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una tercera expedición, sino que le concedieron "muchas gracias y provisiones...... Pero...... por culpa del mal gobierno de los ministros reales, y especialmente de un don Juan de Fonseca, arcediano de Sevilla, se detuvo el despacho de la armada, mucho más de lo que convenía." Con trabajo y tardanza pues logró Colón hacerse "á la vela en el canal de San Lúcar de Barrameda, á 30 de Mayo de 1498, con seis navíos." Habiendo navegado muchos días hacia el Occidente sin hacer ningún descubrimiento, volvíase ya Colón el 31 de julio, con ánimo de llegar á la Española, cuando "un marinero de Huelva llamado Alonso Pérez Nicardo, (dió el grito de tierra: era ésta la isla de la Trinidad)," llamada así por Colón, porque había en ella “juntos tres mogotes, digo, tres montañas, todas á un tiempo y en una vista."4 De allí pasó el Almirante á Paria, parte del nuevo y vasto continente, pero "creyendo que era otra isla distinta, púsola nombre la isla de Gracia."5 Antes había pensado que una isla, la de Cuba, era tierra firme; hoy, que pisaba ésta, creíala una isla.

No sólo incurrió Colón en los dos errores que acabamos de apuntar, sino también en otro completamente grosero, que revela á las claras su criterio vulgar. Creía primero, porque así lo había leído siempre, según nos confiesa, "que el mundo, tierra é agua era esférico;" mas cambió repentinamente de opinión luego que vió las tres montañas de la Trinidad, y desde entonces con injustificable ligereza y sin aducir ningunas razones, empezó á sostener autoritariamente que la tierra "es de la forma de una pera que sea toda muy redonda, salvo allí donde tiene el pezon que allí tiene mas alto."

Lo que extraña principalmente es que Colón jamás llegara á desvanecer tan crasos errores; hasta su muerte acaecida en 1506: "tuvo por cierto que esta isla Española era la tierra de donde á Salomon se traia el oro para el templo que la Sagrada Escritura llama Ofir ó Társis."10 No sin razón tacha Bernáldez de ignorante al descubridor del Nuevo Mundo, cuando afirma que era hombre sin saber muchas letras. Tam

1 Idem, II, 32-3.

2 1dem, II, 34.

3 Idem, II, 46.

4 Las Casas, Historia, I, 403.2

5 Idem, I, 406.2

6 F. Colón, I, 238-41.

7 En Navarrete, I, 255.

8 Mártir, I, 260.

9 En Navarrete, I, 255.

10 Las Casas, Historia, II, 89.1

bién Mártir descubrió paladinamente esa ignorancia al escribir: “El Almirante sostiene que Salomón, rey de Jerusalén, se procuró de allí, por el golfo pérsico, aquellos inmensos tesoros de que se habla en el Antiguo Testamento. Si ello es verdad ó no, eso no me toca á mí juzgarlo, pero me parece que dista mucho de serlo;" en otro lugar manifiesta el propio autor que Colón sostenía que Paria formaba "la eminencia aquella más próxima al cielo...... (y agrega con enfado): basta ya de estas cosas, que me parecen fabulosas. Volvamos á la historia de que nos hemos apartado."2

La gente natural de Paria, "muy mucha, y toda de muy buen parecer...... y muy tratables (recibió, como todos los demás indígenas, con franca y bondadosa hospitalidad á los españoles regalándoles á porfía)." No obstante, pronto regresó Colón á la Española, no sin "mucho (indagar antes de los naturales donde cogian el oro y perlas con que se adornaban el cuello y brazos),"4 ni sin dejar tampoco de recoger "algunas sartas de (aquéllas)."5 De Paria volvió Colón á la Española, entrando en el puerto de Santo Domingo á 30 de agosto de 1498.6

