Imatges de pàgina
PDF
EPUB

Y cómo se venian á juntar con nosotros pié con pié, digo que yo no lo sé escribir.........ocho de nuestros soldados quedaron.................... muertos y mas de cincuenta heridos........ aquella noche nos estuvimos en nuestro real y......... otro dia de mañana dijo....................... Olí que se queria ir á su puesto, que era á Cuyoacoan....................... é por mas que le rogó......................... Albarado y otros caballeros que no se apartasen aquellas dos capitanías....... jamás quiso........ y se fué adonde Cortés le mandó........ de aquesta manera estuvimos en Tacuba, y el......... Olí en su real, sin osar dar mas vista ni entrar por las calzadas, y cada dia teniamos en tierra rebatos de muchos mejicanos."1

Las pérdidas sufridas por los aliados de los castellanos quedan omitidas, lo mismo en estos primeros encuentros que en los siguientes: ya en otro lugar hemos visto que los castellanos se preocupaban más de la muerte de sus bestias que de la de los indígenas amigos.

Entretanto, Cortés permanecía en Tetzcoco, reteniendo consigo á Sandoval, al que no hizo salir sino hasta "otro dia, después de la fiesta de Corpus-Cristi, viérnes (31 de mayo) al cuarto del alba...... (Dirigióse Sandoval directamente á Iztapalapa) y á poco mas de mediodía llegaron á ella y comenzaron á quemarla y á pelear con la gente della; y cómo vieron el gran poder que el alguacil mayor llevaba, porque iban con él mas de treinta y cinco 6 cuarenta mil hombres nuestros amigos, acogiéronse al agua en sus canoas;"2 "mas no tardó muchas horas, que luego vinieron en socorro...... grandes escuadrones de mejicanos, y tuvo Sandoval con ellos una buena batalla...... Y estando..... peleando, vieron que en una sierrezuela que está allí junto á Iztapalapa................ hacian grandes ahumadas.............. y era señal que se apellidaban todas las canoas........ porque vieron á Cortés que ya habia salido de Tezcuco con los trece bergantines, porque luego que se vino el Sandoval...... no aguardó allí mas Cortés:"3 acompañaban á los bergantines "diez y seis mil canoas donde iba su ejército.'

114

"Cuauhtemoctzin, Señor de México, viendo que toda la tierra venía contra él, y que se le acercaba la ocasion, donde no solo eran menester las manos, pero el ánimo y el corazon para poderse defender, dixo á los suyos: valerosos mexicanos: ya veis como nuestros vasallos todos se an revelado contra nosotros: ya tenemos por enemigos, no so

1 Díaz del Castillo, 176-77.

2 Cortés, 210.

3 Díaz del Castillo, 1771.

4 Ixtlilxochitl, I, 356.

[ocr errors]

lamente á los tlaxcalteca y chololteca y vexotzingas, pero á los tezcucanos, chalca y xochimilca y tepanecas, los cuales todos nos an desamparado y dexado y se an ido y llegado á los españoles y vienen contra nosotros, por lo cual os ruego que os acordeis del valeroso corazon y ánimo de los mexicanos chichimeca, nuestros antepasados, que siendo tan poca gente la que en esta tierra aportó se atreviese á acometer y á entrar entre muchos millones de gentes y sujetó con su poderoso brazo todo este nuevo mundo y todas las naciones, no dexando costas ni provincias lejanas que no corriesen y sujetasen, poniendo su vida y haciendas al tablero por solo aumentar y ensalzar su nombre y valor; por lo cual a venido el nombre mexicano á tener la nombradía y exelencia que tiene y á ser temido su apellido por todo el mundo; por tanto, ó valerosos mexicanos, no desmayeis ni os acovardeis: esforzad ese pecho y corazon animoso para salir con una empresa la mas importante que jamás se os ha ofrecido: mirad que si con esta no saleis, quedareis por esclavos perpetuos y vuestras mugeres y hijos, por el consiguiente, y vuestras haciendas quitadas y robadas; tened lástima de los viejos y viejas y de los niños y huerfanos, que no haciendo lo que debeis al valor de vuestras personas y á la defenza de la patria, quedaran por vosotros desamparados y en manos de vuestros enemigos para ser esclavos perpetuos y hechos pedasos: no mireis á que soy muchacho y de poca edad, sino mirad que lo que os digo es verdad y que estais obligados á defender vuestra ciudad y patria, donde os prometo de no la desamparar hosta morir ó libralla.

