Imatges de pàgina
PDF
EPUB

Francisco Piçarro, que aunque supiese reventar, no bolviese á Panamá, pues veía quan perdidos, i afrentados quedarian, sino llevasen adelante aquel Descubrimiento." 1

Llegado á la sazón á Panamá Pedrarias, de vuelta de Nicaragua, “á los tres de hebrero de mill é quinientos é veynte y siete......... á los seys dias de aquel mes se pregonó su residencia;" 2 como no convenía á Almagro ni á Luque continuar asociados á Pedrarias, que al parecer había caído en desgracia, resolvieron hablara con éste Almagro á fin de comprarle su parte en las cosas del Perú, por la que hubiese cabido al mismo "Pedrarias é sus herederos mas de un millon de pessos de oro, segund la opinion de muchos." 3 Tras de algunos regateos, exclamó Almagro con enojo: "«Mill pessos os doy, é no los tengo; pero yo daré seguridad de los pagar en el término que me obligare.» É Pedrarias dixo que era contento. É assi se hiço cierta escriptura." 4

Para entonces ya había arribado Tafur á la isla del Gallo, donde recogió á la mayor parte de los castellanos. "Piçarro, visto lo que el Maestre-Escuela, i Diego de Almagro le escrivian, determinó perseverar en su proposito, confiado en (que) Dios le favoreceria, i dixo á sus Compañeros, con vna singular modestia, i constancia, que los que quisiesen irse, fuesen en buen hora, pero que le pesaba; que iban á padecer maiores trabajos, i pobreza, i necesidad, i perdian lo que tanto havian sudado, i fatigado, pues no dudaba, sino que se havia de hallar cosa, con que todos quedasen consolados, i ricos...... Solos trece se quedaron, i vn Mulato, los quales, viendo el animo constante de su Capitan, movidos á compasion, i por no dexarle solo, se le ofrecieron de morir con él, siguiendole adonde quisiese." 5

Con aquellos fieles compañeros, "por ser tan pocos, no osó (Pizarro) quedar allí, y se fué á una isla despoblada, seis leguas dentro en la mar, que, por ser toda llena de fuentes y arroyos, la llamaron la Gorgona, donde se sostuvieron comiendo cangrejos, exaivas y grandes culebras, de que allí hay abundancia;" "cada Mañana daban gracias á Dios: á las tardes decian la Salve, i otras oraciones por las Horas." 7 Todos aquellos aventureros españoles que acá vinieron, eran tan fervorosos creyentes como desalmados bandoleros.

1 Herrera, III, 281.2

2 Oviedo, III, 119.2

3 Idem, III, 119.1

4 Idem, III, 120.2

5 Herrera, III, 281–82.

6 Zárate, 464.1

7 Herrera, III, 282.2

Al cabo de no muy largo tiempo cesó la vida mística de Pizarro, porque Almagro y Luque lograron al fin del gobernador les permitiese mandar un navío á la Gorgona bajo la condición de que "dentro de seis meses, so graves penas, bolviese Francisco Piçarro á dár cuenta de lo que huviese hallado." 1

"Pizarro estuvo en aquella isla cinco meses, hasta que volvió......... (dicho navío) en el cual fueron cien leguas mas adelante de lo que estaba descubierto, y hallaron muchas poblaciones y mucha riqueza, y trujeron mas muestra de oro y plata y ropa de la que antes habian traido, que los indios de su voluntad les daban;" 2 "en veinte Dias reconocieron vna Isla, que estaba frontero de (la bahía) Tumbez, cerca de Puná, á quien pusieron por nombre Santa Clara." Pasaron adelante y "surgieron en la Plaia de Tumbez:" 4 "todos (los naturales), juzgaban, que tal Gente era embiada por la mano Dios, i que era bien hacerles buen hospedage." 5 "Los Niños, los Grandes, i las Mugeres, todos los miraban con alegria." 6 Á su natural hospitalidad unían los indígenas una gran sencillez, á tal grado, que cuando Pedro de Candía disparó entre ellos un tiro de arcabuz, el cacique del lugar le pidió el arma, y tratándola como á sér animado, le "echaba por el cañon muchos vasos de su vino, diciendo: Bebe, pues haces tan gran rumor, que eres semejante á Trueno del Cielo." 7

