Imatges de pàgina
PDF
EPUB
[graphic][subsumed][subsumed][subsumed][merged small][merged small]

ELOGIO HISTÓRICO

DEL

DOCTOR BENITO ARIAS MONTANO.

LEIDO EN LA REAL ACADEMIA

POR DON TOMAS GONZALEZ CARVAJAL,

su individuo de número.

Entre los insignes escritores que por todo el siglo XVI dieron en

la República de las letras tanto lustre al nombre español, ninguno tal vez hay tan justa y generalmente celebrado, ni menos conocido tampoco en proporcion de su singular mérito, que el Doctor Benito Arias Montano. La mayor parte de sus actuales admiradores apenas saben mas que su nombre, y la gloria adquirida por la famosa Biblia Regia, cuya edicion dirigió y adornó con tanto esmero y tan sábias ilustraciones. Este grandioso monumento de su sabiduría y de la munificencia de Felipe II, que admiró al mundo entonces, ha bastado hasta ahora para hacer su nombre inmortal y conciliarle la veneracion de los ignorantes y de los sábios. Pero ninguno de los primeros, y de los segundos muy pocos, conocen á fondo todo el precio de tan inestimable varon, no menos digno de respeto por su virtud que por su doctrina: y tan admirable por la fecundidad de su ingenio y por su profundo saber en las muchas obras que dió á luz, como lo es por la edicion de la Biblia Regia, y por el eruditísimo aparato y demas adornos con que la enriqueció, que casi es lo único de que se suele hacer memoria, cuando de él se habla ahora. Aquella grande obra

[blocks in formation]

por sí sola lo hubiera acreditado de diligente y doctísimo escoliador; pero lo demas que escribió, y las acciones de su vida, que se conocen menos, lo acreditan de profundo teólogo, sábio humanista, insigne poeta, erudito universal, gran politico, piadoso cristiano, sacerdote celoso, hombre amable, sencillo, ingénuo, de rara virtud, y á todas luces ejemplar. Ojalá y como yo he podido formar de él esta justa idea por la atenta lectura y meditacion de sus sábios escritos, y por el exámen de su laboriosa y laudable vida, tuviera bastante facundia para espresarla y darla á entender de un modo digno de su virtud y sabiduría. Pero ellas son por fortuna tales y tan ilustres y tan claras, que ni las podria igualar la mas alta elocuencia, ni el lenguage mas humilde y llano las podrá jamás oscurecer. Y esto es lo que me ha dado alguna confianza para atreverme á emprender su elogio, contando ademas, no con mis propias fuerzas, muy inferiores, de cualquier modo que lo tome, á este empeño; sino con la prudente indulgencia y benignidad de la Academia, que se digna escucharme.

2. Nació Benito Arias Montano en Fregenal de la Sierra, diócesis de Badajoz, lo cual, aun cuando no lo atestiguasen Cipriano Valera, (1) y Fr. Josef de Sigüenza, (2) que lo trataron mucho, y lo oirian de su boca mil veces; consta por sus asientos de matrículas en la Universidad de Sevilla y en la de Alcalá, y lo que es mas, por sus pruebas de hábito. Y aun él mismo, dedicando su comentario del salmo 25 á Don Diego Lopez de la Madrid, Obispo entonces de Badajoz, le dice que habia nacido en su diócesi. (5) Pudiéramos aun añadir la autoridad de Abraham Ortelio, que hablando de la antigua Nertobriga en su Thesaurus Geographicus, dice asi: Nertobriga, VEPTÓCaya Ptolemæo et Appiano Betica urbs Turdetanorum. Visuntur hodie in Batica extremis partibus propè Lusitaniam, tribus millibus passuum (ut mihi Arias Montanus auctor est) a Fregenal ubi ipse natus, magnæ urbis antiquam ruinam: locus ub accolis Valera vocatur &c. Con

(1) En la exhortacion que precede á su traduccion de la Biblia, pág. 3 al fin.

(2) En su continuacion á las memorias de Fr. Juan de S. Gerónimo: Códice man. del Escorial.

(3) Erga te, inquam, patronum Pracsulemque primarium meum, in cujus ego sacra nunc ditione ortus, natus, et ab infantia educatus, ac frequenter in juventa versatus fui.

esto quedan cortadas de una vez las pretensiones de Aracena, Jerez de los Caballeros y cualesquier otros pueblos, que como las ciudades de Grecia por Homero, y las de España por Cervantes, se disputasen el honor de un hijo tan ilustre. Entre las cuales ninguna pudiera disputar con mejor título que Sevilla, por haberse honrado siempre en todas sus obras este sábio llamándose hispalense. Pero siendo tan evidente su nacimiento en Fregenal, no puede aspirar aquella gran ciudad á otro honor que al de segunda pátria de Montano, adoptada por él mismo, sin duda en reconocimiento de su educacion y enseñanza: título mucho mas glorioso, y que nadie le podrá disputar. Ademas de que pudo con verdad llamarse hispalense porque Fregenal es y ha sido siempre tierra y jurisdicion de Sevilla, aunque en lo espiritual sujeta á Badajoz.

3. Del año fijo en que nació nada se sabe sino por conjeturas, y parece haber sido el de 1527; mas el dia absolutamente se ignora. Si fuera de él la partida de bautismo, que Don Antonio Pons leyó y copió de un libro bautismal de la parroquia de Santa Catalina de Fregenal, (1) seria cosa averiguada que habia nacido en el año de 1531. Pero aquella partida no puede ser la suya: y dado que ella sea cierta y no puesta de industria alli, será de otro Arias Montano, á quien tambien se hubiese impuesto el nombre de Benito. Lo primero, porque por sus pruebas de hábito consta que su padre se llamaba Benito como él y no Juan: y Benito y no Juan lo llama el Obispo de Mechoacan Antonio de Morales, íntimo amigo y compañero de Montano, en los argumentos ó títulos que puso á su Retórica. (2) Y lo segundo, porque tambien consta por otra parte, que cuando murió, que fue en el año de 1598, tenia de edad 71; (3) y si aquella partida de bautismo fuera la suya, no pudiera tener entonces mas que 67. Sobre lo cual es digna de notarse la circunstancia

(1) La partida copiada por Pons dice así: Domingo doce dias del mes de Noviembre de 1531 años, yo Ruy Gonzalez Granero bautizé á Benito, hijo de Juan Arias Montano y de Catalina Jimenez su muger legítima. Fueron sus padrinos Benito Arias y Ruy Gonzalez Poliano vecino de la Higuera, é Isabel García Latanca muger de

Juan Gomez Talavera: y porque es verdad, lo firmo de mi nombre. = Luis Gonzalez Granero, Cura. Tom. 8, cart. 5, núm. 38.

(2) Benedictus Arias poetæ pater scribendi dexteritate maxima præditus fuit, &c. Idem Benedictus poetæ pater et vocis suavitate et musicæ peritia &c. Rhet. 1. 4, § 46 ct 47. (3) Documento núm. 76.

« AnteriorContinua »