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bueno y de muy buena entrada; pero por ser muy de mañana y no perder camino porque por la mayor parte del tiempo hace por allí Lestes, y entonces le lleva Nornorueste, no quiso detenerse mas. Siguió su camino al Leste hasta un cabo muy alto y muy hermoso, y todo de piedra tajado, á quien puso por nombre Cabo del Enamorado (1), el cual estaba al Leste de aquel puerto, á quien llamó Puerto Sacro (2), treinta y dos millas; y en llegando á él descubrió otro muy mas hermoso y mas alto y redondo, de peña (3) todo, así como el Cabo de San Vicente en Portugal, y estaba del Enamorado al Leste doce millas. Despues que llegó á emparejarse con el del Enamorado vido entremedias dél y de otro vido que se hacia una grandísima bahía (4), que tiene de anchor tres leguas y en medio della está una isleta pequeñuela (5); el fondo es mucho á la entrada hasta tierra: surgió allí en doce brazas, envió la barca en tierra por agua, y por ver si habian lengua, pero la gente toda huyó. Surgió tambien por ver si toda era aquella una tierra con la Española; y lo que dijo ser golfo, sospechaba no fuese otra isla por sí. Quedaba espantado de ser tan grande la Isla Española.

Domingo 13 de Enero.-No salió deste puerto por no hacer terral con que saliese: quisiera salir por ir á otro mejor puerto, porque aquel era algo descubierto, y porque queria ver en qué paraba la conjuncion de la Luna con el Sol, que esperaba á 17 deste mes, y la oposicion della con Júpiter y conjuncion con Mercurio, y el Sol en opósito con Júpiter (6), que es causa de grandes vientos. Envió la barca á tierra en una hermosa playa para que tomasen de los ajes para comer, y hallaron ciertos hombres con arcos y flechas, con los cuales se pararon á hablar, y los compraron dos arcos y muchas flechas, y rogaron á uno dellos que fuese á hablar al Almirante á la carabela; y vino, el cual diz que era muy disforme en el acatadura mas que otros que hobiesen visto: tenia el rostro todo tiznado de carbon, puesto que en todas partes acostumbran de se teñir de diversos colores. Traia todos los cabellos (7) muy largos y encogidos y atados atrás, y despues puestos en una rebecilla de plumas de papagayos, y él así desnudo como los otros. Juzgó el Almirante que debia de ser de los caribes (8) que comen los hombres, y que aquel golfo que ayer habia visto, que hacia apartamiento de tierra, y que seria isla por sí. Preguntóle por los caribes, y señalóle al

[1] Cabo Cabron. (Nav.)

[2] Puerto Yaqueron. (Nav.)
[3] Cabo Samaná. (Nav.)
[4] Bahía de Samaná. (Nav.)

[5] Cayo de Levantados. (Nav.)

[6] Por aquí parece que el Almirante sabia algo de astrolojía, aunque estos planetas parece que no están bien puestos por falta del mal escribano que lo trasladó. (Casas.)

[7] Estos debian ser los que llamaban Ciguayos, que todos traian los cabellos así muy largos. (Casas.)

[8] No eran caribes ni los hobo en la Española jamás. (Casas.)

Leste, cerca de allí, la cual diz que ayer vió el Almirante antes que entrase en aquella bahía, y díjole el indio que en ella habia muy mucho oro, señalándole la popa de la carabela, que era bien grande y que pedazos habia tan grandes. Llamaba al oro tuob y no entendia por caona (1), como le llamau en la primera parte de la isla, ni por nozay como lo nombran en San Salvador y en las otras islas: al alambre ó á un oro bajo llaman en la Española tuob. De la isla de Matinino dijo aquel indio que era toda poblada de mujeres sin hombres, y que en ella hay mucho tuob, que es oro ó alambre, y que es mas al Leste de Carib. Tambien dijo de la isla de Goanin, adonde hay mucho tuob. Destas islas, dice el Almirante, que habia por muchas personas dias habia noticia. Dice mas el Almirante, que en las islas pasadas estaban con gran temor de Carib, y en algunas le llamaban Caniba, pero en la Española Carib; y que deben de ser gente arriscada, pues andan por todas estas islas, y comen la gente que pueden haber. Dice que entendia algunas palabras, y por ellas diz que saca otras cosas, y que los indios que consigo traia entendian mas, puesto que hallaba diferencia de lenguas por la gran distancia de las tierras. Mandó dar al indio de comer, y dióle pedazos de paño verde y colorado, y cuentezuelas de vidrio, á que ellos son muy aficionados, y tornóle á enviar á tierra, y díjole que trujese oro si lo habia, lo cual creia por algunas cositas suyas quél traia. En llegando la barca á tierra, estaban detrás los árboles bien cincuenta y cinco hombres desnudos con los cabellos muy largos (2), así como las mujeres lo traen en Castilla. Detrás de la cabeza traian penachos de plumas de papagayos y de otras aves, y cada uno traia su arco. Descendió el indio en tierra, é hizo que los otros dejasen sus arcos y flechas, y un pedazo de palo que es como un . . . (3) . . . muy pesado, que traen (4) en lugar de espada, los cuales despues se llegaron á la barca, y la gente de la barca salió á tierra, y comenzáronles á comprar los arcos y flechas y las otras armas, porquel Almirante así lo tenia ordenado. Vendidos dos arcos no quisieron dar mas, antes se aparejaron de arremeter á los cristianos y prendellos. Fueron corriendo á tomar sus arcos y flechas donde los tenian apartados, y tornaron con cuerdas en las manos para diz que atar á los cristianos. Viéndolos venir corriendo á ellos, estando los cristianos apercibidos, porque siempre los avisaba de esto el Almirante, arremetieron los cristianos á ellos, y dieron á un indio una gran cuchillada en las nalgas, y á otro por los pechos hirieron con una saetada, lo cual visto que podian ganar poco aun