Impotentes ahora los castellanos para luchar con los indígenas y despojarles de sus riquezas, escondían hipócritamente las mismas garras con que más tarde habían de despedazarlos; llegó á tanto su fingimiento, que no sólo dieron á entender por señas á los naturales "que su venida era á hacerles bien y librarlos de sus enemigos......... (sino que al despedirse se negaron á) recibir el oro, plata y perlas que les ofrecieron, á fin de que conociesen no era codicia, sino deseo de su bien el que les habia traido de tan lejas tierras á las suyas." 8

Siguió hacia el sur Pizarro, con ánimo de llegar al puerto de Payta, y como “iá se havia estendido la fama por toda la Costa, que començaban á llamar del Pirú, que andaban los Castellanos en ella con vn

1 Herrera, III, 283.1

2 Jerez, 321.2

3 Herrera, III, 283.1

4 Idem, III, 283.2

5 Idem, III, 284.1

6 Idem, III, 284.2

7 Idem, III, 285.1

8 Ruíz Naharro, 236.

Navio, i que eran blancos, i con barbas, que no hacian mal, ni robaban, ni mataban, sino que daban de lo que traían, i que eran piadosos, i humanos, i otras cosas tales, que entonces juzgaron de ellos, por lo que vieron en Tumbez.............. en llegando el Navio al parage sobredicho, salieron muchos Indios en Balsas, con Pescado, Frutas, i otros mantenimientos.” "1

Tan sinceramente amables y obsequiosos mostráronse los indígenas, que llegados los castellanos "á Colaque, entre Tangara, i Chimo, Lugares adonde despues se fundaron las Ciudades de Truxillo, i San Miguél......................... vn Marinero llamado Bocanegra, viendo que la Tierra era mui buena, salió del Navio, i embió á decir al Capitan, que le tuviese por escusado, i no le aguardase, porque se queria quedar entre tan buena gente." 2

"Partiendose de alli, fueron navegando, i descubriendo, hasta que llegaron á lo de Santa, con gran deseo de descubrir la Ciudad de Chincha: de la qual contaban los Indios grandes cosas; pero aqui los Castellanos rogaron á Francisco Piçarro, que no pasase mas adelante, pues que iá havia conseguido lo que deseaba, al cabo de tanto tiempo que andaban peregrinando: i que buelto á Panamá, buscaria gente con que pudiese poblar, i sujetar aquella Tierra, pues todos confesaban, que era la mejor del Mundo, i mas rica, como por las muestras hecharon de vér: i pareciendo buen consejo á Francisco Piçarro, diciendo, que le queria seguir antes que su voluntad...... determinó de conformarse con sus compañeros. Está Santa en nueve grados de la otra parte de la Equinocial, con vn gran Rio de sabrosa Agua, i es puerto adonde entran los Navios." 3

De regreso, detúvose el navío en el puerto de Santa Cruz, cuya cacica hizo instancia á Pizarro para que bajase á tierra; como aquél se resistiese, fué ella misma al navío, "i entre otras cosas, dixo la Señora: Que pues ella, siendo Muger, havia osado entrar en el Navio, podia bien el Capitan, que era Hombre, salir á Tierra; i para que con maior seguridad lo pudiese hacer, queria dexar en rehenes cinco de los mas principales Hombres, que tenia." Hasta entonces cedió el receloso capitán español, y á fe, que no le pesó, pues los naturales le hicieron una agradabilísima fiesta. 5

1 Herrera, III, 285–86.

2 Idem, III, 286.1

3 Idem, III, 286.2

4 Idem, IV,

5 Loc. cit.

33.1

Conquista.-22

A tal punto se entusiasmaron los castellanos por el espléndido recibimiento, que uno de ellos, Alcón, se enamoró de la generosa reina indígena y quiso quedarse allí; como el capitán no se lo permitió, “sintiólo tanto, que luego perdió el seso." 1

Más adelante, en Tumbez, se hizo otra fiesta á los castellanos, y fueron dos de éstos entonces los que quisieron quedarse en el lugar: "Un Marinero, llamado Ginés, i Alonso de Molina." 2

