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la santa fé cristiana y acrecentadores della, y enemigos de la secta de Mahoma y de todas idolatrías y heregías pensaron de enviarme á mí Cristóbal Colón á las dichas partidas de Indias para ver los dichos Príncipes, y los pueblos y tierras, y la disposicion dellas y de todo, y la manera que se pudiera tener para la conversion dellas á nuestra santa fé: y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se costumbra de andar salvo por el camino de Occidente, por donde hasta hoy no sabemos haya pasado nadie. Así que despues de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros reinos y señoríos, en el mismo mes de Enero mandaron vuestras Altezas á mí que con armada suficiente me fuese á las dichas partidas de India; y para ello me hicieron grandes mercedes, y me anoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don, y fuese Almirante mayor de la mar océana é Visorey y Gobernador perpetuo de to

Yo Juan de Coloma, Secretario del Rey é de la Reina nuestros Señores la fice escribir por su mandado.-Acordada en forma Rodericus, Doctor.= Registrada Sebastian de Olano. Francisco de Madrid, Chanciller.

CAPITULACION 2-Este Documento, que fué testimoniado en la noble ciudad de la ISABELA en la isla de Santo Domingo el 16 de Diciembre de 1495 por Rodrigo Perez, escribano público de aquella ciudad, siendo testigos Rafael Catanes, natural de Sevilla, Adan de Mar quina, de Guernica, Pedro de Salcedo, de Fuensaldaña, y Francisco de Madrid, de aquella villa, consta en el archivo de los Señores Duques de Veragua, y dice así:

Las cosas suplicadas é que vuestras Altezas dan é otorgan á D. Cristóbal Colon, en alguna satisfaccion de lo que ha de descobrir en las mares Océanas, é del viaje que agora, con el ayuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de vuestras Altezas, son las que siguen:

Primeramente: Que vuestras Altezas, como Señores que son de las dichas mares Océanas, fagan desde agora al dicho D. Cristóbal Colon su Almirante en todas aquellas Islas é Tierras-firmes, que por su mano ó industria se descobrieren é ganaren en las dichas mares Océanas, para durante su vida é despues dél muerto á sus herederos é sucesores de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias é prerogativas pertenecientes al tal oficio, é segund que D. Alonso Henriquez vuestro Almirante mayor de Castilla é los otros predecesores en el dicho oficio lo tenian en sus distritos.

Place á sus Altezas -Juan de Coloma.=

Otrosí: Que vuestras Altezas facen al dicho D. Cristóbal Colon su Visorey é Gobernador general en todas las dichas Islas é Tierras-firmes, que como dicho es él descobriere é ganare en las dichas mares; é que para el Regimiento de cada una y cualquier dellas, faga él eleccion de tres personas para cada oficio: é que vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que mas fuere su servicio, é asi serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejará fallar é ganar á servicio de vuestras Altezas.

Place á sus Altezas. Juan de Coloma.=

Item: Que todas é cualesquier mercadurías, si quier sean perlas, piedras

das las Islas y Tierra-firme que yo descubriese y ganase, y de aquí adelante se descubriesen y ganasen en la mar océana, y así sucediese mi hijo mayor, y así de grado en grado para siempre jamás: y partí yo de la ciudad de Granada á 12 dias del mes de Mayo del mesmo año de 1492 en Sábado: vine á la villa de Palos, que es puerto de mar, adonde armé yo tres navíos muy aptos para semejante fecho; y partí del dicho puerto muy abastecido de muy muchos mantenimientos y de mucha gente de la mar, á tres dias del mes de Agosto de dicho año en un Viernes, antes de la salida del sol con media hora, y llevé el camino de las islas de Canaria de vuestras Altezas, que son en la dicha mar océana, para de allí tomar mi derrota, y navegar tanto que yo llegase á las Indias, y dar la embajada de vuestras Altezas á aquellos Príncipes y cumplir lo que así me habian mandado; y para esto pensé de escribir todo este viaje muy puntualmente de dia en dia todo lo que yo hiciese y viese y pasase como adelante se verá. Tambien, Señores Príncipes, allende de escribir cada noche lo que el preciosas, oro, plata, especierías, é otras cualesquier cosas é mercadurías de cualquier especie, nombre é manera que sean, que se compraren, trocaren, fallaren, ganaren é hobieren dentro de los límites del dicho Almirautazgo, que dende agora vuestras Altezas faceu merced al dicho D. Cristóbal, y quieren que haya y lleve para sí la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se ficieren en ello. Por manera, que de lo que quedare limpio é libre haya é tome la decena parte para sí mismo, é faga della á su voluntad, quedando las otras mueve partes para vuestras Altezas.

Place á sus Altezas.-Juan de Coloma.

