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que no pude entrar ni navegar á ello, y vide que siguiendo el camino del Sudueste era muy gran rodeo, y por esto determiné de me volver por el camino que yo habia traido del Nornordeste de la parte del Queste, y rodear esta isla para (1) el viento me fué tan

escaso que yo no nunca pude haber la tierra al longo de la costa salvo en la noche; y por qués peligro (2) surgir en estas islas, salvo en el dia que se vea con el ojo adonde se echa el ancla, porque es todo manchas, una de limpio y otra de non, yo me puse á temporejar á la vela toda esta noche del Domingo. Las carabelas surgieron porque se hallaron en tierra temprano, y pensaron que á sus señas, que eran acostumbradas de hacer, iria á surgir; mas no quise."

Domingo 21 de Octubre-"A las diez horas llegué aquí á este cabo del isleo, y surgí y asimismo las carabelas; y despnes de haber comido fuí en tierra, adonde aquí no habia otra poblacion que una casa, en la cual no fallé á nadie que creo que con temor se habian fugido porque en ella estaban todos sus aderezos de casa. Yo no les dejé tocar nada, salvo que me salí con estos capitanes y gente á ver la isla; que si las otras ya vistas son muy fermosas y verdes y fértiles, esta es mucho mas y de grandes arboledos y muy verdes. Aquí es unas grandes lagunas, y sobre ellas y á la rueda es el arboledo en maravilla, y aquí y en toda la isla son todos verdes y las yerbas como en el Abril en el Andalucía; y el cantar de los pajaritos que parece que el hombre nunca se querria partir de aquí, y las manadas de los papagayos que ascurecen el sol; y aves y pajaritos de tantas maneras y tan diversas de las nuestras que es maravilla; y despues ha árboles de mil maneras, y todos de su manera fruto, y todos huelen que es maravilla, que yo estoy el mas penado del mundo de no los cognoscer, porque soy bien cierto que todos son cosa de valía, y de ellos traigo la demuestra, y asimismo de las yerbas. Andando así en cerco de una destas lagunas vide una sierpe (3), la cual matamos y traigo el cuero á vuestras Altezas. Ella como uos vido se echó en la laguna, y nos le seguimos dentro, porque no era muy fonda, fasta que con lauzas la matamos; es de siete palmos en largo; creo que destas semejantes hay aquí en esta laguna muchas. Aquí cognoscí del liñaloe, y mañana he determinado de hacer traer á la nao diez quintales, porque me dicen que vale mucho. Tambien andando en busca de muy buena agua fuimos á una poblacion aquí cerca, adonde estoy surto media legua; y la gente della como nos sintieron dieron todos á fugir, y dejaron las casas, y escondieron su ropa y lo que tenian por el monte; yo no dejé tomar nada ni la valía de un alfiler. Despues se llegaron á nos unos hombres dellos, y uno se llegó del todo aquí: yo dí unos cascabeles y unas cuentecillas de vidrio, y quedó muy contento y muy alegre, y porque la amistad creciese mas y los requiriese algo le hice pedir agua, y

[1] Igual vacío en el original. Parece falta reconocerla. (Nav.)
[2] Así el original: parece ha de decir peligroso. (Nav.)
[3] Yuana (Iguana) debió de ser esta. (Casas.)

ellos despues que fuí en la nao vinieron luego á la playa con sus calabazas llenas y folgaron mucho de dárnoslas, y yo les mandé dar otro ramalejo de cuentecillas de vidrio, y dijeron que de mañana vernian acá. Yo queria hinchir aquí toda la vasija de los navíos de agua; por ende si el tiempo me da lugar luego me partiré á rodear esta isla fasta que yo haya lengua con este Rey, y ver si puedo haber dél el oro que oyo que trae, y despues partir para otra isla que se llama Cipango, segun las señas que me dan estos indios que yo traigo, á la cual ellos llaman Colba (1), en la cual dicen que ha naos y mareantes muchos y muy grandes, y de esta isla otra que llaman Bosio (2) que tambien dicen qués muy grande, y á las otras que son entremedio veré así de pasada, y segun yo fallare recaudo de oro ó especería determinaré lo que he de facer. Mas todavía tengo determinado de ir á la tierra firme y á la ciudad de Guisay, y dar las cartas de vuestras Altezas al Gran Can, y pedir respuesta y venir con ella."

