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que este se salvo con la ída del marques Hernando Cortes..... y que el Guerrero como entendia la lengua se fue a Chectemal, que es la Salamanca de Yucatan y que alli le recibio un señor llamado Nachancan, el qual le dio a cargo las cosas de la guerra en que se uvo muy bien, venciendo muchas vezes los enemigos de su señor, y que enseño a los indios pelear mostrandoles hazer fuertes y bastiones, y que con esto y con tratarse como indio gano mucha reputación y le casaron con una muy principal muger en que uvo hijos, y que por esto nunca procuro salvarse como hizo Aguilar, antes labrava su cuerpo y criava cabello, y harpava las orejas para traer çarcillos como los indios y es creible que fue idolatra como ellos."1

Como se vé, desde 1511 arribaron los españoles al territorio que hoy forma la República Mexicana.

Refiriéndose Gomara á la conquista de Yucatán emprendida años después por Francisco de Montejo, dice que Gonzalo Guerrero "habia mas de veinte años que estaba casado allí (en Chectemal) con una india, y traia hendidas las orejas, corona y trenza de cabellos, como los naturales."2

Otro tanto indica Paulo Galucio en su curiosa obra.3

§ 2. DIEGO DE Velázquez.

Diego de Velázquez, "Criado del Adelantado D. Bartolomé Colón,"4 vino á las Indias con el Admirante en el segundo viaje que hizo éste en 1493.5

Sirvió bien á Ovando en las guerras contra los indígenas, y continúo prestando importantes servicios á don Diego Colón, pues como dice Oviedo: "aqueste Diego Velazquez fue el que començó á poblar é conquistar la..... isla (de Cuba) é dió principio á la fundacion de la cibdad de Sanctiago é á otras villas."7

No hay para que agregar que conquistaba Velázquez, según la usanza española, esto es, quemando á los caciques y allanando las provincias.8

1 Landa, 14-16.

2 1862.

3 Folio 174 vta.

4 Herrera, I, 2312.

5 Oviedo, I, 495-6.

6 Herrera, I, 1532.

7 I, 4961.

8 Herrera, I, 2351.

Captóse aquel hombre la confianza de la Monarquía con alguna "cantidad de Oro,"1 obteniendo repetidas mercedes reales: así, en abril de 1513 se le nombró "alcaide e tenedor de la fortaleza de la villa de la Asunción ques en la dicha isla de Cuba;"2 al mes siguiente se le encomienda y comete el repartimiento de los indios de esta isla, nombrándole "repartidor dellos;"3 dos años después se envía al licenciado Cristóbal Lebrón por juez de residencia de la isla Española, con encargo de que pasara también á la Fernandina (Cuba) á residenciar á Velázquez; mas casi en seguida se dicta una cédula en la que se previene á Lebrón:" no vayáis á tomar ni toméis residencia al dicho Diego Velázquez;"4 por último, hacia 1517 se despachó nueva "Cedula, para que Diego Velazquez, sin dependencia de otro, fuese Governador de la Isla de Cuba."5

Á la sazón encontrábase Velázquez "muy rico..... É assi entró por su mano en Cuba, é quedóse por mantenedor con el officio aprobado por el Rey."

§ 3. FRANCISCO HERNÁNDEZ DE CÓRDOVA.

Escribe Herrera: "por la fama que havia, que los Castellanos de Cuba estaban ricos, i bien acomodados..... llegaron á aquella Isla hasta cien hombres (venidos del Darien)," los cuales, con licencia de Velázquez, arreglaron una expedición para "cautivar por fuerza ó por engaño á.... (los indígenas de las Lucayas ó Guanajas, adonde) pensaron ir los arriba dichos á invadir y robar."8

"Francisco Hernandez de Cordova, Hombre rico, i valeroso, i que tenia Indios, se ofreció de ir por Capitan de esta Gente; i havida la Licencia, i Instruccion de Diego Velazquez, compró para ello dos Navios, i vn Vergantin, i los proveió de vitualla. Embarcaronse ciento i diez. Soldados, i los Pilotos Anton de Alaminos, Natural de Palos, Camacho, Vecino de Triana, i Juan Alvarez el Manquillo, de Huelva; i por Veedor, para tener cuenta con el quinto del Rei, Bernardino Nuñez, Natural de Santo Domingo de la Calçada. Salieron de Santiago de Cuba,