Otrosí: Que si á causa de las mercadurías que él traerá de las dichas Islas y Tierras, que así como dicho es, se ganaren é descobrieren, ó de las que en trueque de aquellas se tomarán acá de otros mercadores, naciere pleito alguno en el logar donde el dicho comercio é trato se terná y fará: que si por la preeminencia de su oficio de Almirante le pertenecerá cognoscer de tal pleito: plega á vuestras Altezas que él ó su Teniente, y no otro Juez, cognosca del tal pleito, é así lo provean dende agora.

Place á sus Altezas, si pertenece al dicho oficio de Almirante, segund que lo tenia el dicho Almirante D. Alonso Henriquez, y los otros sus antecesores en sus distritos, y siendo justo. Juan de Coloma.=

Item: Que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato é negociacion, cada y cuando é cuantas veces se armaren, que pueda el dicho D. Cristóbal Colon, si quisiere, contribuir á pagar la ochena parte de todo lo que se gastare en el armazon; é que tambien haya é lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal armada.

Place á sus Altezas. Juan de Coloma.=

Son otorgados é despachados con las respuestas de vuestras Altezas en fin de cada un capítulo en la Villa de Saneta Fé de la Vega de Granada á diez y siete de Abril del año del Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil é cuatrocientos é noventa é dos años.-YO EL REY.-YO LA REINA.=Por mandado del Rey é de la Reina. Juan de Coloma.=Registrada. Calcena.

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dia Pasare, y el dia lo que la noche navegare, tengo propósito de haCarta nueva de navegar, en la cual situaré toda la mar y tierras mar Océano en sus propios lugares debajo su viento; y mas, Componer uu libro, y poner todo por el semejante por piutura, por latitud del equinocial y longitud del Occidente, y sobre todo cumple mucho que yo olvide el sueño y tiente aucho el navegar porque así cumple, las cuales serán gran trabajo.

Viernes 3 de Agosto-Partimos Viernes 3 dias de Agosto de 1492 años de la barra de Saltes á las ocho horas; anduvimos con fuerte virazon hasta el poner del sol hácia el Sur sesenta millas, que son quince leguas; despues al Sudueste y al Sur cuarta del Sudueste que era camino para las Canarias.

El Sabado 4 de Agosto.-Anduvieron al Sudueste cuarta del Sur.

Domingo 5 de Agosto.—Anduvieron su via entre dia y noche mas de cuarenta leguas.

Lúnes 6 de Agosto.-Saltó ó desencajóse el gobernario á la carabela Pinta, donde iba Martin Alonso Pinzon, á lo que se creyó y sospechó por industria de un Gomes Rascon y Cristóbal Quintero, cuya era la carabela, porque le pesaba ir aquel viaje; y dice el Almirante que antes que partiese habian hallado en ciertos reveses y grisquetas, como dicen, á los dichos. Vídose allí el Almirante en gran turbacion por no poder ayudar á la dicha carabela sin su peligro, y dice que alguna pena perdia con saber que Martin Alonso Pinzon era persona esforzada y de buen ingenio: en fin anduvieron entre dia y noche veinte y nueve leguas.

Martes 7 de Agosto.-Tornóse á saltar el gobernalle á la Pinta, y adobáronio y anduvieron en demanda de la isla del Lanzarote, que es una de las islas de Canarias, y anduvieron entre dia y noche veinte y cinco leguas.

Miércoles 8 de Agosto.-Hobo entre los Pilotos de las tres carabelas opiniones diversas donde estaban, y el Almirante salió mas verdadero, y quisiera ir á Gran Canaria por dejar la carabela Pinta, porque iba mal acondicionada del gobernario y hacia agua, y quisiera tomar allí otra si la hallara: no pudieron tomarla aquel dia.

Jueves 9 de Agosto.-Hasta el Domingo en la noche no pudo el Almirante tomar la Gomera, y Martin Alonso quedóse en aquella costa de Gran Canaria por mandado del Almirante, porque no podia navegar. Despues tonió el Almirante á Canaria, (ó á Tenerife), y adobaron muy bien la Pinta con mucho trabajo y diligencias del Almirante, de Martin Alonso y de los demás; y al cabo vinieron á la Gomera. Vieron salir gran fuego de la sierra de la isla de Tene

rife, que es muy alta en gran manera. Hicieron la Pinta redonda, porque era latina; toruó á la Gomera Domingo á 2 de Setiembre con la Pinta adobada.