"Todos con grandísimo ferbor le prometieron de hacer lo mesmo." 1 Ya el Monarca había manifestado su propia opinión de que cuando faltasen las armas sería preciso "dexár crecer las vñas, para despedaçar los Enemigos, con los quales se havia de pelear hasta el vltimo espiritu." 2

Empero, Cuauhtemoc no quiso imponer despóticamente su voluntad al pueblo: antes bien, dando una bella muestra de respeto y sumisión hacia éste, "determinó de juntar á los Señores, i Capitanes, que havia en Mexico: I despues de haverles representado el estado en que se hallaba, las muchas Provincias que le havian desamparado, i confederadose con los Enemigos, de hallarse sin Agua, i que convenia hurtar, con Canoas, lo que bebian, la fuerça de los Vergantines, los pasos to

1 Durán, II, 56-7.

2 Herrera, III, 19.1

mados, los peligros, i miserias que esperaban, por sustentar la Guerra, propuso que le diesen su parecer sobre mantenerla, ó hacer la Paz; porque entendia, que Hernando Cortés la deseaba, i muchos la persuadian................ (mas como prevaleció la opinión de los que preferían morir en aras de la Patria antes que entregarla al invasor), mostrandose Quautimoc mui alegre, mandó fortificar muchas partes de la Ciudad, alçar las Puentes, armar cinco mil Canoas, y meter bastimentos." 1

Así, pues, perseverando los mexicanos en su acendrado patriotismo, y obedeciendo fielmente las acertadas órdenes de su inteligente y esforzado rey, "salieron á defender su ciudad con ánimo valeroso inchendo de gente sus albarradas y de gente armada las acequias en canoas, esperando á los españoles sin mostrar punto de cobardía, repartiendo el Rey Cuauhtemoc, que era el general de todo el ejército, toda su gente en cuatro partes, por el consiguiente, para que por la mesma vía que los españoles le acometian hallasen resistencia y quien les defendiese la entrada, y acudia á todas las partes con tanta diligencia, que metido en una canoa pequeña armado de sus armas con su espada y rodela en las manos, volaba de una parte á otra para ver el concierto de sus gentes y lo que hacian." 2 Ejemplar monarca mozo aquel que sin temor á sus infinitos enemigos, sin querer tampoco traer gente que le custodiara, recorría diligentemente todas las fronteras para vigilar por sí mismo la defensa de su patria.

Volvamos á Cortés: "la primera cosa que hizo en entrando á la laguna fué combatir á un peñol (de Tepopolco, llamado después Peñon Grande ó del Marqués) que estaba en una isleta junto á Méjico, donde estaban recogidos muchos mejicanos." 3 "E entrámoslos de tal manera, que ninguno dellos se escapó, excepto las mujeres y niños; y en este combate me hirieron veinte y cinco españoles, pero fué muy hermosa victoria...... (aunque) de improviso juntóse tan grande flota de canoas para nos venir á acometer y á tentar qué cosa eran los bergan" 4 "retines; y á lo que podimos juzgar, pasaban de quinientas canoas.' cogido el despojo del Peñól, se embarcó (Cortés)," 5 “y mandó á sus capitanes......... que no curasen de embestir ni apretar contra canoas ningunas hasta que refrescase mas el viento de tierra, porque en aquel

1 Idem, III, 27.2

2 Durán, II, 57-8.

3 Díaz del Castillo, 177.1

4 Cortés, 211.

5 Herrera, II1, 29.1

[ocr errors]

instante comenzaba á ventear; y como las canoas vieron que los bergantines reparaban, creian que de temor dellos lo hacian, y era verdad como lo pensaron, y entonces les daban mucha priesa los capitanes mejicanos, y mandaban á todas sus gentes que luego fuesen á embestir con nuestros bergantines; y en aquel instante vino un viento muy recio y muy bueno, y con buena priesa que se dieron nuestros remeros y el tiempo aparejado, mandó Cortés embestir con la flota de canoas, y trastornaron muchas dellas y prendieron y mataron muchos indios, y las demás canoas se fueron á recoger entre las casas que están en la laguna, en parte que no podian llegar á ellas nuestros bergantines." Escribe Mártir al hablar de este primer encuentro: "A medida que se acercaban las lanchas, los cañones que estaban colocados en las proas y los costados, las destrozaban cual nubecillas que disipa el vendabal." 2

