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CAPITULO SEGUNDO.

SUMARIO.

Colon.-Sus esfuerzos para realizar sus pensamientos.-Proteccion de Isabel la Católica.-Descubrimiento de la América.-Casa de contratacion de Sevilla.-Prohibicion de pasar á las Indias.-Primeros colonos de las Indias.-El papa Alejandro VI confirma á los reyes en la posesion de los descubrimientos.-Derechos de España á la posesion de las Américas.-Nuevos viajes de Colon.-Muerte de Colon.-Nuevos viajeros españoles.-Américo Vespucio.-Navegantes portugueses y venecianos.-Audiencia de Santo Domingo.-Esclavitud.-Expediciones para el Golfo de Nueva-España.-Grijalva.-Alvarado.-Llegan á Ulúa.-Fernan do Cortés. Sale de la Habana.-Su biografia.-Toca en Tabasco.-D? Marina.-Llega Cortés á Veracruz.Sus primeros hechos.-Le retiran los mexicanos los víveres.-Se ofrecen los zempoaltecas á proporcionarlos. -Entran los españoles á Zempoala.-Primeras disposiciones de Cortes.-Pone presos á los recaudadores.Camino que siguió Cortés al atravesar el territorio que hoy es veracruzano.-Enviados á Tlaxcala.-Discusion en el senado.—Entra el ejército á Tlaxcala. -Sitio de México.-Castigo del señor de Nautlan.-Prision de Moctezuma.-Derrota de Narvaez.-Muerte de Escalante.-Destruccion de Zempoala.-Vestidos de los in

dígenas.

BAJO el espléndido reinado de los católicos reyes Fernando é Isabel, intentó el gran navegante Cristóbal Colon realizar en /441844 el proyecto que tenia de pasar á las costas orientales del Asia, atravesando el océano de Occidente por un camino mas recto y seguro que el del continente oriental. Habia vigorizado esta idea con las relaciones de los Polos y de Madenville, fomentándola con la correspondencia que seguia con el florentino Toscanelli, quien le dió un mapa en el que colocaba la costa oriental del Asia hácia la occidental de Europa; su conviccion en la probabilidad de ejecutar su proyecto habia llegado á un alto grado con la relacion que le hizo un marinero venido de Tenerife, asegurando este haber visto hacia el Poniente

una gran distancia, á donde lo habian conducido los vientos, algunos palos flotantes en la mar, y otros indicios claros de haber tierra por aquel lado.

Los primeros trabajos de Colon para desarrollar sus pensamientos, no tuvieron mas resultado que el ser declarado el citado proyecto, quimérico, impracticable y apoyado en fundamentos muy débiles para que el gobierno le prestase su apoyo, por una junta nombrada para su estudio. Esta resolucion de los que entonces se llamaban sábios, y el estar ocupados los reyes en la guerra contra los moros, obligaron á Colon á buscar fuera de España la proteccion que vanamente habia solicitado durante mas de cinco años. Sin embargo, algunos individuos de la junta creyeron realizable el proyecto, y le aconsejaron continuase en la corte esperando una oportunidad para conseguir lo que deseaba. Entretanto, trató de que algunos particulares le prestasen su apoyo para ejecutar sus designios; pero aquellos se creian incapaces de realizar una empresa que suponian colosal.

Pidió proteccion á los reyes de Francia é Inglaterra; pero el resultado fué una abundante cosecha de desprecios y disgustos, sin conseguir ni esperanzas de realizar su grandioso proyecto.

Dispuesto Colon á abandonar la España para siempre, pasó á despedirse de su amigo Fr. Juan Perez, guardian del convento de la Rábida y antiguo confesor de la reina. Este religioso logró disuadirlo de ejecutar la marcha proyectada, y apoyado en el influjo de otras personas interesadas en favor de Colon, logró que los monarcas accediesen á tratar nuevamente con este, invitándole los reyes á que se presentase, enviándole algun dinero para su equipo y demas gastos del viaje hasta Santa Fé, al frente de Granada.

Colon llegó á tiempo para presenciar la toma de Granada, y á la hora del entusiasmo, en que todos los ánimos estaban dispuestos á emprender hechos gloriosos donde se ejercitase el

espíritu guerrero que caracterizó al pueblo español en aquella época inmortal.

No obstante esas buenas disposiciones y el interes que tenia Isabel por la conversion de los gentiles, se rompieron bruscamente las negociaciones con los reyes católicos y Colon, por no haber querido este ceder nada de los títulos y privilegios que pedia como descubridor para sí y sus herederos, Colon pedia la autoridad de almirante y virey de todas las tierras que descubriese, y el goce de la décima parte de las riquezas que de ellas se sacaran, cuyas pretensiones se consideraron inadmisibles, particularmente por el rey, que siempre vió con desconfianza el proyecto de Colon, apoyado el monarca en las ideas de Talavera, arzobispo de Granada, quien dijo: "que tales exigencias presentaban un alto grado de orgullo, y era indecoroso para SS. AA. otorgarlas á un mísero aventurero extraño."