En la punta de Santa Elena los naturales recibieron con igual cordialidad á los españoles; "creiendo que eran favorecidos de Dios, i cosa suia, pues siendo tan pocos andaban por la Mar. Fueron á Francisco Piçarro, dixeron, que holgaban de saber que eran tan buenos, i amigos de verdad, que tomase Puerto, i alli seria servido......... (Pizarro, para no despertar la más leve sospecha en aquellos pueblos niños, había mandado á sus soldados que aunque viesen el oro) no lo mentasen." 3

Por último, los españoles tocaron en "Puerto Viejo, adonde.......... presentaron (á Pizarro) muchas cosas: no saltó mas en Tierra, ni paró hasta la Gorgona........ (siguiendo luego hasta) Panamá, adonde llegaron cerca de el fin de este Año (1527)." 4

§ 2. VIAJE DE PIZARRO Á ESPAÑA.

No tardaron casi nada Pizarro y sus dos socios en acordar "que se pidiese licencia á Pedro de los Rios, para sacar Gente, i Caballos...... (á fin de volver á las tierras del Sur). Pedro de los Rios respondió, que no entendia de despoblar su Governacion, para que se fuesen á poblar nuevas Tierras, muriendo en tal demanda mas Gente de la que havia muerto, cebando á los Hombres con la muestra de las Ovejas, Oro, i Plata, que havian traído." 5 Sostenidos por la voluntad tenaz que caracteriza á todos los aventureros, pensaron entonces en "yr á pedir al Emperador...... aquella gobernacion, antes que se descubriesse tanto que los desechassen á ellos para tan grand officio. É como buenos amigos, porfiaron quál seria gobernador é yria á pedir la gobernacion á Su Magestad, é por pura importunacion de Almagro cúpole á Piçarro [porque siempre Almagro túvole respecto é desseó hon

[blocks in formation]

rarle]."1 Convínose en que pediría mercedes para sus compañeros, á lo que asintió Pizarro, "afirmando siempre...... que todo lo queria para ellos, i prometiendo, que negociaria lealmente, i sin ninguna cautela." 2

"Era grande la sumision, que Francisco Piçarro mostraba á Diego de Almagro, el qual entendió luego en buscar dinero para la provision del Viage: i aunque tenian Haciendas, estaban empeñadas, i ellos se hallaban obligados á muchas deudas; pero como Diego de Almagro era Hombre mui diligente, i de buen credito, halló mil i quinientos Pesos de Oro, prestados, con los quales, i la muestra que hallaron en la Isla de la Plata, se començó á apercibir la partida: i en Nombre de Dios se embarcó Francisco Piçarro, llevando consigo á Pedro de Candia, i algunos Indios, de los muchachos, que traxo para aprender la Lengua, Ovejas, i otras cosas del Perú.” 8

Salió Pizarro de Panamá en la primavera de 1528, y arribó á España hacia junio del propio año; á la sazón se encontraba allí Hernando Cortés, quien mucho se alegró de ver á Pizarro, "porque eran conocidos, i Amigos, desde el tiempo que estuvieron en la Isla Española, i como Hombres Naturales de Estremadura; i fue cosa notable, vér juntos á estos dos Hombres, que eran mirados, como Capitanes de los mas notables del Mundo, en aquel tiempo, aunque el vno acababa sus Hechos mas sustanciales, i el otro los començaba." 4

No bien hubo saltado en tierra Pizarro, cuando fué preso por deudas, juntamente con el licenciado Corral, á instancia del bachiller Martín Fernández de Enciso: mas el rey "mandó, que con caucion juratoria los dexasen ir libres á Toledo, adonde se hallaba la Corte." 5

Hasta el siguiente año logró Pizarro se extendiese en Toledo la capitulación que solicitaba, la cual firmó la reina, por ausencia de su esposo, á 26 de julio de 1529.

Por dicha capitulación se concedió licencia á Pizarro para "continuar el........ descubrimiento, conquista y poblacion de la dicha tierra y provincia del Perú, hasta doscientas leguas...... desde el pueblo...... Zemuquella........ (llamado por los españoles Santiago), hasta llegar al pueblo de Chincha...... (Nombrábase á Pizarro) Governador e Capitan

1 Oviedo, IV, 147.2

2 Herrera, IV, 39.2

3 Loc. cit.

4 Herrera, IV, 57.2

5 ldem, IV, 104.1

« AnteriorContinua »