Imatges de pàgina
PDF
EPUB

gente dieron en cierto pueblo, desamparando los indios sus casas; se se les tomó algun despojo, y se halló cierta cantidad de oro."

ניי

De Santa Marta, partió Pedrarias para Santa María del Antigua del Darien, donde "á pocos dias se pregonó la residencia contra Vasco Nuñez é sus officiales.'

[ocr errors]

"En tanto que turó la residencia, é aun dias despues adolesció mucha gente del armada; é cómo no les daban ya de comer, morian muchos de hambre, é para excusar essas muertes é començar Pedrarias á poblar la tierra de la otra costa, temiendo que le avia de venir al Vasco Nuñez algun despacho en su favor, é por ocupar la gente en algo, é començarse la destruycion de la tierra [á que eltos llamaban pacificacion é conquistar], acordaron de enviar al teniente Johan de Ayora por capitan general, con los capitanes Hernando de Meneses é Francisco Dávila é Gamarra é otros, con quatrocientos hombres. É diéronle cierta instrucion é capítulos, é mandáronle que passasse á la otra mar del Sur y poblasse con aquella gente en la otra costa, en la parte della que mejor le paresciesse.'

113

Recomendaba también Pedrarias á todos los que salían á recorrer la tierra, que no dejasen de hacer á los indios el requerimiento legal. Trata de éste Oviedo al hablar de la orden que dió Pedrarias para que se catasen minas apenas hubo saltado en tierra en el puerto de Santa Marta; dice así: "É mandó el gobernador que yo llevasse el requirimiento in scriptis que se avia de hacer á los indios, é me lo dió de su mano, como si yo entendiera á los indios, para se lo leer, ó tuviéramos allí quien se lo diera á entender, queriéndolo ellos oyr; pues mostrarles el papel, en que estaba escripto, poco hacia al caso; pero porque... es bien que se sepa lo que se les requeria, quiero decirlo aqui á la letra. Y es aquesto:

EL REQUIRIMIENTO QUE SE MANDÓ HACER Á LOS INDIOS.

«De parte del muy alto é muy poderoso é muy cathólico defensor de la Iglesia, siempre vencedor y nunca vencido, el grand Rey don Fernando [quinto de tal nombre], Rey de las Españas, de las Dos Cecilias, é de Hierusalem, é de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar

1 Andagoya, 394.
2 Oviedo, III, 34.2
3 Idem, III, 36.1 y2

Océano, etc., domador de las gentes bárbaras; é de la muy alta é muy poderosa señora la Reyna doña Johana, su muy cara é muy amada hija, nuestros señores: Yo Pedrarias Dávila, su criado, mensagero é capitan, vos notifico é hago saber, como mejor puedo, que Dios Nuestro Señor, uno é trino crió (el mundo, del cual dió cargo á San Pedro, fundador de la Santa Sede, y que uno de los sucesores de este donó las Indias á los monarcas de España)......

Por ende, como mejor puedo, vos ruego é requiero que entendais bien esto que vos he dicho, é tomés para entenderlo é deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo; é reconozcays á la Iglesia por señora é superiora del universso, é al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre; é al Rey é la Reyna en su lugar, como á señores é superiores é Reyes destas islas é Tierra-Firme, por virtud de la dicha donacion.......

«Si no lo hiciéredes, y en ello maliciosamente dilacion pussiéredes, certificóos que con el ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros, é vos haré guerra por todas las partes é maneras que yo pudiere, é vos subjectaré al yugo é obidiencia de la Iglesia é á Sus Alteças, é tomaré vuestras personas é de vuestras mugeres é hijos, é los haré esclavos, é como tales los venderé, é disporné dellos como Sus Alteças mandaren; é vos tomaré vuestros bienes, é vos haré todos los males é daños que pudiere, como á vassallos que no obedescen ni quieren rescebir su señor, é le resisten é contradicen. É protesto que las muertes é daños que dello se recrescieren, sean á vuestra culpa, é no á la de Sus Alteças, ni mia, ni destos caballeros que conmigo vinieron. É de como lo digo é requiero pido al pressente escribano me lo dé por testimonio signado.-Episcopus Palentinus, comes.-F. Bernardus, Trinopolitanus episcopus.-F. Thomas de Matienzo.-F. Al. Bustillo, magister. Licenciatus de Sanctiago.-El Doctor Palacios Rubios.-Licenciatus de Sosa.-Gregorius, licenciatus.»>"1