...

[1] Caona llamaban al oro en la mayor parte de la Isla Española, pero había dos ó tres lenguas. (Casas.)

[2] Estos creo eran los que se llamaban Ciguayos en las sierras y costas del Norte de la Española, desde cuasi Puerto de Plata hasta Higüey inclusi(Casas.)

ve.

[3] Igual vacío en el original. (Nav.)

[4] Este es del árbol de palma, que es durísimo, hecho á manera de una peleta de hierro que hacen para freir huevos ó pescado, grandes de cuatro palmos, boto por todas partes: llámanle macana.

(Casas.)

que no eran los cristianos sino siete, y ellos cincuenta y tantos, dieron á huir que no quedó ninguno, dejando uno aquí las flechas y otro allí los arcos. Mataran diz que los cristianos muchos dellos si el piloto que iba por capitan dellos no lo estorbara. Volviéronse luego á la carabela los cristianos con su barca, y sabido por el Almirante dijo que por una parte le habia pesado y por otra no, porque hayan miedo á los cristianos, porque sin duda (dice él) la gente de allí es diz que de mal hacer, y que creia que eran los de Carib, y que comiesen los hombres, y porque viniendo por allí la barca que dejó á los treinta y nueve hombres en la fortaleza y Villa de la Navidad, tengan miedo de hacerles alguu mal. Y que si no son de los caribes, al menos deben ser fronteros y de las mismas costumbres, y gente sin miedo, no como los otros de las otras islas que son cobardes y sin arinas fuera de razon. Todo esto dice el Almirante, y que querria tomar algunos dellos. Diz que hacian muchas ahumadas como acostumbraban en aquella Isla Española.

Lunes 14 de Enero.-Quisiera enviar esta noche á buscar las casas de aquellos indios por tomar algunos dellos, creyendo que eran caribes, y por el mucho Leste y Nordeste, y mucha ola que hizo en la mar, pero ya de dia, vieron mucha gente de indios en tierra, por lo cual mandó el Almirante ir allá la barca con gente bien aderezada, los cuales luego vinieron todos á la popa de la barca, y especialmente el indio quel dia antes habia venido á la carabela y el Almirante le habia dado las cosillas de resgate. Con este diz que venia un Rey, el cual habia dado al indio dicho unas cuentas que diese á los de la barca en señal de seguro y de paz. Este Rey, con tres de los suyos, entraron en la barca y vinieron á la carabela. Mandóles el Almirante dar de comer bizcocho y miel, y dióle un bonete colorado y cuentas, y un pedazo de paño colorado, y á los otros tambien pedazos de paño, el cual dijo que traeria mañana una carátula de oro, afirmando que allí habia mucho, y en Carib y en Matinino. Despues los envió á tierra bien contentos Dice mas el Almirante que hacian agua mucha las carabelas por la quilla, y quéjase mucho de los calafates que en Palos las calafatearon muy mal, y que cuando vieron quel Almirante habia entendido el defecto de su obra, y los quisiera constreñir á que la enmendaran, huyeron. Pero no obstante la mucha agua que las carabelas hacian, confia en nuestro Señor que le trujo le tornará por su piedad y misericordia, que bien sabia su Alta Magestad cuanta controversia tuvo primero antes que se pudiese expedir de Castilla, que ninguno otro fué en su favor sino él, porque él sabia su corazon, y despues de Dios sus Altezas, y todo lo demás le habia sido contrario sin razon alguna. Y dice mas así: "y han seido causa que la Corona Real de vuestras Altezas no tenga cien cuentos de renta mas de la que tiene despues que yo vine á les servir, que son siete años agora á 20 dias de Enero este mismo mes, y mas lo que acrecentado seria de aquí en adelante. Mas aquel poderoso Dios remediará todo.” Estas son sus palabras.

CAPITULO V.

REGRESO DE COLON Á ESPAÑA.

Año de 1493, del dia 15 de Enero al 7 de Marzo.

