hasta entonces hubieran

abusado de sus empleos. Sí lo prevenido en las instrucciones se hubiese practicado, no tendrían los Indios motivo de queja.

Se les mandaba poner en plena libertad con domicilio en pueblos bien reglados: y para que los Européos, que pasaban á poblar en aquel Nuevo-Mundo, tuviesen medios de prosperar sin la posesion de Indios en encomienda, se designaron en las instrucciones varios arbitrios, entre ellos el de concederles facultad de llevar esclavos negros; lo cual es bien contrario á lo que algunos han escrito de que Cisneros condenó la esclavitud de negros, confundiendo esta especie con la de prohibir la transportacion sin licencia, la cual no se concedia sino pagando cierta contribucion, objeto de la providencia como dijo Herrera en el mismo testo que dio á los emulos de la gloria de Casas el motivo de zaherirle (1).

Los gobernadores le mandaron pasar al América en compañía de los padres jeronimos y el obedeció; hizo su tercer viage á los Indias, embarcandose en Sevilla en 11 de noviembre y llegando á la isla española en diciembre de 1516: y cumplio exactamente su empleo de protector general de los Indios, reclamando la execucion de las ordenes reales expedidas por los gobernadores del reyno. Los monjes jeronimos, aunque amigos del verdadero bien, hallaron grandes obstáculos para despojar de la posesion de las enco

(1) Herrera: dec. 2, lib. 2, cap. 5, 8, y 20.

miendas personales de Indios á los Españoles poderosos que las tenian; por lo cual fueron remisos en ésta parte. Casas reclamó con el mayor vigor y con toda entereza contra ésta falta de cumplimiento de lo mandado; y no consiguiendo el remedio, vino de nuevo á España para dar queja en la Corte y procurar un remedio mas eficaz si fuese posible.

Hizo este viage saliendo de América en mayo de 1517 contra la voluntad de los monjes gobernadores, quienes sin embargo habian mandado que saliera de la Isla Española; y el motivo de esta nueva persecucion (aunque originalmente fuera siempre uno mismo) fue presentado al público como efecto de una imprudencia de Casas.

Los Indios de Cumaná habian quitado la vida en 1513 á Juan Garces fraile dominico por culpa positiva de los jueces de apelacion de la isla de Santo Domingo. Fue el caso, que fray Francisco de Cordova y fr. Juan Garces habian ido á predicar : los recibieron y trataron bien los Indios: llegó luego un navío en que varios Españoles ívan á la pesca de perlas los Indios que acostumbraban huir en tales ocasiones, permanecieron tranquilos en esta por la confianza que les infundio la compañia de los religiosos. El capitan del navío convidó á don Alonso, Cacique de aquel pais á que fuese á comer con él, igualmente que las otras personas principales que le acompañaban. Don Alonso accptó, despues de aconsejarse de los religiosos y llevó á su muger con diez y siete

Indios parientes de ambos consortes. Apenas entraron, el capitan retiró el navío y llevó como esclavos á los diez y nueve á la isla española ; trataron de venderlos, pero los jueces de apelacion lo impidieron diciendo haver los cautivado sin permiso; y se los repatieron entre sí mismos como genero de contrabando.

y

Los Indios luego que vieron el robo de su Cacique familia se alborotaron contra los frailes sospechando complicidad; quisieron matarlos y unicamente dejaron entonces de hacerlo porque los religiosos detestaron tanto como los Indios tan infame conducta y prometieron la restitucion en el termino de cuatro meses. Con efecto habiendo llegado por allí otra embarcacion española que caminaba para la isla de Santo-Domingo escribieron á su prelado fray Pedro de Cordova cuanto habia sucedido y el peligro en que sus vidas quedaban.

Fray Pedro hizo cuanto pudo; pero como los jueces estaban en posesion de diez y nueve esclavos, miraron con indiferencia el recurso y pasado el término los Indios mataron á fray Juan Garcés á la vista de fray Franciso de Cordova y luego á éste ( 1 ). De sus resultas costo mucha sangre castellana volver á conquistar la provincia de Cumaná; y duraban las cosas en tan mal estado en principios del año 1517 cuando el licenciado Casas como protector general de

(1) Herrera: dec. 1, lib. 9, cap. 14 y 15,

los Indios, viendo que no lograba la libertad de aquel→ los, dio por escrito á los gobernadores una representacion terrible contra dichos jueces y demas empleados que retenian indios esclavizados, usando algunas expresiones demasiado fuertes, indicatibas de que los gobernadores faltaban á su obligacion omitiendo la ejecucion de las ordenes recividas de la Corte.

De aquí resultó haber mandado los gobernadores que Casas saliera de la Isla. El salió con animo de venir á España y dar queja de todo. Aquellos acordaron varias providencias dirigidas á impedir á Casas el embarque; pero el habia previsto éste peligro y anticipó su viage saliendo de aquel Nuevo-Mundo en -el mes de mayo (1).

Apenas llegó a la Península fue á la villa de Aranda de Duero donde se hallaba la Corte; informó de todo al cardenal Ximenez de Cisneros; pero este se hallaba enfermo, y Casas pasó á Valladolid con intencion de esperar al nuevo rey Carlos primero cuyo arribo estaba proximo.

[ocr errors]

Entre tanto los gobernadores de América, no igno→ rando la eficacia de don Bartolomé, díspusieron que fray Bernardino de Manzanedo (uno de los tres miembros del gobierno) viniese á España quedandose allí para cumplir las obligaciones, el prior del monasterio de Olmedo, y el de san Juan de Ortega

[blocks in formation]
« AnteriorContinua »