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titulo sin ejercer sus funciones, ó tambien sin percibir sus emolumentos. Nosotros debemos añadir, sin embargo, que en esta última acepcion, es una locucion que tiende cada dia mas á caer en desuso. En el siglo último, Montesquieu decia del honor, que era el gran móvil de las monarquias. Si hubiese vivido en nues

Aderbidjan no puede sacar partido mas que de nifican para los honores. Se aplican á la posilas últimas, á causa de la penuria de los bos-cion de los individuos condecorados con un ques tan molestos como su clima, que aunque muy sano, es muy frio durante mas de la mitad del año. Suelen calentarse con la torta de vaca y la del camello. Esta provincia tiene por capital á Jauriz ó Jebriz, la segunda ciudad the Persia, y sus demás principales ciudades son Ardebyl, Maragha, Khoi y Ourmiah. Ha visto nacer á Zoroastro ó Zerdoucht, el funda-tros tiempos, seguramente hubiera añadido dor del culto del fuego. Tambien en esta pro- que los sueldos, son, por el contrario, el gran vincia Haioumarath fundó la mas antigua di- móvil de los gobiernos representativos. Con nastía de Persia. Sometido sucesivamente á efecto, las cosas han llegado al punto entre los diversos soberanos de las otras dinastias, nosotros, que las funciones mas caramente redespues al yugo del islamismo, al imperio de tribuidas, son en realidad aquellas que parelos califas y á la dominacion de los turcos seld- cen únicamente conferidas ad honores; y si el joukides, el Aderbidjan formó un estado in- legislador no siguiera los estravios de una podependiente bajo los atabecos, desde 4136 álítica que ha envejecido, si en lugar de ha4225; entonces fué conquistado por los mon-blar al pueblo para engañarle, se decidiese, goles djinghizkhanides, y sometidos despues en fin, á decirle la verdad, escribiria franá los mongoles ilkhanides en 4336. Reunido al imperio de Tamerlan, fué separado de él despues de su muerte, y perteneció á las dos dinastías turcomanas del Carnero negro y del Carnero blanco, hasta que fué incorporado á principios del siglo XVI á la monarquía de los sofis, luego á la de los afchars, de los zards, y últimamente á la de los kadjars, dinastia reinante en Persia, y de la cual un principe gobierna siempre esta provincia.

camente sobre el fronton del templo donde se hacen las leyes esta preciosa máxima: «Sin el dinero, el honor no es mas que una enfermedad.»>

ADIABENIANOS. Dinastía que ha gobernado la Adiabena, rica provincia de la antigua Asiria, desde cerca de 70 años antes de J. C. hasta el reinado de Trajano, en los primeros años del siglo XI de la era cristiana. El primer rey de esta dinastia que la historia ha ciAD HOMINEM. Locucion latina, admitida tado sin decir su nombre, es aquel de que hahace mucho tiempo en el lenguaje, y que ca- bla Plutarco en la vida de Lúculo. Este rey racteriza muy bien el argumento personal, vino al socorro de Tigrano, rey de Armenia, y uno de los más poderosos que puede emplear mandó el ala izquierda en la batalla de Tigrala elocuencia cuando se apoya sobre la verdad. nocerta, perdida por éste principe. El segunEl argumento ad hominem es una especie de do que ha sido conocido, vivia bajo el impeentiniema por medio de la cual el orador serio de Claudio, hacia el año 50 de J. C. Se sirve de las propias armas de su adversario para vencerle, de sus propias ideas ó de sus propias palabras para confundirle. Así, Ligurio, siendo acusado por Tuberon de haberse batido contra Cesar en Africa, Ciceron que defendió su causa, se sirvió contra el acusador de un terrible argumento ad hominem. He aqui la traduccion de este pasaje sin réplica: «Pero yo le pregunto, ¿quien, pues, ha hecho un crímen á Ligurio por haber estado en Africa? Un hombre que tambien ha querido estar en Africa, que se queja de que Ligurio se lo ha impedido, y que, finalmente, ha combatido contra César. Con efecto, Tuberon, ¿qué haces con el acero en la mano en los campos de Farsalia? ¿Qué sangre era la que te proponias derramar? ¿En qué flanco querian penetrar tus armas? ¿Contra quién se dirigia el ardor de tu ira? Tus manos, tus ojos, à qué enemigo perseguian? ¿Qué deseabas? ¿Qué ambicionabas?» Plutarco refiere, que a estas palabras, César dejó caer estremeciéndose los papeles que tenia en la mano, y que contenian el acto de condena; la elocuencia habia triunfado, merced al dichoso empleo del argumento ad hominem.

