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En este comedio hubimos muy grandes guerras con los portugueses, y ganamos por fuerza de armas toda la isla de Maquian, é restituimos al dicho Quichil Umar todas sus tierras; y por el consiguiente tomamos, en veces, en este comedio, cuatro paraos de los enemigos con toda su gente á artillería, é les quemamos é robamos muchos pueblos.

El dicho D. Jorge de Meneses, capitan de los portugueses, viendo que siempre le iba mal con nosotros, buscaba cuantas mañas podia para hacernos todo mal, y un dia, yendo nuestro clérigo á la fortaleza de los portugueses á confesarse, despues de pedido seguro y el dicho D. Jorge haberle inviado con un portugués, hombre principal, como desembarcó é fué á la fortaleza, luego le mandô prender el dicho capitan D. Jorge de Meneses al dicho nuestro clérigo é á un mancebo que iba en su compañia, é los echaron debajo en la torre con grandes prisiones, donde los tuvieron más de siete meses; é á cabo deste tiempo dimos por el dicho clérigo é su compañero cuatro portugueses, de los prisioneros que teníamos, cuales el dicho D. Jorge de Meneses quiso escojer, porque no teníamos clérigo, é los que se morian iban sin confesion.

Á los 20 de Octubre de 529, fuimos de armada unos treinta hombres con los moros de Gilolo y Tidore á destruir unos pueblos de los enemigos, obra de cincuenta leguas de Maluco, en la Batachina, por la parte del Este; y al cuarto dia despues de partidos de Tidore, topamos con siete paraos de la isla de Terrenate, en los cuales iban muchos portugueses, é vinimos á pelear unos con otros, é tomámosles un parao con toda su gente, é los otros escaparon huyendo.

Así como nosotros partimos de Tidore, luego fueron avisados los portugueses de la dicha isla de Tidore de cómo éramos de armada la mejor gente que entre nosotros habia, é por el consiguiente la mayor parte de los moros de la isla; é segun fama pública, el que dió el aviso fue Fernando de Bustamante, contador general.

Dia de San Simon é Judas, sabido por los portugueses que la mejor gente, así de los castellanos como de los moros, eran fuera de la isla de Tidore, é los que quedaban con Fernando de la Torre, no eran sino obra de cuarenta hombres, y al dicho Fernando de Bustamante tenian por su parte, porque ya se habia carteado con ellos; fueron con grande armada sobre la ciudad de Tidore, é desembarcados, entraron en la dicha ciudad por fuerza de armas, y á la entrada mataron un castellano é prendieron dos muy mal feridos, é así mismo ferieron otros algunos, é mataron muchos indios, é robaron é asolaron la dicha ciudad.

Viendo el dicho Fernando de la Torre, nuestro capitan, que no podia resistir contra la armada de los portugueses, retruxóse al baluarte principal que teníamos, con su gente, y de allí mandó tirar á los portugueses al condestable con unos tiros gruesos. Y en esto, dixo Fernando de Bustamante, contador general, al dicho Fernando de la Torre, capitan, que ya no era tiempo de pelear más contra los portugueses, sino de ser todos unos; é por el consiguiente, dixo el condestable de los lombarderos, que no habia de tirar con ningun tiro, porque estaba ya hablado con el dicho Bustamante. Viendo esto el dicho Fernando de la Torre é otros castellanos, comenzaron á tirar con los tiros ellos mismos, é pelear con los portugueses, que aunque habia otro lombardero flamenco en

el baluarte, tampoco quiso tirar con ningun tiro, antes se salió fuera por una lombardera con los mecheros en la mano. É así mismo dixeron otros castellanos que se debian de ir con los portugueses é no debian de pelear más; empero con todo eso no dejaban de pelear el dicho capitan y otros que eran leales. En este comedio inviaron los portugueses un hombre á los dichos castellanos, con una bandera blanca, como es costumbre, á requerirles que se diesen; y el dicho Fernando de la Torre, capitan é otros castellanos respondieron que no se querian dar, sino antes defenderse de ellos; por cuanto tenian mucha artillería é municion é pólvora, é no les temian, sino antes esperaban, en juntando toda la gente de la isla, de salir á ellos é de haber vitoria con la ayuda de Dios contra ellos; é con esta respuesta se volvió el dicho portugués. En esto el dicho Fernando de Bustamante andaba amotinando toda la gente, dixiendo que estaban ya en fin del año de 529, é iban ya cinco años que éramos partidos de España, é no habia ido ninguna armada de S. M., que creyesen que nunca iria más, é por tanto se debian de pasar á los portugueses. Y el dicho D. Jorge de Meneses, capitan de los que se habia carteado con el mante, tornó á inviar otra nuestro baluarte á requerirles que se diesen. Viendo el dicho capitan Hernando de la Torre quel dicho Bustamante le amotinaba la gente, acordó de hacer sus partidos con los dichos portugueses, é acometióles que les volveria la isla de Maquian é más la galera que les habíamos tomado con toda su artillería é otros tiros que les habíamos tomado en otros navíos é todos los prisioneros que teníamos; empero no quisieron los portugueses sino