Volvamos á Juan de Ayora y á sus acompañantes mandados por Pedrarias á recorrer la tierra, esto es, á destruirla, según nos indicó ya Oviedo, ó "á renchar, ó por decirlo mas claro, á robar lo que pudiesen hallar," como dice Cieza de León refiriéndose á otros españoles venidos á América; "fueron parte del camino la costa abaxo al Ocidente hasta el puerto de Sancta Cruz.... É hizo allí un pueblo, en que dejó hasta ochen

1 Oviedo, III, 27-9.

2 3682.

ta hombres..... passó adelante, y dexó poblando en la provincia de Tamao al capitan Fernand Perez de Meneses, é haciendo un pueblo: é fué parte de la gente con el capitan Francisco Dávila á la costa de Panamá de la banda del Sur; pero muy poco vido de la mar austral, é por otros caciques de aquellas comarcas se despareció toda la gente.

"En este camino Johan de Ayora, no solamente dexó de hacer los requirimientos é amonestaciones, que se debian hacer á los indios, antes de les mover la guerra; pero salteában los de noche, é á los caciques é indios principales atormentábanlos, pidiéndoles oro, é unos assaban, é otros hacian comer vivos de perros, é otros colgaban, é en otros se hicieron nuevas formas de tormentos, demas de les tomar las mugeres é las hijas, é hacerlos esclavos é prissioneros, é repartirlos entre sí, segund é de la manera que á Johan de Ayora le paresció é á cada uno de los otros capitanes, por donde anduvieron.

"É en esta caça ó monteria infernal se detuvo esta gente algunos

meses.

[ocr errors]

"É es verdad que los indios que en aquella saçon avia en aquella gobernacion, passaban de dos millones, ó eran incontables; é avia de paces muchos caciques é otros neutrales y en dispusicion é aparejo grande de servir é ser amigos de los chripstianos é venir á la obidiencia." 2

Mas ni està consideración ni otra alguna podían atemperar la codicia y crueldad extremas de los españoles. Todos los indígenas, tanto los de paz como los de guerra, fueron tratados de manera igual. El cacique Ponca se había entregado voluntariamente á Vasco Núñez, quien "le aseguró, que nunca le vendria daño, i el Ponca le dió la Gente, que le acompañó al descubrimiento de la Mar del Sur. Ponca, como estaba seguro, salió á recibir á Juan de Ayora, de paz. Lo primero que hiço, fue tomarle, contra su voluntad, el Oro que pudo hallar, escudriñandole su Casa, i diciendole con risa, que de los Amigos se avia de aiudar. De alli fue á Comagre, que tan buen recibimiento hiço á Vasco Nuñez, i fue el primero que dió las Nuevas de la Mar del Sur: i siendo avisado, que iba, salióle á recibir con vn buen Presente de Joias de Oro, i Comida: i llegado á su Casa, hiço á todos, quantos servicios pudo; pero ni estas buenas obras, ni las que de él havia recibido de Vasco Nuñez, bastaron para que no le tomase por fuerça sus propias Mugeres.

1 Oviedo, III, 371.

2 Idem, III, 381.

Lo mismo hiço con Pocorósa: el qual, siendo avisado de lo que Juan de Ayora iba haciendo, se salvó en los Bosques: i lo que peor fue, que pensando aplacarle, para que le bolviese las Mugeres, i por miedo, que buscandole, caeria en sus manos, se fué con buena fé á él, con vn Presente de Oro, de quanto pudo allegar: pero nada le aprovechó, porque le llevó preso á la Tierra de Tubanamá, diciendo, que con la prision de aquel, amedrentaria á los otros Señores. Halló á Tubanamá seguro en su casa, como havia prometido á Vasco Nuñez, que lo estaria, i que siempre le havian de hallar asi. Recibió á Juan de Ayora con mucha alegria, dióles á todos de comer, i hiçoles servir con toda su posibilidad, i dióle vn Presente de Oro de buena cantidad: en pago de lo qual le tomó toda la Gente que pudo, por Esclavos, i lo demás que en su Casa halló.

