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Tuvo órden despues el padre franciscano de hablar, obedeció y aseguró, que habiéndosele mandado bajo de obediencia en dos distintas ocasiones que contáse los indios, habia hallado que habian perecido en aquel tiempo muchos millares, que se veian disminuir cada dia en número, y que respecto á los daños y males de la isla que se intentaban remediar, le parecian incurables. Dijo despues que se temia mucho hubiesen llenado la medida los delitos de los castellanos en las Indias para que Dios les echáse fuera de las nuevas conquistas, que contra sus propios intereses y toda razon habian enteramente despoblado de sus habitadores naturales; porque en fin añadió....,,Cuando el Señor le dijo à Cain, ved la ,,sangre de vuestro hermano Abél, que desde la tierra levanta el "grito àcia mi.... no era mas que la sangre de uno muerto injus,,tamente; y si la sangre de un hombre derramada inícuamente cla,,ma al cielo por venganza, ¿qué clamores no darà la de tantos ,,infelices derramada cada dia inhumanamente? Pues señor, por la ,,sangre de Jesucristo, y por las llagas de San Francisco mi pa,,dre, suplico á V. M. que lo remedie, poniendo fin á una tira,,nía, cuya continuacion le atraerà sin remedio sobre su real coro,,na, y á todos nosotros todo el peso de la justa indignacion del ,,Rey de los Reyes nuestro Señor, Dios."

El Almirante Colón fué el último á quien se le mandó dijese su sentir, y en pocas palabras dijo.... Que jamás habia apro. bado los repartimientos; añadiendo, que si no se apresuraba el remedio, bien presto las Indias no serian mas que un desierto vastísimo. (161) Que no habia tenido en parte otro motivo para volverse à España, que el de representar esto mismo al difunto Rey católico....

Levantóse luego el obispo del Darien pidiendo la palabra; pero el gran canciller le dijo de parte del emperador que habláse por escrito.

De allì à poco murió dicho obispo de una fiebre aguda que lo llevó dentro de tres dias, y no se volvió ya á tratar mas de este grave negocio de las Indias. El señor arzobispo Pradt en su tratado de las colonias, ha presentado en una bella hipótiposis á la América defendiendo sus derechos á presencia de todas las naciones, y haciéndole gravísimos cargos à la España. En este razonamiento en que no tiene lugar la ficcion poética ni retórica, comparece el señor Casas como un gigante armado con la masa de Hércules, pleiteando la justicia de esta nacion afligida. Sus voces atronadoras llaman la atencion del universo, y aun parece que los manes de las víctimas inmoladas por el furor rabioso de los conquistadores salen de la tumba para presenciar esta escéna, y girar en

[161] Esta prediccion tuvo su cumplimiento: en el dia no se conoce un indio ni en la isla Española ni en la de Cuba; el éxito de tales profesías indica que estas esposiciones no fueron acaloradas ni fubulosas.

torno del sólio de Carlos V. para pedir venganza. Yo no ceso de hacer votos al Dios de la misericordia por la paz del que la tuvo de millares de infelices: que arrebatado en álas de la caridad atra vesó diez y siete veces los mares, fué tenido por un loco despreciable, recibió insultos de sus enemigos, y una fuerte reprimenda del obispo de Burgos D. Juan Fonseca encargado de los negocios de Indias, é interesado en el repartimiento.... ¡Ah! si hubiera fijado su atencion sobre este trozo de elocuencia el panegirista de Hernán Cortés, autor del bello poéma de sus Naves destruidas, habria deseado oirlo por mas largo espacio de tiempo del que gastó en su versificacion, y penetrado de su justicia y bello razonar habria dicho con mas propiedad que del conquistador. Que...

Hasta Fébo pendiente de su acento,

Dibujando en las plumas mil colores
Segun me lo pintó mi fantasía,

Quiso alargar los términos del dia....

¡Ilustre génio de Casas! Recibe nuestros homenages, y vive eternamente en nuestros pechos agradecidos. La justa posteridad te concede el sufragio que te negaron tus encarnizados enemigos: tú alientas a los buenos para no abandonar la causa de la justicia y de los miserables."

No ha sido sola mi voz la que ha tributado el gage de respeto y admiracion debido à este genio de la caridad: este titulo merece sin disputa dicen los editores del Oriente de Xalapa número 699. „Un hombre de un caràcter tan vehemente y osado, que ni se arredró por los peligros, ni temió à los tiranos, ni dejó nunca de sostener la justicia contra el torrente de las preocupaciones de su siglo: un hombre leon contra las maldades de sus paisanos, era una paloma para con los infelices indios. Prodigábales toda especie de consuelos, con la dulzura y la diligente oficiosidad de una madre tierna, y hacia cuanto estaba de su parte para que la triste situacion de aquellos miserables fuese menos penosa. Fr. Bartolomé de las Casas en el siglo de los Corteses y Pizarros, es el mayor de los fenómenos, el mayor de los contrastes.