llamala Monobazė, ó Bazeo. Se casó con su hermana Elena, de la cual tuvo dos hijos, Monobazé I é Isato. Este fué preferido á su primogénito y subió al trono de Adiabena con el consentimiento de su hermano. Abemerico, rey de una provincia inmediata y de una capital que Josefo llama Spazin, educó la juventud de Isato y le dió á su hija Samacho en casamiento. El mismo Josefo asegura que en su tiempo se veian todavia los restos del arca cerca del monte Ararat. Añade, que este rey y su madre Elena abrazaron la religion de Moisés, y refiere un magnífico viaje de Elena á Jerusalen. Isato llevó su celo hasta educar á sus cinco hijos en la capital de la Judea. Artabano, rey de los partos, echado del trono por sus súbditos, le debió el restableeimiento de su autoridad; y este rey, en reconocimiento, le dió la provincia de Nisibe, con el permiso de acostarse en un lecho de oro cono los reyes de los partos. A la muerte de Artabano, tomó partido por Gotarzo, hijo mayor de este principe, contra Meherdato, su hermano, que sostenia al emperador Claudio, y aseguró la dominacion del primero. Su cambio de religion le costo, sin embargo, el troAD HONORES. Palabras latinas que sig-no y la vida. Los grandes del Estado conspira

ron contra él, y se aliaron con Abia, rey de edificado con ladrillos de oro y con jardines Arabia. Isato marchó contra ellos, los derro-suspendidos cuyas flores eran rubies y esmetó en una gran batalla y persiguió á Abia has-raldas. Sobre las ramas de los árboles, aves ta el castillo de Arsama, donde el rey vencido imitadas con arte se balanceaban, y sus cuerse dió la muerte para no sufrir á la venganza pos, llenos de dulces perfumes, daban á la del vencedor. Los conjurados llamaron enton-brisa los mas deliciosos olores. Scheddad quices á Vologeso, rey de los partos, y vino y hu-so hacerse adorar en esta espléndida residenvo delante del rey que queria destronar. Isato cia, con la que se proponia imitar el paraiso murió pacificamente á la edad de cincuenta y terrenal; pero el cielo no permitió que semecinco años, y despues de veinte y cuatro años jante impiedad quedase impune; cayó un rayo de reinado, legando su corona á su hermano y le redujo á cenizas. Como signo eterno de mayor Monobazo, con perjuicio de sus hijos, la divina justicia, añade la tradicion, la ciudad que se encontraban todavia en Jerusalen du- existe todavía en el desierto, aun cuando no está rante el sitio de esta ciudad por Tito, y fueron visible á todos los ojos. Se encuentran en esta llevados á Roma en rehenes. Monobazo levan- | fábula algunas huellas confusas de Belo y de la tó á Isato y á Elena, su madre, una magnifi-antigua Babilonia, á menos que no se quiera ca tumba formada de tres pirámides, à tres reconocer el Ben-Hadad de la Escritura, que estadios de Jerusalen. Pausanias hace un pom- | reinó sobre la Siria y fué adorado como un poso elogio de este monumento; la historia dios por sus súbditos. no refiere de Monobazo mas que este acto de La tribu de los aditas se refugió en seguipiedad filial, y despues de él, no se conoció da en el Hadramaut. Allí abandonaron el culto como rey de Adiabena mas que á un príncipe del Señor y se entregaron á la práctica de la llamado Mebarsapo, que despues de haber idolatria mas supersticiosa. Dios envió hácia combatido por Chosroes, rey de Persia, con- ellos al profeta Houd, para conducirlos al vertra Trajano, se creyó bastante feliz haciendo | dadero culto, pero lejos de escucharle le azola paz con los romanos entregándoles su alia-taron. Una grande sequía y el hambre, que do. La Adiabena pasó despues al dominio de los persas.

