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dro de Valdivia cuando le mataron; y acometiendo con ánimo valeroso, como siempre lo ha hecho, los desbarató con mucho trabajo, porque eran gran suma de indios, y de los presos hizo muy gran castigo; de donde fué parte se acabase la guerra con ellos, sin otros recuentros que con ellos tuvo él y sus capitanes en estas dichas provincias y en todas las demás cibdades; y llegado al valle de Arabco con algunos prisioneros que soltó, vino luego toda la tierra de paz, donde estuvo hasta levantar una casa-fuerte, donde dejó cien hombres con un capitán para que se acabosen de asentar y asegurar, y salióse á la cibdad de la Conceción á entender en cosas que convenían al reino; y estando en esto, tuvo nueva y aviso que los naturales no tenían el asiento que convenía, acordó volverse á la casa de Arauco á sustentarla con su propia persona, donde estuvo en esta sustentación ocho meses, pasando muchos trabajos de hambre, él y los que con él estaban, proveyendo sus capitanes, dándoles trasnochadas, hasta que los dejó asentados, como lo están los del Perú, juntamente con todo el reino, todo tan á costa de su hacien da como de la de Vuestra Alteza, con debda de cuarenta mil pesos. Ha acordado con la quietud que en este reino deja y con el buen gobierno dél ir á dar cuenta á V. A. de todo lo en él sucedido, ansí de la pobla ción de dos cibdades Cañete y Osorno y reedificado otras dos Conceción é Infantes, que por otro nombre se llama la cibdad de los Confines, y otras dos cibdades pobladas de que tenemos noticia en el nuevo reino llamado Ingalaterra, la Nueva Londres y la Nueva Córdoba. Ansimismo envió á descubrirse el Estrecho de Magallanes con navíos y gente y un capitán; y acordándonos de tantos trabajos como ha pasado en servicio de V. A., procurando con todo cuidado el bien de todos los conquistadores y pobladores, atrevernos como leales vasallos en nombre deste Cabildo y cibdad de V. A. y conquistadores y pobladores della á suplicar humilmente como súbditos y vasallos, que pues don García Hurtado de Mendoza en nombre de V. A. nos lo ha pagado y puesto en nuestras casas, y con tanto trabajo de su persona; V. A. sea servido de pagárselos, pues su valor y calidad merece Vuestra Alteza le haga crecidas mercedes como á persona que se ha ocupado siempre en él ser acrecentador de los reinos de V. A. como buen súbdito y vasallo; por do cesamos rogando á Nuestro Señor sea servido de dar por largos años á V. A. mucha vida con acrecentamiento de grandes reinos y señoríos, como los vasallos y súbditos de V. A. deseamos.

DOC. XXVIII

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Desta cibdad Rica, y de V. A., y de julio primero de mill é quinientos é sesenta años. Muy altos y muy poderosos señores.-El Cabildo de V. A.-Martin de Peñalosa.-Pedro de Aranda Valdivia.-Juan de Gueldos.-Blas de Gazalate.-Juan Rodríguez de Puertocarrero.-Juan Alvarez de Luna.

3 de julio de 1560.

LXXIX.-Carta del Cabildo de Osorno al Consejo de Indias en recomendación de don García Hurtado de Mendoza.

(Archivo de Indias, 77-5-13).

Muy alto y muy poderoso señor.-Siempre se ha ofrecido salir gente de las provincias para esos reinos, habemos tenido cuidado avisar á V. A. del estado desta tierra y naturales, por lo cual no será necesario referirlo, mas de nuevo hacer saber á V. A. cómo los indios que por muerte del gobernador don Pedro de Valdivia é demás españoles que con él murieron estaban rebelados contra el servicio de S. M. están de paz y muy asentados, y no fuéramos parte para ello los que quedamos, por ser tan pocos, si no entrara al socorro y pacificación don García Hurtado de Mendoza, gobernador de S. M., con cantidad de navíos, gente y munición que para el reparo de este reino fué bien menester; é llegado, queriendo traer é reducir la gente alzada al servicio de S. M., haciéndoles las amonestaciones necesarias, le fué forzado pelear con ellos, dándoles cantidad de batallas campales, en las cuales hallándose su propia persona con harto riesgo, los venció y desbarató todas las veces que se ofrecía. Reedificó las cibdades de la Concibición y Infantes, que estaban despobladas, y pobló otras de nuevo, especialmente una en el estado é fuerza desta tierra, que se dice Cañete de la Frontera, que fué parte para asegurar toda la tierra. Salió de allí y fué á descubrir á S. M. unas provincias que dicen de Ancud, do pasó excesivos trabajos, por ser la tierra de grandes ríos y ciénagas, é mucha della inhabitable é de grandes montañas; é vuelto, pobló á S. M. esta cibdad, donde dió de comer á cantidad de soldados é gente de calidad; volvió al estado de Arauco é hizo en él una fuerza, donde estuvo sin entrar en poblado más de