Pero la reina Isabel, desechando las sujestiones de tímidos é ignorantes consejeros, y haciéndose en esto superior á todos los monarcas de su época, "tomaré, dijo, esta empresa á cargo de mi corona de Castilla, y empeñaré mis joyas para ocurrir á los gastos si no hay fondos bastantes en el tesoro."

Este sacrificio no llegó á ser necesario, pues D. Luis Santangel adelantó las sumas que se necesitaban, sacándolas de las rentas eclesiásticas de Aragon, de las que era receptor.

Se envió un mensajero en busca de Colon, quien regresó inmediatamente á Santa Fé, y concluyó su tratado con los reyes católicos en 17 de Abril de 1492, por el cual se le concedieron para él y sus herederos los títulos que pretendia, con la facultad de proponer en terna á la corona, los individuos que habian de gobernar los países que conquistara, ejercer la jurisdiccion en todos los negocios comerciales del almirantazgo, y tomar el décimo de todos los productos y provechos que se sacaran de sus descubrimientos.

Colon salió del puerto de Palos el 3 de Agosto de 1492 con

dos carabelas, la Pinta y la Niña, y un buque algo mayor, la Santa María, que se proporcionó el mismo Colon ayudado de su amigo el guardian de la Rábida, con una tripulacion de 120 hombres, la mayor parte forzados. Aquel grande hombre tenia entonces 57 años de edad, y agobiado por los sinsabores que durante diez y ocho años le habia proporcionado la ignorancia de los hombres, se consideraba muy dichoso al alejarse de la tierra, sostenido por sus convicciones y confiando en su inteligencia:

El 12 de Octubre de este año memorable para la América, puso Colon los pies en la isla de San Salvador, situada á los 24° 30" de latitud Norte, y el 28 del mismo mes tomó posesion de la Isla de Cuba. Colon creyó que esta era la famosa Cipango y que estaba muy cerca del Cathay, é incurrió en el error de creer, por las señas que le hacian los indios, que el rey de ella estaba en guerra con el gran Khan.

Despues descubrió la Española en Diciembre de ese año y regresó á Europa, para donde se dió á la vela el 4 de Enero de 1493, y llegó el 4 de Marzo, dando por resultado este primer viaje el descubrimiento de un nuevo mundo, hecho en ocho

meses.

Fué recibido en España como un ser sobrenatural.

Entonces se estableció un consejo para los negocios de Indias, compuesto de un director y dos empleados subalternos, obteniendo el primero de estos cargos D. Juan Rodriguez de Fonseca, arcediano entonces de Sevilla. Creóse en Cádiz una aduana para el despacho de todo lo cencerniente al tráfico con los países nuevamente descubiertos, siendo ese el fundamento de la gran casa de contratacion de Sevilla, que por las extensas facultades que le concedieron las Ordenanzas de 1503 y 1510, llegó á ser luego de tanta importancia.

ras,

Se prohibió á toda clase de personas, bajo las penas mas seveel pasar á las Indias, y aun hacer con ellas cualquier género

de comercio, sin prévia licencia de las autoridades constituidas para el efecto. Se mandaron de España granos, plantas y semillas de los productos vegetales que se consideraron á propósito para el clima de las Indias, así como algunas cabezas de ganado mayor y menor, que era absolutamente desconocido en ellas. Se mandaron tambien artesanos y mineros y se declararon libres de derechos todos los víveres necesarios para proveer la armada, y se destinaron doce eclesiásticos recomendándoseles tratasen "muy bien y amorosamente á los dichos indios, sin que les hagan enojo alguno."

El papa Alejandro VI confirmó á los reyes en la posesion de los descubrimientos ya hechos y que en lo de adelante se hicieren, dándoles derechos iguales á los que habia concedido anteriormente á los reyes de Portugal sobre los países que estos habian descubierto. La bula de 3 Mayo de 1493 manifestaba: "que teniendo en consideracion los eminentes servicios prestados por los reyes católicos á la causa de la Iglesia, al destruir el imperio mahometano en España, y deseando darles aun mas ancho campo para que continuasen sus piadosos trabajos, los confirmaba, por su pura liberalidad, de su ciencia cierta, y por la plenitud de la potestad apostólica," en la posesion de todas las tierras ya descubiertas y que mas adelante descubriesen en el océano occidental, con derechos tan ámplios como se habian concedido antes á los monarcas portugueses.

Como una aclaracion de esta bula y para evitar cualquiera disputa que pudiera originarse entre España y Portugal, expidió otra el Sumo Pontífice el dia siguiente, en la cual determinaba con mas precision los límites de la concesion hecha á los españoles, adjudicándoles todas las tierras que descubriesen al Occidente y al Mediodía de una línea imaginaria tirada de polo á polo, á distancia de cien leguas al O. de las islas Azores y del Cabo Verde; esta bula fué ampliada con otra que dió en 25 de Setiembre del mismo año, en la cual concedió á los reyes

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