El cabildo eclesiàstico de la santa iglesia catedral de Chiapa, habia conservado en su sala capitular un retrato antiquísimo del illmô. señor D. fr. Bartolomé de las Casas, su segundo obispo; y con motivo de la publicacion de la constitucion de aquel estado mandó construir un cenotafio dentro de la misma iglesia, frente à las bóvedas en donde se depositan los cadáveres de los obispos, sobre el cual se colocó el referido retrato, y en el centro del pe destal se lee la inscripcion siguiente:

REPOSE SOSEGADA,

LAS CASAS VENERABLE,

TU ERRANTE SOMBRA, POR ILUSTRES HECHOS,
AL MIRAR CORONADA

TU EMPRESA INESTIMABLE:

QUE LOS SACROS DERECHOS

DEL HOMBRE LIBRE FUESEN RESPETADOS:
PUES EN CHIAPA SE MIRAN SANCIONADOS.

Nació en Sevilla año de 1474.
Fué consagrado obispo en 1544.
Llegó á Chiapa á principios de 1546.

Salió para España á responder sobre sus opiniones en 1547.
Coronó su gloriosa carrera

En Atocha de Madrid en julio de 1566.

A principios de este año de mil quinientos doce mientras tanto el capitan Diego Velazquez aseguraba su conquista de Cuba, y el padre Casas trataba de la conversion de sus habitantes, se consagró el obispo de San Juan Puerto Rico el lic. D. Antonio Manso, canònigo de Salamanca, y fué el primero que pasó á las Indias occidentales en cumplimiento de su obligacion; tomó posesion de su mitra, y no contento de tener encomienda de indios que habia pedido, quiso llevar diezmos personales: resistiéndose los españoles de su diócesis procedió contra ellos con censuras, (162) y no pudiendo sufrir los desacatos que por esta causa le hicieron, volvió a España á quejarse; despues no contento de su canongía de Salamanca, pasó otra vez à la isla de San Juan con tìtulo de, Inquisidor de las Indias, y por evitar escándalos gobernó con SO siego no tratando mas de los diezmos personales: algunos años des. pues fué á su obispado el obispo de la Concepcion de la Vega, y succesivamente los demás en sus respectivos distritos.

CAPITULO 24.

Descubrimiento de la Florida por Juan Ponce de Leon: dan muerte à dos misioneros domínicos los indios de Cumana: primer descubrimiento de la mar del Sur por Basco Nuñez de Balbóa. Año de 1512.

En este año se descubrió la Florida, pais situado en la América septentrional sobre el golfo mexicano que al medio dia tiene el mar occéano, y la grande isla de Cuba distante veinte y cinco leguas no mas: al oriente tiene las islas Lucayas y Antillas. Forma la Florida una punta muy larga de tierra del continente de la América, y encorbándose àcia el norte no se sabe á donde va á parar: tiene cincuenta leguas de latitud, y estendiéndose ácia el sud como cien leguas se pierde en la mar. La mayor parte de la Florida cae en el golfo mexicano, que la baña àcia el sud, y la otra sobre el mar del norte àcia el oriente, entre este golfo y el

[162] Este pobre hombre muy luego dió la carta y desarroló su codicia, otros hay que la ocultan con máscara hipócrita.

*

mar del norte que la Florida se alarga en forma de península àcia el medio dia. Como entonces no entendian los españoles sino en descubrir nuevas tierras, el primer castellano que la intentó descubrir y dió con ella fué Juan Ponce de Leon, caballero natural del reino de Leon, muy noble, y uno de los primeros conquistadores de la isla Española (163) donde pasó con D. Cristobal Colón por capitan de infantería el año de mil cuatrocientos noventa y tres, siendo despues teniente de D. Nicolás Ovando gobernador de la Es pañola el año de mil quinientos dos: (*) obtuvo licencia el año de mil quinientos ocho para ir á la isla de Boriquén, que despues se llamó San Juan de Puerto Rico, y la redujo y pacificó, en cuyo empleo estaba el año de mil quinientos diez, en el cual ponen Monroy y otros (164) este descubrimiento; pero no pudo ser porque aquel año tuvo bastante que hacer en la isla, cuyos naturales se rebelaron, trayendo para mantener su revolucion los caribes de las islas comarcanas antes enemigos suyos; pero los persiguió hasta reducirlos con gran desvelo y cuidado, y temiendo Juan Ponce de Leon, ser depuesto del gobierno por malos informes que injustamente dieron contra él Juan Cerón, y Miguel Diaz, y tuvieron bastante crédito en la corte para ser restituidos en sus cargos. Vièndose sin empleo, pero con grande caudal que habia juntado en los grandes oficios que habia obtenido, como tenia mucha esperiencia y le sobraba ánimo para emprender cosas grandes, tentò el descubrimiento de unas tierras que le decian estaban á la banda del norte, y sin dilacion dispuso la jornada en demanda de la Florida, de cuya tierra habia grande fama entre los indios. Armò á su costa tres carabèlas en el puerto de San Germàn de la isla de Boriquén, conocido hoy por el puerto de San Francisco, y se hizo á la vela el jueves tres de marzo de mil quinientos doce, dirigiendo su rumbo para la isla Bimini (que es una de las Lucayas bastante cercana à la canal de Bahama) y segun otros Guanani, donde los indios fabulosamente que decian habia una fuente, ó especie de jordàn que remozaba á los viejos. Es verdad que los pueblos de todas aquellas islas eran naturalmente crédulos, y que los que tenian trato con ellos no se admiraban que diesen fè á semejantes quiméras y patrañas; pero nadie se dejò persuadir mejor de las virtudes de aquella celebrada fuente que Ponce de Leon. Lleno de es. te entusiasmo, mejor diré de tal locura, que no contribuyó poco al logro de su empresa, no se prometia menos este capitan que el descubrimiento de un tercer mundo para cuyo fin tan vano, le pa recian pocos los dias que le quedaban de vida segun el órden re

