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brándose cada uno de donde era; y por otra parte los de Tascaltecal, que ellos y los otros les mostraban los de su ciudad hechos pedazos E así, nos venimos á nuestro real á descansar, porque aquel dia habiamos trabajado mucho, y los siete bergantines que yo tenia entraron aquel dia por las calles del agua de la ciudad, y quemaron mucha parte della."1

Al día siguiente se continuó la obra de destrucción quemándose "muchas y buenas casas;"2 empero, "por mucho que madrugaron (los castellanos) hallaron las puentes limpias y quebrada por muchas partes la calzada, como solían hacer los Mexicanos, los cuales toda esta noche no habían dormido porque el Rey Cuauhtemoc personalmente había estado con ellos."3

"En todo este tiempo los naturales de...... (Itztapalapa, Huitzilopochco, Culhuacan y Cuitlahuac) que.............. nunca habian querido venir de paz...... por el daño que recibian y podian recibir de nuestros amigos, acordaron de venir, y llegaron á nuestro real, y rogáronme que les perdanase lo pasado...... yo les dije que me placia y que...... hiciesen apercebir todas las (canoas) que pudiesen con toda la mas gente de guerra...... y que hiciesen en el real todas las mas casas que pudiesen ...... dijeron que las canoas y gente de guerra estaban apercebidas para cada dia; y en el hacer de las casas sirvieron tan bien, que de una parte y de la otra de las dos torres de la calzada donde yo estaba aposentado, hicieron tantas, que dende la primera casa hasta la postrera habia mas de tres ó cuatro tiros de ballesta.... tan ancha puede ser la calzada que va por lo mas hondo de la laguna, que de la una parte y de la otra iban estas casas, y quedaba en medio hecha calle, que muy á placer, á pie y á caballo, íbamos y veniamos por ella; y habia á la continua en el real, con españoles y indios que les servian, mas de dos mil personas, porque toda la otra gente de guerra nuestros amigos se aposentaban en Cuyoacan, que está legua y media del real, y tambien estos de estas poblaciones nos proveian de algunos mantenimientos." Según Herrera, los aliados indígenas que se aposentaban en Coyohuacan "eran casi docientos mil."5

Incapaz Cortés de comprender que no tenían límite el valor y el pa

1 Cortés, 222-23.

2 Idem, 224.

3 Ixtlilxochitl, I, 365.

4 Cortés, 225-26.

5 III, 331.

triotismo de los mexicanos, creyó que con haber muerto la mayor parte de éstos, y quedar combatidos los sobrevivientes por toda la tierra y por el hambre y por la peste, México se rendiría presto; dícenos: "pensábamos que de cada hora se movieran á nos acometer con la paz, la cual deseábamos como á la salvacion; y ninguna cosa nos aprovechaba para los atraer á este propósito; y por los poner en mas necesidad, y ver si los podria constreñir de venir á la paz, propuse de entrar cada dia en la ciudad y combatilles con la gente que llevaba por tres ó cuatro partes, y así hice venir toda la gente de aquellas ciudades del agua en sus canoas, y aquel dia por la mañana habia en nuestro real mas de cien mil hombres nuestros amigos. E mandé que los cuatro bergantines, con la mitad de canoas, que serian hasta mil y quinientas, fuesen por la una parte, y que los tres, con otras tantas, que fuesen por otra y corriesen toda la mas de la ciudad en torno, y quemasen y hiciesen todo el mas daño que pudiesen." 1

Aquel escaso ya grupo de héroes, faltos de vestidos, alimentos y armas, muchos de ellos sangrando por las recientes heridas, pero todos con sublime integridad de ánimo, peleaban aún como en el primer día del sitio, desplegando una heroicidad sin igual. Cada mexicano alimentaba solamente un sentimiento, una idea, una aspiración suprema: la salvación de la patria. Por ella lucharían hasta el último aliento: ya lo había dicho su gran Cuauhtemoc. Mientras quedara pues un mexicano en pie, la guerra se prolongaría indefectiblemente, sin tregua ni desmayo, y México no sería entregado al invasor.