Lunes 22 de Octubre.-"Toda esta noche y hoy estuve aquí aguardando si el Rey de aquí ó otras personas traerian oro ó otra cosa de sustancia, y vinieron muchos de esta gente, semejantes á los otros de las otras islas, así desnudos, y así pintados dellos de blanco, dellos de colorado, dellos de prieto, y así de muchas maneras. Traian azagayas y algunos ovillos de algodon á resgatar, el cual trocaban aquí con algunos marineros por pedazos de vidrio, de tazas quebradas, y por pedazos de escudillas de barro. Algunos dellos traian algunos pedazos de oro colgado al nariz, el cual de buena gana daban por un cascabel destos de pié de gavilano y por cuentecillas de vidrio: mas es tan poco, que no es nada: que es verdad que cualquiera poca cosa que se les dé ellos tambien tenian á gran maravilla nuestra venida, y creian que éramos venidos del cielo. Tomamos agua para los navíos en una laguna que aquí está acerca del Cabo del isleo, que así la nombré; y en la dicha laguna Martin Alonso Pinzon, capitan de la Pinta, mató otra sierpe tal como la otra de ayer de siete palmos, y fice tomar aquí del linaloe cuanto se falló."

Martes 23 de Octubre.-"Quisiera hoy partir para la isla de Cuba, que creo que debe ser Cipango segun las señas que dan esta gente de la grandeza della y riqueza, y no me deterné mas aquí ni (3) esta isla alrededor para ir á la poblacion, como tenia determinado, para haber lengua con este Rey ó Señor, que es por no me detener mucho, pues veo que aquí no hay mina de oro, y al rodear de estas islas ha menester muchas maneras de viento, y no vienta así como los hombres querrian. Y pues es de andar adonde haya

[1] Parece error en el original por Cuba, como se comprueba mas adelante. (Nav.)

[2] Acaso Bohio como dice despues. (Nav.)
[3] Igual vacio en el original. (Nav.)

trato grande, digo que no es razon de se detener salvo ir á camino, y calar mucha tierra fasta topar en tierra muy provechosa, aunque mi entender es questa sea muy provechosa de especería; mas que yo no la cognosco que llevo la mayor pena del mundo, que veo mil maneras de árboles que tienen cada uno su manera de fruta, y verde agora como en España en el mes de Mayo y Junio, y mil maneras de yerbas, eso mesmo con flores, y de todo no se cognosció salvo este linaloe de que hoy mandé tambien traer á la nao mucho para llevar á vuestras Altezas. Y no he dado ni doy la vela para Cuba, porque no hay viento, salvo calma muerta y llueve mucho; y llovió ayer mucho sin hacer ningun frio, antes el dia hace calor, y las noches temperadas como en Mayo en España en el Andalucía."

Miércoles 24 de Octubre.-"Esta noche á media noche levanté las anclas de la isla Isabela del Cabo del isleo, qués de la parte del Norte adonde yo estaba posado para ir á la isla de Cuba, adonde of desta gente que era muy grande y de gran trato, y habia en ella oro y especerías y naos grandes y mercaderes; y me amostró que al Onesudueste iria á ella, y yo así lo tengo, porque creo que si es así como por señas que me hicieron todos los indios de estas islas y aquellos que llevo yo en los navíos, porque por lengua no los entiendo, es la isla de Cipango de que se cuentan cosas maravillosas, y en las esperas que yo vi y en las pinturas de mapamundos es ella en esta comarca, y así navegué fasta el dia al Ouesudueste, y amaneciendo calmó el viento y llovió, y así casi toda la noche; y estuve así con poco viento fasta que pasaba de medio dia y entonces tornó á ventar muy amoroso, y llevaba todas mis velas de la nao, maestra, dos bonetas, y trinquete, y cebadera, y mezana, y vela de gavia, y el batel por popa; así anduve al camino fasta que anocheció y entonces me quedaba el Cabo Verde de la isla Fernandina, el cual es de la parte de Sur á la parte de Oueste, me quedaba al Norueste, y hácia de mí á él siete leguas. Y porque ventaba ya recio y no sabia yo cuanto camino hobiese fasta la dicha isla de Cuba, y por no la ir á demandar de noche, porque todas estas islas son muy fondas á no hallar fondo todo en derredor, salvo á tiro de dos lombardas, y esto es todo manchado un pedazo de roquedo y otro de arena, y por esto no se puede seguramente surgir salvo á vista de ojo, y por tanto acordé de amainar las velas todas, salvo el trinquete, y andar con él, y de á un rato crecia mucho el viento y hacia mucho camino de que dudaba, y era muy gran cerrazon, y llovía: mandé amainar el trinquete y no anduvimos esta noche dos leguas &a"