1 Idem, II, 171.

2 Docs. de Ultramar, I, 39.

3 Idem, I, 41.

4 Idem, I, 60.

5 Herrera, II, 512.

6 Oviedo, I, 496-97.

7 II, 471.

8 Vida de Hernán Cortés, 338.

i fueron á la Villa de San Christoval del Habana, i rogaron á Alonso Gonçalez, Clerigo, que se embarcase con ellos, por llevar algun Sacerdote, que les dixese Misa, i administrase los Sacramentos. A ocho de Febrero de este Año (1517), salieron del Habana, i á doce doblaron el Cabo de San Anton;" 1 "pasado veinte y un dias (dícenos Díaz del Castillo), que salimos de la isla de Cuba, vimos tierra, de que nos alegramos mucho, y dimos muchas gracias a Dios por ello; la cual tierra jamás se habia descubierto, ni habia noticia della hasta entonces." 2 Los naturales salieron á recibir de paz á los cristianos, "i vn Indio, que era el Cacique, decia á voces: Conex cotoche, que quiere decir, Andad acá á mis Casas: i por esto se puso á aquella Parte, Punta de Cotoche." 3 Desembarcados los españoles, tuvieron una refriega con los indígenas, en la que éstos hirieron á quince soldados "á la primera rociada de flechas...... acabado aquel rebato acordamos (habla Díaz del Castillo) de nos volver á embarcar, y seguir las costas adelante descubriendo hacia donde se pone el sol; y después de curados los heridos, comenzamos á dar velas." 4

Acerca del nombre con que llamaron los cristianos á las nuevas tierras, discurre así el P. López Cogulludo: "cuando los españoles llegaron á esta tierra, de necesidad como cosa hasta entónces no sabida, habian de preguntar á los indios que tierra era, como se llamaba, que gente era y á quien estaban sujetos? Cualquiera de estas cosas, ó otra que á los indios hablasen, como era en lenguaje castellano, tan estraño á sus oidos, no la entendieron, y naturalmente la primera respuesta parece seria decir, que no los entendian. Esto dicen los indios con estas palabras: Matan cubi athán, ó con estas: Matan cauyi athán, que es no entiendo tus palabras. Como los españoles oirian ó atenderian mas á lo último, Cubi athán ó Cauyi athán, entendieron Yucatan, pues el sonido diferencia tan poco, y mas la primera vez que oyeron hablar á los indios;" 5 "también podría creerse (añade Ancona), que los indios, al oir en boca de Córdova un lenguaje tan extraño para ellos, se hubiesen dicho los unos á los otros uy u than [oye ese lenguaje], frase cuyo sonido se aproxima más al de Yucatán que cualquiera otra de las ya mencionadas." 6

1 Herrera, II, 47.2

2 2.1

3 Herrera, II, 47.2

4 2-3.

5 I, 65-6.

6 I, 229.

Llegados Hernández de Córdova y los suyos á Campeche, los naturales "hiciéronles fiesta, mostrando placer de los ver, é truxéronles de comer muchas é muy buenas aves, que son no menores que pavos é no de menos buen sabor, y otras aves, assi como codornices, é tórtolas, é ánades, é ánsares, é ciervos, é liebres, é otros animales."1