Llegábase la "fiesta de señor San Juan de junio (día 24, escribe Díaz del Castillo), que entonces se cumplia un año puntualmente que habiamos entrado en Méjico, cuando el socorro...... de Albarado, y nos desbarataron........... parece ser tenia cuenta en ello el Guatemuz, y mandó que en todos tres reales nos diesen toda la guerra.......... que pudiesen...... para acabarnos de una vez........ y mandó que fuese de noche al cuarto de la modorra; y porque los bergantines no nos pudiesen ayudar, en todas mas partes de la laguna tenian hechas unas estacadas para que en ellas zabordasen; y vinieron con esta furia y ímpetu, que si no fuera por los que velábamos juntos, que éramos sobre ciento y veinte soldados, y todos muy acostumbrados á pelear, nos entraran en el real y corriamos harto peligro, y con muy grande concierto les resistimos, y allí hirieron á quince de los nuestros, y dos

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murieron de ahí á ocho dias de las heridas. Pues en el real de Cortés tambien les pusieron en grande aprieto é trabajo, é hubo muchos muertos y heridos, y en lo de Sandoval por el consiguiente, y desta manera vinieron dos noches arreo." 99 1

$29. VICTORIA DE CUAUHTEMOC.

Á la sazón, los castellanos habían estrechado considerablemente el cerco de la ciudad; la guarnición de Alvarado asentábase casi en el mismo centro de ella: "E...... me espanté (exclama Cortés) de lo mucho que estaba metido en la ciudad." 2 No obstante, la campaña presentaba el mismo aspecto que al principio; no había ni remota esperanza de terminarla. "E yo dilataba de me meter (dice Cortés) mas adentro en la ciudad...... porque nuestra entrada no podia ser sin mucho peligro, porque ellos estaban muy juntos y fuertes y muy determinados de

morir." 3

En tal estado las cosas, pensaron los españoles que ganando el mercado ó tianquiztli de Tlaltelolco, "era toda la ciudad casi tomada...... cómo (los de Alvarado) estaban mas cerca..........de dicho mercado) que nosotros, tenian por caso de honra nos le ganar primero. E por esto el dicho Pedro de Albarado era muy importunado, y lo mismo me acaecia á mí en nuestro real." 4 "Y al fin tanto me forzaron, que yo concedí que se haria en este caso lo que yo pudiese, concertándome primero con la gente de los otros reales." 5

Convínose así un asalto general sobre México; para llevarlo al cabo, dispuso Cortés que Sandoval "viniese....... (con la mayor parte de su gente) al real de Pedro de Albarado...... (dejando el resto en Tepeyacac, y que una vez unidos ambos capitanes), si pudiesen sin mucho riesgo y peligro ganar hasta el mercado, que lo trabajasen mucho." Cortés por su parte se proponía hacer otro tanto, pero para asegurar su propio éxito, pidió á Alvarado y á Sandoval le enviasen “setenta ú ochenta (españoles)." 7

Estando pues todos de acuerdo en "que fuésemos entrando de golpe

1 183.1

2 228.

3 229.

4 Cortés, 228.

5 Idem, 229.

6 Idem, 229-30.

7 Idem, 230

en la ciudad hasta entrar y llegar al Taltelulco, que es la plaza mayor de Mejico, que es muy mas ancha y grande que no la de Salamanca; é que llegados que llegásemos, que seria bien asentar en él todos tres reales, que dende allí podiamos batallar por las calles de Méjico, y sin tener tantos trabajos é riesgo al retraer, ni tener tanto que cegar ni velar las puentes," 1 "otrò dia (probablemente el domingo 30 de junio), después de haber oido misa salieron de nuestro real (dícenos Cortés) los siete bergantines con mas de tres mil canoas de nuestros amigos; y yo con......... la gente que tenia y los setenta hombres del real de Tacuba, seguimos nuestro camino, y entramos en la ciudad, á la cual llegados, yo reparti la gente desta manera: habia tres calles dende lo que teniamos ganado (la parte última de la calle de Tlacopan), que iban á dar al mercado, al cual los indios llaman Tianguizco, y á todo aquel sitio donde está llámanle Taltelulco; y la una destas tres calles era la principal (la que seguía hacia el sur por donde quedan hoy las calles del Reloj), que iba á dicho mercado; y por ella dije al tesorero y contador de..... (S. M.) que entrasen con setenta hombres y con mas de quince ó veinte mil amigos nuestros.......... Y por la mas ancha ..... (de las tras dos, por la que corren hoy las calles de Santo Domingo) mandé á dos capitanes que entrasen con ochenta hombres y mas de diez mil indios...... E yo...... (con más de cien peones) y con infinito número de nuestros amigos, seguí mi camino para entrar por la otra calle angosta (hoy calles de Manrique, Esclavo, etc.)......... E demás destos tres combates que dábamos á los de la ciudad, era tanta la gente de nuestros amigos que por las azoteas y por otras partes les entraban, que no parecia que habia cosa que nos pudiese ofender."