Á la sazón habíanse dividido ya en dos bandos los españoles que moraban en las Antillas; unos continuaban adictos á Colón, y otros habían hecho causa común con Roldán. Esta disención vino á agravar sobremanera el ya deplorable estado de los indígenas. De Roldán y los suyos decía Colón que "eran todos criminales, facinerosos, rufianes, ladrones, estupradores, raptores, vagos, gente de ningún valer ni razón, perjuros, falsos, convictos en los tribunales, ó que por sus fechorías temían las amenazas de los jueces; que se habían separado, y que allí, violando, cometiendo rapiñas, entregados al ocio, á comer, dormir y á liviandades, á nadie perdonaban; y que habiendo sido llevados para cavar y hacer leña, ahora ni un estadio salen á pie desde casa, pues los infelices isleños los llevan en hombros por toda la isla, cual si fueran ediles curules. Y también que, por diversión, para que la mano no pierda la costumbre de derramar sangre, para ejercitar las fuerzas de los brazos, desenvainando las espadas, disputaban entre sí sobre cortar de un golpe las cabezas de los inocentes; y el que con más agilidad echaba á tierra de un golpe la cabeza de un desgraciado, aquél era reputado en

1 I, 225.

2 I, 277-78.

3 C. Colón, en Navarrete, I, 251.

4 Idem, 252.

5 Mártir, I, 274.

6 F. Colón, II, 65.

tre ellos por más esforzado y de más honra." Víctimas por este lado los indígenas, lo eran igualmente del bando opuesto.

No pudiendo el cacique Guarionex sufrir indefinidamente los infames atropellos de Roldán y su gente, resuélvese á huir de sus propias tierras con sus familiares y muchos de sus súbditos, cerca del cacique Mayobanex, quien concede al fugitivo seguro asilo, prometiéndole "toda ayuda, tutela y defensa contra los cristianos."2 Mas como esto sucedía á tiempo que Colón llegaba á la Española, pone sin tardanza alguna á su hermano el Adelantado en persecución de Guarionex, cuyos súbditos hacían gran falta á los cristianos para los trabajos de las ciudades, campos y minas; pónese el Adelantado en camino, y tras de algunos encuentros con los naturales, en que "Los nuestros (dice Mártir) los derrotan, persiguen, matan, cogen á muchos..... envía á uno de los prisioneros con otro isleño de los amigos con el siguiente recado para Mayobanex: «No para hacerte guerra á ti ni á tus súbditos, oh Mayobanex, ha traído su ejército el Adelantado, pues deseo tu amistad; pero pido que Guarionex, que se ha refugiado ahí y te persuadió á que tomaras las armas con gran perjuicio de tu gente, hecho preso pague la pena de su delito, por lo cual te exhorto me entregues á Guarionex. Si lo haces, el Prefecto del mar, mi hermano, te admitirá á su amistad...... si te niegas á entregarlo, se hará lo necesario para que tengas que arrepentirte. Todo el reino que tienes será devastado á sangre y fuego, y todas tus cosas tomadas.>>

"Pero Mayobanex, oída aquella proposición, les respondió: Que, como lo sabía todo el mundo, Guarionex es un hombre bueno y adornado de todas las virtudes, y así le juzgo digno de auxilio y defensa; pero ellos (los cristianos) son hombres violentos y malos, tan codiciosos de lo ajeno, siempre sedientos de sangre inocente, y que no quiere tener relaciones con hombres malvados."3 El heroico Mayobanex "más quería sufrirlo todo con él (Guarionex) que dar á los detractores motivo de decir que había entregado á un huésped."4 Principia entonces el Adelantado una campaña devastadora, mandando luego "quemar la aldea en que acampaba y otras muchas vecinas,"5 la cual campaña prolonga durante "tres meses.

1 En Mártir, I, 283-4.

2 Mártir, I, 254,

3 I, 289-90.

4 Mártir, I, 292.

5 Idem, I, 291.

6 Idem, I, 294.

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Conquista.-7

Terminada la guerra despiadada, entró Colón en arreglos con el criminal Roldán, y al fin logró avenirse con él, nombrándole juez perpetuo y haciéndole otras concesiones análogas: "el mártes 5 de Noviembre (de 1499) empezó Roldán á ejercer su jurisdicción."

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Ya para entonces la población indígena había disminuído con espantosa rapidez.

"En el principio, como dicho es, los indios recibieron á los cristianos con mucho amor, dándoles todo lo que tenian é buenamente podian; pero ellos no contentos desto, metíanse entrellos, robándolos ó desposeyéndolos de cuanto tenian, tomándoles sus propias mugeres é hijas, é matando dellos cuantos querian, no para más de para probar sus espadas.