[163] Oviedo hist. general lib. 16. cap. 13. Cárdenas introduc. al ensayo cronológico de la hist. de la Florida circa finem. [*] Segun Herrera decad. lib. 4. cap. 11. y lib. 5. cap. 1. Gomara hist. de las Indias parte 1. fol. 23.

[164] Moreri y fr. Francisco de Ayeta contra D. Juan Terro número 112. citando á Remesal vide Cardenas supra citato.

gular de la naturaleza. Le convenia pues comenzar su proyecto con asegurarse para siempre de una lozana juventud, y asi su anhelo fué de no ahorrar cosa para conseguir el hallazgo de fuente tan preciosa que volvia à los hombres viejos mozos.

El nombre antiguo de la region que encerraba tanto tesoro y tan estimable prenda, fue Causio (que asi decian los indios lucayos y que era isla) tierra famosa entre los indios circunvecinos, que segun la opinion mas cierta vinieron de ésta à poblar las islas de la Española, Cuba, San Juan de Boriquén, Jamaica y otras, y volvian á ella los de la isla de Cuba àntes que los españoles los dominásen, à buscar ese rio ó fuente que decian que remozaba: los demás indios comarcanos registraron gran parte de ella bañandose en todos los rios y arroyos y aun en las lagunas pantanosas, para esperimentar la virtud tan creida como incierta. En efecto se hace increible como pudieron tanto tiempo vivir en este desatinado error habiéndoseles ofrecido tantas pruebas para el desengaño; y es que sin embargo que á muchos se les habian acortado los dias de la vida en busca de esta pretendida fuente maravillosa para remozar viejos, como se veia que no volvian á sus tierras despues de empresa tan ridícula, se imaginaban que era porque habian hallado lo que buscaban, y que no querian ya salir de una tierra tan bella, de grandes deleites, juventud, y en fin una primavera continua: otros quieren que esta tierra se llamáse Taguasa; (165) pero sin duda se debe tener que ni estos nombres ni otros que la daban los indios, comprendian el continente sino una provincia ú otras, hasta que Juan Ponce de Leon que anduvo muchos dias perdido en demanda de ella, corriendo por el noruéste reconociendo la costa, probando de todas las aguas que encontraba en aquellos sitios aun de las mas lodosas y sucias de los pantànos, para averiguar lo que le decian de la susodicha fuente maravillosa, hasta doblar el cabo de la Florida, que llamó de corrientes; al cabo de ellos con tormenta diò en la costa al septentrion de la isla de Cuba, el domingo de Ramos que se llama comunmente Pascua Florida, no solo por el dia en que la descubrió, porque en eso hay variedad en los autores, sino por lo apacible y hermosa vista de sus arboledas. (166) Fué este descubrimiento (167) el año de mil quinientos doce, segun opinion de los mas autores é historiadores, y segun la del Inca el de mil quinientos trece. (168)

Es cierto que Urbano Calbet (169) asegura en su tratado [165] Cárdenas, ensaye cronológico para la hist. de la Florida, circa principium citat. al padre Bartolomé Alcazar Crono. hist Cornelius Wifliet y Teodoro Bry. ab eo. citat.

[166] Charlevoix y otros.

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[167] Ortél in teatr. orb. terræ. De latt. du noveau monde. De Thou. lib. 44 citat. por Fleury hist. eccles ann, 1512 p. 271. [168] Hist. de la Florida cap. 2. fol. 3.

[169] Urbain Calbet. du noveau monde lib. 2. cap. 1,

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