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fué la consecuencia, anunciaron la ira del cielo. Los aditas no vieron otro remedio en su calaADITAS. (Historia oriental.) Como las midad, que enviar á algunos de los suyos en demás naciones, y mas acaso que las otras, la peregrinacion al templo de la Caaba. Setenta Arabia tiene sus mitos, y la historia de sus ori- de entre ellos fueron encargados de esta migenes no ha llegado á nosotros sino escoltada sion, y partieron bajo el mando de Morthadh de un número infinito de tradiciones fabulosas. y de Kil, dos de los jefes mas importantes de Entre estas tradiciones, una de las mas acre- la tribu. Habiendo llegado cerca de Moawiah, ditadas, es la existencia de los aditas, tribu que reinaba entonces en el Hedjaz, fueron bien destruida por la cólera divina y á cuyo castigo recibidos por él, y obtuvieron el permiso de el Coran hace frecuentes alusiones. Segun la hacer los sacrificios necesarios para obtener leyenda, Ad, el padre y el jefe de los aditas, una respuesta favorable. Sin embargo, Morse estableció poco despues de la confusion de thadh, movido de arrepentimiento, repetia las lenguas, en el desierto llamado Ahcaf-er- muchas veces á sus compañeros, que los ruerand, las Montañas de Arena, entre el Oman, gos serian inútiles mientras no obedeciesen al el Yemen y el Hadramaut. Habiéndose casado enviado del Señor: «¿Cómo quereis, les decia, aquí con mil mujeres, tuvo de ellas cuatro mil que Dios esparza sobre nosotros la lluvia de hijos, que formaron bien pronto un pueblo su misericordia, si nos negamos á escuchar la poderoso, de manera que despues de su muer- voz de aquel que ha enviado para instruirnos?» te, uno de sus descendientes, Scheddad, que Kil, fatigado de estas instancias, supo escitar le habia sucedido, reiuaba sobre mil tribus, la desconfianza de Moawiah contra su colega, contando cada una muchos millares de guer-y habiéndole hecho retener prisionero por esreros. Por eso, dice la tradicion, hizo grandeste principe, guió solo hacia el santo lugar el conquistas apoderándose del Irac y sometien- resto de los aditas. Alli cumplieron los sacrido la India entera. El Occidente como el Orien- ficios, y pidieron al Señor la lluvia del cielo. te, el Mediodía como el Norte esperimentaron En el mismo instante se agruparon tres nubes el poder de sus armas; conquistó el Egipto, encima de sus cabezas, una blanca, otra roja donde sus soldados y sus descendientes resis- y la tercera negra: «¿Cuál escogeis? dijo una tieron por espacio de mas de dos siglos, segun voz que se dejó oir en los aires.» Kil escogió Ebn-Khaldoun, y si nosotros queremos ver en la negra, esperando que estuviese mas cargaesta relacion el recuerdo de la invasion de los da de lluvia que las otras; pero encerraba un hiccos ó reyes pastores, cuyo origen árabe ha- violento huracan que destruyó las habitaciobia sido admitido por muchos historiadores, nes de los aditas y hasta los privó de la vida. debemos referirnos acerca de 2000 años an- Un sábio llamado Lokman, se salvó con algutes de J. C., época eu que los aditas dejaron nos de sus discipulos; fue, andando el tiempo, la Arabia. Embriagado con el éxito de sus ar- el jefe de una nueva tribu que constituyó el mas, Scheddad se enorgulleció al estremo de pueblo que tomó la denominacion de los se creerse una divinidad. Construyó un palaciogundos aditas. Habitaban el pais de Saba en

el Yemen, donde Lokman formó un inmenso receptáculo en una barrera establecida entre dos montañas, barrera que detenia las aguas en el valle superior, y permitia dirigirlas segun las necesidades de la irrigacion. A este dique se le llamaba El-Arien, cuya ruptura ocasionó mas tarde la emigracion de muchas tribus del Yemen. Lokman vivió, dice la tradicion, la edad de siete águilas. Su poder ó el de sus descendientes se mantuvo hasta la época en que los últimos aditas fueron vencidos por Yaroh, hijo de Cahtan. Despues de su derrota, se refugiaron en las montañas del Hadramaut, donde concluyeron por estenderse y desaparecer de un todo.

N. de los pastores. Arabia en el Universo pinto

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Fermin Didot, París, 1847,

Causin de Perceval: Ensayo sobre la historia de los árabes antes del islamismo, Paris, 1847.