......

“É aquí es bien que (se sepan) algunos casos en particular, de muchos infinitos que se podrian contar.

"Acaesció que trayendo ciertos castellanos trece ó catorce indios consigo, no sé qué enojo le hizo uno de los indios, por el cual enojo determinaron de lo ahorcar; é aquel ahorcado, mandaron á otro que quitase á aquel del lazo, que estaba hecho en la soga, é se colgase él; é hízolo, é así al tercero, etc. Finalmente por esta forma los ahorcaron á todos trece. Esto oyeron dos religiosos de Santo Domingo á uno de los mesmos que fué en ello, que lo contaba como alabándose dello. De aquel, noté la gran malicia de los cristianos é la gran simpli

......

cidad de los indios.

"Item, yendo ciertos cristianos, vieron una india que tenia un niño en los brazos, que criaba, é porque un perro quellos llevaban consigo habia hambre, tomaron el niño vivo de los brazos de la madre, echáronlo al perro, é así lo despedazó en presencia de su madre.

"Destas cosas, no diez ni veinte acaescieron, pero muy muchas que contar no se podrian. Dicen queste que al presente gobernaba (Colón), no podia remediar estos males, porque se le habian alzado la mitad de los castellanos con un capitan que hicieron, que se llamó Roldan. "Viéndose los indios por estas maneras afligidos de los castellanos, quisiéronlos echar de la isla, é tomaron por medio no sembrar para comer, porque faltando los mantenimientos, ellos tuviesen por bien de se ir; pero los castellanos gastaron las labranzas quellos tenian para sí, comiendo é destruyendo, de forma que les fué forzado á los indios morir de hambre, de la cual murieron tantos, que no habia quien andoviese por los campos de hedor.

1 F. Colón, II, 111.

"Fue otra manera, que como en esta tierra no habia bestias ni otro animal ninguno que fuese mayor que un conejo, usaron los castellanos de los indios en lugar de bestias para pasar sus cargas de unas partes á otras, de sus mantenimientos; é llevábanlos cargados sesenta ó setenta leguas. La carga que cada uno llevaba eran dos arrobas, é como no llevaban ropa estos tristes hombres, sino sobre sus desnudos pellejos, hacíanseles mataduras como á bestias, en las espaldas; é el establo que de noche les daban los recueros que los traian, era el campo, al sereno. El mantenimiento era algunos gusanos ó raicejas quellos buscaban, porque si de la carga que llevaban hobieran de comer en sesenta leguas, se la comieran. Llegados al cabo de la jornada, tornábanlos á enviar á sus tierras sin mantenimiento alguno, é de ciento que habian ido cargados, no tornaban vivos diez. É porque acaescia alguna vez que llevando un christiano veinte ó treinta indios, cargados y atraillados de los pescuezos unos de otros, alguno roia la trailla, é dejaba la carga é huia, inventaron los cristianos llevar consigo un perro alano. É porque no se despease el perro, llevábanlo dos indios á cuestas, en una destas camas que llaman hamacas, é en huyendo un indio acometíale el perro, el cual antes que llegasen á él, lo destripaba. É esto hacian los cristianos, porque ninguno se les osase huir; é para semejantes efectos eran tenidos los perros en harta más estima que no los indios, é más valian."1

Á pesar del vergonzozo convenio que Colón celebró con Roldán, las disenciones entre los españoles no cesaron. En el mismo año de 1499 llega Alonso de Ojeda á la Española con intención de cargar sus naves de indios para venderlos, y trata de fomentar una nueva rebelión en contra del Admirante.2 "En esto llegó Viceinte Yañez con cuatro carabelas: hobo alboroto y sospechas, mas no daño."3

Un año después toca á Fernando de Guevara izar la bandera de la sedición.1

Los monarcas españoles "entretanto, combatidos con tantas quejas de todos lados, y principalmente en vista de que de tanta abundancia de oro y de otras cosas se traía poco por causa de las discordias y sediciones, instituyeron un nuevo Gobernador, que fué Francisco de Boba

1 Docs. de América, VII, 401-4.

2 F. Colón, II, 114.

8 C. Colón, en Navarrete, I, 267.

4 Idem, II, 248.

5 Mártir, I, 298.

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