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Avanzando Cortés y todo su incalculable ejército, "ganaron una abertura de agua muy honda, y estaba en ella una calzadilla muy angosta, que los mejicanos con maña y ardid la habian hecho de aquella manera.... (aquéllos simularon oportunamente una huída) y hacian algunas paradillas como que resistian á Cortés, hasta que le fueron cebando para que fuese tras ellos...... como nuestro Cortés iba vitorioso y en el alcance de los contrarios, por su descuido é porque nuestro Señor Jesucristo lo permitió, él y sus capitanes y soldados dejaron de cegar el abertura de agua que habian ganado; y como la calzadilla por donde iban (los mexica) con maña la habian hecho angosta, y aun entraba en ella agua por algunas partes, y habia mucho lodo y cieno, como los mejicanos le

1 Díaz del Castillo, 183.2

2 230-31.

vieron pasar aquel paso sin cegar, que no deseaban otra cosa, y aun para aquel efecto tenian apercebidos muchos escuadrones de guerreros mejicanos con esforzados capitanes, y muchas canoas en la laguna, en parte que nuestros bergantines no les podian hacer daño ninguno con las grandes estacadas que les tenian puestas en que zabordasen, vuelven sobre nuestro Cortés y contra todos sus soldados con tan grande furia de escuadrones y con tales alaridos y gritos, que los nuestros no les pudieron defender su gran ímpetu y fortaleza con que vinieron á pelear, y acordaron todos los soldados con sus capitanías y banderas de se volver retrayendo con gran concierto; mas, como venian contra ellos tan rabiosos contrarios, hasta que les metieron en aquel mal paso se desconcertaron de suerte, que vuelven huyendo sin hacer resistencia:"1 vimos que Cortés había quedado á la retaguardia; ahora bien, llegados á él los suyos en completa derrota, y "viendo la furia de los enemigos, tuvo por bien de huir también,” 2 pero "acudiendo muchedumbre de Mexicanos en Canoas........ le cercaron, y peleando furiosamente, llegaron á echarle mano, gritando: Malinche, Malinche, y de hecho se le llevaran, si...... (Cristóbal) de Olea, su Criado...... no cortara las manos á vn Indio, que le tenia asido; aunque luego....... mataron á...... Olea...... Dicen, que vna India vieja, estaba ahogando á Cortés, cuando llegó Olea á favorecerle. Fue el segundo, en socorrer á Cortés Don Fernando Ixtlilxuchitl: (presentóse en seguida un tlaxcalteca y después varios castellanos)." 3 Arrancado Cortés de las manos de los mexicanos, "llegó un mozo mio (dícenos) con un caballo................ E yo cabalgué, pero no para pelear, (sino para huir);" 4 "todavía los mejicanos iban siguiendo á Cortés y á todos sus soldados hasta que llegaron á su real..... (allí) le echaron..... cuatro cabezas corriendo sangre de aquellos soldados que habian llevado vivos...... y les decian que eran del Tonatio, que es Pedro de Albarado, y de Gonzalo de Sandoval y de otros teules, é que ya nos habian muerto á todos. Entonces dicen que desmayó Cortés mucho mas de lo que antes estaba él y los que consigo traia:" 5 "aquel día hubiera sido el último para él... y se habría perdido, junto con su vida, toda esperanza de la conquista de México, si los mexicanos en lugar de darle, como fácilmente pudie

1 Díaz del Castillo, 184.1 y 2

2 Ixtlilxochitl, I, 367.

3 Torquemada, I, 555.1

4 233.

5 Díaz del Castillo, 184-85.

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