portugueses, como quiera dicho Fernando de Bustavez al dicho portugués á

que se diesen é fuesen con ellos. É no aceptando los castellanos esto, vinieron á concertarse quel dicho Fernando de la Torre, con los castellanos que le quisiesen seguir, fuese en un bergantin pequeño fuera de las islas de Maluco al dicho lugar de Zamafo, donde primero estuvimos con la nao, é allá estuviese hasta en tanto que á nosotros ó á ellos nos fuese algun mandado de nuestros Príncipes; y en caso que así nos fuese algun mandado, que fuésemos obligados los unos á los otros de hacer saber lo que determinábamos de hacer, é más que no pudiese llevar el dicho Fernando de la Torre en el dicho bergantin más de un tiro de bronce é dos versos de fierro é sus armas é haciendas. É con este concierto entregaron á los dichos portugueses el baluarte ó con toda la artillería, é así mismo la casa de la fatoría con toda la hacienda que habia de dentro del dicho baluarte, la cual robaron los dichos portugueses, como entraron en el dicho baluarte, é por el consiguiente robaron las haciendas de los castellanos que éramos de armada, así esclavos como esclavas, como otras muchas cosas. É así el dicho Fernando de la Torre se fué en el dicho bergantin al dicho lugar de Zamafo, con obra de veinte hombres que le quisieron seguir, y Bubacar, gobernador del dicho lugar de Zamafo los recibió muy bien.

El dicho Fernando de Bustamante, contador general, se pasó á los portugueses con todos los otros castellanos, é llevó consigo los libros de contaduría é todos los testamentos é inventarios é almonedas de los hombres que murieron, así en el viaje como despues de llegados á Maluco, con otras escrituras de los vivos é de los muertos; é algunos de los castellanos, que fueron con el dicho Bustamante á los portugueses, son maestre Ans, condes

table de los lombarderos, y Artus, lombardero flamenco, y Francisco de Godoy, sobresaliente, (1) y nuestro clérigo, por nombre Juan de Torres, é otros que no me acuerdo de sus nombres.

Asimismo, despues que se apoderaron los dichos portugueses en todo, quemaron una fusta muy buena que nosotros teníamos, con pregon público, por alborotadora é levantadora de las tierras del rey de Portogal.

A tres dias de Noviembre del dicho año volví yo con el gobernador de Tidore, que era un hermano del rey, que se llama Quichil Rade, con tres paraos donde venian seis castellanos, dejando la otra armada en Moro, que es en la Batachina de la parte de Este. Y en el camino tuvimos nuevas de cómo los portugueses habian tomado é quemado la ciudad de Tidore, y que los castellanos estaban encerrados en el baluarte, porque los portugueses les tenian cercados; é como llegamos en la isla de Tidore, fuimos á un lugar que era muy fuerte que se llama Tomolou, á saber lo que pasaba, donde nos contaron la manera de cómo los portugueses habian tomado así la ciudad como el baluarte. É yo viendo esto, rogué al dicho Quichil Rade, gobernador, me diese un parao armado para me pasar á Gilolo, donde estaban doce castellanos, porque no era mi voluntad de pasarme á los portugueses, porque de cierto, cuando menos nos catásemos, habia de ir armada de V. M. á Maluco, y porque Gilolo era muy fuerte, que allá nos podíamos defender de los portugueses muy bien; é así viendo el dicho Quichil Rade que tan buena voluntad tenia de servir á V. M., me

(1) Sobresaliente, es el destinado á suplir á otro en ausencias ó enfermedades.

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