un año con sus criados y amigos, pasando muchos trabajos, lo cual fué principal causa que los indios se asegurasen como están. Envió un capitán á la provincia de Ingalaterra, donde se pobló la cibdad de Londres y la Nueva Córdoba. Envió tres navíos al Estrecho de Magallanes á descubrille: en todo lo cual ha gastado muy gran cantidad de pesos de oro, sin los que para el efeto se ha empeñado. Ha gobernado y te nido esta tierra en santa paz y justicia é dado con su buena vida tan buen ejemplo, que todo este reino le es en muy grande obligación, así por lo que ha gastado como por habernos metido en nuestras casas é haciendas, con lo cual ha hecho á S. M. tan señalados servicios para el aumento de sus reales haciendas que se cree en breve vendrán en mucho aumento; sólo resta el favor de V. A. para que, siendo S. M. informado de sus calificados servicios, sea servido le hacer merced, pues para ello tiene capacidad y suficiencia, é los vasallos de S. M. la recibiríamos, la que á él se le hiciere, fuese en parte donde siempre nos pudiese hacer buenas obras en su cesáreo nombre. Visto están tan asentados estos naturales, ha determinado ir á dar cuenta á S. M. personalmente, deja en su lugar un caballero que nos tenga en justicia por tl tiempo de su ausencia, ó en el entretanto que S. M. sea servido proveer

otra cosa.

Nuestro Señor las muy poderosas personas de V. A. guarde por largos tiempos con aumento de grandes estados, como por los servidores de V. A. es deseado.

En Osorno, y de julio tres mil quinientos sesenta años.-Muy poderoso señor, humildes servidores de V. A.-Juan de Figueroa.-Joán de Espinosa y Rueda. (Con sus rúbricas).

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LXXX.-Carta del Cabildo de la ciudad de los Infantes al Consejo de Indias en recomendación de don García Hurtado de Mendoza.

(Archivo de Indias).

Muy altos y muy poderosos señores.-Luego que llegó al Perú el Marqués de Cañete, proveyó á don García de Mendoza, su hijo, á gobernar y reducir este reino, que por la muerte de don Pedro Valdivia mucha parte de él estaba rebelada contra el servicio de S. M. Dióse tan buena maña que con el favor de Dios Nuestro Señor en siete batallas campales que le dieron en diversos tiempos y lugares estos naturales, que no estaban poco animosos con las vitorias pasadas que antes habían habido, los venció y desbarató con fuerza y maña, volviéndolos debajo del real dominio, poblando y reedificando en sitios y lugares convenientes cuatro ciudades, no siendo parte la ocupación de la guerra para dejar de ejercitarse en obras de caridad y de cristiano y prudente varón, que como tal en este tiempo se ha gobernado, fundando hospitales, haciendo poner sacramentos en las iglesias, viviendo con mucha honestidad y virtud, que á todo este reino ha dado mucho ejemplo; hanos tenido en tanta paz y justicia, procurando siempre el bien y acrecentamiento de los naturales, que para podello hacer ha gastado su hacienda y parte de la de su padre, quedando adeudado en muchos pesos de oro, y por dejar la tierra pacífica y en toda quietud, ha determinado ir á dar cuenta á V. A., dejando un caballero en esta tierra que la tenga en justicia hasta en tanto que S. M. ó V. A. otra cosa provean: hanos parecido dar en suma cuenta á V. A. de los trabajos y gastos que ha tenido en este reino, y porque en la carta que escribe este Cabildo á S. M. la damos más particular, suplicamos á V. A. sea servido favorecelle y hacelle merced, pues para que la que se la hiciere sea bien empleada, tiene partes en qué quepa.

Nuestro Señor las muy altas y muy poderosas personas de V. A. guarde y acreciente con aumento de mayores estados, como los servi dores y criados de V. A. deseamos. En esta cibdad de los Infantes, en

veinte de julio de mil quinientos sesenta años.-Muy altos y muy poderosos señores, besan las manos á V. A.-Don Cristóbal de la Cueva. -Manuel de Peralta.-Gaspar de Lara.-Juan de Losada y Quiroga.Con acuerdo del Consejo de la cibdad de los Infantes.-Pedro de Montoya, escribano público y de cabildo.

A los muy altos y muy poderosos señores presidente y oidores del Consejo de Indias de S. M.

6 de septiembre de 1560.

LXXXI.-Carta de Francisco de Villagra al Rey, avisando que ha tenido noticia de haber sido nombrado gobernador de Chile.

(Archivo de Indias).

C. C. R. M.--Por cartas que á este reino han venido, se ha entendido haberme S. M. hecho merced mandarme le sirva en el gobierno de Chille, y aunque ha catorce ó quince meses que el despacho de la merced que V. M. me hizo se me invió, hasta el día de hoy no se ha visto, y á esta causa he estado y estoy en esta ciudad, esperando la orden que V. M. tenga en servirle, para en viéndola, ir á cumplirla y dar orden como S. M. comience á ser servido con algund oro, que segund de la riqueza que cada día se descubre y la gran noticia que de lo de adelante se tiene, tengo por cierto en la ventura de V. M. se ha de hacer buena ayuda, sin costa de la real hacienda, que es en lo que yo más me desvelaré por entender la necesidad que V. M. para la sustentación de la cristiandad tiene.-Nuestro Señor la C. C. persona de V. M. guarde con acrecentamiento de más reinos y señoríos.

De los Reyes, á seis de septiembre de mil y quinientos é sesenta años. C. C. M., de V. M. criado y vasallo, que sus muy reales pies besa.— Francisco de Villagra.-A la C. C. M. del Rey, nuestro señor.

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