"Escapóse de él Tubanamá, viendo sus obras, lo mejor que pudo, i puesto en desesperacion, fuese apellidando su Tierra, i sus Vecinos, i con la mas Gente que recogió, fue sobre Juan de Ayora, con gran furia, por la otra parte del Rio: i aunque desnudos los indios, hecharon vna nubada de Flechas sobre los Castellanos, porque si las armas les aiudáran, mucho tuvieran que hacer con ellos, pues el animo, i menosprecio de la muerte, nunca les faltó. Juan de Ayora se vió bien apretado, i con miedo."1

Á causa de este ataque, regresaron los cristianos al Darien, donde á pesar de que hubo muchas quejas en contra de ellos, "cómo daban partes é presentaban indios al gobernador é obispo (fray Juan de Quevedo) é officiales, todos eran absueltos; y estaba esto en tanta costumbre, que quassi por ley lo tenian todos los capitanes. É desta causa, é por el interesse destas partes, que se daban á los gobernadores é obispo é officiales en los indios, y al gobernador en los indios y en el oro de cada entrada, y en llevarles sus moços y negros y perros, y darles las mejores partes en los repartimientos de los indios que se tomaban, continuaron á enviar capitanes á unas partes é á otras de la tierra, é dábanles el requirimiento quel Rey mandó que se hiciesse á los indios, y con él una instrucion bien ordenada. É yban por tiempo limitado á la provincia ó parte que los enviaban; y quando tornaban, cargados de oro y de indios que avian tomado para esclavos, daban al gobernador dos partes en todo, é los offciales avian sendas en los indios."2

1 Herrera, I, 2901 y 2.

2 Oviedo, 111, 40-1.

que

Según Pascual de Andagoya, "Los capitanes repartian los indios tomaban entre los soldados, y el oro llevaban al Darien: junto y fundido daban á cada uno su parte, y á los oficiales y obispo que tenian voto en la gobernacion, y al gobernador les llevaban sus partes de los indios que les cabia, y como proveian por capitanes por el favor de los que gobernaban, deudos ó amigos suyos, aunque hubiesen hecho muchos males, nenguno era castigado; y desta manera cupo este daño á la tierra hasta mas de cien leguas del Darien. Todas estas gentes que se traian, que fué mucha cantidad, llegados al Darien los echaban á las minas de oro, que habia en la tierra buenas, y como venian del tan luengo camino trabajados y quebrantados de tan grandes cargas que traian, y la tierra era diferente de la suya, y no sana, murianse todos: en todas estas jornadas nunca procuraron hacer ajustes de paz, ni de poblar, solamente era traer indios y oro al Darien, y acabarse allí.”1

Sugiere cabal idea de la gobernación de Pedrarias la carta que escribió á su magestad el licenciado Antonio de la Gama, quien entre otras cosas decía: "Pedrárias dexó toda la tierra destruida e despoblada, e viendose oy dia (hacia 1529) que non ay ombre en quatruscientas leguas."2 El cronista mayor Antonio de Herrera, que ocultó tantas atrocidades cometidas por sus compatriotas en las Indias, llegó también á manifestar: "paresce por los papeles reales que se dieron tanta priesa a matar, que desta manera fué la despoblacion, pues en una tal deshabytacion en tierra tan rica, claro esta que adonde non se trataba sinon de usar de fuego e yerro, que valdría la perdida más de seis millones......"

".....(Pedrarias) nin pobló nin fiszo predicar, nin convertir, sinon que todo fué abrasar, quemar, robar, fasciendo las mayores crueldades que xamás fueron vistas nin oidas, e consyntiendolo Pedrárias por las partes que llevava del oro e esclavos; e véase si se fallará xamás que por aber faltado la palabra e fe dada a los munchos caciques questaban de paz e confederados, e munchos baptizados, e Predrárias castigó á nadie, véase a quántos asaron e quemaron vivos, a quántos echaron á los perros bravos que los comiesen vivos, a quántos mataron porquestaban gordos para sacalles el unto para curar las llagas de los castellanos; e quántos degollaron quencadenados llevaban cargas porque se cansaban e por non quitalles las argollas; pues solo el Lyscencindo Espinosa, Teniente de Pedrárias, que como se falla en los pape

1 III, 396-97.

2 Docs. de América, XXXVII, 201.

Conquista.-9

« AnteriorContinua »