Jueves 25 de octubre.-Navegó despnes del sol salido al Queste Sudueste hasta las nueve horas, andarian cinco leguas: despues mudó el camino al Oueste, andaban ocho millas por hora hasta la una despues de medio dia, y de allí hasta las tres, y andarian cuarenta y cuatro millas. Entonces vieron tierra, y eran siete á ocho islas, en luengo todas de Norte á Sur: distaban de ellas cinco leguas &a

Viernes 26 de Octubre.-Estuvo de las dichas islas de la parte del Sur, era todo bajo cinco ó seis leguas, surgió por allí. Dijeron los indios que llevaba que habia dellas á Cuba andadura de dia y medio con sus almadías, que sou navetas de un madero adonde no llevan vela. Estas son las canoas. Partió de allí para Cuba, porque por las señas que los indios le daban de la grandeza y del oro y perlas della pensaba que era ella, conviene á saber Cipango.

Sabado 27 de Octubre.-Levantó las anclas salido el sol de aquellas islas, que llamó las islas de Arena por el poco fondo que teniau de la parte del Sur hasta seis leguas. Anduvo ocho millas por hora hasta la una del dia al Sursudueste, y habrian andado cuarenta millas, y hasta la noche andarian veinte y ocho millas al mesmo camino, y antes de noche vieron tierra. Estuvieron la noche al reparo con mucha lluvia que llovió. Anduvieron el Sábado fasta el poner del sol diez y siete leguas al Sursudueste.

CAPITULO II.

DESCUBRIMIENTO DE LA ISLA DE CUBA.

Año de 1492 del dia 28 de Octubre al 4 de Diciembre.

Descubrimiento de la costa del Norte de la isla de Cuba.-Reconoce el Almirante la bahía de Nipe, el puerto de Banes, las Nuevitas, alto de Juan Dañue, la boca de Carabelas y el rio Máximo.-Regresa á la parte del E. y reconoce las montañas del Cristal y de Moa, y el puerto de Tánamo, y vuelve segunda vez al puerto de Nuevitas que denominó Puerto del Príncipe.—Emprende por última vez su viaje al E. y reconoce á Punta Guarico, puerto de Jaragua, Taco, Cuyaguaneque, Nava, Maraví y Baracoa: detiénese en el último y examina el rio Boma y vé las puntas del Fraile y la de Maisí.-Descripcion de los habitantes de la isla de Cuba y sucesos ocurridos durante los dias de esta navegacion.

Domingo 28 de Octubre.-Fué de allí en demanda de la isla de Cuba al Sursudueste, á la tierra della mas cercana, y entró en un rio muy hermoso y muy sin peligro de bajas ni otros inconvenientes, y toda la costa que anduvo por allí era muy hondo y muy limpio fasta tierra: tenia la boca del rio doce brazas, y es bien ancha para barloventear; surgió dentro, diz que á tiro de lombarda. Dice el Almirante que nunca tan hermosa cosa vido, lleno de árboles todo cercado el rio, fermosos y verdes y diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno de su manera. Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente: habia gran cantidad de palmas (1) de otra manera que las de Guinea y de las nuestras; de una estatura mediana y los piés sin aquella camisa, y las hojas muy grandes, con las cuales cobijan las casas; la tierra muy llana: saltó el Almirante en la barca y fué á tierra, y llegó á dos casas que creyó ser de pescadores y que con temor se huyeron, en una de las cuales halló un perro que nunca ladró, y en ambas casas halló redes de hilo de palma y cordeles, y anzuelo de cuerno, y fisgas de hueso y otros aparejos de pescar, y muchos huegos dentro, y creyó que en cada una casa se juntan muchas personas: mandó que no se tocase en cosa de todo ello, y así se hizo. La yerba era grande como en el Andalucía por Abril y Mayo. Halló verdolagas muchas y bledos. Tornóse á la barca y anduvo por el rio arriba un buen rato, y diz que era gran placer ver aquellas verduras y arbo

[1] Especies de palmas diferentes de las reales: cana, guano, yarey &c.

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