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del, llamados cargadores, para que repartiesen entre el pueblo bajo las papeletas con los nombres de los electores, y una parte no corta de él, que no sabia leer, en cuyo número se contaban los aguadores, iba á votar con ellas. Nada descuidó el partido independiente para lograr el objeto que se habia propuesto, y los resultados correspondieron á su intento. El triunfo alcanzado por él fué completo: no salió ni un solo elector europeo: todos fueron mejicanos; las cuatro quintas partes de ellos, perfectamente conocidos por su adhesion á la causa de la independencia. La votacion, como que fué el resultado de las papeletas que se habian repartido, presentó la mayor uniformidad, pues de los cuatro electores que le correspondieron á la parroquia del Sagrario, ninguno salió con menos votos de cinco mil: en varias parroquias se dió el caso de que el número de votos excediese al que tenia de vecinos. (1)

(1) Hé aquí la lista de los individuos que fueron elegidos para que nombrasen el ayuntamiento de Méjico, por el órden de las parroquias en que se hizo la eleccion.

SAGRARIO.

Dr. y Mtro. D. José María Alcalá, canónigo.

D. Jacobo Villa Urrutia, alcalde de corte de la audiencia de Méjico, nombrado oidor de la de Sevilla.

Dr. y Mtro. D. José Julio García Torres, eclesiástico.

D. Antonio Lopez Matoso, abogado.

SAN MIGUEL.

Br. D. José Manuel Sartorio, eclesiástico.

1812. Noviembre.

Concluida la computacion de votos á las ocho y media de la noche, los partidarios de la independencia, al ver que habian alcanzado el triunfo en las elecciones, prorumpieron en gritos de alegría; y mientras unos, subiendo á las torres de las iglesias soltaron un repique general, otros, formando numerosos grupos, recorrian las calles con hachas de viento encendidas, victoreando á los electores enfrente de sus casas y haciendo las mayores demostraciones de regocijo. Mientras unos recorrian la poblacion de la manera referida y otros permanecian en las torres de las iglesias repicando las campanas, varios pelotones de gente del pueblo, al frente del

D. Carlos María Bustamante, abogado.

SANTA CATARINA MARTIR.

D. Juan de Dios Martinez, particular.

D. Francisco Arroyave, militar.

SANTA VERACRUZ.

D. Pedro Cárdenas, abogado.

D. Luciano Castorena, eclesiástico.

SAN JOSE.

D. Juan de Dios Alaniz, eclesiástico y abogado.

D. José Antonio Mendoza, idem.

SANTA ANA.

Dr. D. Ignacio Sanchez Hidalgo, eclesiástico.

cual se veian algunos individuos decentes y no pocos eclesiásticos afectos á la revolucion, se presentaron enfrente del palacio, pidiendo que se sacasen las piezas de artillería para hacer salva. El virey se negó á esta pretension, y siendo ya bastante tarde, envió á su secretario á las torres de la catedral para que mandase cesar los repiques, disposicion que fué cumplida en el acto. Al dia siguiente se celebró en todas las parroquias, misa de gracia con «Te Deum,» á que asistieron los electores. El gentío se aglomeró á la del Sagrario, por ser la principal y la mas céntrica. El lugar destinado á los electores en sus respectivas parroquias, fué el presbiterio. Terminada la funcion en el Sagrario, D. Jacobo Villa-Urrutia, que era

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uno de los que habian sido elegidos en ella, fué objeto de las ovaciones de la multitud. Al entrar en su coche, el pueblo quitó las mulas del carruaje, y estirando de éste, le condujo á su casa, en medio de los mas entusiastas aplausos y lanzando algunos vivas á Morelos. (1) Igual cosa se hizo con el canónigo D. José María Alcalá, aunque se resistía á ello. Tambien D. Cárlos María Bustamante que publicaba «El Juguetillo,» y que despues ha escrito varias obras sobre la revolucion de Méjico, algunas de las cuales he mencionado repetidas veces en esta historia, alcanzó la atencion de los partidarios de la independen

ACATLAN.

D. Francisco Galicia, ex-gobernador de indios.

SALTO DEL AGUA.

Dr. D. José María Torres Torija, eclesiástico.

D. Mariano Orellana, particular.

PALMA.

D. Dionisio Cano y Moctezuma, ex-gobernador de indios.

SAN ANTONIO DE LAS HUERTAS.

Conde de Jala, eclesiástico, (hijo del conde de Regla.)

Esta lista se publicó en el suplemento al Diario de Méjico del miércoles 2 de Diciembre de 1812.

(1) Don Carlos María de Bustamante en el Cuadro histórico y en el Suplemento á los Tres siglos de Méjico.

cia: dos eclesiásticos y un hombre del pueblo que hacia cabeza en un numeroso grupo, se apoderaron de un carruage y le condujeron en él, en compañía de D. José Manuel Sartorio, á la iglesia de San Miguel, en cuya parroquia habian salido electores. No se limitaron los que habian triunfado en las elecciones á manifestar su adhesion á los individuos en quienes habia recaido la votacion, ni á victorear á Morelos, sino que a esos vivas que iban unidos otros á la junta soberana, agregaron algunos mueras á los españoles. Esta franqueza con que en alta voz manifestaban sus ideas políticas en aquellos momentos, está arguyendo que no existia en los que gobernaban, la severidad que generalmente despliegan los partidarios de una causa en épocas de efervescencia política, contra sus contrarios. El virey se limitó á tener acuarteladas las tropas para echar mano de la fuerza en caso de que se promoviese algun serio motin, y á las cuatro de la tarde se fijaron en cada esquina de las calles principales un aviso del corregidor, mandando que todos se retirasen á sus casas, pues de lo contrario las patrullas que se habian hecho salir de los cuarteles, harian uso de las armas para hacer cumplir lo dispuesto. La disposicion fué acatada, y la multitud se dirigió á sus hogares sin manifestar la menor oposicion. En Puebla, en ToluNoviembre. ca y otras poblaciones en que se verificaron las elecciones, fué el resultado de ellas, el mismo que en Méjico. Esto da á conocer que los periódicos redactados por los adictos á la revolucion, las proclamas repartidas con profusion por los jefes independientes, y la infinidad de papeles sueltos que salian de las imprentas que tenia

1812.

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