ADONIS. (Mitologia.) El mito de Adonis que los poetas de Grecia han celebrado y que la antigüedad se ha complacido frecuentemonte en reproducir, parece ser esencialmente fenicio ó sirio en un principio. El nombre mismo Adoni ó Adonai, mi señor ó nuestro señor, era empleado por las razas arumenas ó cananeas, adorando á su dios Bel ó Baal, como por los hebreos dirigiéndose al verdadero Dios. La Sagrada Escritura hace ya mencion de este mito. En la vision de Ezechiel, el profeta, trasportado en espiritu al templo de Jerusalen, vé, entrando por la puerta que miraba al aquilon, mujeres sentadas llorando por la muerte de Adonis, y esta vista es para él la abominacion en el lugar santo; pues lo que estas mujeres celebraban con sus lágrimas, era el paganismo y sus errores, era el culto de una divinidad solar, era la destruccion de la fuerza productiva cuando el invierno debilita los rayos del sol y le quita su poder. Desde Biblos en Fenicia, las Adonias ó fiestas de Adonis, se esparcieron á Antioquia y Chipre, á Alejandría y Atenas, y cuando llegaron á Grecia, el mito fenicio revistió alguna de las formas graciosas que revestia incesantemente la imaginacion de los griegos. El poeta ciclico Paniasis, Praxilla, Safo, han cantado el triste destino de Adonis. Segun Paniasis, Adonis nació del comercio incestuoso de la jóven Smirna con su padre Thias, rey de los asirios. Venus irritada de ver que Smirna descuidaba su culto, encendió en su corazon una pasion culpable hacia su padre, quien engañado por los ardides de una anciaña nodriza, pasó muchas noches en los brazos de su hija, y no reconoció su error sino cuando ya era demasiado tarde para evitar sus funestas consecuencias. Lleno de cólera el rey de Asiria, persiguió á su hija espada en mano, pero en el momento de alcanzarla y de recibir el golpe fatal, imploró á los dioses, y conmovidos de su dolor, la metamorfosearon en el árbol que produce la mirra. Nueve me

ses despues, el árbol se dividió para dar paso á un niño de tan maravillosa hermosura, que Venus, temiendo que fuese robado por los otros dioses, le encerró en un cofre y le dió por guarda á Proserpina. Depositaria infiel, la diosa de los infiernos no queria ya devolver al niño cuyos encantos contemplaba con admiracion. El debate se llevó á là presencia de Júpiter, quien decidió que Adonis dividiria el año en tres partes iguales; que tendria la libre disposicion de la primera parte, que la segunda pertenecia á Proserpina, y la tercera á Venus, á la cual Adonis consagró tambien todo el tiempo, cuyo empleo le habia concedido el señor de los dioses á su propia voluntad. Tal es la relacion de Paniasis que nos ha quedado conservada por Apolodoro. En cuanto á Hesiodo, hace à Adonis hijo de Fenix, primer rey de los fenicios, que le habia tenido de Alfesibea. En Ovidio es Mirra, quien perseguida por los celos de Venus, engaña á su padre Canivo, rey de Chipre, y de sus caricias concibe al bello Adonis. La triste muerte de esta hija culpable, el nacimiento del niño, están conformes al mito de Paniasis: Adonis llega á ser el amante de Venus; pero no escucha sus consejos; persigue en la caza á los animales peligrosos por su fuerza y su ferocidad, y un jabali le hiere mortalmente. De su sangre nació la anemona. Segun Servio, Marte, irritado contra Adonis que habia llegado á ser su rival, se habia metamorfoseado en jabalí para vengarse de él. Otra tradicion quiere que sea Apolo quien haya vengado sobre el amante de Venus la ceguera de su hijo Erimanto, así castigado por esta diosa que la habia sorprendido en el baño. Segun una de las tradiciones relativas à Adonis, Priapo habia nacido de su union con Venus.