Sale el Almirante de la bahía de Samaná, que llamó de las Flechas, con direccion á España.-Navega en solicitud de la isla Matinino, de la que refieren los Indios anécdotas extraordinarias.-No encuentra las islas y hace rumbo á España.-Continúa su viage con tiempos favorables hasta el doce de Febrero.-Se declara un gran temporal.—Te. men el naufragio y sortean una romería para Guadalupe, que cae en el Almirante.-Echan suerte para otra en Santa María de Loreto, y cae en Pedro de Villa.-Y por fin, votan otra romería para Santa María de Moguer, y cae la suerte en el Almirante.-Escribe el Almirante la relacion de su viage, y cubierta impermeablemente la arroja al mar.-Despues de pasada la tormenta arriba á la isla Santa María, una de las Azores.- Desembarca la mitad de su tripulacion para cumplir los votos y queda apresada por los portugueses.-Median explicaciones y restituyen los prisioneros.-Sigue el Almirante su viage y recala en las costas de Portugal y llega al puerto de Lisboa.

Martes 15 de Enero.-Dice que quiere partir porque ya no aprovecha nada detenerse, por haber pasado aquellos desconciertos; debe decir del escándalo de los indios. Dice tambien que hoy ha sabido que toda la fuerza del oro estaba en la comarca de la Villa de la Navidad de sus Altezas, y que en la isla de Carib (1) habia mucho alambre y en Matinino, puesto que será dificultoso en Carib, porque aquella gente diz que come carne humana, y que de allí se parecia la isla dellos, y que tenia determinado de ir allá, pues está en el camino, y á la de Matinino que diz que era poblada toda de mujeres sin hombres, y ver la una y la otra, y tomar diz algunos dellos. Envió el Almirante la barca á tierra, y el Rey de aquella tierra no habia venido, porque diz que la poblacion estaba lejos, mas envió su corona de oro, como habia prometido, y vinieron otros muchos hombres con algodon y con pan y ajes, todos con

(1) Puerto Rico, (Nav.)

sus arcos y flechas. Despues que todo lo hobieron resgatado, vinieron diz que cuatro mancebos á la carabela, y pareciéronle al Almirante dar tan buena cuenta de todas aquellas islas questaban hácia el Leste en el mismo camino quel Almirante habia de llevar, que determinó de traer á Castilla consigo. Allí diz que no tenian hierro ni otro metal que se hobiese visto, aunque en pocos dias no se puede saber de una tierra mucho, así por la dificultad de la lengua, que no entendia el Almirante, sino por discrecion, como por quellos no saben lo quél pretendia en pocos dias. Los arcos de aquella gente diz que eran tan grandes como los de Francia é Inglaterra: las flechas son propias como las azagayas de las otras gentes que hasta allí habia visto, que son de los pimpollos de las cañas cuando son simiente, que quedan muy derechas y de longura de una vara y media, y de dos, y despues ponen al cabo un pedazo de palo agudo de un palmo y medio, y encima de este palillo algunos le injieren un diente de pescado y algunos y los mas le ponen allí yerba, y no tiran como en otras partes, salvo por una cierta manera que no pueden mucho ofender. Allí habia muy mucho algodon y muy fino y luengo, y hay muchas almácigas, y parecíale que los arcos eran de tejo, y que hay oro y cobre: tambien hay mucho ají, qués su pimienta, della que vale mas que pimienta, y toda la gente no come sin ella, que la balla muy sana: puédense cargar cincuenta carabelas cada año en aquella Española. Dice que halló mucha yerba en aquella bahía, de la que hallaban en el golfo cuando venia al descubrimiento, por lo cual creia que habia islas al Leste hasta en derecho de donde las comenzó á hallar, porque tiene por cierto que aquella yerba nasce en poco fondo junto á tierra, y dice que si así es, muy cerca estaban estas Indias de las Islas de Canaria, y por esta razon creia que distaban menos de cuatrocientas leguas.

Miércoles 16 de Enero.-Partió antes del dia tres horas del golfo que llamó el Golfo de las Flechas (1), con viento de la tierra, despues con viento Oueste, llevando la proa al Leste cuarta del Nordeste para ir diz que á la Isla de Carib (2) donde estaba la gente de quien todas aquellas islas y tierras tanto miedo tenian, porque diz que con sus canoas sin número andaban todas aquellas mares, y diz que comian los hombres que pueden haber. La derrota diz que le habia mostrado unos indios de aquellos cuatro que tomó ayer en el puerto de las Flechas. Después de haber andado á su parecer sesenta y cuatro millas señaláronle los indios quedaria la dicha isla al Sueste (3): quiso llevar aquel camino, y mandó templar las velas, y despues de haber andado dos leguas refrescó el viento muy bueno para ir á España: notó en la gente que comenzó

[1] Sospecho que este era el Golfo de Samaná, donde salen los rios Yuna y Camo, rios poderosos de la Isla Española. (Casas.)-Es la Bahía de Samaná en donde desagua el rio Yuna. (Nav.)

[2] Puerto-Rico. (Nav.)

[3] Distaba de Puerto-Rico en esta situacion treinta legnas. (Nav.)

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