Dice el Almirante que juraban muchos hombres honrados españoles, que en la Gomera estaban con Doña Inés Peraza, madre de Guillen Peraza, que despues fué el primer Conde de la Gomera, que eran vecinos de la isla de Hierro, que cada año vian tierra al Oneste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de la Gomera afirmaban otro tanto con juramento. Dice aquí el Almirante que se acuerda que estando en Portugal el año de 1484 vino uno de la isla de la Madera al Rey á le pedir una carabela para ir á esta tierra que via, el cual juraba que cada año la via, y siempre de una manera; y tambien dice que se acuerda que lo mismo decian en las islas de los Azores, y todos estos en una derrota, y en una manera de señal, y en una grandeza. Tomada pues agua y leña y carnes, lo demás que tenian los hombres que dejó en la Gomera el Almirante cuando fué á la isla de Canaria á adobar la carabela Pinta, finalmente se hizo á la vela de la dicha isla de la Gomera con sus tres carabelas Jueves á 6 dias de Setiembre.

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Jueves 6 de Setiembre.-Partió aquel dia por la mañana del puerto de la Gomera, y tomó la vuelta para ir su viaje, y supo el Almirante de una carabela que venia de la isla del Hierro, que andaban por allí tres carabelas de Portugal para lo tomar: debia de ser de invidia quel Rey tenia por haberse ido á Castilla; y anduvo todo aquel dia y noche en calma, y á la mañana se halló entre la Gomera y Tenerife.

Viernes 7 de Setiembre.-Todo el Viernes y Sábado hasta tres horas de noche, estuvo en calma.

Sabado 8 de Setinmbre.-Tres horas de noche Sábado comenzó á ventar Nordeste, y tomó su via y camino al Oueste: tuvo mucha mar por proa que le estorbaba el camino, y andaria aquel dia nueve leguas con su noche.

Domingo 9 de Setiembre.—Anduvo aquel dia diez y nueve leguas, y acordó contar menos de las que andaba, porque si el viaje fuese luengo no se espantase ni desmayase la gente. En la noche anduvo ciento y veinte millas, á diez millas por hora, que son treinta leguas. Los marineros gobernaban mal, decayendo sobre la cuarta del Nordeste, y aun á la media partida; sobre lo cual les riñó el Almirante muchas veces.

Lunes 10 de Setiembre.-En aquel dia con su noche anduvo sesenta leguas, á diez millas por hora, que son dos leguas y media; pero no contaba sino cuarenta y ocho leguas porque no se asombrase la gente si el viaje fuese largo.

Martes 11 de Setiembre.-Aquel dia navegaron á su via, que era el Oueste, y anduvieron veinte leguas y mas, y vieron un gran trozo de mastel de nao, de ciento y veinte toneles, y no lo pudieron tomar. La noche anduvieron cerca de veinte leguas, y contó no mas de diez y seis por la causa dicha.

Miércoles 12 de Setiembre.—Aquel dia, yendo su via, anduvieron en noche y dia treinta y tres leguas, contando menos por la dicha causa.

Jueves 13 de Setiembre.—Aquel dia con su noche, yendo á su via, que era al Oueste, anduvieron treinta y tres leguas, y contaba tres ó cuatro menos. Las corrientes le eran contrarias. En este dia, al comienzo de la noche, las agujas nornesteaban, y á la mañana noruesteaban algun tanto.

Viernes 14 de Setiembre.-Navegaron aquel dia su camino al Oueste con su noche, y anduvieron veinte leguas, contó alguna menos: aquí dijeron los de la carabela Niña que habian visto un garjao y un rabo de junco, y estas aves nunca se apartan de tierra cuando mas veinte y cinco leguas.

Sábado 15 de Setiembre.-Navegó aquel dia con su noche veinte y siete leguas su camino al Oueste, y algunas mas, y en esta noche al principio della vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar lejos de ellos cuatro ó cinco leguas.

Domingo 16 de Setiembre.-Navegó aquel dia y la noche á su camino el Queste; andarian treinta y nueve leguas, pero no contó sino treinta y seis; tuvo aquel dia algunos nublados, llovizné: dice aquí el Almirante que hoy y siempre de allí adelante hallaron aires temperantísimos; que era placer grande el gusto de las mañanas, que no faltaba sino oir ruiseñores. Dice él, y era el tiempo como Abril en el Andalucía. Aquí comenzaron á ver muchas manadas de yerba muy verde que poco habia, segun le parecia, que se habia desapegado de tierra, por la cual todos juzgaban que estaba cerca de alguna isla; pero no de tierra firme, segun el Almirante que dice: porque la tierra firme hago mas adelante.

Lunes 17 de Setiembre.-Navegó á su camino el Oueste, y andarian en dia y noche cincuenta leguas y mas: no asentó sino cuarenta y siete; ayudábales la corriente; vieron mucha yerba y muy á menudo, y era yerba de peñas, y venia la yerba de hácia Poniente; juzgaban estar cerca de tierra; tomaron los Pilotos el Norte marcándolo, y hallaron que las agujas noruesteaban una gran cuarta, y temian los marineros, y estaban penados y no decian de qué. Conociólo el Almirante, mandó que tornasen á marcar el Norte en ananeciendo, y hallaron que estaban buenas las agujas; la causa fué

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