Macrobio nos ha dejado la esplicacion siguiente del mito de Adonis: «No se puede dudar, dice, que Adonis sea un dios solar, si se considera la religion de los asirios, entre los cuales florecia en otro tiempo el culto de Venus Archites y de Adonis, culto que ha pasado ahora á ser de los fenicios. Pues bien, los fisicos han atribuido el nombre de Venus á la parte superior del emisferio terrestre, y han llamado Proserpina á la parte inferior de este mismo emisferio. He aquí por qué Venus llora cuando el sol, recorriendo en su curso anual los doce signos del Zodiaco, entra en la parte inferior del emisferio. Los dias son entonces mas cortos, y la diosa gime por la privacion del sol que le arrebata Proserpina, esto es, que se detiene en el emisferio inferior. Porel jabali que hace á Adonis una herida mortal, se quiere espresar el invierno, en razon á qué este animal de pelo crespo no se deleita mas que en lugares húmedos y fangosos. Luego cuando el sol se eleva por encima de las regiones inferiores de la tierra, cuando atraviesa el equinoccio de la primavera y prolonga la duración del dia, entonces Adonis vuelve á la

luz, Venus torna á su alegría, los campos sexñjo: 'Aõwvidos, á los cuales los poetas griecubren con sus mieses, los prados con su ver-gos hacen algunas veces alusion cuando quiedura, los árboles con sus hojas.» Amiano Mar- ren espresar un regocijo fácil y pasajero. Alcelino nos dice tambien, que las fiestas de gunos arqueólogos han querido encontrar en Adonis son el símbolo mítico de la reproduc- los jardines de Adonis las pruebas de que los cion de los bienes de la tierra; el escoliasto de antiguos han conocido la estufa y los medios Theofrasto ve alli igualmente la representa- artificiales de acelerar la germinacion de los cion de los fenómenos de la agricultura, pues granos ó la madurez de los frutos. Con efecto, que el trigo despues de haber quedado sumer- segun el Fedro de Platon, un grano introdugido durante seis meses en el seno de la cido en el jardin de Adonis, verificaba en ocho terra, rompe las tinieblas y sale á la luz. En dias los progresos que hubiera verificado en fin, dice tambien Juan Lydus, Adonis es la ocho meses al aire libre; y el pasaje siguiente personificacion de los frutos; Marte es el jaba- del emperador Juliano podria hacer creer que li, animal tan dañoso á las tierras sembradas. los romanos habian sacado partido de este De estas diversas apreciaciones es fácil con- método: «¿A qué se llama jardin de Adonis? cluir, que Adonis ha sido en la antigüedad dice en Los Césares; aquellos en los cuales una personificacion del sol en su influencia han puesto sobre tierra vegetales que florecen benéfica sobre la tierra y sus producciones, en muy poco tiempo y se marchitan tambien personificacion cuyo culto recordaba, bajo el muy pronto.» Sobre los fragmentos de la antipunto de vista astronómico, las bases del astro gua plaza de Roma conservados en el Capitolio, del dia, cuando se aleja ó se acerca á nosotros, se encuentra la palabra Adónea, designando, y bajo el punto de vista terrestre, los fenóme-acaso, una especie de jardin de invierno, y nos de la germinacion desde que la semilla se Bellori, cita una inscripcion que lleva el misha confiado á la tierra hasta su madurez. Todo mo nombre, encontrada en las vastas depeneste símbolo estaba espresado por el doble ca- dencias del palacio de los Césares sobre el Parácter de las fiestas de Adonis, una parte con- latino. Sin embargo, las recientes investigaciosagrada al dolor y la otra á la alegría. Ambas nes de algunos eruditos, parecen probar que fiestas se seguian inmediatamente la una à la los jardines de Adonis consisten en plantas otra, y siempre bajo el mismo órden. Así en cereales, sembradas en pequeños vasos de arBiblos era la ceremonia lúgubre que precedia cilla, que se esponian al calor del sol sobre las á la alegre fiesta, mientras que sucedia lo azoteas de las casas, que vegetaban en algucontrario en Alejandría. En señal de duelo, nos dias, y se marchitaban muy pronto, no las mujeres en Biblos se cortaban los cabellos teniendo nada de comun con las estufas tales ó hacian al dios en el templo el sacrificio de como nosotros las comprendemos, y que eran su castidad; en Alejandría, vestidas de túni- cosas contrarias, puesto que en el espiritu de cas flotantes, con los cabellos sueltos, cantaban la antigüedad, sembrar jardines de Adonis, himnos en derredor del lecho donde se halla-era producir cosas vanas y superficiales, sin ba espuesta la imágen de Adonis, para arrojar raices y sin duracion. despues esta imágen al mar.