Mas como los cristianos llegaron hasta los templos y seguramente rencharon ó robaron, costumbre común á todos ellos, ó bien trataron de cautivar indios, objeto de la expedición, los sacerdotes del lugar, para poner coto á tales desmanes, dijeron entonces por señas á los intrusos, escribe Díaz del Castillo: "que nos vamos de sus tierras antes que á aquella leña que tienen llegada se ponga fuego y se acabe de arder, sino que nos darán guerra y nos matarán. Y luego mandaron poner fuego á los carrizos y comenzó de arder, y se fueron los papas callando sin mas nos hablar, y los que estaban apercebidos en los escuadrones empezaron á silbar y á tañer sus bocinas y atabalejos. Y desque los vimos de aquel arte y muy bravosos, y de lo de la Punta de Cotoche aun no teniamos sanas las heridas, y se habian muerto dos soldados, que echamos al mar, y vimos grandes escuadrones de indios sobre nosotros, tuvimos temor, y acordamos con buen concierto de irnos á la costa; y así, comenzamos á caminar por la playa adelante hasta llegar enfrente de un peñol que está en la mar............... comenzamos á navegar seis dias con sus noches con buen tiempo, y volvió un norte, que es travesía en aquella costa, el cual duró cuatro dias con sus noches, que estuvimos para dar al través...... yendo...... adelante vimos desde los navíos un pueblo, y antes de obra de una legua dél hacia una ensenada, que parecia que habria rio ó arroyo........ Salimos en tierra poco mas de mediodía, y habria una legua desde el pueblo hasta donde desembarcamos, y estaban unos pozos y maizales, y caserías de cal y canto. Llámase este pueblo Potonchan, é henchimos nuestas pipas de agua; mas no las pudimos llevar ni meter en los bateles;"2 porque "estando para volverse, descubrieron Gente de Guerra bien ordenada, i armada, como la demás, que havian visto, que de el Pueblo salia á ellos. Preguntaron, que si iban de donde salia el Sol? Respondieron que si: i con esto se retiraron [porque era casi noche] á ciertas Casas, i los Castellanos, por la misma causa, acordaron de quedarse alli....... Amaneció, i vieron, que los Esquadrones de el Dia antes, se juntaron

1 Oviedo, I, 497.2

con otros, que haviendolos rodeado, les dieron vna gran rociada de Flechas, Piedras con Hondas, i Varas arrojadiças con tiraderas."1

"Los indios se maravillaron del fuego y humo, y se atordecieron algo del tronido, mas no huyeron; antes arremetieron con gentil denuedo y concierto,"2 de tal suerte, "que hirieron sobre ochenta de nuestros soldados (manifiesta Díaz del Castillo), y se juntaron con nosotros pié con pié, unos con lanzas, y otros flechando, y otros con espadas de navajas, de arte, que nos traian á mal andar......... viendo que no teniamos fuerzas, acordamos con corazones muy fuertes romper por medio de sus batallones, y acogernos á los bateles que teniamos en la costa, que fué buen socorro, y hechos todos nosotros un escuadron, rompimos por ellos...... al embarcar hirieron muchos de nuestros soldados, en especial á los que iban asidos en las popas de los bateles, y les tiraban al terrero, y entraron en la mar con las lanchas y daban á mantiniente á nuestros soldados, y con mucho trabajo quiso Dios que escapamos con las vidas de poder de aquella gente. Pues ya embarcados en los navíos, hallamos que faltaban cincuenta y siete compañeros, con los dos que llevaron vivos, y con cinco que echamos en la mar, que murieron de las heridas y de la gran sed que pasaron...... Llámase este pueblo Potonchan, y en las cartas del marear le pusieron por nombre los pilotos y marineros Bahía de mala Pelea."3

Díaz del Castillo confunde, quizá no sin dañada intención, el nombre del pueblo campechano donde fué destrozado Hernández de Córdova, con el de otro pueblo situado en Tabasco, de índole más sosegada. Lo que sorprende es que no hayan descubierto esta confusión los historiadores posteriores, ni aun los nuestros propios de mayor nota, como Orozco y Berra,1 y Chavero,5 no obstante que ya desde principios del siglo XVI distinguía Mártir ambos pueblos. El primero de éstos, donde los españoles venidos á México sufrieron un indeleble bautismo de sangre, era "Champotón, pueblo muy grande, cuyo señor se llamaba Mochocoboc, hombre guerrero y esforzado:"7 quedaba situado en el lugar que ocupa hoy el puerto del mismo nombre; "Atraviesa á Yucatán (decía Herrera), de esquina á esquina, vna Sierra pequeña, que comiença

1 Herrera, II, 48-9.

2 Gomara, 186.1

3 4-5.

4 IV, 22.

5 825.1

6 III, 18 y 35.

7 Gomara, 186.1

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