Manifiesta Cortés: "cómo era ya después de vísperas, mandé recoger los bergantines y llegamos con ellos á la calzada (fuerte de Xoloc), y allí determiné de saltar en tierra con treinta hombres por les ganar dos torres de sus ídolos, pequeñas, que estaban cercadas con su cerca baja de cal y canto, y cómo saltamos allí, pelearon con nosotros muy reciamiente por nos las defender; y al fin, con harto peligro y trabajo ganámoselas, é luego hice sacar en tierra tres tiros de hierro grueso que yo traia. E porque lo que restaba de la calzada desde allí á la ciudad, que era media legua, estaba todo lleno de los enemigos, y de la una parte y de la otra de la calzada, que era agua, todo lleno de canoas con gente de guerra, fice asestar el un tiro de aquellos, y tiró por la calzada adelante, y fizo mucho daño en los enemigos;"3 "matando infinita Gente, porque estaba (la calzada) quajada de ella, i con esto se retiraron todos por entonces: quemóse la Polvora por descuido de el Artillero, i luego fue vn Vergantin á Yztapalapá, que eran dos Leguas, por mas Polvora.'

114

"Así cómo los de las guarniciones de Cuyoacan nos vieron seguir las canoas, tomaron su camino, y los mas de caballo y de pié que allí estaban, para la ciudad de Tenuxtitan, y pelearon muy reciamente con los indios que estaban en la calzada, y les ganaron las albarradas que tenian hechas, y les tomaron y pasaron á pié y á caballo muchas

1 Díaz del Castillo, 177. 12

2 III, 362.

4 Herrera, III, 292.

[ocr errors]

puentes que tenian quitadas, y con el favor de los bergantines que iban cerca de la calzada, los indios de Tascaltecal, nuestros amigos, y los españoles seguian á los enemigos, y dellos mataban, y dellos se echaron al agua de la otra parte de la calzada por do no iban bergantines. Así fueron con esta victoria mas de una gran legua por la calzada, hasta llegar donde yo habia parado con los bergantines."1

"Aunque al principio era mi intencion........ irme á Cuyoacan........ determiné de asentar allí el real (sobre el puente de Xoloc), y que los bergantines se estuviesen allí junto á las torres, y que la mitad de la gente de Cuyoacan y otros cincuenta peones de los del alguacil mayor se viniesen allí otro dia.............. y á media noche llega mucha multitud de gente...... y cierto nos pusieron en gran temor y rebato...... (pero con el fuego de los cañones y escopetas, y la superioridad de los bergantines sobre las frágiles canoas indígenas) nos dejaron lo que quedó de la noche sin nos acometer mas.' 112

§ 28. PRIMEROS ASALTOS Á LA CIUDAD.

"Otro dia (1o de junio) en amaneciendo, llegaron al real de la calzada donde yo estaba, quince ballesteros y escopeteros, y 50 hombres de espada y rodela, y siete ó ocho de caballo de los de la guarnicion de Cuyoacan; é ya cuando ellos llegaron, los de la ciudad en canoas y por la calzada peleaban con nosotros; y era tanta la multitud, que por el agua y por la tierra no viamos sino gente, y daban tantas gritas y alaridos, que parecia que se hundia el mundo. E nosotros comenzamos á pelear con ellos por la calzada adelante, y ganámosles una puente que tenian quitada, y una albarrada que tenian hecha á la entrada. E con los tiros y con los de caballo hicimos tanto daño en ellos, que casi los encerramos hasta las primeras casas de la ciudad. E porque de la otra parte de la calzada, cómo los bergantines no podian pasar, andaban muchas canoas y nos hacian daño con flechas y varas que nos tiraban á la calzada, hice romper un pedazo della junto á nuestro real, y hice pasar de la otra parte cuatro bergantines, los cuales, cómo pasaron, encerraron las canoas todas entre las casas de la ciudad; en tal manera, que no osaban por ninguna via salir á lo largo. E por la otra parte de la calzada los otros ocho bergantines peleaban con las

1 Cortés, 212-13.

2 Idem, 213-14.

« AnteriorContinua »