El mito gracioso de Adonis, amante de VeSe ha diferido acerca de la época en que se nus, el doble carácter de su belleza lánguida celebraban las fiestas de Adonis: Teócrito, en y afeminada, debieron estimular en la antigueun idilio dice, que las Horas condujeron a dad el pincel de los pintores ó el cincel de los Adonis á las márgenes del Aqueronte en el escultores; por eso han llegado hasta nosotros doceno mes, y las Adonias de Antioquia se ce- muchos monumentos figurados en el culto de lebraban, segun Amiano Marcelino, despues Adonis. Citaremos en primer lugar una herde cumplido el curso del año. La determina- mosa estátua del museo del Vaticano, tomada cion de esta época depende del momento en durante muchos tiempos por un Narciso, y que que se hacia comenzar el año, dice Mr. Creu- E. Q. Visconti reconoció por un Adonis, cuanzer, y de los periodos no menos distintos de do hubo descubierto en el interior del muslo las fiestas, así tambien como de la diferencia la llaga ancha y profunda que habia debido de climas; de las épocas diversas de la fiesta producirle el diente del jabalí. Otra estátua de de Adonis, celebradas tan pronto en la prima- barro cocido, hallada en Toscamella, y que vera, tan pronto en el solsticio del verano co-existe hoy en el museo Gregoriano, represenmo en el invierno. Entre los simbolos del cul- ta igualmente á Adonis herido y reposando ya to de este dios que personificaba, como ya lo con el sueño de la muerte. Pero especialmenhemos dicho, no solamente al sol en su accion te sobre los sarcófagos es donde este mito, sobre la vegetacion, sino la vegetacion misma que conviene tan bien á la idea de la reparaen todas sus fases, los mas significativos, aca-cion, se encuentra muchas veces espresado. so, eran los vasos de arcilla llenos de tierra, en los cuales se sembraba granos, que por el efecto de un calor concentrado, ó tal vez por la preparacion de una terraza compuesta, vegetaban y se desarrollaban en ocho dias. Esto es, á lo que se llamaba los jardines de Adonis,

Ora es Adonis despidiéndose de Venus, en el momento en que va a partir para la caza; ora es la caza misma en el momento en que el jóven héroe sucumbe bajo el diente del feroz jabalí; ó ya es Venus teniendo en sus brazos al amante que va à perder y que baña con sus

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ADONIS-ADRIA

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Hist. de la Ig!. Ga!., t. V.. an. 799; Novedades liorarias del mar Baltico, 1699, mes de agosto y AcSant. Benedict., IV sæc., p. 1., præf., pr. 1.

lágrimas. Algunas veces todo el mito se des-sar de las urgentes refutaciones que habian arrolla en una série de cuadros sucesivos. Un formulado contra ellos Alcuino y San Paulino, sarcófago de la villa Guistiniani, hoy en el Va-patriarca de Aquilea, de suerte que murieron ticano, otro del camino Ruspigliosi, un bajo en la herejia. Tambien se ha llamado á sus relieve del museo de Louvre, otro bajo relieve sectarios felicianos, segun el nombre del de la villa Borghese, representan sucesivamen- obispo de Urgel. te, primero á Venus y Adonis sentados el uno al lado del otro; despues la partida del cazador, luego su muerte, y finalmente el dolor de la diosa. Muchas pinturas encontradas en Pom-ta peya representan igualmente la triste muerte ADRIA. (Geografia antigua.) Dos ciudadel jóven amante de Venus. Entre los espejos etruscos, algunos tienen tambien por asunto des de Italia han llevado este nombre en la los amores de Adonis con la diosa de la belle-antigüedad, con la diferencia, no obstante, de za. La imagen de la muerte no viene ya á en- que se escribia para una de ellas Adria y para la otra Hadrin. Cuando la razon de esta tristecer los ojos; son las caricias de dos amantes, y la determinacion del personaje de Ado- doble ortografia fué poco a poco cayendo en nis seria dificil en medio de un gran número desuso, se estableció una confusion, que tan de dioses ó de mortales favorecidos por la dio- pronto hizo dar á cada una de las dos ciudades sa, si el nombre del jóven héroe no se encon-la letra adicional, tan pronto las privó de ella, trase mas frecuentemente grabado en carac-de manera que llegó el caso de escribir indifetéres etruscos sobre los monumentos de este rentemente Adria y Hadria, para la ciudad género. En cuanto á los vasos pintados, bien situada en el fondo del golfo Adriático, como que alguna inscripcion no venga á poner fuera para la que existia en el Piceno. de duda toda esplicacion de muchos vasos con el mito de Adonis, no se puede dudar, segun los nuevos descubrimientos y los trabajos recientes de algunos arqueólogos, que muchas escenas donde dos amantes sentados el uno cerca del otro, se entregan á dulces caricias, no deben referirse á los amores de Adonis y de Venus.

La primera de estas dos ciudades, que se llamaba Adria Veneta, debia tener en otro tiempo una grande importancia, pues que dió su nombre al mar á orillas del cual estaba edificada. Su fundacion pertenece á tiempos tan remotos, que los griegos la hacian remontar hasta la guerra de Troya, y le atribuian á Diomedes. Se sabe todo lo que tienen de incierto semejantes tradiciones; pero parecidas á las cindades vecinas, Spina y Ravena, adquieren un cierto grado de probabilidad, y se puede Raoul Rochette: Coleccion de pinturas antiguas, deducir, que estas tres ciudades fueron en una Olto lanh; Carta á Mr. de Witte sobre las repre- época muy remota, fundadas por aquella raza sentaciones de Adonis, en particular en las pintu- errante que se llama algunas veces tesalianos, ras de vasos, an. di Correspondi, Archeolog, 1845 J. de Witle: Carta á Mr. Oto lanh sobre las re- otras veces los pelasgos, y que segun la opipresentaciones de Adonis, an. dell' Instituto di Cor-nion de Micali, deberia llevar el nombre de respondi Archeolog, 1845.

Creuzer: Religiones de la antigüedad, t. II, 4." y que nosotros sabemos sobre el origen de las 8. parte, trad. de Mr. Guigniaut, Engel: Kipsos, t. Il.

p. 113 y sig.

tirrenos. Cuando los antiguos toscanos hubieron estendido sus conquistas al Norte de la ADOPCIANOS. (Historia eclesiástica.) Se Italia, es mas que probable que Adria cayó en ha dado el nombre de adopcianos en la histo- su poder y se puede considerar como cierto ria eclesiástica, á herejes que en el siglo VIII que le perteneció durante el tiempo en que pretendian no reconocer en Jesucristo, en se mantuvo su prosperidad, asi como su domicuanto hombre, mas que à un hijo adoptivo nio sobre la Italia Central, desde el mar de de Dios. Tuvieron por jefe bajo el reinado Etruria hasta el golfo Adriático. Segun Hecade Carlo-Magno, á Elipando, arzobispo de To- teé, citado por Esteban de Bizancio, Adria ledo, que habia consultado sobre la filiacion estaba situada sobre una ribera y al lado de de Cristo, á Felix, obispo de Urgel, su antiguo una bahía que llevaba su mismo nombre. La preceptor, y de quien habia recibido por res- ribera es el Tártaro; pero la bahía en que tepuesta que Jesus en cuanto Dios era verdade- nia su embocadura, está llena hace mucho ramente engendrado por el padre, pero que tiempo. El vasto puerto de que habla Plinio, es acaso el Hadrianum de los itinerarios; es como hombre, y nacido de María, no era mas que su hijo adoptivo. Esto era renovar el error necesario admitir en este caso, que así como de Nestorio. El papa Adriano condenó la doc- sucedia muchas veces en las antiguas ciudades, trina de los dos obispos, porque Elipando ha-el puerto se encontraba á cierta distancia de bia adoptado la opinion, y tres concilios, el de Narbona en 788, el de Ratisbona en 792, y el de Francfort en 794, se pronunciaron contra ellos. Los dos prelados se sometieron primero; despues volvieron á caer en el error á pe-fensa, pudiese conservarla todavía despues de

la ciudad, à la cual pertenecia. La prosperi-
dad de Adria no ha sobrevivido al poder de
fácil la de-
para
los toscanos al Norte de los Apeninos. Aun-
que su situacion ventajosa y

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